Por Agencias | Radio La Primerísima
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó la noche del lunes que el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que redefinió los límites marítimos del país con Nicaragua "no es aplicable y no será aplicable" hasta que no se celebre un tratado que respete los derechos de los colombianos en la zona.
El pasado 2 de agosto, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, le propuso a Colombia crear una comisión binacional para coordinar las operaciones de pesca, patrullaje antidrogas y la administración conjunta de la reserva de la biósfera Seaflower en el mar Caribe, sobre la base de los límites establecidos por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
"Le proponemos al gobierno de Colombia, al presidente Juan Manuel Santos, que trabajemos una comisión colombiano-nicaragüense para que de ahí salga un tratado que nos permita respetar, poner en práctica el fallo de la CIJ", dijo entonces Ortega.
Pero Santos rechaza en la práctica la propuesta del líder sandinsita. "El archipiélago de San Andrés y Providencia es y seguirá siendo un archipiélago completo e integrado con una presencia activa del Estado colombiano", dijo Santos, quien aseguró que defenderá "hasta las últimas consecuencias" los derechos de Colombia en la zona y que no tolerará "las ambiciones expansionistas de Nicaragua".
Santos también dijo que Nicaragua no puede pretender una extensión de la plataforma continental extendida y mostró un mapa para sustentar su tesis y argumentó que la decisión se dio "en un Gobierno que tuvo que recibir el fallo, de un proceso de más de diez años".
En su intervención televisada, Santos expuso su estrategia integral, basada en cuatro puntos. La tesis de inaplicabilidad del fallo expresada por el mandatario prolonga en el tiempo el acatamiento a la decisión del tribunal internacional.
"Aparte de estas cuatro medidas, por su puesto, nos reservamos el derecho de hacer uso de los recursos que existen ante la Corte Internacional de Justicia, y de tomar otras acciones", sentenció.
Santos anunció que su gobierno actuará en cuatro frentes de acción para no acatar el fallo del tribunal de las Naciones Unidas.
El mandatario colombiano sostuvo que se aliará con países como Costa Rica, y suscribirá una carta de protesta que según dijo, entregará personalmente al Secretario de Naciones Unidas.
Lo primero, dijo es que como Jefe de Estado defenderá la posición de inaplicabilidad en las instancias nacionales e internacionales que corresponda.
Un segundo punto corresponde a un decreto dictado la semana pasada, en el que se declara "la existencia de una zona contigua integral, a través de la cual unimos las zonas contiguas de todas nuestras islas y cayos en el mar Caribe Occidental". Según Santos, esto es para evitar que las islas del archipiélago queden enclavadas.
Esa área integral, dijo Santos, permite continuar administrando adecuadamente el Archipiélago y sus aguas aledañas, como Archipiélago y no como territorios inconexos, controlando la seguridad en la zona y protegiendo recursos y ambiente.
En un tercer aspecto, señaló que avanzarán en la protección ambiental y social de la Reserva Seaflower. Referente a ella, Santos dijo se va a "acudir a todos los medios jurídicos y diplomáticos para reafirmar la protección de la Reserva Seaflower, en la que nuestros pescadores han adelantado labores de pesca desde hace siglos".
"Junto con otros países vecinos de Nicaragua, que también están siendo afectados por sus ambiciones expansionistas (de Nicaragua), como son Panamá, Costa Rica y Jamaica, suscribiremos una carta de protesta que entregaré este mismo mes, personalmente, al secretario General de Naciones Unidas en Nueva York”, dijo el presidente colombiano.
Añadió: "Estamos reafirmando jurídicamente que la plataforma continental de San Andrés, que se extiende hacia el oriente 200 millas náuticas, se une incuestionablemente con la plataforma continental que tiene la costa caribe colombiana que se extiende hacia el noroccidente y hacia San Andrés en al menos 200 millas".
Santos reiteró que para frenar la idea expansionista de Nicaragua "se declara la unión de dos plataformas continentales que, junta, se extienden desde San Andrés hasta Cartagena".
"Estamos reafirmando jurídicamente que la plataforma continental de San Andrés, que se extiende hacia el oriente 200 millas náuticas, se une incuestionablemente con la plataforma continental que tiene la costa Caribe colombiana que se extiende hacia el noroccidente y hacia San Andrés en al menos 200 millas", explicó Santos.
"Le proponemos al gobierno de Colombia, al presidente Juan Manuel Santos, que trabajemos una comisión colombiano-nicaragüense para que de ahí salga un tratado que nos permita respetar, poner en práctica el fallo de la CIJ", dijo entonces Ortega.
Pero Santos rechaza en la práctica la propuesta del líder sandinsita. "El archipiélago de San Andrés y Providencia es y seguirá siendo un archipiélago completo e integrado con una presencia activa del Estado colombiano", dijo Santos, quien aseguró que defenderá "hasta las últimas consecuencias" los derechos de Colombia en la zona y que no tolerará "las ambiciones expansionistas de Nicaragua".
Santos también dijo que Nicaragua no puede pretender una extensión de la plataforma continental extendida y mostró un mapa para sustentar su tesis y argumentó que la decisión se dio "en un Gobierno que tuvo que recibir el fallo, de un proceso de más de diez años".
En su intervención televisada, Santos expuso su estrategia integral, basada en cuatro puntos. La tesis de inaplicabilidad del fallo expresada por el mandatario prolonga en el tiempo el acatamiento a la decisión del tribunal internacional.
"Aparte de estas cuatro medidas, por su puesto, nos reservamos el derecho de hacer uso de los recursos que existen ante la Corte Internacional de Justicia, y de tomar otras acciones", sentenció.
Santos anunció que su gobierno actuará en cuatro frentes de acción para no acatar el fallo del tribunal de las Naciones Unidas.
El mandatario colombiano sostuvo que se aliará con países como Costa Rica, y suscribirá una carta de protesta que según dijo, entregará personalmente al Secretario de Naciones Unidas.
Lo primero, dijo es que como Jefe de Estado defenderá la posición de inaplicabilidad en las instancias nacionales e internacionales que corresponda.
Un segundo punto corresponde a un decreto dictado la semana pasada, en el que se declara "la existencia de una zona contigua integral, a través de la cual unimos las zonas contiguas de todas nuestras islas y cayos en el mar Caribe Occidental". Según Santos, esto es para evitar que las islas del archipiélago queden enclavadas.
Esa área integral, dijo Santos, permite continuar administrando adecuadamente el Archipiélago y sus aguas aledañas, como Archipiélago y no como territorios inconexos, controlando la seguridad en la zona y protegiendo recursos y ambiente.
En un tercer aspecto, señaló que avanzarán en la protección ambiental y social de la Reserva Seaflower. Referente a ella, Santos dijo se va a "acudir a todos los medios jurídicos y diplomáticos para reafirmar la protección de la Reserva Seaflower, en la que nuestros pescadores han adelantado labores de pesca desde hace siglos".
"Junto con otros países vecinos de Nicaragua, que también están siendo afectados por sus ambiciones expansionistas (de Nicaragua), como son Panamá, Costa Rica y Jamaica, suscribiremos una carta de protesta que entregaré este mismo mes, personalmente, al secretario General de Naciones Unidas en Nueva York”, dijo el presidente colombiano.
Añadió: "Estamos reafirmando jurídicamente que la plataforma continental de San Andrés, que se extiende hacia el oriente 200 millas náuticas, se une incuestionablemente con la plataforma continental que tiene la costa caribe colombiana que se extiende hacia el noroccidente y hacia San Andrés en al menos 200 millas".
Santos reiteró que para frenar la idea expansionista de Nicaragua "se declara la unión de dos plataformas continentales que, junta, se extienden desde San Andrés hasta Cartagena".
"Estamos reafirmando jurídicamente que la plataforma continental de San Andrés, que se extiende hacia el oriente 200 millas náuticas, se une incuestionablemente con la plataforma continental que tiene la costa Caribe colombiana que se extiende hacia el noroccidente y hacia San Andrés en al menos 200 millas", explicó Santos.
Texto del discurso de Santos
Colombianos:
Todos los habitantes de nuestro país seguimos indignados por el fallo de la Corte Internacional de Justicia.
A nuestro gobierno –que heredó el manejo de un proceso que
llevaba más de una década– le correspondió recibir el fallo y tomar las
medidas para enfrentar la situación que generó.
Y lo hicimos desde el primer momento, con varias acciones.
Diseñamos y pusimos en marcha un ambicioso plan de inversiones en
beneficio de los sanandresanos, con programas en materia de salud, de
educación, de vivienda, de tecnología, de infraestructura, de energía, y
fortalecimos la protección y el apoyo a la comunidad pesquera.
Estas inversiones –que decidimos en conjunto con los isleños,
atendiendo sus prioridades– más que duplican la inversión anual
histórica en este departamento. Ya son una realidad y se vienen
ejecutando a buen ritmo.
El objetivo es hacer del Archipiélago una región sostenible que brinde oportunidades de desarrollo a su población.
También denunciamos el Pacto de Bogotá, es decir, nos retiramos
de este tratado que reconoce la jurisdicción de la Corte de la Haya.
Y nos hemos dedicado, con toda aplicación, a desarrollar una
estrategia jurídica y política para reforzar y consolidar los derechos
de los colombianos sobre el Archipiélago de San Andrés, Providencia y
Santa Catalina.
Para ello hemos contado con el apoyo de reconocidos abogados
nacionales y extranjeros, y hemos evaluado y sopesado las distintas
opiniones, los diferentes conceptos y tesis, que nos sirvieron para
diseñar una ESTRATEGIA INTEGRAL.
Hoy quiero contarles en qué consiste esta estrategia.
En PRIMER LUGAR –y después de analizar los estudios y conceptos
jurídicos–, me ratifico en lo que dije la misma tarde en que se produjo
el fallo.
A mí me eligieron para defender y hacer cumplir la Constitución de Colombia.
Ese fue mi juramento al que no puedo ni voy a faltar.
Dentro de mis deberes constitucionales está proteger y garantizar
los derechos de los colombianos, defender nuestras fronteras y honrar
los tratados que Colombia ha suscrito con otros Estados.
El artículo 101 de nuestra Carta dice que "los límites señalados
en la forma prevista por esta Constitución sólo podrán modificarse en
virtud de tratados aprobados por el Congreso, debidamente ratificados
por el Presidente de la República".
La Corte Constitucional, por su parte, ha dicho claramente que
estos tratados –es decir, los que se refieren a las fronteras y límites
de Colombia– deben ser siempre aprobados por el Congreso.
Como Presidente tengo la obligación de respetar este mandato de nuestra Constitución y lo que ha dicho la Corte Constitucional.
Por eso, mi posición es clara y firme:
El fallo de la Corte Internacional de Justicia no es aplicable
–no es y no será aplicable– hasta tanto se celebre un tratado que
proteja los derechos de los colombianos, tratado que deberá ser aprobado
de conformidad con lo señalado en nuestra Constitución.
Repito la decisión que he adoptado: sin un tratado el fallo de la Corte Internacional de Justicia NO ES APLICABLE.
Como Jefe de Estado defenderé esta posición en las instancias nacionales e internacionales que corresponda.
Como Jefe de Estado defenderé esta posición en las instancias nacionales e internacionales que corresponda.
En este orden de ideas, el Gobierno va a demandar el llamado Pacto de Bogotá ante la Corte Constitucional. ¿Para qué?
Para que reafirme la tesis de que los límites marítimos de
Colombia no pueden ser modificados automáticamente por un fallo de la
Corte de la Haya.
Paso a la SEGUNDA DECISIÓN.
Hoy he expedido un muy importante decreto cuyo alcance quiero explicarles.
Tanto el derecho nacional como el derecho internacional les
reconocen a todas nuestras islas unas áreas marítimas fundamentales: el
mar territorial y la zona contigua.
Esas áreas no pueden ser desconocidas, ni vamos a permitir que esto ocurra.
Por eso, con base en las leyes colombianas y teniendo en cuenta
principios claros de derecho internacional, por medio de este decreto
establecemos los derechos de jurisdicción y control que nos reconoce el
derecho internacional sobre dichas zonas.
Y declaramos la existencia de una Zona Contigua Integral, a
través de la cual unimos las zonas contiguas de todas nuestras islas y
cayos en el mar Caribe Occidental.
En esta zona vamos a seguir ejerciendo plena jurisdicción y control.
Esta área integral permite que continuemos administrando
adecuadamente el Archipiélago y sus aguas aledañas –como archipiélago y
no como territorios inconexos–, controlando la seguridad en la zona y
protegiendo nuestros recursos y nuestro ambiente.
La Zona Contigua Integral que hemos declarado cubre los espacios
marinos que se extienden desde el sur –donde están los cayos de
Albuquerque y las islas Este-Sudeste– hasta el norte –donde está el cayo
de Serranilla–.
E incluye, por supuesto, las islas de San Andrés, Providencia y
Santa Catalina, Quitasueño, Serrana y Roncador, y las demás formaciones
en el área.
Estas islas, islotes y cayos los conozco y los he recorrido, no
sólo cuando fui ministro de Defensa, sino desde hace 45 años, cuando fui
cadete naval y patrullé sus aguas a bordo de la fragata ARC Antioquia.
Por eso hoy quiero asegurarles a los colombianos: Lo que vigilé
como marino y lo que defendí como ministro lo voy a proteger, hasta las
últimas consecuencias, como presidente.
Vamos a ejercer jurisdicción y control en la Zona Contigua
Integral en todo lo que tiene que ver con asuntos de seguridad y lucha
contra la delincuencia, así como en materias fiscales, aduaneras,
ambientales, de inmigración y sanitarias, entre otros aspectos.
Esto implica que nuestro país puede estar tranquilo de que el
Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina es y seguirá
siendo un archipiélago completo e integrado, con una presencia activa
del Estado en todos sus territorios marítimos.
Una TERCERA DECISIÓN es la de acudir a todos los medios jurídicos
y diplomáticos para reafirmar la protección de la Reserva Seaflower en
la que nuestros pescadores han adelantado labores de pesca desde hace
siglos.
Somos conscientes del gran valor ecológico para el Archipiélago y
para el mundo de esta área que fue declarada por la Unesco como Reserva
Mundial de la Biosfera.
Nicaragua pretendió que la Unesco le reconociera mayores derechos sobre la Reserva. Colombia se opuso.
Celebramos el reciente pronunciamiento de este organismo en el
sentido de que no le corresponde intervenir en desacuerdos entre
naciones, en contra de lo que había pedido Nicaragua.
En el plano interno, he impartido instrucciones para que
avancemos, con toda determinación, en las labores de protección
ambiental y social, con el fin de prevenir cualquier afectación o daño a
nuestros pescadores y a las aguas vecinas al Archipiélago.
Y hay un CUARTO FRENTE de acción –de veras importante y
trascendental– sobre el cual también estamos obrando para contener el
expansionismo de Nicaragua en el Caribe.
Sabemos que ese país piensa pedir a la Corte Internacional de
Justicia que le reconozca una plataforma continental extendida al
oriente del Archipiélago de San Andrés –tal como ya lo hizo durante el
proceso que llevó al fallo–.
Esta pretensión buscaría privarnos de recursos que son nuestros y
es tan absurda que extendería la jurisdicción de Nicaragua hasta un
punto a tan sólo unas 100 millas de la costa de Cartagena.
Esto es completamente inaceptable y –quiero que quede
absolutamente claro– ¡no lo vamos a permitir de ninguna manera, de
ninguna forma, bajo ninguna circunstancia!
Colombia está enfrentando, y va a enfrentar, esas pretensiones
expansionistas con toda la determinación y el rigor que se requieren.
Y no estamos solos en esta decisión.
Junto con otros países vecinos de Nicaragua que también están
siendo afectados por sus ambiciones expansionistas –como son Panamá,
Costa Rica y Jamaica– suscribiremos una carta de protesta que entregaré
este mismo mes, personalmente, al Secretario General de Naciones Unidas
en Nueva York, cuando intervenga en su Asamblea General.
De hecho –y esto hay que recordarlo–, el fallo de La Haya
desconoce por completo los tratados de límites que tenemos vigentes con
estos países, los cuales estamos obligados a cumplir.
Ese es otro motivo que NO nos permite aplicarlo y que nos obliga a acudir a las vías diplomáticas.
De nuestra parte, los colombianos pueden estar seguros de que nos
vamos a oponer decididamente a las pretensiones expansionistas de
Nicaragua ante cualquier instancia internacional, con argumentos
técnicos y jurídicos muy sólidos que están listos desde hace tiempo, los
cuales, como ustedes comprenderán, no puedo revelar.
Y no tengo la menor duda, ¡la menor duda!, de que seremos exitosos en ese esfuerzo.
En el decreto que hoy expedimos, también estamos reafirmando
jurídicamente que la plataforma continental de San Andrés, que se
extiende hacia el oriente en 200 millas náuticas, se une
incuestionablemente con la plataforma continental que tiene la costa
caribe colombiana que se extiende hacia el noroccidente y hacia San
Andrés en al menos 200 millas.
Esto hace que tengamos una plataforma continental continua e
integrada desde San Andrés hasta Cartagena sobre la cual Colombia tiene y
ejercerá los derechos soberanos que nos otorga el derecho
internacional.
Así –de forma clara, tajante y contundente– cerramos la puerta a los ánimos expansionistas de Nicaragua.
Todas las medidas que hemos tomado, y las que estoy anunciando,
forman parte de esa estrategia integral, cuidadosamente diseñada, para
defender los intereses de Colombia.
En desarrollo, entonces, de dicha estrategia hoy hemos dado cuatro pasos fundamentales, que podemos resumir así:
Primero: decidimos que el fallo no es aplicable sin un tratado.
Segundo: consolidamos nuestro archipiélago a través de la declaración de una Zona Contigua Integral.
Tercero: avanzamos en la protección ambiental y social de la Reserva Seaflower.
Y cuarto: frenamos las ambiciones expansionistas de Nicaragua al
declarar la unión de dos plataformas continentales que, juntas, se
extienden desde San Andrés hasta Cartagena.
Aparte de estas cuatro medidas –por supuesto– nos reservamos el
derecho de hacer uso de los recursos que existen ante la Corte
Internacional de Justicia, y de tomar otras acciones.
Ninguna de estas decisiones impide –porque somos también
responsables frente a la paz y la seguridad en el Caribe– que quienes
pescan en el área puedan seguir haciéndolo como medio de subsistencia
para ellos y sus familias.
Compatriotas:
Pueden estar seguros de que –como Presidente y como colombiano– seguiré protegiendo nuestros derechos.
Seguiré protegiendo nuestra soberanía, nuestras islas y nuestros
mares –y hasta el último centímetro del territorio nacional– sin
desmayar un solo minuto.
Y seguiré cumpliendo fielmente con nuestra Constitución –tal como
lo juré ante Dios y lo juré ante ustedes– con todo el compromiso, con
todo el esfuerzo, con toda la contundencia.
Buenas noches".
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