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Presidente Ortega anuncia objetivos del ciclo agrícola 2013-14
Por Giorgio Trucchi | LINyM
La noche de
ayer (7/6), el presidente Daniel Ortega Saavedra saludó la llegada de la
temporada lluviosa e inauguró el ciclo agrícola 2013-14, asegurando a los casi
6 millones de nicaragüenses que para su gobierno es prioritario garantizar la
seguridad alimentaria en el país, a través de la expansión del cultivo de
alimentos, el combate a la pobreza, la adaptación al cambio climático, así como
la implementación de programas de atención y fomento.
Reunido con todo su gabinete de gobierno, Ortega anunció la siembra de unas 290 mil hectáreas (1 hectarea = 1.418 manzanas) de frijol rojo y una producción estimada de unos 5.2 millones de quintales, lo cual no sólo representa la cobertura total de la demanda nacional, sino que va a garantizar un excedente de 2.5 millones de quintales, de los cuales 1.3 millones se destinarán para la exportación.
También se
sembrarán 14 mil manzanas de frijol negro, es decir 345 mil quintales que ya
tienen un mercado seguro en Venezuela.
“En primer
lugar producimos para la alimentación del pueblo nicaragüense, buscando como
pagar un precio justo a los productores y que el intermediario comercializador
también aplique un precio justo al consumidor, sin efectar el movimiento
natural del mercado con la especulación, que consideramos un delito contra la
población”, dijo el mandatario nicaragüense.
Durante los
últimos 6 años, el gobierno sandinista ha reactivado el rol estratégico y las
infraestructuras de la Empresa nicaragüense de alimentos básico, Enabas, que habían sido abandonadas y
desmanteladas durante los 16 años de gobiernos neoliberales (1990-2006),
combatiendo la especulación, acercándose a los pequeños y medianos productores
y garantizando la alimentación con
equidad, igualdad y justicia en la distribución de los alimentos básicos.
Durante el
actual ciclo agrícola se sembrarán 368 mil hectáreas de maíz blanco y una
producción de 12.1 millones de quintales, garantizando de esa manera la demanda
nacional. En el rubro del arroz, Nicaragua sembrará 103 mil hectáreas y
producirá 6.1 millones de quintales, lo cual equivale al 80.5% de la demanda
nacional.
“Cuando
llegamos en 2007, Nicaragua producía solamente el 45% del consumo nacional de
arroz y en sólo 6 años hemos llegado hasta el 80.5%. Es decir que logramos
bajar las importaciones de arroz del 55% al 19.5% de la demanda nacional, y
esto es bueno para el país”, aseguró Ortega.
Según el
mandatario nicaragüense, lo mejor para un país es ser autosuficiente en la
producción de alimentos, aunque el costo de producción sea un poco más alto. “Es
una razón de seguridad alimentaria. No debemos depender del producto
que viene de otros países, sino seguir luchando por la seguridad y la autosuficiencia
alimentaria”, agregó.
Ortega
también detalló la siembra de 27 mil hectáreas de sorgo industrial (1.6
millones de quintales), 24 mil de sorgo millón (870 mil quintales) y 15.5 mil
hectáreas de hortalizas y vegetales, entre otros.
Agroindustria y pobreza
Hasta el
momento, Nicaragua ha demostrado que pese a la preocupante expansión de los
productos de la agroindustria y los monocultivos para la producción de
agrocombustibles (77 mil hectáreas de caña de azúcar, 20 mil de palma africana
y 6 mil hectáreas de eucaliptos), el país está logrando garantizar su soberanía
alimentaria y bajar los altos índices de pobreza heredados del pasado.
En un país
donde el 94% de los productores de alimentos son pequeños y medianos y producen
el 80% del maíz, del frijol y del arroz y el 90% de la fruta y vegetales,
durante el período 2005-2010 la pobreza se ha reducido del 55 al 20% (FAO 2012)
y la pobreza extrema del 17.2 al 8.2% (FIDEG/BM).
En 2012, la
FAO reconoció a Nicaragua como el único país que logró reducir la malnutrición
en la región. Este mes, recibirá una distinción por la lucha contra la pobreza
y por registrar las cifras más positivas, en América Latina y el Caribe, en
cuanto a la mejoría de la desnutrición infantil.
Pese a
estos importantes resultados, la expansión
de los monocultivos de parte de unos pocos colosos agroindustriales, no
sólo en Nicaragua sino a nivel regional, pone en el tapete un debate urgente e
improrrogable sobre un modelo
de producción que ha demostrado ser depredador, acaparador de territorios y
excluyente y represor contra las poblaciones.
Financiamiento y programas sociales
Finalizando
su intervención y después de haber presentado las expectativas en cuanto a la
producción di otros rubros, incluyendo a la bovina, avícola, porcina y
pesquera, Ortega hizo énfasis en los diferentes programas de ayuda y
financiamiento impulsados por su gobierno.
Para todo
el ciclo agrícola 2013-14 se necesitará de un financiamiento de unos 616
millones de dólares (15.4 mil millones de córdobas), de los cuales 544 millones
ya están asegurados por fondos públicos y privados (415 millones por instituciones
financieras privadas, 31 millones por el Banco estatal Produzcamos, 41 millones
la Asociación de Microfinancieras y 58 millones por las Cooperativas de ahorro y
créditos).
Ortega señaló también la
presencia de los programas de atención y fomento, como el Bono Productivo
Alimentario, que tienen que ver “con la inserción de nuevas familias en la actividad
productiva, sobre todo las que están en extrema pobreza”.
Además, un plan especial
de acompañamiento a los pequeños productores de granos básicos (Crissol), el
Programa solidario “Patio Saludable, la Reconversión sostenible de ganadería,
el Programa nacional de cacao, el Servicio sanitario, fitosanitario y de inocuidad
de alimentos, así como el Programa nacional de marango, la asistencia técnica a
63 mil pequeños y medianos productores en 129 municipios del país.
“Estos temas de los que
estoy hablando son los temas de la vida real. Hay que hablar de los temas de la
vida real, porque tenemos que resolver estos problemas de la vida real,
alcanzar las metas, para mejorar las condiciones de la vida real de las
familias nicaragüenses”, concluyó.
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