lunes, 5 de septiembre de 2011

Stella Calloni: Plan Cóndor de ayer y de hoy

Foto Dick Emanuelsson
Por Dick y Miriam Emanuelsson

Durante cuatro décadas ha investigado, escrito y denunciado sobre uno de los más crueles operativos de exterminio y guerra psicológica que ha conocido el continente americano; la Operación Cóndor

Durante casi 85 minutos la periodista Stella Calloni, habló con fluidez, manejando las pausas, sin perder el hilo un segundo. Conoce su tema, cada detalle, tema que tiene sus diferentes variantes en el mundo, aunque su origen y fuente es el mismo: el imperialismo estadounidense.

La Operación Cóndor pretendía eliminar el opositor político en todos los sentidos, hasta terminar con su vida. En Asunción, capital de Paraguay, una tarde noche del año 2001, estaba un pequeño grupo de víctimas de la dictadura de Alfredo Stroessner. El general era una pieza clave en la Operación cuyo arquitecto principal se llamaba Henry (nacido Heinz) Alfred Kissinger, de origen judío alemán. Los paraguayos habían logrado sobrevivir el horror en el campamento de concentración “Emboscada” y relataron sus terribles experiencias.

Sobre todos esos temas y muchos más ha investigado y sigue investigando Stella Calloni, a la que encontramos una soleada tarde de otoño tibio, en su Buenos Aires.

– El antecedente de la Operación Cóndor se puede decir que fue la “Operación Fénix", que la CIA comenzó en el 1965 en el sur asiático. Ahí salieron las ideas de los traslados de prisioneros a centros clandestinos de reclusión, lejanos a sus lugares de origen para que se perdieran de sus familias y desparecerlos tranquilamente. También usaron la Operación Fénix para buscar blancos, es decir víctimas, que eran importantes figuras que podían estar denunciando la política de Estados Unidos en la región, a ellos los mataban. Estos son algunos antecedentes básicos.

– Otro elemento básico que tenemos aquí de la Operación Cóndor, fue tanto la “Operación Independencia” de 1975 que se hizo en Tucumán (provincia del norte de Argentina) donde se aplicó por primera vez, abiertamente, la “Contrainsurgencia”, que fue la metodología básica para Estados Unidos en los años ´60.

– Otro plan fue “Operación Colombo” que fue realizada por Pinochet con la contribución del periodismo, de periodistas del diario Novo O'Díadel Sur de Brasil”, de periodistas chilenos, mexicanos y argentinos. Uno de ellos se llama Manuel Acuña y está libre, que participó con la Triple “A” (-AAA- Alianza Anticomunista Argentina). 

La ONU pidió a Pinochet (aclaración) por 119 personas desaparecidas en 1975. Pero Pinochet no estaba interesado en entregar datos ni cuerpos de los 119 desaparecidos. Los desapareció y creó un montaje macabro a través de periodistas que se vendieron completamente a la dictadura. Armaron el montaje donde el vespertino La Segunda puso como titulo “EXTERMINADOS COMO RATAS”. Es decir, dejaban entrever que se mataron entre ellos, en el sur de Brasil. Aparecieron cinco cadáver en un lugar, al otro día cinco más, y el mensaje era que la misma izquierda se había asesinado.

Con los años y el trabajo periodístico uno topa con personas que han sido víctimas o familiares de las victimas de la Operación Cóndor. Una de ellas es Juana González Hinostroza, hermana de Hernán “Galo”, 26 años y Maria-Elena González, 22 años, desaparecidos el 15 de agosto de 1974 durante la llamada “Operación Colombo”. Juana, exiliada en Suecia desde 1977, no ha descansado un solo minuto para tener certeza sobre la suerte corrida por sus dos hermanos. 

Logró que el municipio de Järfälla en las afueras de Estocolmo hiciera un pequeño “Parque de Paz”, sembrando una decena de árboles en homenaje a la misma cantidad de desaparecidos chilenos. El municipio recibió durante los años aproximadamente mil chilenos como exiliados.

Pinochet tenía en esa época un asesor, Orlando Bosch, un cubano-americano de Miami y otros que constituían un núcleo muy fuerte de contrarrevolucionarios activos.
– Ellos ya habían desarrollado, desde antes, un plan que se llamaba “La guerra por los caminos del mundo”, que era ir a hacer atentados en distintos países, matar personas que ayudaran a Cuba o que tenían relación con Cuba, y destruir empresas.

Stella Calloni comienza a enumerar acciones terroristas o asesinatos selectivos ejecutados por diferentes sicarios, matones o comandos especiales de origen policial o militar. Pero todos estos diferentes organismos eran el resultado de una política elaborada por el Pentágono y los diferentes organismos de inteligencia o de seguridad como la CIA.

En Buenos Aires fue asesinado, en 1974, el jefe del ejército chileno, Carlos Prats, general constitucionalista. También fueron asesinados el general uruguayo, Ramón Trabal en París, 1974, y el ministro de defensa de Salvador Allende, Orlando Letelier, en Washington, el 21 de septiembre de 1976. Todos ellos fueron asesinados a la sombra de la Operación Cóndor y ejecutados por una combinación de propios agentes de los diferentes países del Cono Sur y grupos americanos-cubanos con sede en el Sur de Florida.

En Santiago de Chile, en noviembre de 1975, se reunieron diferentes organismos de inteligencia militar y de seguridad de diferentes países del Cono Sur. La reunión fue convocada por Manuel Contreras, jefe de la entonces policía política de Pinochet, DINA, donde firmaron el Pacto mediante el cual entablaron una red de inteligencia de recopilación de datos sobre refugiados y disidentes. El intercambio de tareas comenzó a ser más sistematizado.

– Era tan secreto el Pacto que no podemos decir que fueron informadas todas las redes militares. Prefirieron mantenerlos en un estrecho margen. ¿Por qué? Porque Pinochet cumplió lo que era la Operación Cóndor, (eliminar) a personajes importantes. Él puso el ojo en Prats, después, en 1975, sobre Bernardo Leighton y su esposa en Roma, que fue disparado por Virgilio Paz, un cubano de Miami que está libre como Luís Posada Carriles, que apoyaba todo esto desde su posición en la DISIP (policía política secreta venezolana).

– Este grupo de terroristas cubanos de Miami tienen un papel preponderante porque han estado en casi todos los actos de la Operación Cóndor. Estuvieron en el asesinato de Prats, de Letelier junto con Michael Townley, un agente de la CIA de Estado Unidos y hasta con las tres A–AAA–Alianza Anticomunista Argentina. Lamentablemente no se ha interrogado sobre ese tema. No sólo le deben a Cuba un largo camino de justicia que hay que recorrer, sino a nosotros, en América Latina. También Honduras, Panamá o Nicaragua, porque eran (el grupo de cubanos) la avanzada de la CIA. Los cubanos manejaban el idioma. Además, como cubanos cometían los crímenes rodeados de impunidad.

Las dictaduras militares en el Cono Sur, incluyendo a Bolivia y Brasil, crearon una red criminal en la que intercambiaban informaciones. Interceptaron las comunicaciones y torturaron, encarcelaron, trasladaron presos políticos, desaparecieron y eliminaron físicamente a decenas de miles de ciudadanos, como está haciendo el terrorismo de estado colombiano, que cuenta con el mismo patrón de esa época; Estados Unidos.

En la entrevista completa con Stella Calloni, la investigadora hace una comparación de la Operación Cóndor de esa época, con la de hoy. La guerra de baja intensidad en Centroamérica sigue, con otra modalidad pero con la misma finalidad; mantener el dominio de Estados Unidos en su “Patio Trasero”. El golpe de estado en Honduras, el 28 de junio de 2009, es un ejemplo que en casos extremos, no es descartable un golpe militar. 

El Departamento de Estado presiona a gobiernos latinoamericanos y del Caribe de implementar e imponer legislaciones antiterroristas con el pretexto de combatir el narcotráfico. Si “El Enemigo Interno” ayer el comunista, el revolucionario, el sindicalista, el líder popular en el barrio, pues hoy pinta un fantasma de narcoterroristas para militarizar a las sociedades y las legislaciones para poder dominar y controlar el continente.

Manuel Contreras, hoy preso por crímenes de lesa humanidad, respondió sobre el origen de las tareas que: “lo hicimos en nombre de la CIA. Cumplimos las ordenes de Bush” (padre).
 
Como en la época de la Operación Cóndor, los medios ayer y hoy juegan el mismo papel manipulador para justificar guerras y exterminio del opositor político.

– Los medios masivos de comunicación han sido tomados por ese poder mafioso, criminal e internacional. Los hechos de Libia nos demuestran que son mafiosos, mienten descaradamente, acompañados por todos los medios que sostienen esa mentira sin consultar una sola fuente para saber qué es lo que esta pasando realmente.

– ¿Quiénes son esos “rebeldes” en Libia? Los periodistas no son idiotas útiles, están muy conscientes. Lo que pasa es que ganan mucho dinero. Porque nunca en mi vida había visto periodistas tan ricos, dueños de mansiones, cosas increíbles como estoy viendo ahora. Los periodistas que se dicen “progresistas” ni siquiera se han preguntado ¿de dónde nacieron esos rebeldes libios?

– Nosotros estamos entre recolonización o independencia. Es el título que pusimos a un libro que escribí junto con Víctor Ego Ducrot. Porque eso es lo que tenemos entre nosotros. Esa, verdadera y profundamente, es la instancia que tenemos nosotros para vivir un siglo libre en América Latina. El Siglo XXI, un siglo que comenzó con un genocidio en Irak y Afganistán. No permitamos que se continúe con el genocidio


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