Adital |
Por Natasha Pitts-ADITAL
Después de ocho días de protestas demandando el cierre
de la mina Xstrata Tintaya y la reconstrucción del medio ambiente, a
principios de esta semana las manifestaciones en la provincia de
Espinar, departamento de Cusco, en Perú, se intensificaron y terminaron
con dos víctimas fatales y 50 heridos, entre policías y manifestantes.
La respuesta del Gobierno de Ollanta Humala fue decretar Estado de
Emergencia por un mes.
Durante los días de protestas, más de 1.000 policías
fueron desplegados para actuar en la provincia de Espinar. Incluso el
grande número de miembros de las fuerzas de seguridad no intimidó a los
manifestantes. Cuando finalmente los ánimos se tensaron la policía
cambio las balas de goma, por armas de fuego. La acción produjo dos
manifestantes muertos y decenas de heridos, entre ellos agentes de la
policía. Después del anuncio de las muertes, las protestas se
intensificaron aún más con la quema de un vehículo público y el
secuestro de un Procurador.
En respuesta a las manifestaciones, el Presidente
Ollanta Humala decidió promulgar el Estado de Emergencia por 30 días -
por segunda vez en su Gobierno - para garantizar la ‘seguridad, libre
tránsito en la región y la vigencia de los derechos fundamentales'. Sin
embargo, la medida no agradó a la mayoría, ya que significa la
suspensión de las garantías relativas a la libertad de circulación y
reunión, a la seguridad personal y la inviolabilidad del domicilio.
Para
el Frente de Defensa de los intereses de Espinar y alcalde Óscar
Mollohuanca la medida no va resolver los problemas, sino limitar la
participación de las autoridades y de la sociedad civil.
Demandas
Las manifestaciones tenían como principal objetivo
llamar la atención de las autoridades nacionales y locales para que
investigaran el daño ambiental causado por la mina de cobre Tintaya,
operada por la empresa minera suiza Xstrata. Otra demanda es el aumento
de tres a 30% del valor transferido por la empresa a las autoridades
locales con el fin de promover el desarrollo de la región.
La población de la provincia también requiere la
creación de una Comisión de Alto Nivel para iniciar las negociaciones,
además piden que representantes de la Xstrata Tintaya están presentes en
la mesa de diálogo para resolver uno de los principales problemas que
sufren, la contaminación de los ríos Cañipía y Salado.
A pesar de la voluntad de la población para entablar un
diálogo, de acuerdo con información de Servindi, el Ministro de energía y
minas, Jorge Merino dijo que no va a hablar con los dirigentes del
Frente de Defensa de los Intereses de Espinar, mientras mantengan
exigencias radicales tales como el cierre de la minera Xstrata.
Representantes del Ejecutivo mostraron voluntad para dialogar solo con
las autoridades electas, dejando claro que no desean la presencia de la
sociedad civil en el debate.
La empresa minera suiza en carta a la opinión pública,
lamentó los actos de violencia y ratificó su posición de apertura y
diálogo. Aseguró incluso su deseo de mejorar el Convenio Marco,
mecanismo que prevé medidas de de beneficio a la población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios que contienen vulgaridades o elementos de violencia verbal