Foto G.Trucchi/Rel-UITA (archivo) |
Por Giorgio Trucchi – LINyM
La presentación del Balance de gestión ambiental
2011 por parte de la organización ambientalista nicaragüense Centro Humboldt, fue también ocasión
para hablar de organismos genéticamente
modificados (Ogm), de los avances y debilidades en materia de prevención
de riesgos provenientes de estos organismos, así como de las fuertes presiones
ejercidas por empresas nacionales y transnacionales para lograr la introducción
de transgénicos al territorio nacional.
Según Julio Sánchez, Oficial de Incidencia
del Centro Humboldt, hay que reconocer que en los últimos años “Nicaragua ha
dado pasos importantes en cuanto a la regulación de los transgénicos”.
En efecto, en 2010 la Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó la Ley de
Bioseguridad[1], según varios
expertos la más avanzada de la región
centroamericana en el control y regulación de organismos genéticamente
modificados. Con ella se creó la Conargem (Comisión
Nacional de Análisis de Riesgo de Organismos Genéticamente Modificados),
la cual tendrá la obligación de regular la posible entrada y presencia de
transgénicos en el país.
Asimismo,
se aprobó la Ley de fomento a la producción agroecológica u orgánica (Ley
765), con la que se establecen las bases jurídicas para la promoción y desarrollo
de la producción agroecológica u orgánica en Nicaragua.
Además, desde la sociedad civil se siguió impulsando
la promoción de ordenanzas municipales,
logrando que 5 municipios declararan sus territorios libres de transgénicos, y se
profundizó la Campaña
“Semillas de Identidad”, que tiene el objetivo de rescatar, conservar y
valorizar las semillas criollas y
acriolladas, rechazando
al mismo tiempo la entrada al país de semillas transgénicas.
“También consideramos positiva la creación por
parte del Magfor (Ministerio Agropecuario y Forestal) de 10 puestos de
control de cuarantena de referencia nacional, a través de los cuales se logró
detectar y detener camiones provenientes de Honduras y barcos que traían maíz
transgénico al país”, subrayó Sánchez.
Debilidades y peligros
Pese a los avances señalados, el Oficial de
Incidencia del Centro Humboldt evidenció varias debilidades y peligros
que deben ser tomados muy en cuenta por las instituciones del Estado y la
sociedad civil.
“En
Nicaragua ya entraron los transgénicos y hay señales preocupantes de que esta
situación pueda profundizarse. El sector privado sigue presionando y
cabildeando ante el gobierno para introducir ogm, ya sea para alimento humano, animal o siembra, poniendo
en peligro nuestra biodiversidad y la salud de los consumidores”,
afirmó Sánchez.
Según
el Centro Humboldt, la ANAPA (Asociación
Nacional de Avicultores y Productores de Alimentos) ya obtuvo el permiso para
introducir maíz amarillo transgénico para la elaboración de alimento de
consumo animal (pollos).
“Esto representa
una fuerte contradicción con la voluntad política expresada y un gran riesgo
para la seguridad alimentaria y nutricional de la ciudadanía nicaragüense”,
advirtió el documento presentado por esta organización ambientalista.
Bolaños introdujo transgénicos
En julio de 2005, durante el gobierno de Enrique
Bolaños, el Magfor emitió la
resolución No. 034-2005[2] con la que autorizó “la importación de maíz amarillo genéticamente
modificado para el procesamiento y consumo animal”, correspondiente a 15
eventos descritos[3] por un periodo de 5 años. El hecho,
como en tantos otros países, nunca fue dado a conocer públicamente.
“Ese permiso venció en 2010, sin embargo el actual gobierno lo ratificó
hasta febrero de 2012. Esperamos que ahora se detenga la introducción de estos
alimentos. La población tiene que estar conciente de eso - continuó Sánchez -, porque lo que no queremos es
que se avance hacia la siembra de transgénicos y que la situación se vuelva aún
más delicada”, afirmó.
Entre 2005 y
2007, la Alianza de Protección a la Biodiversidad-Nicaragua (APB-N)
denunció la presencia de ogm en
la ayuda alimentaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la
variedad transgénica de arroz LL601.
En 2011, en la ciudad norteña de Jinotega, el Centro
Humboldt detectó la presencia de transgénicos en la donación de alimentos realizada por el Programa integral de nutrición escolar (Pine).
A pesar de la denuncia pública, hasta el momento las autoridades no han tomado medidas
de regulación, remediación o sanciones.
Ante esta situación, el Centro Humboldt pidió a las autoridades la
no aprobación de introducción, ni liberalización, de organismos genéticamente
modificado y el retiro de los permisos de introducción de transgénicos
destinados para consumo animal.
Asimismo,
exigió un mayor control de la ayuda alimentaria nacional e internacional presente
en el territorio nacional, la aprobación e implementación del Reglamento de la
Ley 705 y el fortalecimiento de la Conargem.
[1] Ley 705 “Ley Sobre Prevención de Riesgos Provenientes de Organismos Vivos
Modificados por Medio de Biotecnología Molecular”,
[2] Publicada
en la Gaceta Diario Oficial n. 142 del 25-07-05 Reg. No. 09370 – M. 1541651
[3] Polen
estéril: 676,678,680,MS3, MS6. BT: 176, BT1, CT1507, MON863 y MON810. Tolerantes a glufosinato: T14, T25 y DLL25. Tolerantes
a Glifozato: GA21 y NK603
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