Cuando yo estaba de presidente de la Asamblea General de las Naciones
Unidas (sep. 2008-sep. 2009) yo hice enmarcar un gran afiche con su
fotografía y lo colgamos en el salón de recepción en la presidencia. El
afiche tenía abajo, en grandes letras, la palabra HOPE.
También le envié una carta haciéndole saber lo mucho que me habían
impresionado sus palabras en una suerte de cabildo abierto en
Estrasburgo y como yo, de todo corazón, deseaba que usted no solo se
convirtiera en un gran líder político, sino también en un líder
ético-espiritual, siguiendo los pasos de Martin Luther King, Yes you
can! Con la ayuda de Dios.
Todas esas lindas palabras, llenas de esperanza, han sido llevadas
por el viento.
Estamos rezando por usted, Señor Presidente, y usted
también debe rezar para que se le dé la fuerza espiritual para estar a
la altura de las exigencias de la Paz y de la Vida en estos tiempos tan
difíciles. Por favor, Señor Presidente, haga TODO lo que pueda para que
Estados Unidos deje de ser el terrorista, criminal y genocida Imperio en
que se ha convertido.
Amor y bendiciones,
su hermano,
Padre Miguel d’Escoto, M.M.
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