viernes, 2 de diciembre de 2011

COFADEH cumple 29 años: “Si de algo deben estar arrepentidos es de habernos dejado vivas”, dice Oliva

defensoresenlinea.com
Por Sandra Rodríguez - Defensores en Línea

Entre abrazos, sonrisas y lágrimas de nostalgia y alegría por el reencuentro, familiares y amigos del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, se realizó el evento para conmemorar el 29 aniversario de esta organización, reconocida a nivel nacional e internacional por su ardua labor en la defensa de los derechos humanos. 

Allí se juntaron madres, esposas, hermanas, amigas, amigos, de las 184 víctimas de desaparición forzada de la década de los ochentas e inicios de los noventas, así como de detenidos desaparecidos de la actualidad, que el COFADEH ya registra más de 10 casos.

“También somos hermanas porque hemos vivido mucho tiempo juntas, acompañándonos en nuestro dolor, lucha y búsqueda, sin embargo 29 años después seguimos en las mismas condiciones”, manifestó Liduvina Hernández, Presidenta del COFADEH y madre de Enrique López Hernández, secuestrado el 14 de enero de 1982,  en la aduana terrestre El Guasaule, en el Sur de Honduras, cuando ingresaba al país procedente de Panamá en tránsito por Nicaragua. El joven de 23 años de edad tenía una filiación militante en el Sindicato de Trabajadores de Envases Industriales Sociedad Anónima (STEISA). 

Doña Liduvina, situada en una mesa de Honor, fue acompañada por Elsa Gómez, madre de Miguel Ángel García G., desparecido en 1993.

También se encontraba Albertina Rodríguez, mamá de Luisa Socorro Rodríguez, desaparecida en 1984.  Doña Albertina a pesar de su avanzada edad, siempre está presente en los plantones de cada mes en la plaza de los Pañuelos Blancos, en Tegucigalpa, donde desde hace tres décadas se exige justicia por los desparecidos y desparecidas. La anciana  ahora se hace acompañar de sus nietas y bisnieta. 

Además se contó con la presencia de la madre de Roger González, Elvia Zelaya, quien fue la protagonista de una huelga de hambre de 23 días, en mayo de 1988 tras la desaparición forzada del líder estudiantil, para protestar por la captura  y pedir su liberación.

Junto  a las tres madres estaba la Coordinadora General del COFADEH, Bertha Oliva, esposa de Tomás Nativí Gálvez, desparecido el 11 de junio de 1982. Oliva en ese entonces estaba en estado de embarazo, lo que no fue impedimento para alzar su voz de protesta contra las dictaduras responsables de las desapariciones forzadas.

Oliva dijo que se cumplen 29 años de lucha contra genocidas, esa es  la mayor victoria del COFADEH, pues hoy continúan con la frente en alto, dispuestas a seguir defendiendo los derechos humanos en este país.

Y se refirió en plural a mujeres, porque dijo que aunque COFADEH posee nombre de hombre, “tiene alma de mujer, porque éramos mujeres y a algunas nos temblaban las piernas ante los ataques que enfrentábamos cada día en la búsqueda de nuestros familiares”.

La defensora reconocida y premiada a nivel mundial precisamente por su valor y entrega en la lucha por la justicia y la verdad, en su participación dijo que “cada vez salía de mi casa, le daba un beso a mi hijo, pensando que era el último que se lo daría, pero la fuerza del dolor era más grande que el terror”, debido a la persecución y amenazas de parte de los violadores de derechos humanos y responsables de las desapariciones forzadas, que es un delito de Lesa Humanidad.

“Si de algo deben estar arrepentidos es de habernos dejado vivas”, y eso es un logro para nosotras, porque seguimos dando la lucha, aunque tengamos canas y estemos envejecidas, pero nuestro cuerpo, mente y determinación está como al principio, declaró Oliva.

También hizo un llamado a perseverar en el testimonio, hay que denunciar las agresiones y violaciones a los derechos humanos, ya que lo peor sería quedarnos calladas y quietas. Pues uno de los logros de la organización, es que se han  denunciado públicamente a los genocidas, pues el mundo entero conoce con nombre y apellido quiénes son los asesinos del pasado y esa es una forma de luchar contra la impunidad.

Otra victoria es luchar por el rescate de la memoria histórica y COFADEH lo hace porque es vital para la construcción y proceso de nuestros países, y no la preserva para sí, sino que la comparte y hace hincapié en este tema.

Pero también hay derrotas en estos 29 años, y una de las más grandes, es no haber puesto nunca presos a los responsables de los crímenes de lesa humanidad de nuestros compañeros detenidos desparecidos, dijo en forma vehemente.

Otra derrota es que el Congreso Nacional, recientemente les ha confiado la seguridad del país a los mismos autores de desapariciones forzadas y golpes de Estado, por lo que se avizora una verdadera cacería humana.

“Pero a esos escudos de guerra los vamos a derrotar con la verdad, porque nuestra dignidad sigue firme y no la pueden destruir campañas de desprestigio”, como la que enfrentó el COFADEH en el 2008, ante el Decreto Nacional de Reparaciones a las víctimas de torturas y desapariciones forzadas.

Invitados simbólicos


Entre más de un centenar de invitados al 29 aniversario del COFADEH, se distinguían tres sitios, tres sillas aparentemente vacías, pero con un significado que inundaba el espacio de lucha y determinación para seguir la búsqueda de verdad y justicia.

En un puesto, se situaba una silueta humana, que representaba a las víctimas de desaparición forzada en nuestro país.

 Al centro una silla con un pañuelo blanco y un ramillete de coloridas flores, como un homenaje póstumo a doña Fidelina Borjas, quien fungió como vicepresidenta del COFADEH, hasta el día de su partida en mayo del 2009. Ella era madre de Samuel Pérez, desparecido en 1982.

Nohemí Pérez, hija de doña Fidelina y hermana de Samuel, tenía 14 años cuando su hermano fue detenido y desaparecido, sufrió junto a su madre cada instante de búsqueda sin resultado, al grado que la salud de su mamá se deterioró debido a la campaña de desprestigio contra el COFADEH, en el 2008, dando como resultado la muerte de la vice presidenta de la organización.

Y una tercera silla, tenía simbólicamente la representación de Aliaksandr Bialiatski, defensor de derechos humanos, quien está detenido en Bielorrusia, Europa, desde inicios de agosto pasado, él es el vice  presidente de la Federación Internacional de Derechos Humanaos, FIDH, por lo que con este gesto, COFADEH se une a la exigencia de su liberación.

De este modo, el festejo del 29 aniversario, se cubrió de pañuelos blancos, y demostró que hay COFADEH para rato, para seguir dando la lucha, para seguir denunciando y reconociendo la labor de tantas mujeres que continúan en la búsqueda de justicia y de sus hijos e hijas desparecidas, y que compartieron este día con amigas y amigos cercanos y representantes de las agencias de cooperación que son parte importante para el funcionamiento del COFADEH.

Reseña Histórica de COFADEH

En 1981 Honduras retorna al proceso democrático después de 20 años de dictaduras militares, pero este retorno del poder a manos de los civiles no significó respeto al Estado constitucionalista ni a los derechos humanos, por el contrario es en esta época que aplica -siguiendo mandatos de los EE.UU- la doctrina de Seguridad Nacional que ya se aplicaba en la América del Sur.

La doctrina incluía violaciones en forma sistemática y selectiva a los derechos humanos. Las violaciones más emblemáticas fueron las torturas, los asesinatos políticos y las desapariciones forzadas.

Para 1982, 69 familias eran víctima de la desaparición forzada, y a finales de ese año, el 30 de noviembre, 12 familias se aglutinan y conforman el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras. Que nace con objetivos claros y definidos de recuperar con vida a sus parientes desaparecidos por el Estado. En algunos casos se logró el objetivo; en la mayoría de ellos este objetivo no se logró. Entre 1980 y 1989 ciento ochenta y cuatro personas desaparecieron sin que las autoridades investigaran y sancionaran a los responsables.

En 1988 y 1989, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos encontró al Estado de Honduras responsable de la desaparición de Manfredo Velásquez y Saúl Godínez Crúz y lo condenó a indemnizar a los familiares de las víctimas y castigar a los responsables. En el año 2003 el Estado de Honduras volvió a ser condenado en la misma Corte por la desaparición seguida de muerte de Juan Humberto Sánchez, en 1992.

En los años noventa, el Cofadeh reformula sus objetivos, revisa su misión y su visión, e incorpora otros tópicos de trabajo a los ya existentes; incorpora la defensa y representación de víctimas de violaciones graves a los derechos humanos, la promoción y capacitación en derechos humanos, la investigación y documentación de casos. Establece alianzas estratégicas con organismos similares conservando su independencia y su filosofía de trabajo. Así mismo se afilia a organismos regionales de derechos humanos como FEDEFAM en 1983 y a la CODEHUCA en 1993, ambos con estatus consultivo II ante las Naciones Unidas.

A mitad de los años noventa emprende la tarea de recuperar de los cementerios clandestinos los restos de los desaparecidos, actividad que después de legitimarse coordina con la Fiscalía Especial de Derechos Humanos del Ministerio Público.

A partir del año de 1998, incorpora a su trabajo la defensa de los derechos colectivos, el derecho al medio ambiente y el derecho a la libertad de expresión. Así mismo ha contribuido a la desmilitarización del país y la construcción de procesos democráticos y la vigilancia permanente de las actuaciones de los cuerpos de seguridad del Estado en la esfera de los derechos humanos y la seguridad pública.

En el año 2001, el Estado de Honduras le otorga personalidad Jurídica, bajo resolución 24-2001 y en este mismo año se hace acreedor al Premio Nacional de Derechos Humanos que anualmente otorga el Comisionado Nacional para la Protección de los Derechos Humanos.

A la fecha el Cofadeh es una fuente obligada de consulta en materia de derechos humanos y seguridad pública, forma parte de importantes coaliciones de la sociedad civil, y es interlocutor de los organismos internacionales especializados en derechos humanos. A la par de forjar su legitimidad y credibilidad a nivel técnico político, ha desarrollado su institucionalidad.

A partir de este año le apuesta junto a la organización CICA a los campamentos de Observación de derechos humanos con defensoras y defensores del mundo. Zacate Grande ha sido la experiencia piloto y se tienen identificadas otras zonas cuyo común denominador es las serias violaciones a los derechos humanos que se llevan a cabo por grupos poderosos, policías, militares y otros operadores de justicia.



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