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Por EFE
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) declararon hoy un cese al fuego unilateral durante 30 días a partir del 15 de diciembre, anuncio que se produce un día después del atentado de la guerrilla contra un cuartel policial en el que murieron nueve personas, entre ellas tres civiles.
"De manera unilateral, procedemos a ordenar a todas nuestras unidades guerrilleras y milicianas un cese de fuegos y hostilidades por 30 días a partir de las 00:00 horas del próximo 15 de diciembre, correspondiendo así a un hondo clamor nacional", señaló el Estado Mayor de las FARC en un comunicado fechado en las "Montañas de Colombia" y dado a conocer en La Habana por sus negociadores de paz.
La guerrilla, no obstante, advierte de que actuará si es atacada, ya que ordena también a sus unidades que, simultáneamente a esa tregua, permanezcan "alerta ante cualquier operación enemiga, la cual deberá ser respondida sin dilación alguna".
En el comunicado, que fue leído por el guerrillero Pablo Catatumbo (alias de Jorge Torres Victoria) las FARC dicen abrigar la esperanza de que su "gesto" sea correspondido por el Gobierno de Colombia "ordenando un alto en su ofensiva". "La voluntad de paz no puede nacer de la soberbia militarista", indica el grupo insurgente quien critica que el Gobierno de Juan Manuel Santos sigue insistiendo en su fórmula de negociar la paz en medio de la confrontación "para lo cual se rearma y aumenta el pie de fuerza sin reparar en costos".
La tregua unilateral anunciada este domingo por las FARC, que coincidirá con las fiestas navideñas, es la segunda que declara la guerrilla desde que comenzó el actual proceso de diálogo con el Gobierno para intentar poner fin al cruento conflicto colombiano que dura casi medio siglo. Justo cuando la mesa de negociación se instaló en La Habana el 19 de noviembre de 2012, las FARC declararon un cese al fuego de dos meses para favorecer el proceso.
La nueva tregua se ha conocido al cierre del decimoséptimo ciclo de los diálogos de paz que mantienen el Gobierno y las FARC y un día después del ataque de la guerrilla a la comisaría policial de la población de Inzá en el departamento del Cauca.
Ese atentado, que ha hecho revivir en Colombia el fantasma del terrorismo y que el presidente Santos calificó de "irracional y demencial", ha generado también tensiones en la mesa de negociación de paz de La Habana.
Prueba de ello es que los negociadores del Gobierno tenían previsto hoy comparecer junto a la guerrilla para presentar un informe sobre el acuerdo que alcanzaron en el punto de participación política pero finalmente los delegados de Santos no lo hicieron, al parecer en repudio por el atentado. Tampoco el jefe de los negociadores gubernamentales, Humberto de la Calle, ofreció la habitual declaración que suele leer ante los medios cuando se cierra un ciclo de negociación.
Las partes sí emitieron sin embargo un comunicado conjunto para informar de la divulgación de ese informe y para anunciar que la próxima ronda de negociaciones en La Habana comenzará el próximo martes 17 de diciembre.
En este último ciclo de diálogo que arrancó el 28 de noviembre, las partes empezaron a debatir el problema de las drogas ilícitas y el narcotráfico, el tercer tema de negociación tras los acuerdos parciales logrados sobre desarrollo rural y participación política, los dos primeros puntos de la agenda que rige este proceso.
Los negociadores del Gobierno y las FARC también recibieron en estos días a los representantes de la Oficina de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento para la Paz de la Universidad Nacional, quienes entregaron las conclusiones de los dos foros que se realizaron en Bogotá y San José del Guaviare en septiembre y octubre sobre el tema de drogas ilícitas.
La guerrilla, no obstante, advierte de que actuará si es atacada, ya que ordena también a sus unidades que, simultáneamente a esa tregua, permanezcan "alerta ante cualquier operación enemiga, la cual deberá ser respondida sin dilación alguna".
En el comunicado, que fue leído por el guerrillero Pablo Catatumbo (alias de Jorge Torres Victoria) las FARC dicen abrigar la esperanza de que su "gesto" sea correspondido por el Gobierno de Colombia "ordenando un alto en su ofensiva". "La voluntad de paz no puede nacer de la soberbia militarista", indica el grupo insurgente quien critica que el Gobierno de Juan Manuel Santos sigue insistiendo en su fórmula de negociar la paz en medio de la confrontación "para lo cual se rearma y aumenta el pie de fuerza sin reparar en costos".
La tregua unilateral anunciada este domingo por las FARC, que coincidirá con las fiestas navideñas, es la segunda que declara la guerrilla desde que comenzó el actual proceso de diálogo con el Gobierno para intentar poner fin al cruento conflicto colombiano que dura casi medio siglo. Justo cuando la mesa de negociación se instaló en La Habana el 19 de noviembre de 2012, las FARC declararon un cese al fuego de dos meses para favorecer el proceso.
La nueva tregua se ha conocido al cierre del decimoséptimo ciclo de los diálogos de paz que mantienen el Gobierno y las FARC y un día después del ataque de la guerrilla a la comisaría policial de la población de Inzá en el departamento del Cauca.
Ese atentado, que ha hecho revivir en Colombia el fantasma del terrorismo y que el presidente Santos calificó de "irracional y demencial", ha generado también tensiones en la mesa de negociación de paz de La Habana.
Prueba de ello es que los negociadores del Gobierno tenían previsto hoy comparecer junto a la guerrilla para presentar un informe sobre el acuerdo que alcanzaron en el punto de participación política pero finalmente los delegados de Santos no lo hicieron, al parecer en repudio por el atentado. Tampoco el jefe de los negociadores gubernamentales, Humberto de la Calle, ofreció la habitual declaración que suele leer ante los medios cuando se cierra un ciclo de negociación.
Las partes sí emitieron sin embargo un comunicado conjunto para informar de la divulgación de ese informe y para anunciar que la próxima ronda de negociaciones en La Habana comenzará el próximo martes 17 de diciembre.
En este último ciclo de diálogo que arrancó el 28 de noviembre, las partes empezaron a debatir el problema de las drogas ilícitas y el narcotráfico, el tercer tema de negociación tras los acuerdos parciales logrados sobre desarrollo rural y participación política, los dos primeros puntos de la agenda que rige este proceso.
Los negociadores del Gobierno y las FARC también recibieron en estos días a los representantes de la Oficina de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento para la Paz de la Universidad Nacional, quienes entregaron las conclusiones de los dos foros que se realizaron en Bogotá y San José del Guaviare en septiembre y octubre sobre el tema de drogas ilícitas.
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