Foto G. Trucchi/Rel-UITA |
Para
analistas hondureños, la derecha latinoamericana estudia métodos aparentemete
“democráticos” para frenar gobiernos comprometidos con cambios sociales
Por Giorgio Trucchi - Opera Mundi
El golpe
que en junio de 2009 derrocó al presidente hondureño Manuel Zelaya, no sólo
quebrantó el orden constitucional del país sino que fue “un laboratorio para testar nuevos tipos de
golpes de estado en América Latina”, dijo Betty Matamoros, miembro destacado
del FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular) de Honduras.
Según
ella, lo que está aconteciendo en estos días en Paraguay, así como el intento
de golpe contra el presidente ecuatoriano Rafael Correa, en septiembre de 2010,
refuerza aún más lo que la resistencia hondureña siempre ha sostenido en los
últimos años.
“La
derecha internacional ha estado estudiando nuevas modalidades para dar golpes
de estado técnicos, con cara democrática e institucional, para poder frenar la
lucha social de los pueblos y los avances de los gobiernos progresistas en
América Latina”, manifestó Matamoros en una entrevista con Opera Mundi.
Este
viernes (22/6), después de un proceso de impeachment que duró menos de 30
horas, el Senado de Paraguay destituyó al presidente Fernando Lugo, cuyo
mandato finalizaba en 2013.
La
activista no es la única voz en el país que considera el uso de mecanismos contemplados
por la ley para derrocar a presidentes legítimos como uno de los nuevos metodos
adoptados después del golpe en Honduras.
El
analista político Eugenio Sosa afirma que “con el derrocamiento del presidente
Zelaya, la derecha ha aprendido que ya no es necesario actuar como en las décadas
pasadas, que los golpes militares con derramamiento de sangre ya no sirven”. El
académico asegura también que “es mucho menos graves, para esta derecha,
apostar por nuevas fórmulas con apariencia constitucional, ya que son más
aceptadas ante los ojos del mundo”.
Para el
COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras),
las acusaciones vertidas por el parlamento paraguayo contra al presidente Fernando
Lugo “son torpes, irracionales, sin fundamentos legales”. Para esta
organización no es casualidad que “esta trama se parezca con lo que el pueblo
hondureño ha presenciado y padecido en 2009, porque es parte de un mismo plan
previsto y planificado por las fuerzas opresoras del país”.
En su
comunicado, la organización indígena hondureña hace un llamado a los
movimientos sociales y políticos de Honduras para “cerrar filas ante esa
permanente amenaza”, expresando su solidaridad con el presidente Lugo y el pueblo paraguayo.
Además, el COPINH convocó a la población hondureña a concentrarse en la capital
el próximo 28 de junio, en el tercer aniversario del golpe, para rechazar y
protestar “contra el golpismo en toda América Latina”.
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