Nicaragua en los últimos años ha sido un experimento de otras formas de comunicación, tomando en cuenta que la comunicación ejerce una función política, aparte de todos los roles sociales que también cumple. Dicho esto, se ha desarrollado una plataforma de medios que buscaron en su trasfondo un equilibrio de las informaciones, este equilibrio no ha sido bien recibido por sectores que siempre mantenían cuotas dentro del poder por medio de sus estructuras mediáticas y ven con malos ojos lo que denominan “la proliferación de medios sandinistas”.
Esa Nicaragua donde las televisoras eran acaparadas solamente por la oligarquía ha ido desapareciendo, dando lugar a un doble sentido de las informaciones, o mejor dicho, hoy se informa al pueblo nicaragüense desde varias ópticas distintas. La concentración de la verdad ya no viene desde un mismo sentido.
El observatorio de medios CINCO presume de estudiar estos fenómenos y comportamientos, aparte de analizar supuestamente la coexistencia de los medios-estado para el buen vivir de la democracia y la gobernabilidad. (No se preocupen a mí también me cuesta entender este cuento).
En esa “ardua labor” de CINCO de observar a los medios, se puede entrever un análisis miope a propósito, para entender porque a propósito pues es necesario analizar su último informe sobre la libertad de expresión en Nicaragua. Cualquiera que lo lea le daría miedo vivir en este país, sobre todo cuando este documento lo leen personas de países del centro, pues no hacen más que alarmarse. Sin más preámbulo pasemos a mirar este trabajo.
Aquí se puede leer el análisis que se ha publicado en el último trimestre del 2013: “Estado de la libertad de expresión en Nicaragua (2010-2013)”
Este documento de análisis fue elaborado por Guillermo Rothschuh, habla entre otras cosas de “Un giro sustancial que afecta sensiblemente el funcionamiento de los medios y entorpece y limita el trabajo periodístico”, pero los lectores de este documento pueden darse cuenta que este comentario afecta inclusive a los redactores del mismo, dado que es un análisis limitado al trabajo periodístico “de un lado del espectro”. Es un documento elaborado con un sesgo planificado y tiene una postura parcializada hacia “los fenómenos que afectan al periodismo anti sandinista” o dicho de otra manera más sutil a los “críticos al gobierno”.
Este documento carece de un análisis “a dos vías”, dado que pasan olímpicamente de analizar algunos programas y medios reaccionarios, parcializados y claramente anti sandinistas asentados en un lado de la vía, identificados en el estudio como “los medios atacados por el orteguismo” (que sean anti sandinistas no está mal como posición política pero sí que afecta directamente la imparcialidad de la noticia) como “Esta Semana”, son de los más conocidos. Aquí cabe un comentario. Dime quien te paga y te diré a quien no criticas. (La falta de crítica y auto crítica en los medios de comunicación obedece a que los dueños de medios o programas no pagan periodistas o analistas para que los critiquen en sus propios medios y en sus propios programas).
Una de las críticas más absurdas de este documento es que el Sandinismo haya adquirido medios con fondos del ALBA, lógicamente esto dio paso a un equilibrio de la información desde la TV, equilibrio que no le gusta a un sector que está acostumbrado a manejar sus influencias dentro del poder utilizando sus medios. Ese Sandinismo, que históricamente solo tenía participación mediática mayormente desde las radios emisoras, ha desaparecido; “Uy que alarmante” dependiendo de “para quien”.
Algo cómico es que CINCO – el observatorio de medios (bueno, de algunos medios) es bastante autocomplaciente con su trabajo al afirmar “Los periodistas, salvo una minoría, reaccionan de manera irritada cuando sus trabajos son sometidos a la lupa del Observatorio de Medios”. Aquí cabe la pregunta: ¿Quién le ha dado la potestad a CINCO de ser el juez (y parte) de lo que dicen, hacen o dejan de hacer los periodistas? Para entender esta práctica es necesario profundizar en la trama orquestada por Carlos Fernando Chamorro, quien en esa audacia de ser juez y parte ha organizado con algunos apoyos esta telenovela mexicana, de esas que ya desde el primer capítulo se sabe bien el final.
Fijémonos que ellos mismos crean programas de opinión, ellos mismos crean premios para los periodistas “zancudos” (en el documento se refieren al trabajo de periodismo pro gobierno como “parasitario” citando otro estudio, pues tomemos como referencia al periodismo a fin a CINCO y compañía como “periodismo zancudo”), entonces aparte que crean programas y plataformas comunicacionales, crean también premios a imagen y semejanza de sus propias necesidades (legitimar sus propios periodistas zancudos), acompañado de un observatorio de medios. Interesante: nosotros somos los periodistas, nosotros mismos nos premiamos y de paso, nosotros mismos observamos, ¿Cómo terminó la novela mexicana? Creando CINCO, creando Confidencial, creando Esta semana, creando el Premio a la Excelencia del Periodismo "Pedro Joaquín Chamorro Cardenal".
La fundación Violeta Barrios de Chamorro, según su directora Cristiana Chamorro, explica la creación del premio antes citado: “La Fundación "Violeta Barrios de Chamorro" y el Sistema del Coordinador de Residentes de las Naciones Unidas me han delegado el honor y la responsabilidad de institucionalizar un Premio a la Excelencia del Periodismo en su contribución a la Gobernabilidad Democrática, con el nombre de mi padre”. Y vaya que honor…deshonrar a Pedro Joaquín utilizando su nombre para este entramado. Basta decir que uno de los periodistas recurrentemente premiado por esta fundación es un documentalista del programa de Carlos Fernando. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
El informe de CINCO abarca raramente agresiones de periodistas pero obviando ataques a medios y periodistas no muy afines a CINCO y compañía. Pondremos un ejemplo al mismo estilo del estudio, cortando y pegando pedazos de noticas. “La violencia alcanzó ayer a los periodistas de dos medios de comunicación televisivos que le daban cobertura a una reunión que se desarrollaba en la sede del Movimiento “Vamos con Eduardo”. El incidente se dio entre el diputado del Parlamento Centroamericano, PARLACEN, Eliseo Núñez Morales quien después de un intercambio de palabras con la expresión de “periodistas pagados” se enfrentó a golpes con el Fotógrafo del “19 Digital” Jairo Cajina. También se dieron enfrentamientos verbales y golpes entre el periodista Nelson Hurtado del Canal 4 del FSLN y el escolta del diputado Eduardo Montealegre de apellido Lola. El periodista televisivo Hurtado resultó herido en la frente y puso la denuncia ayer ante la Policía nacional”
(Fecha de la noticia 22 de abril del 2010, grado de inclusión en el informe: cero)
Desconozco como hace CINCO para evaluar su trabajo, y sobre todo; ¿Quién lo evalúa? ¿Quien será el encargado de valorar si CINCO y sus derivados pueden y llegan a desestabilizar al gobierno? (en efecto esa es su función). Lo que sí está claro es que si esta organización cruza las variables e indicadores de aceptación del gobierno tomando en cuenta informes y encuestas de los últimos tiempos, pues lamentamos llegar a la rápida conclusión que no, no están llenando expectativas (negativas) en el pueblo.
Carlos Fernando, esperamos que en el próximo informe sobre la libertad de expresión de Nicaragua salgan reflejados estos mediocres roles de tus medios, de alguna manera eso debe incidir negativamente en la libertad de expresión nicaragüense que tanto te preocupa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios que contienen vulgaridades o elementos de violencia verbal