Opera Mundi | EFE |
Para Iván Quintero, los tres principales candidatos a
la Presidencia defienden el modelo neoliberal, que ha dejado el país como uno de
los más desiguales del continente
Por Giorgio Trucchi | Opera Mundi
Este domingo (4 de mayo), Panamá votará por quinta vez
desde la invasión militar norteamericana y la caída del régimen de Manuel
Noriega (1989). En esta ocasión, 2.5 millones de panameños serán llamados a
votar para elegir 1,648 cargos públicos para el período 2014-2019, entre ellos,
al sucesor del actual presidente Ricardo Martinelli, 71 diputados a la Asamblea
Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano (Parlacen), 77 alcaldes, 648
representantes de corregimiento, y 7 concejales. Todos con sus respectivos
suplentes.
Seis partidos políticos legalmente constituidos ante el
Tribunal Electoral y siete candidatos presidenciales, tres de los cuales independientes
y uno, el dirigente sindical Genaro López, representando la izquierda panameña aglutinada
alrededor de los movimientos sociales y populares del país, tomarán parte en
los comicios, donde para ganar será suficiente la mayoría simple.
José Domingo Arias, empresario del sector textil y exministro
de Vivienda del actual gobierno, es el candidato de la alianza entre el
oficialista CD (Cambio Democrático) y el Molirena (Movimiento Liberal
Republicano Nacionalista). Su compañera de fórmula es la primera dama Marta
Linares de Martinelli. Su principal contrincante es Juan Carlos Navarro,
también empresario, exalcalde capitalino (1999-2009) y secretario general del
socialdemócrata PRD (Partido Revolucionario Democrático), quien, según las
últimas encuestas, ha logrado remontar la desventaja inicial y alcanzar un
empate técnico (32%). Su fórmula es el exmagistrado electoral Gerardo Solís.
Más distanciado (26%) se coloca el empresario del
sector Bebida y actual vicepresidente de la República, Juan Carlos Varela, de
la Alianza "El Pueblo Primero" conformada por el Partido Panameñista
(derecha) y el PP (Partido Popular), acompañado por su vice, la ex diplomática Isabel
Saint Malo.
Durante una campaña electoral que varios analistas han
calificado de “sucia”, “superficial”, “sin ideas”, “exageradamente costosa”,
con un derroche de dinero sin control, ni reglamentación, estos tres candidatos
han mantenido un enfoque político, económico y social que poco tiene que ver con
la realidad que vive el país.
El sociólogo y analista político Iván Quintero dijo a Opera Mundi que sus programas
electorales “son el reflejo de la política tradicional que ha gobernado por
décadas”. En lugar de enfrentar los verdaderos problemas que atañen la inmensa
mayoría de la población, han preferido presentar la imagen falsa de un país que
goza del “pleno empleo” y que mantiene la tasa de crecimiento económico más
alta de la región.
Actualmente, Panamá sigue siendo el segundo país de
América Latina con la peor distribución de riqueza; su salario mínimo legal no
cubre siquiera la canasta de alimentos; más del 40% de la población vive en
pobreza y más del 90% de la población indígena es pobre o extremadamente pobre.
Además, casi el 50% de la fuerza laboral trabaja en el sector informal y el
proceso de privatización de los bienes públicos, los recursos naturales y los
servicios básicos, impulsado a inicios de los años 90, “ha concentrado la
riqueza en pocas manos, ha incentivado la corrupción y ha criminalizado la
protesta social”.
Según Quintero, ninguno de los tres candidatos que
encabezan las encuestas propone un verdadero cambio de modelo, sino formas
diferentes para mantener y legitimar el estatus
quo que existe en Panamá, donde los altos índices de desarrollo económico
no se traducen en mayor desarrollo humano.
En el plan internacional, el catedrático de la
Universidad de Panamá se dice convencido de que el futuro gobernante buscará un
rápido acercamiento con el gobierno de Venezuela, para reestablecer las
relaciones diplomáticas y comerciales, interrumpidas por Caracas a raíz de la
solicitud de Panamá de debatir sobre la crisis venezolana en el seno de la OEA
(Organización de Estados Americanos).
Opera Mundi: Tres
candidatos encabezan las encuestas. ¿Cuáles son sus propuestas de gobierno?
Iván Quintero: Son
propuestas que aparentan ser diferentes entre sí, pero que, en realidad, tienen
muchos elementos en común y se fundamentan en la misma lógica y visión neoliberal,
sin ninguna proyección hacia un modelo alternativo.
En el caso específico, José Domingo Arias, él es un
empresario que representa la continuidad del gobierno del presidente Martinelli
y el afianzamiento de la economía mercantil transitista panameña, con un
enfoque en todo lo que es modernización de la logística, del transporte, de las
infraestructuras, del comercio internacional, de la Zona Libre de Colón y del
sector financiero.
Juan Carlos Navarro, también empresario, es el
candidato del PRD. Si bien su plan tiene un mayor enfoque social y ambiental y
se presenta como una alternativa progresista que goza de los favores de
diferentes gobiernos de la región, lo más curioso es que, cuando vemos quiénes son
los grupos económicos que conforman el “círculo cero” detrás de estos
candidatos, nos damos cuenta que son los mismos.
En cuanto a Juan Carlos Varela, otro empresario que
fue fórmula presidencial de Ricardo Martinelli y que en 2011 fue destituido por
el mismo presidente del cargo de canciller, su programa no tiene nada de
distinto de los de sus principales adversarios. Como ellos, Varela pretende
garantizar beneficios al capital global y a todos los sectores y ámbitos
conexos.
En este sentido, los tres candidatos que tienen posibilidad
de ganar las elecciones, así como los partidos que los respaldan, se mueven en
una lógica neoliberal que, en las décadas pasadas, ha privatizado y
mercantilizado los bienes públicos y nuestros recursos naturales, y dejó el
agro en un estado de total desprotección. Esto ha afectado gravemente nuestra soberanía
alimentaria e ha impulsado la importación de los productos necesarios para
alimentar la población.
Cuando uno revisa con detenimiento cada una de las
propuestas programáticas de estas tres alianzas electorales, se da cuenta que
no hay diferencias sustantivas, ni en lo político, ni en el económico y mucho
menos en lo social.
OM: ¿Cuál es su
análisis del gobierno saliente de Ricardo Martinelli?
IQ: Ha
desarrollado su plan de gobierno neoliberal tal como lo había planteado, con
mucho autoritarismo, garantizando los intereses de los grandes grupos económicos
nacionales y transnacionales. Además, ha concentrado poder institucional,
debilitando el concepto de división de poderes del Estado.
Se ha enfocado en obras de infraestructura,
viabilidad, transporte, como por ejemplo el Metro de Panamá que es el primero
en Centroamérica. Todo esto le ha acarreado cierto nivel de apreciación de
parte de la población, que ya le pone menos atención a lo que gira alrededor de
estos proyectos, como la corrupción, la especulación, el autoritarismo, la
falta de institucionalidad.
Sin embargo, amplios sectores de la población han
mantenido una fuerte crítica por el alto costo de la canasta básica, la
precarización laboral y los bajos salarios, las privatizaciones de los
servicios básicos, las deficiencias en salud y educación, entre otros. Todo
esto podría generar un voto oculto que afectaría el desempeño electoral del
candidato oficialista José Domingo Arias.
OM: Uno de los
elementos interesantes de estos comicios es la presencia de un partido, el FAD
(Frente Amplio por la Democracia), que surge del movimiento social y popular panameño.
IQ: Su
presencia es muy interesante y, a través de una plataforma amplia y plural, se coloca
como una alternativa al neoliberalismo. Con su candidato Genaro López, el FAD harefrescado el ambiente y el debate electoral, introduciendo temas y elementos
importantes que habían sido obviados por los otros candidatos. Además, con la
coordinación de fuerzas sociales, populares y políticas que lo respaldan, el
FAD tiene la posibilidad de ser una opción en la Asamblea Nacional.
Pese a un sistema que en Panamá tiende a restringir la
conformación e inscripción de nuevos partidos políticos, el FAD ha logrado este
propósito y ya tiene una estructura nacional. Esta primera experiencia debe
servir para garantizar el porcentaje mínimo para mantenerse como partido, e
iniciar una acumulación de fuerzas para ser opción de gobierno en el futuro
próximo.
OM: ¿Cuál ha sido la
actitud de Estados Unidos ante este proceso electoral?
IQ: Se han
mantenido bastante al margen, porque saben que ninguno de estos tres candidatos
que están encabezando las encuestas es un peligro para ellos, ni para sus
intereses económicos, geopolíticos y militares.
OM: ¿Qué se puede
esperar con respecto a la crisis diplomática con Venezuela?
IQ: Gane quien
gane, el nuevo presidente tendrá que hacer un ajuste en política exterior. Por
un lado la derrota del gobierno en la OEA ha sido contundente y Panamá ha
quedado aislada a nivel de América Latina, y por el otro, la crisis diplomática
está produciendo pérdidas millonarias en la zona franca panameña.
Fuente original: Opera Mundi (portugués)
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