Foto G. Trucchi |
Por Giorgio Trucchi - LINyM
Ante una Plaza de la Revolución abarrotada de gente y en presencia de unas 30 delegaciones internacionales, el comandante Daniel Ortega fue juramentado este martes (10/1) como Presidente de la República para su segundo mandato consecutivo (2012-2016).
Entre las delegaciones destacó la presencia del presidente venezolano Hugo Chávez, de su homónimo de Irán, Mahmud Ahmadinejad, el heredero al trono de España, Felipe de Borbón y de los presidentes centroamericanos y de Haití. También hubo presencia de los diferentes poderes del Estado, del alto mando del Ejército y la Policía, y también de los diferentes sectores de la sociedad nicaragüense y del pueblo organizado.
El acto de investidura y juramentación de Ortega y de su compañero de fórmula, el general retirado Omar Halleslevens, fue dirigido por René Núñez, quien en su calidad de titular de la Asamblea Nacional (Parlamento) entregó la banda presidencial.
Entre las delegaciones destacó la presencia del presidente venezolano Hugo Chávez, de su homónimo de Irán, Mahmud Ahmadinejad, el heredero al trono de España, Felipe de Borbón y de los presidentes centroamericanos y de Haití. También hubo presencia de los diferentes poderes del Estado, del alto mando del Ejército y la Policía, y también de los diferentes sectores de la sociedad nicaragüense y del pueblo organizado.
El acto de investidura y juramentación de Ortega y de su compañero de fórmula, el general retirado Omar Halleslevens, fue dirigido por René Núñez, quien en su calidad de titular de la Asamblea Nacional (Parlamento) entregó la banda presidencial.
Después del acto protocolario, el mandatario se dirigió a los asistentes, evidenciando en su discurso la necesidad de seguir trabajar en función de la paz con justicia, dignidad y solidaridad. “Hoy, más que nunca, la humanidad demanda paz con dignidad y justicia, porque solamente con la paz podemos enfrentarnos al gran reto de erradicar la pobreza”, afirmó Ortega.
Una pobreza que según él es el resultado de un modelo económico “que tantos desastres ha provocado a la humanidad” y que las grandes potencias, en medio de una crisis sin precedentes, se empecinan en mantener vivo.
Nuevo modelo
Ortega aseguró que el mundo necesita de un nuevo modelo basado en la complementaridad, solidaridad, la no condicionalidad de la cooperación, el intercambio y el mercado justo, así como la no aplicación de sanciones económicas por razones de orden político. “Mientras se mantenga con vida un modelo que está en agonía, la situación va a seguir siendo altamente explosiva”, aseveró.
A ese propósito, el mandatario nicaragüense remarcó la importancia del trabajo desarrollado durante los últimos cinco años y la implementación práctica del concepto del ‘pueblo Presidente’. “No hay que tenerle miedo al pueblo, porque el poder en sus manos nos ha permitido alcanzar la estabilidad, a través de una gran alianza entre todos los sectores de nuestra sociedad, independientemente de las banderas políticas. Y lo vamos a seguir haciendo”, aseguró.
Ortega dijo estar empeñado con su gobierno en dignificar a todas las familias nicaragüenses, de manera particular a la juventud y la mujer. Durante las últimas elecciones nacionales, de los 62 diputados electos 34 son mujeres, hecho nunca antes ocurrido en la historia de esa institución del Estado. También resaltó el valor trascendental del Alba (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América)
Injerencismo
El presidente reelecto de Nicaragua saludó a todos los mandatarios presentes en el acto y abordó varios tópicos de política internacional. Reconoció el “apoyo incondicional” de la cooperación española, la “lucha integral por la vida de América Latina” librada por el presidente Hugo Chávez, así como defendió el derecho de Irán a desarrollar la energía atómica con fines pacíficos.
La gira del presidente Ahmadinejad por América Latina y su llegada a Nicaragua originó muchas especulaciones entre los sectores de la oposición nacional, así como cierta reacción del gobierno norteamericano. “Hay sectores que no entienden que es necesario buscar un camino auténtico hacia la paz”, afirmó.
También consideró que existe una verdadera conspiración contra Irán, cuyo verdadero objetivo es su petróleo. A ese propósito recordó la guerra ilegal desatada contra Irak por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos, escudándose detrás de las supuestas armas de exterminación masivas que nunca existieron. “Irán no tiene armamento atómico y tiene derecho a desarrollar energía atómica con fines pacíficos”.
En este sentido, Ortega propuso buscar una negociación a nivel regional para que Israel, el único país en toda esa zona que tiene armamento atómico, vaya renunciando y destruyendo las armas nucleares que posee. “Estoy seguro que llevaría unos aires de paz inmensos a esa región”.
Ortega condenó además el “brutal asesinato” del líder libio Muammar Gaddafi y el operato de la OTAN en este país, así como volvió a pedir a Estados Unidos invertir más recursos y tecnología en la lucha contra el narcotráfico y el consumo de droga en su territorio. “Mientras no controlen el consumo en su país, nuestra región centroamericana va a seguir contaminándose y envenenándose”, afirmó.
Finalizando su intervención, Ortega aseguró al pueblo nicaragüense que el nuevo gobierno continuará profundizando los programas desarrollados durante los últimos cinco años, para seguir erradicando la pobreza. “A los empresarios, obreros, campesinos, a todos los sectores les digo: ¡Unámonos!”, concluyó.
Con la mayoría absoluta de diputados en la Asamblea Nacional y el control de las diferentes instituciones del Estado, el gobierno Ortega y el Fsln (Frente Sandinista de Liberación Nacional) serán llamados de inmediato a hacer realidad el pregonado cambio de modelo económico.
Los primeros desafíos ya los esperan: reforma de la Seguridad Social, reforma tributaria, un plan para enfrentar la crisis climática a nivel nacional y regional ,y la aprobación de una ley que regule la tercerización laboral.
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