Dick Emanuelsson |
Por Dick y Mirian Emanuelsson
Miles de hondureños respondieron esta tarde (miércoles 22) la convocatoria del Partido Libertad y Refundación (Libre) de concentrarse en el Congreso Nacional de Honduras. El motivo era impedir que los diputados aprobaran una nueva ley electoral que cambiaría las reglas del juego y así facilitar para la derecha de mantenerse en el poder.
La actual ley dice que el candidato presidencial que recibe más votos gana la presidencia. La derecha hondureña, desesperada por el entierro del bipartidismo nacionalista-liberal, quería, solo 24 horas antes que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) haría la convocatoria oficial para abrir la campaña electoral en Honduras, que la Ley se modificara a tal sentido, que el candidato que no obtendría 50% y un voto tendría que ir a una segunda vuelta. Y en esa vuelta se unirían los partidos Liberal-Nacional.
La idea de cambiar la Ley Electoral tiene que ver con las pésimas cifras de simpatías que Juan Orlando Hernández, el candidato presidencial del partido gobernante, el Partido Nacional (PN), ha recibido en las encuestas. Hace dos semanas la encuestadora Cid Gallup presentó su resultado que fue como un balde de agua fría para Juan Orlando Hernández. Obuvo solo 18 por ciento mientras la candidata de Libre, Xiomara Castro registró 28 por ciento. La encuesta de Cid Gallup había sido comprada por sectores de la derecha golpista.
El bipartidismo tiene solo 29 por ciento de simpatía
En la más reciente encuesta, que fue publicada el domingo pasado por la empresa Paradigma, el presidente del Congreso Nacional bajó otros cuatro punto y tuvo solo 14 por ciento.
Xiomara Castro se consolidó en el primer lugar en la encuesta y subió dos puntos a 30 por ciento. Como segundo quedó Salvador Nasralla del Partido Anticorrupción (PAC) con 21,5 %. PAC es un nuevo partido con carácter populista y concentrado alrededor del Nasralla, narrador de deporte y muy conocido en Honduras. Él siempre ha trabajado cerca el poder y específicamente en Televicentro cuyo dueño es el magnate mediático, “El Murdoch de Honduras”, José Rafael Ferrari, acusado por la Resistencia de ser uno de los representantes detrás del golpe de estado en Honduras el 28 de junio de 2009.
En el tercer lugar de las encuestas se encuentra Mauricio Villeda, del Partido Liberal. Él es directamente sindicado como golpista y reconoce abiertamente que el golpe de estado era una “Sucesión del Poder” y que Manuel Zelaya había violado la constitución. Tiene relaciones íntimas y cercanas con la extrema derecha americana-cubana en Miami.*
– El día de hoy pretendía o pretende cambiar las reglas del juego. Se sienten perdidos. Tratan ahora crean un ventajismo en base de autoridad y ese poder que han logrado acumular en el Congreso Nacional. Pero lo más grave es que quieren sacar a los partidos políticos de la mesa (receptora de votos), de la posibilidad de que el pueblo pueda tener el voto en la mesa electoral receptora, proteger la voluntad popular y lo quieren sustituir con representantes nombrados por universidades privadas, por iglesias, “sociedad civil” que no tienen nada que hacer adentro el proceso electoral.
El papel del embajador estadounidense en el golpe
Lo dice Enrique Flores Lanza, ex ministro de presidencia del gobierno del derrocado presidente Manuel Zelaya.
En las elecciones espurias del 29 de noviembre de 2009, cinco meses después el golpe de estado, elecciones que no fueron reconocidas por la Resistencia y la mayoría de la comunidad internacional, el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, tenía un día muy duro, dando entrevistas desde temprano de la mañana, avalando la legitimidad de las elecciones organizadas por el régimen cívico-militar y ejecutado por el Ejército hondureño.
La única organización que tenía observadores a nivel nacional fue “Hagamos Democracia”, financiada por la USAID a “29 por ciento”, según su presidente en entrevista con este reportero. Es ese tipo de organismos que el presidente del Congreso Nacional quiere que sean los supervisores en las elecciones hondureñas. Son organismos que han sido rechazadas de participar últimamente en las elecciones de Nicaragua como observadores internacionales justamente por su relación financiera y su vínculo político con el Departamento de Estado a través organismos como NED y USAID, calificados en América Latina como “Fachadas Civiles de la CIA”.
– Los mismos que dieron el golpe de estado, que le han negado el derecho al pueblo de escoger sus gobernantes, que dieron un golpe que rectificaron, hoy son los mismos que quieren volver a burlar la voluntad popular. Son los mismos que ahora quieren imponerse por la fuerza, por el autoritarismo y van a poner los activistas del Partido Nacional de Juan Orlando Hernández a través las universidades particulares, de las iglesias que han sido también partícipes del golpe de estado militar, subraya Flores Lanza.
Caracteriza al candidato oficial como “enfermo de poder”, desesperado “que ha gastado millones de dólares tratando de elevar su imagen para engañar al pueblo”. Pero asegura, que el pueblo hondureño después del golpe de estado ha despertado y no es el mismo como antes el 28 de junio de 2009.
La embajada sabía de los planes de golpe de estado
Hace poco el general Romeo Vázquez Velazquez, el hombre que ejecutó el golpe de estado en junio 2009, admitió que la embajada estadounidense en Tegucigalpa estaba al tanto de los planes de un golpe de estado en Honduras. No solo eso, sino el mismo presidente del Congreso Nacional tenía sus dedos “metidos en la masa”, es decir; en el golpe de estado.
– Los militares hondureños no da un paso trascendental importante, ni mucho menos van a dar un golpe de estado si no es con el apoyo de la embajada y la orden directa y la participación de la embajada americana. En el caso de Juan Orlando, aquí en el mismo Congreso Nacional, él fue de los protagonistas del golpe de estado, levantó su mano para destituir a Mel, puso su firma para destituir a Mel y poner el presidente usurpador (Roberto Micheletti, presidente del CN) que el pueblo no había elegido. Luego en el mes de diciembre (2009), ratificó su apoyo al golpe de estado y volvió a firmar el acta para que Zelaya no fuera restituido. Su participación en el golpe es absolutamente clara.
Una crisis generalizada de la sociedad hondureña
Entre los miles de militantes de Libre y la Resistencia hondureña esta tarde, topamos con Marcelino Borjas, un veterano en la lucha popular y de la izquierda en Honduras. Es secretario general del Movimiento Nueva Democracia y un activo participante en los debates políticos e ideológicos desde el golpe de estado en Libre y el Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP.
¿Cómo ve él la coyuntura política en Honduras, que ahora más que nunca entra a un periodo de fiebre electoral al mismo tiempo que hay grandes enfrentamientos sociales en prácticamente todo el país?
– Lo que se observa es un agravamiento de la crisis en general de la sociedad hondureña, pero al mismo tiempo acompañado de un proceso de crisis económica, social y política. En éste caso particular, es una crisis política (Ley Electoral propuesta por JOH), en el sentido de quiebre total de la oligarquía en cuanto que ve, que no puede precisamente por los mecanismos del mismo sistema, garantizar su triunfo electoral como planteaba hace 7-8 meses. Lo que ellos observan es su derrota del proyecto de la oligarquía y por lo tanto el ascenso de nuevas fuerzas políticas que ponen en precario la hegemonía de la oligarquía sobre la conducta de nuestro pueblo.
“La oligarquía esta asustada”
Dice que con la propuesta o el intento de introducir una nueva ley electoral 24 horas antes de que comenzara oficialmente la campaña electoral en Honduras, muestra que “la oligarquía esta asustada, que no ve cómo mantenerse en el poder”.
El legendario líder obrero Luís Morel solía decir que “cada cuatro años tenemos en Honduras un golpe de estado”, refiriéndose al fraude generalizado en las elecciones, casi institucionalizadas. ¿Cómo será posible garantizar que no se repite el fraude el 24 de noviembre?
– Los fraudes electorales son un constante. Es parte de la herencia de la oligarquía y los partidos tradicionales como componente fundamental de su conducta política. Pero el golpe de estado abrió una nueva página de la historia política de Honduras y eso estamos ahora observando permanentemente. Y estamos participando en el trabajo de construcción de un nuevo sujeto histórico. Nuestro pueblo tiene que estar preparado por cualquier patraña, mecanismo que por más de 100 años ha hecho la oligarquía en Honduras.
¿Cuáles son las debilidades y la fuerza del Partido Libre?
– La fuerza de Libre es su carácter amplio, heterogéneo y diverso. Ha demostrado a nivel nacional ese amplio apoyo de fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias, pero también al nivel internacional inclusive. Por lo tanto, éste proceso se incierta en las coordenadas de corrientes de transformaciones en América Latina. Honduras se convierte en un escenario formidable para la confrontación con las fuerzas del pasado, las fuerzas oligarcas que se oponen a todo proceso de cambios y transformación.
* Mauricio Villeda
El 9-11 de abril en la ciudad argentina de Rosario y en Buenos Aires, Mauricio Villeda participó en el foro internacional de la extrema derecha dirigido por José María Aznar, Vargas Llosa, entre varios conocidas personalidades de la derecha internacional.
Iba a participar también la cubana contrarrevolucionaria Yoani Sánchez, pero ante las manifestaciones anunciadas en contra de su presencia en Argentina, Sánchez canceló dos veces su participación en la conferencia. Pero ahí estuvo Villeda, presidencial para el Partido Liberal hondureño.
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