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Por Colombia Informa
En esta entrevista con Colombia Informa el senador electo por el Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, plantea diferencias y coincidencias con lo expuesto días atrás por Alberto Castilla (también senador electo por el Polo). La diferencia: uno votará a Santos, el otro se abstendrá. La coincidencia: ambos hablaron de "respeto" al referirse a las distintas posturas en la izquierda, en un contexto en el que otros referentes del PDA alimentaron con sus declaraciones un clima interno de tensión.
Cepeda (51) y Castilla (45) se perfilan así como emergentes de una nueva generación dirigente en la izquierda colombiana que otorga a la unidad un peso determinante más allá de las diferentes posturas coyunturales.
Iván Cepeda insiste con su llamado al voto por Juan Manuel Santos, algo que ya había esbozado aún antes de la primera vuelta. Esta decisión está guiada, según él, por dos prioridades: por un lado, permitir la continuidad del proceso de paz con las FARC y dar inicio a las conversaciones con el ELN; por otro, impedir un tercer mandato del exmandatario Álvaro Uribe Vélez. También se refirió a los tratados que el gobierno colombiano ha firmado con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y al Acuerdo para la Alianza del Pacifico: "intentan intervenir abiertamente en Venezuela para derrocar al presidente Nicolás Maduro”, afirmó.
Colombia Informa: Luego de la primera vuelta usted declaró que votaría por Juan Manuel Santos y recientemente la candidata presidencial del PDA, Clara López, hizo lo mismo. ¿Es necesario que la izquierda colombiana se incline con tanta contundencia hacia Santos?
Iván Cepeda: No, pero el problema es que aquí no hay ninguna opción distinta. Aquí las opciones son tres: o se abstiene uno de votar, lo que es equivalente al voto en blanco; o se vota por el programa de Uribe; o se vota por el proceso de paz de La Habana y sencillamente en eso no hay vacilación. Nosotros no vamos a permitir que llegue de nuevo al gobierno Uribe a generar lo que ya vimos en ocho años de mandato, entre 2002 y 2010. Ahora, no debe haber ningún tipo de equívocos, nosotros no estamos extendiendo al presidente Santos una especie de promesa de no oposición. Hemos sido férreos opositores del gobierno de Santos, nadie nos puede reprochar el no haber hecho una oposición muy coherente, así que nuestra posición es diáfana y en eso no tenemos ninguna clase de vacilaciones.
C. I.: ¿Qué cree que pasará con las luchas campesinas, los recientes paros agrarios, la reforma a la salud si Santos es reelecto?
I. C.: Tenga la seguridad de que al otro día de la reelección vamos a salir a la calle. Pienso que hay que tener un poco de madurez democrática, el hecho de que votemos por la paz no significa que vayamos a salir a aplaudir los tratados de libre comercio, y hacerle venias al presidente Santos por la política frente a los campesinos y a su política minero-energética. Nuestra posición en eso es muy firme y muy radical. Por eso repito que en eso no debe haber equivocaciones. Ahora, es cierto que algunos sectores de la izquierda han manifestado votar en blanco o no votar, y eso es respetable, nosotros lo comprendemos, pero no es nuestra opción. (Nota relacionada: Alberto Castilla, senador: "Respeto otras posturas, pero mi posición es la abstención").
C.I.: ¿Cuáles son los desafíos y las principales tareas de los sectores progresistas y de izquierda en la etapa que viene?
I. C.: En primer lugar creemos que es necesario afianzar y desarrollar la paz, pero para eso no se requiere solamente que terminen con éxito las conversaciones en La Habana y que se emprenda una negociación con el ELN, sino que se requieren una serie de cambios sociales y políticos, que tienen que ver con reformas de carácter estructural. Lo hemos dicho claramente y nuestra candidata Clara López fue muy enfática en eso: son necesarios unos cambios de carácter estructural y otras reformas que no necesitan de cambios estructurales. Es necesario que el Estado consagre los recursos necesarios para la educación, es necesaria una nueva política agraria, dejar de firmar tratados de libre comercio sino revisar los existentes, e incluso romper los tratados que ya hay. Es necesario poner un límite a la acción de las transnacionales, y en materia de salud, empleo, educación y vivienda que se generen políticas de Estado serias.
C. I.: ¿Cómo evalúa el rol que viene jugando el gobierno de Colombia como motor de la Alianza del Pacífico en detrimento de otros procesos de integración regional como la Celac, Unasur y el Alba?
I. C.: Por supuesto que hemos rechazado ese rol y ese papel. Hemos dicho que es un despropósito de cara a la construcción de la paz que Colombia se parte de cualquier acuerdo con la OTAN. Por eso, hemos votado en contra tanto del Acuerdo para la Alianza del Pacifico, como también del acuerdo con la OTAN. Dicho eso, hay que señalar lo siguiente: del lado del uribismo no existe solamente la intención de firmar ese tipo de acuerdos, sino de intervenir abiertamente en Venezuela, y de intervenir como se viene haciendo, a través de una directa participación en los asuntos venezolanos, del lado de la oposición y con miras a derrocar al presidente Nicolás Maduro. También está la intención de generar un conflicto para llegar a tener una intervención de carácter militar con Nicaragua, además de intervenir en los asuntos de Ecuador. Esa es la política que conocemos de Álvaro Uribe, quien encabeza y lidera la extrema derecha latinoamericana. Frente a eso, nosotros tenemos muy clara cual nuestra posición.
Iván Cepeda insiste con su llamado al voto por Juan Manuel Santos, algo que ya había esbozado aún antes de la primera vuelta. Esta decisión está guiada, según él, por dos prioridades: por un lado, permitir la continuidad del proceso de paz con las FARC y dar inicio a las conversaciones con el ELN; por otro, impedir un tercer mandato del exmandatario Álvaro Uribe Vélez. También se refirió a los tratados que el gobierno colombiano ha firmado con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y al Acuerdo para la Alianza del Pacifico: "intentan intervenir abiertamente en Venezuela para derrocar al presidente Nicolás Maduro”, afirmó.
Colombia Informa: Luego de la primera vuelta usted declaró que votaría por Juan Manuel Santos y recientemente la candidata presidencial del PDA, Clara López, hizo lo mismo. ¿Es necesario que la izquierda colombiana se incline con tanta contundencia hacia Santos?
Iván Cepeda: No, pero el problema es que aquí no hay ninguna opción distinta. Aquí las opciones son tres: o se abstiene uno de votar, lo que es equivalente al voto en blanco; o se vota por el programa de Uribe; o se vota por el proceso de paz de La Habana y sencillamente en eso no hay vacilación. Nosotros no vamos a permitir que llegue de nuevo al gobierno Uribe a generar lo que ya vimos en ocho años de mandato, entre 2002 y 2010. Ahora, no debe haber ningún tipo de equívocos, nosotros no estamos extendiendo al presidente Santos una especie de promesa de no oposición. Hemos sido férreos opositores del gobierno de Santos, nadie nos puede reprochar el no haber hecho una oposición muy coherente, así que nuestra posición es diáfana y en eso no tenemos ninguna clase de vacilaciones.
C. I.: ¿Qué cree que pasará con las luchas campesinas, los recientes paros agrarios, la reforma a la salud si Santos es reelecto?
I. C.: Tenga la seguridad de que al otro día de la reelección vamos a salir a la calle. Pienso que hay que tener un poco de madurez democrática, el hecho de que votemos por la paz no significa que vayamos a salir a aplaudir los tratados de libre comercio, y hacerle venias al presidente Santos por la política frente a los campesinos y a su política minero-energética. Nuestra posición en eso es muy firme y muy radical. Por eso repito que en eso no debe haber equivocaciones. Ahora, es cierto que algunos sectores de la izquierda han manifestado votar en blanco o no votar, y eso es respetable, nosotros lo comprendemos, pero no es nuestra opción. (Nota relacionada: Alberto Castilla, senador: "Respeto otras posturas, pero mi posición es la abstención").
C.I.: ¿Cuáles son los desafíos y las principales tareas de los sectores progresistas y de izquierda en la etapa que viene?
I. C.: En primer lugar creemos que es necesario afianzar y desarrollar la paz, pero para eso no se requiere solamente que terminen con éxito las conversaciones en La Habana y que se emprenda una negociación con el ELN, sino que se requieren una serie de cambios sociales y políticos, que tienen que ver con reformas de carácter estructural. Lo hemos dicho claramente y nuestra candidata Clara López fue muy enfática en eso: son necesarios unos cambios de carácter estructural y otras reformas que no necesitan de cambios estructurales. Es necesario que el Estado consagre los recursos necesarios para la educación, es necesaria una nueva política agraria, dejar de firmar tratados de libre comercio sino revisar los existentes, e incluso romper los tratados que ya hay. Es necesario poner un límite a la acción de las transnacionales, y en materia de salud, empleo, educación y vivienda que se generen políticas de Estado serias.
C. I.: ¿Cómo evalúa el rol que viene jugando el gobierno de Colombia como motor de la Alianza del Pacífico en detrimento de otros procesos de integración regional como la Celac, Unasur y el Alba?
I. C.: Por supuesto que hemos rechazado ese rol y ese papel. Hemos dicho que es un despropósito de cara a la construcción de la paz que Colombia se parte de cualquier acuerdo con la OTAN. Por eso, hemos votado en contra tanto del Acuerdo para la Alianza del Pacifico, como también del acuerdo con la OTAN. Dicho eso, hay que señalar lo siguiente: del lado del uribismo no existe solamente la intención de firmar ese tipo de acuerdos, sino de intervenir abiertamente en Venezuela, y de intervenir como se viene haciendo, a través de una directa participación en los asuntos venezolanos, del lado de la oposición y con miras a derrocar al presidente Nicolás Maduro. También está la intención de generar un conflicto para llegar a tener una intervención de carácter militar con Nicaragua, además de intervenir en los asuntos de Ecuador. Esa es la política que conocemos de Álvaro Uribe, quien encabeza y lidera la extrema derecha latinoamericana. Frente a eso, nosotros tenemos muy clara cual nuestra posición.
Fuente: Colombia Informe
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