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Por Periódico E'a
Activistas sociales marcharon por la vida y la libertad de Arnaldo Quintana, Felipe Benítez Balmori, Adalberto Castro, Néstor Castro y Rubén Villalba, quienes se encuentran en huelga de hambre hace 43 días en reclamo de su libertad, la recuperación de las tierras de Marina Cue y el cese de la criminalización de la lucha campesina.
La actividad se inició a las 09:00 de la mañana frente al Panteón de los Héroes, desde donde los manifestantes marcharon hasta el Hospital Militar, donde se encontraba internado Rubén Villalba tras haber sufrido un desmayo el pasado 26 de marzo. En cambio, esta mañana Villalba fue trasladado nuevamente al penal de Tacumbú.
Martina Paredes, de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Masacre de Curuguaty, detalló que los cinco labriegos en huelga de hambre se niegan a ir a juicio hasta que la Corte Suprema de Justicia no resuelva el litigio sobre la titularidad de las tierras de Marina Cue, que según todos los documentos disponibles pertenecen al Estado.
Para los labriegos este punto resulta fundamental, puesto que al ser las tierras del Estado todo el procedimiento de desalojo resulta nulo y la responsabilidad de las muertes debería recaer sobre quienes ordenaron el viciado procedimiento.
“Están en una situación difícil. Están al borde de la muerte. Yo perdí a dos hermanos muy jóvenes y nunca voy a olvidar lo que pasó ese día. Espero que nunca nadie pase por esto”, señaló Paredes.
Los manifestantes insistieron en que ningún verdadero responsable de la masacre está preso y que los hechos que se derivaron de la tragedia beneficiaron a quienes actualmente se encuentran en el gobierno. Esto en referencia al golpe de Estado parlamentario que llevó a Federico Franco al poder y allanó el camino para el retorno del Partido Colorado a la titularidad del Poder Ejecutivo.
Durante la jornada se realizaron dos representaciones teatrales que recrearon el día de la masacre y al fiscal del caso, Jalil Rachid, ostentando dinero manchado de sangre.
“Rachid, cobarde, tus manos tienen sangre”, cantaron los manifestantes sobre la calle General Díaz y bajo la tenue llovizna que caía en la mañana sabatina.
Martina Paredes, de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Masacre de Curuguaty, detalló que los cinco labriegos en huelga de hambre se niegan a ir a juicio hasta que la Corte Suprema de Justicia no resuelva el litigio sobre la titularidad de las tierras de Marina Cue, que según todos los documentos disponibles pertenecen al Estado.
Para los labriegos este punto resulta fundamental, puesto que al ser las tierras del Estado todo el procedimiento de desalojo resulta nulo y la responsabilidad de las muertes debería recaer sobre quienes ordenaron el viciado procedimiento.
“Están en una situación difícil. Están al borde de la muerte. Yo perdí a dos hermanos muy jóvenes y nunca voy a olvidar lo que pasó ese día. Espero que nunca nadie pase por esto”, señaló Paredes.
Los manifestantes insistieron en que ningún verdadero responsable de la masacre está preso y que los hechos que se derivaron de la tragedia beneficiaron a quienes actualmente se encuentran en el gobierno. Esto en referencia al golpe de Estado parlamentario que llevó a Federico Franco al poder y allanó el camino para el retorno del Partido Colorado a la titularidad del Poder Ejecutivo.
Durante la jornada se realizaron dos representaciones teatrales que recrearon el día de la masacre y al fiscal del caso, Jalil Rachid, ostentando dinero manchado de sangre.
“Rachid, cobarde, tus manos tienen sangre”, cantaron los manifestantes sobre la calle General Díaz y bajo la tenue llovizna que caía en la mañana sabatina.
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