El senado francés adoptó este lunes definitivamente un proyecto de
ley del Partido Socialista, que prohíbe el cultivo del maíz transgénico
de la firma estadounidense Monsanto en el territorio nacional.
El texto, adoptado por 172 votos a favor y 147 en contra, autoriza la
posibilidad de destruir las plantaciones de ese grano, en caso de no
cumplirse la legislación.
Con anterioridad, la Asamblea Nacional también se pronunció en contra
del cultivo del MON 802, denunciado en varios países por los impactos
negativos sobre la salud y el medioambiente.
Monsanto es una de las multinacionales más detestadas por la
comunidad de agricultores del mundo, debido a su control corporativo
sobre los alimentos, y el año pasado se celebraron 436 manifestaciones
en 52 países durante un mismo día contra ese consorcio.
En 2011 la multinacional estadounidense, especializada desde hace dos
décadas en desarrollar semillas alteradas genéticamente para resistir
herbicidas y repeler insectos, fue considerada la compañía "más malvada"
del mundo en una encuesta en Internet.
Y el profundo rechazo que generan sus prácticas en capas de la
población a lo largo del planeta, se visualizó ampliamente en mayo del
año pasado, cuando en un mismo día se celebraron manifestaciones contra
Monsanto en 436 ciudades de 52 países.
Para cerrar el círculo, los sondeos indican que tres cuartas partes
de los estadounidenses se declaran preocupados por la presencia de
transgénicos en su comida -que están ampliamente autorizados y rondan el
80% de todos los alimentos-, la mayoría por el temor a efectos nocivos.
En Europa -que solo permite un tipo de maíz-, el rechazo es del 61%,
mientras en España del 53%, según las últimas encuestas, de 2010.
A principios de abril, Monsanto anunció que retirará todas las
peticiones pendientes de aprobación para desarrollar nuevos tipos de
cultivos genéticamente modificados en la Unión Europea, debido a la
falta de perspectivas comerciales de la tecnología en la región.
"Retiraremos las aprobaciones en los próximos meses", dijo vía telefónica el presidente y director ejecutivo de Monsanto para Europa, José Manuel Madero.
Monsanto dijo que la decisión cubría cinco solicitudes de aprobación para maíz genéticamente modificado, una cepa de soja y otra de remolacha para azúcar.
La compañía dijo que no retirará su solicitud para renovar la aprobación de su maíz MON810, el único cultivo transgénico que se cultiva actualmente en forma comercial en Europa.
"Retiraremos las aprobaciones en los próximos meses", dijo vía telefónica el presidente y director ejecutivo de Monsanto para Europa, José Manuel Madero.
Monsanto dijo que la decisión cubría cinco solicitudes de aprobación para maíz genéticamente modificado, una cepa de soja y otra de remolacha para azúcar.
La compañía dijo que no retirará su solicitud para renovar la aprobación de su maíz MON810, el único cultivo transgénico que se cultiva actualmente en forma comercial en Europa.
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