Después de varios años de apoyo a las luchas locales y divulgación de información de diferentes países sobre los monocultivos de árboles y sus impactos, el WRM presenta un nuevo informe para quienes están involucrados e involucradas en estas luchas: "Una panorámica de las plantaciones industriales de árboles en países del Sur. Conflictos, tendencias y luchas de resistencia"
Qué mejor momento para lanzar este nuevo informe que el 21 de setiembre, Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles.
Después que Ricardo Carrere y Larry Lohmann redactaran un informe en profundidad sobre el problema de las plantaciones de árboles vinculadas a la industria de la celulosa y el papel (El Papel del Sur, publicado en 1996), el WRM consideró necesario volver a elaborar un informe general sobre el tema.
Este nuevo trabajo abarca los principales tipos de plantaciones (de eucalipto, pino, acacia, palma aceitera y caucho) y sistematiza los impactos de dichas plantaciones constatados durante los últimos 15 años en varios países del Sur, basándose principalmente en las experiencias de las comunidades. También presenta cifras sobre la expansión de las plantaciones industriales de árboles desde los años 1990, y analiza las nuevas tendencias que la impulsan aún más desde entonces.
Centrándonos en el estudio de tres casos (Brasil, Mozambique e Indonesia), reflexionamos sobre la importancia y las experiencias de las luchas de resistencia, que revelan cada vez más el perjuicio que causan las plantaciones a las formas de vida y sustento de los pueblos.
Se desprende del informe que las plantaciones industriales de árboles se han cuadruplicado en los países del Sur, llegando hoy a abarcar más de 60 millones de hectáreas. Este crecimiento se basa en una lógica irracional: ganar dinero gracias al saqueo permanente de los recursos naturales. El informe identifica también los principales actores, que siguen siendo principalmente de países del Norte, los cuales han estado alentando esa expansión en los países del Sur.
Este nuevo informe pretende ser una herramienta para los activistas y las organizaciones locales ya afectadas por este problema o que se ven ahora forzadas a hacerle frente. Hace un fuerte llamamiento a ampliar y reforzar las alianzas Sur-Sur y Norte-Sur, para lograr mayor eficacia en la tentativa de poner fin a la actual expansión.
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