El periodista David Segarra sobrevivió al asalto israelí de la Flotilla de la Libertad hacia Gaza. Un año después, estrena el documental Fuego sobre el Marmara, que ha realizado para la cadena latinoamericana TeleSur. Segarra (Valencia, 1976) avisa en conversación telefónica desde Caracas que será polémico.
¿Cree posible un ataque como el del año pasado?
La posición política y diplomática de Israel es hoy más débil que hace un año. Para Israel, un ataque como el del año pasado sería una un suicidio diplomático.
¿Qué balance hace de la flotilla a Gaza?
Israel no consiguió atemorizar a los activistas. Precisamente por la muerte y el encarcelamiento de tantas personas a raíz del ataque se creó un compromiso y un vínculo de una profunda firmeza entre todos los participantes. Sienten la obligación moral de continuar la lucha por la memoria y el respeto de los nueve muertos que cayeron en el Mavi Marmara. La segunda flotilla está compuesta por 15 barcos y la integran unos 1.500 participantes. Es importante señalar que en Turquía habían recibido 10.000 solicitudes para participar en la flotilla. Irá gente de los cinco continentes. También hay una gran cantidad de israelíes e incluso una superviviente del Holocausto, Hedy Epstein.
El 'Mavi Marmara', aparte de la ayuda humanitaria, también tenía una fortísima carga simbólica...
Dror Feiler, un activista israelí, lo explica muy bien: las claves de la flotilla eran traer ayuda humanitaria para la reconstrucción de Gaza, todos los materiales que prohíbe Israel, como son cemento, hierro, algunas medicinas, productos sanitarios, material educativo y escolar. Pero también romper el bloqueo y dar un mensaje a Israel y al mundo de que en pleno siglo XXI es intolerable que haya un bloqueo que supone un castigo colectivo contra los casi dos millones de habitantes que hay en Gaza, de los cuales la mayoría son menores de edad. También es un mensaje de humanidad. De defensa no sólo de los palestinos, sino también de toda la humanidad. Hoy en día es imposible permanecer tranquilo mientras vemos que otros pueblos son atacados y masacrados.
¿Sabe cómo se preparan los organizadores de la próxima flotilla?
Obviamente, desconozco los detalles técnicos ya que, por motivos de seguridad, no se revelarán, pero sí puedo decir que durante la primera flotilla uno de los puntos clave que sorprendió al Ejército israelí es que la guerra electrónica que lanzó sobre la flotilla falló completamente: al principio cortaron las comunicaciones de internet y de los teléfonos satélites y, a pesar de ello, los encargados de comunicación y de tecnología de la flotilla pudieron superar las interferencias emitiendo en directo las imágenes del ataque al mundo entero.
¿Qué ha cambiado en la región desde la primera flotilla?
En 2010 las dos potencias regionales, Turquía y Egipto, eran aliados muy cercanos a Israel. Ahora Turquía ha roto todas las relaciones y Egipto, tras la caída de Mubarak, se ha visto obligado a escuchar a su opinión pública que mayoritariamente repudia el asedio a Gaza. El nuevo Gobierno de unidad nacional palestino también es un cambio muy significativo.
¿Qué aporta su documental?
Fuego sobre el Marmara tiene un enfoque que sorprenderá al espectador porque no se centra en hechos políticos sino que intenta un acercamiento humano a los participantes. Pretendía reflejar un conflicto eterno de la humanidad en el ciclo de la violencia. Es un enfoque que impactará. Será polémico por los paralelismos que traza.
Israel vetó su entrada durante la próxima década...
Aparentemente tenemos la entrada prohibida en Israel durante los próximos diez años, aunque no he recibido ninguna comunicación oficial. Es curioso que simplemente por haber grabado en vídeo, que es lo que hice yo, tenga prohibida la entrada en un país durante diez años. No sé qué tipo de régimen aplica medidas así.
¿Qué hará con ocasión de la segunda flotilla?
Mi objetivo es entrar en Gaza directamente, ya veremos, para recibir a la flotilla desde allí. Pero también poder contar la historia de Gaza desde dentro, contar las historias reales, humanas y cotidianas. Y la resistencia de la gente.
Usted trabaja en Caracas. ¿Qué visión del conflicto percibe desde América Latina?
Los gobiernos de Brasil, Ecuador y Venezuela fueron los que condenaron más firmemente tanto la operación Plomo Fundido como el ataque al Mavi Marmara. La visión desde América Latina, tanto desde los gobiernos como desde la mayoría de la opinión pública, es de apoyo al pueblo palestino y de condena hacia las acciones del Gobierno de Israel.
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