www.scientificamerican.com |
Siguen sin solucionarse la problemática agraria en el Valle del Polochic, las familias de las comunidades desalojadas en marzo de 2011 y otras recientemente sufrieron ataques armados que dejaron como resultado varios campesinos heridos y asesinados.
Las familias desalojadas por el Ingenio Chabil Utzaj, en marzo del 2011 y otras familias q’eqchi’s del Valle del Polochic están siendo agredidas de nuevo por el Grupo Pellas, dueña del ingenio y sus derechos están siendo violentados ante la indiferencia criminal del gobierno.
Han transcurrido más de 2 años desde que casi 800 familias fueron desalojadas en marzo del 2011 y más de un año desde que Pérez Molina se comprometió a entregar tierra a las familias desalojadas. Este compromiso fue reiterado en diversas ocasiones por el gobierno, pero en la práctica ha incumplido los compromisos que asumió públicamente.
Ante el inicio del invierno y para garantizar su sobrevivencia, las familias campesinas inician el período de siembra; sin embargo, las familias desalojadas y muchas otras más que ya no encuentran tierra para sembrar en el Valle del Polochic, ante el acaparamiento de cañeros y palmeros, se encuentran en una situación desesperada porque no tienen dónde sembrar. Esta situación y el incumplimiento del gobierno en proporcionar tierra, es lo que ha llevado a los comunitarios a buscar nuevas alternativas para poder sembrar sus grános básicos.
Sin embargo, el Ingenio Chabil Utzaj, propiedad del Grupo Pellas, en abierta violación al compromiso que por escrito hicieron ante el gobierno de que los miembros de su seguridad se limitarían a estar dentro de los límites de los terrenos de esta empresa, han estado realizando diversos ataques armados e intentos de desalojos extrajudiciales. Tal fue la situación que se dio el 25 de mayo donde un grupo de 90 familias que se encontraban en la Finca Río Polochic, fueron atacadas con disparos de escopeta y fusiles, luego de que unos 80 trabajadores de la empresa Chabil Utzaj, entre guardias de seguridad y cuadrilleros, intentaran realizar un desalojo extrajudicial en dicha comunidad. Como resultado de este ataque, cinco campesinos resultaron heridos de bala.
Situación similar se dio en la Finca Sepur Límite, el 31 de mayo, donde un grupo de sicarios contratados por la misma empresa para realizar un desalojo extrajudicial, atacaron a las familias que se encontraban en dicha finca con el resultado de un campesino asesinado con saña, al que posteriormente le prendieron fuego. Esta situación de emergencia alimentaria de las familias q’eqchi’s del Valle del Polochic se viene a sumar a los efectos que las familias desalojadas vienen padeciendo a lo largo de dos años de abandono por parte del gobierno de Pérez Molina. De las familias desalojadas, el 54.5%, de niñez de 0 a 5 años tiene desnutrición crónica. Esta cifra supera los porcentajes del promedio nacional (49.8%) y del departamento de Alta Verapaz, al que pertenecen (50.6%).
A partir del desalojo las condiciones de vida de las comunidades se han deteriorado significativamente ya que la destrucción que sufrieron significó la pérdida, en promedio, de Q21,800 por familia. La mayoría de las familias desalojadas no tienen acceso a tierra para cultivar sus alimentos, y tampoco cuentan con condiciones de empleo favorable debido a que en la zona son rechazados para trabajar en las fincas de caña y palma y se les niega la posibilidad de arrendar tierras de fincas que no están cultivadas. Asimismo, las comunidades tienen restricciones, en muchos casos impuestas por el Ingenio Chabil Utzaj, para acceder a ríos y bosques, medios de acceso a agua, leña y pescados para su alimentación.
Pocas fuentes de empleo y los ingresos de una persona trabajadora son en promedio de Q300 al mes, lo cual no alcanza para pagar alimentos, alquiler de vivienda y otros satisfactores básicos. Derivado de esto, un alto porcentaje de familias pasa hambre actualmente, cuando antes producían en algunos casos incluso para la venta. En relación a la vivienda, 87% de las familias alquilan o están posando en viviendas que son de 4 X 6 ó 7 Mts, el resto se encuentran con familiares o en situación de total indefensión. Las condiciones de educación y salud son precarias, muchos niños perdieron por lo menos un año de estudios luego del desalojo. En muchos casos las familias son discriminadas en los centros de salud y los niños y niñas, recibe insultos y burlas en las escuelas por estar ocupando tierras. Más de la mitad de las familias no logran hacer tres tiempos de comida al día, y quienes se alimentan tres veces al día, consumen principalmente maíz, chile, y sal.
Ante esta grave situación, responsabilizamos al gobierno del Pérez Molina por la denegación de derechos vitales básicos para las familias del Polochic, como son el derecho a la alimentación, a una vivienda digna, educación y salud. Igualmente denunciamos la falta de voluntad política del gobierno para cumplir con el compromiso que públicamente asumió y reiteró en diversas ocasiones, dado que a la fecha, la respuesta que han dado por el incumplimiento, son argumentos puramente administrativos.
Denunciamos que el Ingenio Chabil Utzaj está expandiendo el cultivo de caña, en abierta violación a los derechos humanos, para lo cual está recurriendo a los desalojos extrajudiciales y a contratar sicarios para expulsar a las familias campesinas de las tierras que necesitan para alimentarse. Responsabilizamos al Grupo Pellas por las agresiones armadas, asesinatos y ataques que ya se están realizando contra las familias q’eqchi’s del Valle del Polochic y las que se puedan realizar en el futuro.
Solicitamos la intervención de la Procuraduría de los Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, para que se garanticen el respeto a los derechos de la población Q’eqchi’ del Valle del Polochic.
*Colectivo de Estudios Rurales Ixim, Comité de Unidad Campesina -CUC-, Fundación Guillermo Toriello -FGT Guatemala,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios que contienen vulgaridades o elementos de violencia verbal