Por Ofraneh
En un programa de televisión difundido el pasado 25 de octubre, el asesor presidencial Roberto Herrera Cáceres, señaló que en unos diez días, la actual administración gubernamental, estará firmando un memorando de entendimiento con la compañía británica Bristish Gas (BG), para la exploración y explotación de hidrocarburos en un área de 3.500 kilómetros cuadrados, ubicada en la zona económica exclusiva frente a las costas de la Moskitia hondureña.
A partir de 1920 hasta 1993, trece compañías de capital extranjero, entre ellas, Texaco, Shell, Unión Oil, Colombia Oil, perforaron pozos en diferentes partes de la costa caribeña.
En el año 2007, el Instituto de Geociencia Japex (IGJ) y la Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) firmaron un acuerdo de cooperación para las exploraciones y posteriormente efectuaron un simposio en la ciudad de Houston, Texas, con el nombre de “Sí Hay Petróleo en Honduras¨, donde expusieron los resultados de los estudios elaborados por la compañía japonesa. El propósito del simposio era atraer compañías petroleras que invirtieran en la exploración y explotación
Posteriormente, Noruegan Petroleum Geo-Services (PGS), inició en el 2009 estudios sísmicos de 2,500 kms del fondo del mar en la plataforma continental, utilizando el barco Falcon explorer. En marzo del mismo año el ministro de SERNA, Tomás Vaquero informó que cuatro compañías tenían interés de explotar el petróleo en Honduras: CHEVRON, PEMEX, PETROBRAS y PDVSA.
Petróleo y Golpe de Estado
El golpe de Estado perpetrado por el Congreso Nacional y Corte Suprema de Justicia, acompañados por las Fuerzas Armadas, dejó en suspenso los objetivos de la administración Zelaya, mientras el país entró en una espiral de violencia y violaciones a los derechos humanos que ha dado lugar a un estado fallido, inducido por el imperio, con el propósito de frenar la oleada de gobiernos progresistas que han surgido en el continente en el siglo XXI.
En un excelente artículo del escritor Julio Escoto, intitulado EL GOLPE DEL ORO NEGRO, analiza los pormenores geopolíticos de la defenestración de Manuel Zelaya y uno de los posibles trasfondos que conllevo a la administración Obama-Clinton a consentir la irrupción de un gobierno democrático.
El desenlace del retorno de los cuartelazo es padecido por la gran mayoría de los hondureños, quienes hemos visto en los últimos tres años una serie de reveses administrados por los herederos del golpismo, los que desde sus curules y ministerios vienen fraguando y promoviendo la entrega de Honduras al capital extranjero.
El 8 de febrero del 2011, la actual administración Lobo, vía decreto PCM-007-2011, suspendió todas las actividades de exploración de petróleo, argumentando que Honduras requiere de una nueva Ley de Hidrocarburos.
Según la Ley de Hidrocarburos vigente (1984) el canon a pagar por la explotación en el artículo 70, cual señala que “Durante el periodo de explotación el contratista pagará, tanto en tierra firme como en aguas interiores y en el mar, un canon superficial anual de diez (10) lempiras por hectárea, y de veinte (20) lempiras por hectárea durante la prórroga de dicho periodo”.
Cambio climático y la experiencia del pozo macondo
Casualmente las zonas de Honduras donde se supone existen enormes yacimientos de hidrocarburos, son las más afectadas por las consecuencias del cambio climático. Bangladesh, Birmania y Honduras son los tres países del mundo con mayor vulnerabilidad a las consecuencias del cambio climático, de acuerdo al Indice Global de Riesgos del German Watch.
Es de conocimiento publico que existe una interconexión entre el uso de combustibles fósiles y el cambio climático. Es algo insensato que un país sumido en la miseria dada la corrupción e ineptitud de su élite de poder, se convierta en un explotador de hidrocarburos, cuando el planeta se dirige a una catástrofe que parece ser ineludible ante la contumacia de grupúsculos de poder asociados con las compañías petroleras, las que gastan millones en disuadir a la opinión pública sobre la veracidad del cambio climático y las graves consecuencias de sobrepasar un aumento de 2º centígrados en la temperatura del planeta.
Mas allá de la catástrofe anunciada y vivida en carne propia del cambio climático, existe la posibilidad de las catástrofes ambientales. No lejano en la distancia y el tiempo se encuentra la explosión del pozo Macondo en las aguas del golfo de México cuando por irresponsabilidad de la compañía Halliburton y de la British Petroleum, el pozo estuvo arrojando miles de barriles por segundo desde abril 20 hasta agosto 4 del 2010.
La magnitud del accidente del Macondo y el ecocidio que representa, es lo suficientemente significativo como para que se cuestione cualquier tipo de explotación en las plataformas marinas. Sin embargo a la élite de poder de Honduras ese tipo de situaciones no les quita un minuto de su sueño.
Mientras la actual administración esta pretendido crear una área protegida en los cayos de la Moskitia, aparentando un enorme amor a la naturaleza, ahora se reciclan como un gobierno que soñando con las regalías petroleras son capaces de promover un ecocidio.
Como de costumbre, los últimos en enterarse de las intenciones de los sátrapas de turno son los que serán afectados. El estado de Honduras ha firmado y ratificado convenios internacionales sobe el derecho a la consulta de los pueblos indígenas. Exigimos que se ponga en practica y respete el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP).
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