Fenacle |
En los últimas semanas en las Provincias de Los Rios y Guayas, cinco nuevos sindicatos de empresas nacionales y transnacionales, fueron desarticulados. Un total de 159 trabajadores han sido despedidos intempestivamente por el simple hecho de formar un sindicato.
La Federación Nacional de Trabajadores Agroindustriales, Campesinos e Indigenas Libres del Ecuador (FENACLE) que respaldó la formación de estos sindicatos, denuncia esta nueva ola de despidos y la presencia y acción de grupos armados.
La escalada antisindical
Nueva Colonia de Servio Serrano: Son despedidos 55 dirigentes y afiliados al Sindicato. Gente armada intimida a los trabajadores.
Nueva Colonia de Servio Serrano: Son despedidos 55 dirigentes y afiliados al Sindicato. Gente armada intimida a los trabajadores.
Previsora I y II de Rodrigo Viteri: Despiden a 36 dirigentes y afiliados al Sindicato. Presencia de gente armada.
Bejucal de Grupo Noboa: Se despide a 15 dirigentes del Sindicato.
Grafindustria de JFC│Bonanza: Son despedidos 6 dirigentes y 5 afiliados al Sindicato.
Rosita de Siguënza: La empresa despide a 42 dirigentes y afiliados al Sindicato. Cuando estos trabajadores se presentan en otras fincas en busca de un contrato, se le responde que ellos integran una lista negra, y que no pueden ser contratados.
El Presidente de FENACLE, Ángel Rivero, que denuncia estos hechos, manifiesta que “se trata de una clara violación de los derechos humanos y laborales de las trabajadoras y trabajadores bananeros de Ecuador.
A lo largo y ancho del país, hay empresas que exigen que el Presidente de la República los escuche y de luz verde para flexibilizar el Código del Trabajo. Mientras tanto, hacen y deshacen con los trabajadores y sus derechos contemplados en la Constitucion, en el Código del Trabajo y en los Convenios de la OIT.
Para la FENACLE -continúa Rivero- se trata de una política coordinada entre algunos empleadores que no aceptan los procesos de formalización laboral que instrumentó el gobierno de Rafael Correa, además con la aparición de una lista negra de trabajadores por haber formado un sindicato, la situación empeora.
El caso de Nueva Colonia
El viernes 7 de septiembre, trabajadores de la Hacienda Nueva Colonia, ubicada en la Parroquia Virgen del Fátima junto al peaje vía a Milagro, fueron expulsados en momentos que realizaban sus labores cotidianas.
La FENACLE informa que “varios hombres fuertemente armados amedrentaron a los compañeros y compañeras, siendo estos desalojados de dichos predios.
Las puertas de sus casas ubicadas dentro de la hacienda fueron casi destruidas junto a sus enseres. Además del irrespeto que sufrieron mujeres embarazadas, niños y personas adultas, fueron sustraidos varios objetos de sus casas.
Ángel Rivero y Darwin Matute (tambien de la dirección de FENACLE), se reunieron con Servio Moscoso, abogado de la empresa, quien no pudo explicar tanta violencia.
El Presidente de FENACLE, Ángel Rivero, que denuncia estos hechos, manifiesta que “se trata de una clara violación de los derechos humanos y laborales de las trabajadoras y trabajadores bananeros de Ecuador.
A lo largo y ancho del país, hay empresas que exigen que el Presidente de la República los escuche y de luz verde para flexibilizar el Código del Trabajo. Mientras tanto, hacen y deshacen con los trabajadores y sus derechos contemplados en la Constitucion, en el Código del Trabajo y en los Convenios de la OIT.
Para la FENACLE -continúa Rivero- se trata de una política coordinada entre algunos empleadores que no aceptan los procesos de formalización laboral que instrumentó el gobierno de Rafael Correa, además con la aparición de una lista negra de trabajadores por haber formado un sindicato, la situación empeora.
El caso de Nueva Colonia
El viernes 7 de septiembre, trabajadores de la Hacienda Nueva Colonia, ubicada en la Parroquia Virgen del Fátima junto al peaje vía a Milagro, fueron expulsados en momentos que realizaban sus labores cotidianas.
La FENACLE informa que “varios hombres fuertemente armados amedrentaron a los compañeros y compañeras, siendo estos desalojados de dichos predios.
Las puertas de sus casas ubicadas dentro de la hacienda fueron casi destruidas junto a sus enseres. Además del irrespeto que sufrieron mujeres embarazadas, niños y personas adultas, fueron sustraidos varios objetos de sus casas.
Ángel Rivero y Darwin Matute (tambien de la dirección de FENACLE), se reunieron con Servio Moscoso, abogado de la empresa, quien no pudo explicar tanta violencia.
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