La
subasta de Honduras promovida por la actual administración
"nacionalista", incorporó como parte de su agenda, la entrega de la zona
económica exclusiva y posteriormente la de los humedales costeros a las
multinacionales petroleras.
El
Sr. Roberto Cardona, ministro de la Secretaria de Recursos Naturales
(SERNA), señaló recientemente la posibilidad de una adjudicación directa
a la compañía estadounidense Chevron, de un bloque de 38.000 kilómetros
cuadrados en la plataforma marítima de Honduras.
Cardona afirmó "ya no hay tiempo para una licitación",
indicando que sería una adjudicación directa, como la otorgada al Grupo
BG. Aparentemente la controvertida empresa estadounidense, ha
solicitado al gobierno de Honduras la concesión del bloque por la
irrisoria cifra de 50 millones de lempiras.
Una
vez mas, la administración Lobo ha mantenido un enorme sigilo sobre la
presunta entrega del gigantesco bloque para la exploración de
hidrocarburos, siguiendo los pasos del contrato efectuado con BG; oscura
operación financiera en la cual se entregó 35.000 kilómetros cuadrados
de la plataforma continental frente al Mosktia, desconociendo el derecho
a la consulta previa con los pueblos indígenas, consignado en el
Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de Naciones Unidas sobre los
derechos de los Pueblos Indígenas.
Casualmente
mientras Chevron avanza en sus negociaciones con el gobierno de
Honduras, en Ecuador, la Corte Nacional de Justicia en un fallo de
última instancia condenó a Chevron a pagar 5.511 millones de dólares
como compensación por el ecocidio cometido en la Amazonía de ese país.
Chevron-Texaco
operó durante 26 años en la provincia de Sucumbíos, generando una
contaminación que abarcó 450 mil millones de hectáreas y afectó a mas de
30 mil personas. El juicio se dilató durante 17 años y el pasado 13 de
noviembre la Corte Nacional de Justicia ratificó las sentencias de
primera (14-2-2011) y segunda instancia (3-1-2012), reafirmando la
obligación de la empresa a pagar los daños y perjuicios ocasionados.
Chevron
rehusó aceptar las sentencias emitidas por las Cortes del Ecuador e
inicio un proceso en contra de 50 personas involucradas en el caso ante
la justicia ecuatoriana, indicando la existía de conspiración para
defraudar a la compañía petrolera contaminante.
Según el Electronic Frontier Foundation (EFF) la petrolera Chevron se le concedió en octubre del 2012 una orden judicial
por parte de la Corte de Distrito del Norte de California para acceder a
las cuentas de correos electrónico de más de 100 activistas,
periodistas y abogados relacionados con el caso del ecocidio en
Sucumbíos.
La
acción de Chevron con el apoyo de la Corte Californiana, sienta un
nefasto precedente para los activistas involucrados en la defensa de la
madre tierra, ya que la actitud de intimidación por parte de la compañía
petrolera, será probablemente imitada por un sinfín de multinacionales
acostumbradas al saqueo y las violaciones a los derechos humanos.
El
supuesto arribo de Chevron a Honduras, y la ausencia de un estado de
ley en el país, traerá graves consecuencias para los pueblos indígenas
que habitamos en los lugares donde se encuentran presuntos yacimientos
de hidrocarburos; ademas de ratificar la condición de la actual
dictadura civil, acostumbrada a manipular los marcos jurídicos
existentes e imponer su agenda política de entrega de la soberanía
nacional.
La
experiencia con la entrega del primer bloque petrolero, sin licitación
alguna al Grupo BG y de la distorsión de la aplicación del derecho a
la Consulta, Previa, Libre e Informada (CPLI), inculca en el pueblo
Garífuna el temor a que terminemos viviendo la pesadilla del pueblo
Ogoni en el delta del Niger, paraje lamentablemente destruido por la
empresa petrolera Shell.
Hasta
la fecha el Estado de Honduras ha violado de forma persistente el
derecho al CPLI, recurriendo a la típica artimaña de compra de supuestos
líderes, uso indebido de listados de asistencia y consultas a posteriori,
con las cuales pretenden legitimar la entrega de los bienes comunes. La
farsa de la "consulta' efectuada el pasado 15 de octubre en la
Moskitia, y el rechazo de los miskitos a la exploración petrolera, es un indicador de la mala fe del estado y del Grupo BG.
El
cambio climático es uno e los mayores retos para los pueblos que
habitamos la costa norte de Honduras. Miskitos y Garifunas sufrimos los
embates cíclicos de huracanes y tormentas tropicales ademas de una feroz
erosión costera. Nuestros pueblos no incurren en mayor aporte de gases
de invernadero, sin embargo nos encontramos en el frente de batalla de
las consecuencias del cambio climático. Muchas de nuestras comunidades
se encuentran localizadas en frágiles cordones litorales, los cuales en
cualquier momento pueden desaparecer. De ahí, consideramos a la
industria de los hidrocarburos como uno de los mayores contribuyentes al
suicidio planetario.
La
grave noticia de la posible incorporación de Chevron a la destrucción
de la plataforma marítima y quizás en un futuro cercano de los humedales
costeros, se convierte en una terrible amenaza para la sobrevivencia
del pueblo garífuna. La destrucción en Sucumbíos por parte de
Chevron-Texaco, sus artimañas y persecuciones judiciales utilizadas en
el caso del Ecuador, es un presagio nefasto para Honduras, país donde el
estado de derecho ha sido destruido adrede, por una élite de poder
sumisa a los mandatos de las transnacionales y el imperio.
Chevron ocupa el primer lugar entre las 90 empresas
causantes de las dos terceras partes de los gases de invernadero, y
hasta la fecha ha emitido un 3,5% del total de las emanaciones. Además
de ser una empresa marcada por las violaciones a los derechos humanos en Ecuador, Nigeria, Burma, Irak, Filipinas, California y Alaska.
Lamentablemente
la crisis en Honduras post golpe de estado del 2009, ratificada por las
recientes "elecciones”, ha recrudecido la destrucción y entrega de la
soberanía, en un país donde no se ha podido superar la mentalidad de
enclave bananero. El apremio de las negociaciones de los bloques de
explotación petrolera, y el señalamiento que "ya no hay tiempo para una
licitación" forma parte de la visión cortoplacista del nada nacionalista
partido nacional; destacándose la actual administración Lobo por la
tendencia a rematar a Honduras por centavos, sin tener en cuenta el
destino sórdido que deparará a las futuras generaciones de hondureños.
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