Foto G. Trucchi |
Es hora de reconocer el desastre
que la política exterior de
Estados Unidos ha producido en
Honduras, al haber apoyado la
administración de Porfirio
Lobo.
Desde el golpe de Estado
del 28 de junio del 2009, que
derrocó al presidente
democráticamente electo de
Honduras, José Manuel Zelaya, el
país ha ido descendiendo al
abismo en ,materia de derechos
humanos y de la seguridad
ciudadana. Ese abismo, en buena
medida, ha sido creado por el
Departamento de Estado.
- Fuente original In Honduras, a mess made in the U.S.
Gran parte de la prensa en los
Estados Unidos ha atribuido esta
violencia únicamente al tráfico
de drogas y a las pandillas,
pero, en realidad, el golpe de
Estado fue lo que abrió las
puertas del enorme incremento en
el tráfico de drogas y la
violencia, y desató una ola
continua de represión estatal.
El actual gobierno del
presidente Lobo llegó al poder
en noviembre de 2009, en unas
elecciones administradas por los
mismos personajes que
perpetraron el golpe de Estado.
La mayoría de los candidatos de
la oposición se retiraron en
señal de protesta, y los
observadores internacionales más
importantes boicotearon las
elecciones, excepto el National
Democratic Institute y el
Instituto Republicano
Internacional, financiados por
los Estados Unidos.
El presidente Obama reconoció
rápidamente la victoria del Sr.
Lobo, aún cuando no lo hiciera
la mayor parte de países
latinoamericanos. El gobierno
del señor Lobo es, de hecho, un
hijo del golpe de Estado. Se
conserva la mayor parte de las
figuras militares que
perpetraron el golpe de Estado,
y nadie ha sido encarcelado.
Esta cadena de eventos -un
golpe de Estado que Estados
Unidos no detuvo, por el
contrario, aceptó unas
elecciones fraudulentas - se
ha convertido en un invernadero
para la corrupción.. El sistema
judicial no funciona.
Prevalece
la impunidad. Al menos 34
miembros de la oposición han
desaparecido o han sido
asesinados y más de 300 personas
han sido asesinadas por las
fuerzas de seguridad del Estado
desde el golpe de Estado, de
acuerdo con la principal
organización de derechos humanos
COFADEH. Y al menos 13
periodistas han sido asesinados
desde que el Sr. Lobo asumió el
cargo, según el Comité para la
Protección de los Periodistas.
Se cree que la policía, en
Tegucigalpa, la capital, mató
al hijo de Julieta Castellanos,
rectora de la universidad más
grande del país, junto con un
amigo suyo, el 22 de octubre de
2011. Altos funcionarios de la
policía rápidamente admitieron
que los sospechosos eran
policías, pero no lograron
detenerlos inmediatamente.
Algunas figuras prominentes
habían denunciado que la policía
está llena de escuadrones de la
muerte y narcotraficantes, el
acusador más famoso era un ex
comisario de policía, Alfredo
Landaverde, quien fue asesinado
el 7 de diciembre. Ahora el
gobierno ha comenzado a realizar
detenciones de importantes
agentes de policía.
Continúa la represión avalada
por el Estado. Según Cofadeh,
por lo menos 43 activistas
campesinos que participan en
luchas por la tierra en el Valle
del Bajo Aguán han sido
asesinados en los últimos dos
años y medio a manos de la
policía, el ejército nacional y
el ejército de seguridad privada
de Miguel Facussé.
El señor
Facussé se menciona en los
cables wikileaks de la embajada
de los Estados Unidos como el
hombre más rico del país, un
gran defensor del régimen
post-golpe de Estado y
propietario de tierras
utilizadas para la transferencia
de la cocaína.
Y, sin embargo, a principios de
octubre, Obama elogió a Lobo en
la Casa Blanca por el liderazgo
de una "restauración de las
prácticas democráticas." Desde
el golpe de Estado, los
Estados Unidos ha mantenido y en
algunas zonas incrementado el
financiamiento militar y
policial en Honduras y también
ha ampliado sus bases militares
allí, según un análisis
realizado por el Movimiento de
Reconciliación. El Congreso, sin
embargo, finalmente ha comenzado
a retroceder.
En mayo pasado, 87
miembros firmaron una carta a la
secretaria de Estado Hillary
Rodham Clinton pidiendo una
suspensión de la ayuda militar y
policial a Honduras. El
Representante Howard L. Berman
de California, el demócrata de
mayor rango en el Comité de
Asuntos Exteriores, escribió una
carta a Hillary Clinton, el 28
de noviembre, cuestionando si
los Estados Unidos estaba
armando un régimen peligroso en
ese país. Y en diciembre, el
senador Patrick J. Leahy,
demócrata de Vermont, y otros
lograron reducir con condiciones
una pequeña parte del
presupuesto de 2012 de ayuda
para la policías y los militares
destinados para Honduras.
¿Por qué el Departamento de
Estado da el espaldarazo a la
administración de Lobo pese a la
evidencia brutal de la
corrupción del régimen? En parte
porque se ha rendido ante el
electorado cubano-americano de
la representante Ileana Ros-Lehtinen,
republicana y presidenta del
Comité de Asuntos Exteriores, y
sus aliados.
Ellos han sido
feroces contra Honduras
utilizaándola como primera ficha
de dominó con la que pretenden
contraarrestar la línea de los
gobiernos de centro-izquierda y
de izquierda que han ganado
elecciones en América Latina en
los últimos 15 años. Con su base
aérea estadounidense, Honduras
también es crucial para la
estrategia militar de Estados
Unidos en América Latina.
Como Honduras se sumerge en un
abismo trágico, es el momento
para cortar finalmente toda la
ayuda militar y policial. "Dejen
de alimentar a la bestia" es la
forma en la que la Sra.
Castellanos, la rectora, cuyo
hijo fue asesinado, se expresa.
Ella, al igual que otros
defensores de los derechos
humanos, insiste en que el
gobierno de Lobo no puede
reformarse a sí mismo.
El Departamento de Estado está
empezando a ayudar a resolver la
situación detrás del escenario.
Sin embargo en Honduras
activistas de derechos humanos,
junto con muchos de nosotros en
los Estados Unidos que nos
preocupamos por Honduras, no
creemos que este gobierno puede
o debe manejar la limpieza de la
fosa séptica que Los Estados
Unidos ayudó a crear mediante el
apoyo a un gobierno que nació y
llegó al poder en le marco de
un golpe de Estado.
En su lugar, tenemos que
respetar las propuestas de
enfoques alternativos que en
Honduras los defensores de los
derechos y la oposición están
empezando a formular. Estos
provienen de personas que
todavía están luchando contra el
golpe de Estado y que continúan
aun con el riesgo de pagar con
su propia vida ese esfuerzo ya
que pueden ser asesisinados a
tiros por las fuerzas de
seguridad del Estado.
Ellos, los hondureños y no el
Departamento de Estado, tienen
el derecho de conducir su país
hacia adelante.
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