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Por PROAH
Expresamos
nuestra alta preocupación por declaraciones pronunciadas por
representantes del Estado y otras personas participando en el programa
de televisión Frente a Frente, en dos ocasiones: el 5 y el 12 de
noviembre de 2013, acerca del secuestro de dos observadores del Proyecto de Acompañamiento Internacional en Honduras (PROAH), ocurrido el 25 de julio de 2013.
El Proyecto de Acompañamiento Internacional en Honduras (PROAH)
se estableció en el país en septiembre de 2010, en respuesta al
deterioro de la situación de los defensores de derechos humanos después
del golpe de estado de 2009. Su mandato es de brindar acompañamiento
internacional a defensores de derechos humanos, incluyendo personas u
organizaciones del movimiento social y de derechos humanos que se
encuentran bajo amenaza u hostigamiento debido a su trabajo a favor de
los derechos humanos individuales y colectivos. Es un proyecto de la ONG
estadounidense Oficina de Amistad de las Americas (Friendship Office of
the Americas).
El
25 de julio de 2013, Orlane Vidal y Daniel Langmeier, de nacionalidades
francesa y suiza, estaban visitando a la comunidad de La Nueva
Esperanza en el municipio de Tela. Esta comunidad lleva más de un año
sufriendo persecución, incluso por parte de la policía y hombres
contratados por la empresa Minerales Victoria, por su oposición pacífica
a un proyecto de explotación minera otorgado por el Estado sin su
consentimiento. Ese día, los observadores fueron raptados por dos horas y
media por hombres de la minera, fuertemente armados. Este grave
incidente fue denunciado legalmente y públicamente1 por las víctimas del secuestro. Amnistía Internacional emitió una alerta detallando los hechos.2
El 5 de noviembre pasado, el secuestro fue punto de debate público cuando el presentador del programa Frente a Frente se refirió a la reunión de Bertha Oliva del COFADEH3 y Victor Fernández
del MADJ con miembros del Congreso de los Estados Unidos, donde ella
mencionó el secuestro de observadores internacionales. El presentador
del programa y sus invitados insistieron en no haber escuchado nada
sobre el mencionado secuestro, y en base de esto y otros puntos,
señalaron a Bertha Oliva, de hacer denuncias sin fundamento. El programa
provocó un fuerte reclamo por parte de Human Rights Watch4, lo cual instó al gobierno de Honduras a “repudiar públicamente las críticas” y denunció “tácticas de descrédito que ponen en riesgo” a los líderes de la sociedad civil en el país.
Luego,
el programa del 12 de noviembre otorgó al MADJ (Movimiento Amplio por
la Dignidad y la Justicia), organización que apoya a la comunidad de
Nueva Esperanza,un
espacio para que sus tres representantes, incluso Victor Fernández,
pudieran responder a los señalamientos hechos en Frente a Frente la
semana anterior, y exponer la situación de la comunidad y las
circunstancias del secuestro. Además, fueron invitadas dos
representantes del Estado.
Mientras
se verificó que el secuestro sí había ocurrido, en vez de disculparse
con Bertha Oliva por las acusaciones en su contra, en esta ocasión el
presentador buscó justificar su ignorancia del caso declarando que
pensaba que se refería a observadores electorales en lugar de
observadores de derechos humanos.
Son
sumamente preocupantes las declaraciones de Marcela Castañeda,
Subsecretaria de Seguridad, aparentemente basadas en informes de la
policía, que dan una versión errónea de los hechos. La Subsecretaria
alegó públicamente que los observadores internacionales de PROAH,
cuando fueron secuestrados, habían entrado “sin autorización” en una
propiedad privada (presuntamente de la minera) para tomar fotos. Alegó
también que fueron llevados en un carro hasta la posta de policía de
Nueva Florida, y luego la policía organizó su viaje seguro a
Tegucigalpa, insinuando que el rapto era posiblemente justificado,
minimizando la gravedad del delito. Estas declaraciones son totalmente
incorrectas. Además, tanto la Subsecretaria de Seguridad como Martha
Sabillón, Subsecretaria de Justicia y Derechos Humanos, declararon que
todavía faltaba investigar los hechos.
En realidad:
-
Las investigaciones ya son tan avanzadas que la Fiscalía de la Ceiba ha
emitido una orden de captura contra uno de los secuestradores, quienes
son también responsables del hostigamiento a la comunidad.
Lamentablemente, hasta la fecha, esta orden no ha sido ejecutada por la policía.
- Fueron los secuestradores que entraron sin autorización en propiedad privada,
no los observadores. El 25 de julio de 2013, los observadores estaban
acompañando a la familia de Concepción Gutiérrez, en vista de las
amenazas que había recibido por parte de trabajadores de Minerales
Victoria por resistirse a vender sus tierras a esta minera. Siete
guardias de seguridad, fuertemente armados, llegaron a la propiedad de
la familia, sin su permiso, amenazando a los dos observadores
internacionales con sus escopetas. Fueron reforzados por entre 25 y 30
hombres con machetes, trabajadores de las obras de exploración minera.
Tal fue la seriedad de las amenazas que la familia huyó de la comunidad
el mismo día, después del secuestro de los observadores.
-
Los observadores fueron forzados por los hombres armados a subir en su
camioneta, y llevados a la comunidad de la Nueva Florida.
-
Durante el rapto, uno de los secuestradores amenazó que si los
observadores volvieran, les “perderían en el bosque” y otro que, si
denunciaran los hechos, la comunidad “sufriría represalias.”
- Después
de dos horas y media de captura, dejaron a los observadores en la
comunidad de Nueva Florida a las 11.30 am. Los observadores esperaron
allí durante una hora hasta que una patrulla de policía los llevara a
Tela, como consecuencia de las gestiones de emergencia realizadas por
COFADEH y otros defensores de derechos humanos nacionales.
-
Durante la entrada no autorizada y forzada a propiedad privada por
parte de los hombres armados y en todo el transcurso del secuestro, la
policía local no respondió a los llamados de emergencia que le hicieron
miembros de la comunidad, a pesar que ambos observadores se habían
presentado en la posta policial e informado sobre su presencia y labor
en la comunidad el día anterior, cuando llegaron.
Recibimos
las palabras de apoyo a defensores de derechos humanos por parte de
Martha Sabillón. Sin embargo, observamos con una gran preocupación las
declaraciones antes mencionadas sobre el secuestro, con la consecuencia
de descalificar el trabajo legítimo de defensores de derechos humanos,
tanto nacionales como internacionales.
Cabe
subrayar que hasta la fecha, no ha habido ninguna acción por parte del
Estado para que cese el hostigamiento y la persecución a la comunidad de
la Nueva Esperanza. Los hombres armados siguen atemorizando diariamente
a la población indefensa.
1 Véase, por ejemplo, los artículos de PROAH sobre el asunto - Accion Urgente: Dos miembros de PROAH secuestrados por hombresarmados de la empresa minera en La Nueva Esperanza, La Nueva Esperanza: Hasta ahora una situación de impunidad flagrante y un artículo del periódico nacional El Tiempo Denuncian amenazas contra observadores internacionales
2 Amnistía Internacional Acción Urgente AU: 200/13 Índice: AMR 37/008/2013 Honduras, del 30.7.13
3 Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras.
4 Human Rights Watch Comunicado del 8.11.13Honduras: Tácticas de descrédito ponen en riesgo a activistas
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