Con un discurso unificado, las centrales obreras denunciaron y condenaron en la celebración del Día del Trabajo lo que ellos llaman "privatizaciones disfrazadas" en las empresas del Estado, varios decretos ejecutivos emitidos por el presidente Porfirio Lobo Sosa, la creación de las Ciudades Modelos, la Ley de Empleo Temporal y las reformas sobre el plebiscito y el referéndum.
Asimismo, la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), la Central General de Trabajadores (CGT) y la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) demandaron seguridad, empleo, mejores condiciones de vida, una Asamblea Constituyente y el retorno del ex presidente Manuel Zelaya.
La marcha se llevó a cabo desde las inmediaciones de Casa Barahona, en el barrio La Granja de Comayagüela, hasta el parque central de Tegucigalpa, donde dirigentes de la CUTH, la CTH y la CGT leyeron el documento de demandas.
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