Una denuncia por los delitos de ejecuciones extrajudiciales, crímenes contra la humanidad y otras violaciones graves de derechos humanos contra el dictador Roberto Micheletti, fue presentada en la Corte del Distrito Sur de Texas de los Estados Unidos, este jueves 23 de junio, según detalla un comunicado del Centro de Derechos Constitucionales, CCR, organización que interpuso la denuncia junto al COFADEH.
En un documento bajo el título "Padres de activista adolescente asesinado en Honduras después del golpe de Estado ilegal inician una denuncia contra Micheletti", el CCR señala que "Hoy, casi 2 años después del golpe de estado en Honduras, el Centro de Derechos Constitucionales (CCR) presentó una denuncia ante la Corte Federal del Distrito Sur de Texas en nombre de Davíd Murillo y Silvia Mencías, los padres de Isis Obed Murillo, quien fue 19 años de edad cuando fue asesinado por las fuerzas militares de Honduras durante una manifestación pacífica contra el golpe de estado militar del 28 de junio del 2009.
El acusado es Roberto Micheletti Baín, ex-presidente del Congreso Nacional de Honduras, quien asumió el papel de presidente de facto de Honduras inmediatamente después del golpe de estado que derrocó el Presidente Zelaya. La denuncia detalla ejecuciones extrajudiciales, crímenes contra la humanidad de asesinato y persecución, muerte por negligencia y otras graves violaciones de derechos humanos que ocurrieron en Honduras bajo la autoridad y/o la dirección de Micheletti".
“No quiero más derramamiento de sangre,” dijo Silvia Mencías, madre del adolescente asesinado. “No quiero que ninguna otra madre sufra como yo.”
“Yo era amigo de Isis Obed, su maestro y su padre. Hemos cargado con un viacrucis de dolor, pero el legado de Isis Obed – los principios con que le criamos – no se desaparece de nuestra mente,” dijo David Murillo, padre de Isis Obed. “En la vida y en su trabajo con organizaciones sociales él estaba apegado a defender los derechos de los demás.”
El 5 de julio 2009 Presidente Zelaya intentó regresar a Honduras y reestablecer el gobierno que fue elegido democráticamente. Zelaya intentó viajar a Honduras por avión y aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Toncontin en la capital de Tegucigalpa. Isis Murillo, un activista de 19 años de edad, y su familia se juntaron con miles de otras personas en contra del golpe de estado, para participar en una reunión no-violenta y pacífica para darle la bienvenida a casa y apoyar el restablecimiento del gobierno. Cuando el avión intentó y aterrizar, Isis Murillo fue disparado en la cabeza por militares hondureños y se falleció unos momentos después.
“El asesinato de Isis Murillo fue cometido como parte de una grave campaña de represión por el gobierno de facto que siguió inmediatamente después del golpe de estado,” dijo Pamela Spees, abogada con el Centro de Derechos Constitucionales. “El hijo de nuestro cliente fue víctima de los ataques sistemáticos y la privación de los derechos fundamentales que sucedieron bajo el régimen ilegítimo de Micheletti.”
Subsiguiente al asesinato de Isis, el demandante y su familia fueron sometidos a vigilancia y hostigamiento por la policía y otras autoridades. Este hostigamiento se llevó a cabo en un contexto que abogados describen como una represión intensa y persecución política que empezaron bajo el régimen de Micheletti dirigida contra del Frente Nacional de Resistencia Popular, que formó en oposición al golpe de estado, y también en contra de periodistas y otros grupos de pie en oposición.
"¿Cómo es posible el perdón si no hay investigación, sanción ni reparación - cuando hay impunidad?" dijo Bertha Oliva, Directora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), el cual presento la demanda en conjunto con el Centro de Derechos Constitucionales. "Como miembros de familia de las personas que fueron víctimas de desapariciones forzadas por razones políticas e ideológicas, sabemos muy bien que la reconciliación no se alcanza a través del perdón y el olvido de las atrocidades. Necesitamos la verdad y la justicia para movernos adelante."
El acusado es Roberto Micheletti Baín, ex-presidente del Congreso Nacional de Honduras, quien asumió el papel de presidente de facto de Honduras inmediatamente después del golpe de estado que derrocó el Presidente Zelaya. La denuncia detalla ejecuciones extrajudiciales, crímenes contra la humanidad de asesinato y persecución, muerte por negligencia y otras graves violaciones de derechos humanos que ocurrieron en Honduras bajo la autoridad y/o la dirección de Micheletti".
“No quiero más derramamiento de sangre,” dijo Silvia Mencías, madre del adolescente asesinado. “No quiero que ninguna otra madre sufra como yo.”
“Yo era amigo de Isis Obed, su maestro y su padre. Hemos cargado con un viacrucis de dolor, pero el legado de Isis Obed – los principios con que le criamos – no se desaparece de nuestra mente,” dijo David Murillo, padre de Isis Obed. “En la vida y en su trabajo con organizaciones sociales él estaba apegado a defender los derechos de los demás.”
El 5 de julio 2009 Presidente Zelaya intentó regresar a Honduras y reestablecer el gobierno que fue elegido democráticamente. Zelaya intentó viajar a Honduras por avión y aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Toncontin en la capital de Tegucigalpa. Isis Murillo, un activista de 19 años de edad, y su familia se juntaron con miles de otras personas en contra del golpe de estado, para participar en una reunión no-violenta y pacífica para darle la bienvenida a casa y apoyar el restablecimiento del gobierno. Cuando el avión intentó y aterrizar, Isis Murillo fue disparado en la cabeza por militares hondureños y se falleció unos momentos después.
“El asesinato de Isis Murillo fue cometido como parte de una grave campaña de represión por el gobierno de facto que siguió inmediatamente después del golpe de estado,” dijo Pamela Spees, abogada con el Centro de Derechos Constitucionales. “El hijo de nuestro cliente fue víctima de los ataques sistemáticos y la privación de los derechos fundamentales que sucedieron bajo el régimen ilegítimo de Micheletti.”
Subsiguiente al asesinato de Isis, el demandante y su familia fueron sometidos a vigilancia y hostigamiento por la policía y otras autoridades. Este hostigamiento se llevó a cabo en un contexto que abogados describen como una represión intensa y persecución política que empezaron bajo el régimen de Micheletti dirigida contra del Frente Nacional de Resistencia Popular, que formó en oposición al golpe de estado, y también en contra de periodistas y otros grupos de pie en oposición.
"¿Cómo es posible el perdón si no hay investigación, sanción ni reparación - cuando hay impunidad?" dijo Bertha Oliva, Directora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), el cual presento la demanda en conjunto con el Centro de Derechos Constitucionales. "Como miembros de familia de las personas que fueron víctimas de desapariciones forzadas por razones políticas e ideológicas, sabemos muy bien que la reconciliación no se alcanza a través del perdón y el olvido de las atrocidades. Necesitamos la verdad y la justicia para movernos adelante."
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