Rel-UITA escribe a Porfirio Lobo sobre la grave situación en el Bajo Aguán
Por Giorgio Trucchi – Rel-UITA
“Con profunda indignación nos hemos enterado de los últimos actos de barbarie cometidos por las fuerzas policiales y las guardias privadas del señor Miguel Facussé en contra de miembros de organizaciones campesinas del Bajo Aguán”. Así comienza la carta enviada por la Rel-UITA a Porfirio Lobo, para evidenciar la falta de voluntad del régimen hondureño para solucionar el conflicto agrario en esta zona del país.
En la nota enviada este martes (14/6), la Rel-UITA señaló al titular del régimen hondureño la evidente contradicción existente entre sus planteamientos públicos y la dramática realidad que viven miles de familias campesinas. “El pasado 5 de junio, mientras usted celebraba en San Salvador la reincorporación de Honduras a la OEA y se comprometía ante el mundo a velar por el respeto a los derechos humanos, en el Bajo Aguán un fuerte contingente de policías, militares y guardias privadas atacaba a los campesinos del Movimiento Auténtico Reivindicador Campesino del Aguan (MARCA)”, se lee en la nota.
Por Giorgio Trucchi – Rel-UITA
“Con profunda indignación nos hemos enterado de los últimos actos de barbarie cometidos por las fuerzas policiales y las guardias privadas del señor Miguel Facussé en contra de miembros de organizaciones campesinas del Bajo Aguán”. Así comienza la carta enviada por la Rel-UITA a Porfirio Lobo, para evidenciar la falta de voluntad del régimen hondureño para solucionar el conflicto agrario en esta zona del país.
En la nota enviada este martes (14/6), la Rel-UITA señaló al titular del régimen hondureño la evidente contradicción existente entre sus planteamientos públicos y la dramática realidad que viven miles de familias campesinas. “El pasado 5 de junio, mientras usted celebraba en San Salvador la reincorporación de Honduras a la OEA y se comprometía ante el mundo a velar por el respeto a los derechos humanos, en el Bajo Aguán un fuerte contingente de policías, militares y guardias privadas atacaba a los campesinos del Movimiento Auténtico Reivindicador Campesino del Aguan (MARCA)”, se lee en la nota.
Asimismo, el comando invadió las instalaciones del Instituto Nacional Agrario (INA) en Sinaloa, “disparando impunemente contra miembros del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA)”. Casi simultáneamente al brutal ataque, desconocidos interceptaron y asesinaron a tres campesinos del MARCA.
De acuerdo con datos proporcionados por importantes organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, “en los últimos 15 meses han sido asesinados 30 campesinos organizados, mientras que muchos otros han sido heridos, secuestrados, torturados y desaparecidos”, continúa la Rel-UITA.
Ante esta dramática situación, la organización internacional constató “la total falta de voluntad del gobierno para solucionar el conflicto agrario en esta zona del país, para detener la violencia desatada por los cuerpos represivos del Estado y los comandos privados de los terratenientes de la zona”, así como para “cumplir con los acuerdos firmados con las diferentes organizaciones campesinas”.
También, la Rel-UITA se mostró fuertemente preocupada por las recientes declaraciones y acciones emprendidas por el terrateniente y productor palmero Miguel Facussé Barjum, quien desconoció los acuerdos firmados entre Porfirio Lobo y el MUCA en abril de 2010, amenazó con desalojar a las familias campesinas y demandó en los juzgados a monseñor Luis Alfonso Santos y al defensor de los derechos humanos, Andrés Pavón.
Según la Rel-UITA, esos eventos serían un “claro ejemplo de la falta de voluntad (del régimen) para buscar una solución pacífica al conflicto y garantizar el acceso a la tierra para la población de esta región”, así como de promover la investigación de los crímenes que se cometen.
“Hasta el momento, ninguno de estos delitos ha sido investigado a fondo, ni las autoridades encargadas de impartir justicia han castigado a los autores materiales e intelectuales de estos aberrantes crímenes.
De acuerdo con datos proporcionados por importantes organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, “en los últimos 15 meses han sido asesinados 30 campesinos organizados, mientras que muchos otros han sido heridos, secuestrados, torturados y desaparecidos”, continúa la Rel-UITA.
Ante esta dramática situación, la organización internacional constató “la total falta de voluntad del gobierno para solucionar el conflicto agrario en esta zona del país, para detener la violencia desatada por los cuerpos represivos del Estado y los comandos privados de los terratenientes de la zona”, así como para “cumplir con los acuerdos firmados con las diferentes organizaciones campesinas”.
También, la Rel-UITA se mostró fuertemente preocupada por las recientes declaraciones y acciones emprendidas por el terrateniente y productor palmero Miguel Facussé Barjum, quien desconoció los acuerdos firmados entre Porfirio Lobo y el MUCA en abril de 2010, amenazó con desalojar a las familias campesinas y demandó en los juzgados a monseñor Luis Alfonso Santos y al defensor de los derechos humanos, Andrés Pavón.
Según la Rel-UITA, esos eventos serían un “claro ejemplo de la falta de voluntad (del régimen) para buscar una solución pacífica al conflicto y garantizar el acceso a la tierra para la población de esta región”, así como de promover la investigación de los crímenes que se cometen.
“Hasta el momento, ninguno de estos delitos ha sido investigado a fondo, ni las autoridades encargadas de impartir justicia han castigado a los autores materiales e intelectuales de estos aberrantes crímenes.
Antes bien - continúa la nota -, hay centenares de juicios iniciados contra los campesinos organizados, y continúan los desalojos, las amenazas, el hostigamiento y el terror, en una región donde los terratenientes y los productores palmeros parecen haber instalado un ‘Estado dentro del Estado’”.
Finalmente, la Rel-UITA advirtió que no dejará de “denunciar todos estos hechos, en todos los ámbitos competentes a nivel internacional” y exhortó a Porfirio Lobo a que “haga cesar de inmediato la represión, se investiguen los crímenes cometidos contra la población campesina, se conduzca a los responsables ante la justicia”, así como a respetar todos los acuerdos alcanzados con las organizaciones campesinas.
También, expresó creer que es necesario impulsar un procesos de reforma agraria “que permita el acceso a la tierra y a una vida digna para las miles de familias campesinas”, que siguen siendo excluidas “por la voracidad de unos pocos terratenientes sin escrúpulos”, concluye la nota.
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