La goleada 6-0 de Argentina ante Perú en el Mundial 1978, uno de los
resultados más polémicos de la historia del fútbol, estuvo vinculada con
el Plan Cóndor, la operación en conjunto de las dictaduras
latinoamericanas en las décadas de 1970 y 1980, afirmó ante la justicia
el ex senador peruano Genaro Ledesma Izquieta.
Según denunció Ledesma Izquieta al juez argentino Norberto
Oyarbide, en una causa contra el ex dictador Jorge Videla, presidente de
facto de 1976 a 1981, el 6-0 fue una compensación de la dictadura
peruana de Francisco Morales Bermúdez (1975-1980) por el envío a
Argentina de 13 militantes peruanos presos, entre ellos el declarante.
"Al salir a Francia nos salvamos de lo que Videla y Morales
Bermúdez habían acordado, que era el lanzamiento al mar de una persona
desde un avión en vuelo, por lo que no quedaba resto alguno", declaró
Ledesma Izquieta, quien a inicios de 1978 fue capturado en Perú por
liderar la huelga que puso en jaque a la dictadura de su país.
"Este sistema debía aplicarse con nosotros, lo que aprovechó
Videla al aceptarnos como prisioneros de guerra con la condición de que
Perú le permitiera el triunfo en el Mundial de futbol", dijo Ledesma
Izquieta, de 80 años, quien fue legislador en Perú en numerosas
ocasiones, antes y después de la dictadura que gobernó su país entre
1968 y 1980.
La denuncia de Ledesma Izquieta, revelada hoy por el diario
Tiempo Argentino, agrega que "Videla necesitaba ese triunfo para limpiar
la mala imagen de Argentina en el mundo".
El matutino también informa que Videla, hoy de 86 años y
condenado a prisión perpetua por 31 secuestros y asesinatos, deberá
declarar en esta causa el próximo 22 de febrero.
El partido denunciado se jugó el 21 de junio de 1978, en la
segunda fase del Mundial disputado en Argentina. El cuadro local debía
vencer por cuatro goles para acceder a la final contra Holanda, aunque
finalmente ganó por seis. Poco antes del encuentro, Videla pasó por el
vestuario peruano para saludar a los futbolistas.
Cuatro días después, con la cúpula militar en las tribunas,
Argentina venció 3-1 a Holanda y se consagró campeón mundial. Sin
embargo, las sombras sobre una hipotética influencia de la dictadura
argentina en el partido ante Perú nunca han sido totalmente disipadas.
Ya en 1998, el arquero del seleccionado peruano, el argentino
naturalizado Ramón Quiroga, concedió una entrevista al diario La Nación,
de Buenos Aires, en la que dio a entender que sospechaba de la actitud
de algunos de sus compañeros.
"De los que habrían agarrado dinero, varios murieron y otros murieron para el futbol", aseguró el ex portero.
"En ese partido jugó (Roberto) Rojas, un tipo que nunca había
alineado. Él se murió en un accidente. Marcos Calderón (el director
técnico) se cayó en un avión y murió. En un gol, (Rodulfo) Manzo se
agacha y lo deja solo. No sé ni dónde anda ahora Manzo (...) No lo
queríamos", dijo Quiroga en la entrevista, aunque luego lo desmintió.
Entre otras ramificaciones de la causa contra Videla por
privación ilegítima de la libertad, Oyarbide investiga el secuestro de
los militantes peruanos que en 1978 fueron detenidos en Lima acusados de
fomentar un paro contra la dictadura y luego trasladados en un avión
militar a Jujuy, mil 600 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Esa operación, según la declaración de Ledesma Izquieta, formó
parte del Plan Cóndor, por lo que el juez argentino pidió el primero de
febrero la captura internacional y la extradición de Morales Bermúdez.
El Plan Cóndor, una operación clandestina internacional que
instrumentó el asesinato y la desaparición de miles de personas
opositoras a las dictaduras de Argentina, Chile, Brasil, Bolivia,
Paraguay y Uruguay, hasta ahora no había involucrado al gobierno de
facto de Perú.
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