En Guatemala, la comunidad de Santa Cruz Barillas se opone al proyecto hidroeléctrico Cambalán, impulsado por la empresa Hidralia, con sede en España. En represalia, el Estado hostiga judicialmente a líderes comunitarios. Organizaciones de Galicia se solidarizan con las luchas.
En Carne propia
Las acciones de solidaridad que busca la liberación y anulación de cargos contra los líderes de Santa Cruz Barillas que se oponen al proyecto Cambalán sirve además para mostrar a la opinión pública española una conducta empresaria que con la crisis se hace presente incluso dentro de la Unión Europea.
Una campaña de sensibilización, denuncia ante autoridades españolas y reclamo por la absolución total de los procesados por resistir la instalación de la empresa Hidralia, de origen español, que lleva adelante contra la voluntad de las comunidades proyectos hidroeléctricos en Santa Cruz Barillas, Guatemala, reúne a un amplio haz de organizaciones de DDHH, ambientalistas y feministas.
Tal es el caso de Amigos de la Tierra Internacional, a través de sus grupos en España (AT España) y Guatemala (CEIBA) y su Secretariado Internacional en Holanda.
El conflicto de Santa Cruz Barillas, en el departamento de Huehuetenango, con casi dos años desde la detención irregular de los líderes comunitarios, su posterior liberación y la continuidad del hostigamiento judicial, se ha transformado en emblemático del accionar empresarial en Centroamérica.
De los nueve líderes maya q’anjobales inicialmente apresados, en el marco de un estado de sitio decretado por el gobierno de Otto Pérez Molina, uno se plegó al chantaje de la empresa, en tanto los restantes ocho fueron liberados tras nueve meses de prisión sin causa judicial alguna.
Su encarcelamiento en la periferia de Ciudad de Guatemala, implicaba a sus familias jornadas de viajes y altos costos para visitarles.
No obstante, dos de ellos fueron nuevamente aprehendidos a mediados de 2013 y sobre algunos pesan requisitorias judiciales que les impide su movilidad y mantiene pendientes de citaciones jurídicas. En tanto, los ocho municipios que se verían afectados por este proyecto se han visto militarizados en los últimos meses por la Policía Nacional Civil de Guatemala y el Ejército, y nuevos líderes y lideresas han sido apresados y violentados.
Acciones varias
Así, por diversos caminos, ya desde finales de 2013 viene activándose una campaña internacional por la anulación total de los cargos contra estos defensores de la naturaleza y el medio ambiente, que además son portavoces de una decisión abrumadora de sus comunidades contraria al proyecto Cambalán tomada en elecciones libres a lo largo de siete años.
Uno de esos caminos es la denuncia pública y también diversas ciberacciones se han llevado adelante. El presidente de Amigos de la Tierra España, Víctor Barro resaltó en diálogo con Radio Mundo Real que en la campaña de solidaridad y denuncia participan varias organizaciones referidas a derechos de pueblos indígenas, incluso de colectivos de guatemaltecos en el exterior del país. Mencionó a la asociación Mujeres de Guatemala, la Coordinación por los Derechos de los Pueblos Indígenas y Entre Pueblos.
Entre las medidas a iniciar en el breve plazo, Barro señala la presentación de una queja ciudadana por el accionar de Hidralia ante instancias de defensoría ciudadana del Estado Español.
En paralelo, una muestra fotográfica producida durante la Misión Internacional de Solidaridad con los pueblos en resistencia, organizada por Amigos de la Tierra Internacional en octubre de 2012 y que incluyó la visita a los presos políticos en la prisión en que entonces se encontraban, también viene recorriendo varias locaciones dentro de España.
Asimismo, el corto documental “Diles que no me maten” (Guatemala/El Salvador, 2012) producido a raíz de dicha Misión ha sido exhibido en diversos foros en Europa.
Aprender a reaccionar
La reacción de la empresa ha sido de silencio absoluto, pese a lo cual colectivos sociales y medios de comunicación de Galicia y en particular en Coruña, donde tiene su sede Hidralia Energía, sí han demostrado sensibilidad al respecto, a partir de la visita realizada en la primavera europea por dos representantes guatemaltecas.
Ellas fueron Natalia Atz, Coordinadora de CEIBA-Amigos de la Tierra Guatemala y Paula Irene del Cid Vargas, esta última del colectivo feminista “La Cuerda”. A partir de la información brindada por las activistas guatemaltecas, a un año de los hechos que motivaron el encarcelamiento de los líderes comunitarios –y que han continuado con amenazas, detenciones y violencia selectiva hacia los referentes de la resistencia-, señala el presidente de AT España que los medios de comunicación se han interesado y la impunidad de Hidralia SA pareció comenzar a fisurarse.
“El caso Barillas para nosotros es un ejemplo que nos está enseñando a reaccionar, a cuestionar y a deslegitimar el poder de las corporaciones”, indicó el ambientalista español en la entrevista.
“Los objetivos que nos hemos planteado son los que la propia gente presa nos expresó cuando nuestra visita: que la empresa se vaya, que las actividades de la empresa cesen, que el proyecto Cambalán desaparezca y que las comunidades puedan vivir tal y como ellas han definido, libre y democráticamente”, resumió.
La actual crisis que golpea fuertemente a las sociedades en buena parte de los países europeos, con el caso emblemático de España y Grecia como ejemplos paradigmáticos, genera en la opinión pública de esos países una apertura mayor hacia las problemáticas que hacen a sus propias empresas.
Entre otros factores, porque esa crisis ha abaratado, indica Víctor Barro, la ejecución de proyectos en los propios territorios europeos, con las mismas metodologías que antes aplicaban las empresas a decenas de miles de kilómetros de distancia. “Esto está aumentando la sensibilidad. Muchas personas están viendo cómo es algo no exclusivo de algunas regiones del planeta, sino que está teniendo lugar aquí también”, explicó.
Fuente: Radio Mundo Real
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