Los campesinos (as) organizados en diferentes organizaciones de cobertura nacional se tomaron masivamente las calles de la ciudad capital, Tegucigalpa, en demanda para que se rectifique por la derogación del Decreto 18-2008, emitiendo uno nuevo que lo restaure.
El decreto que fue derogado por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia por presiones de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras, FENAGH, facultaba al Instituto Nacional Agrario INA, para expropiar tierras ociosas, las que habían sido recuperadas desde hace treinta años por parte de los campesinos.
Aprobado en el progresista gobierno de José Manuel Zelaya Rosales, la figura legal tenía como propósito hacer efectivo el derecho a la tierra de miles de familias campesinas en todo el país.
En una nutrida movilización y desoyendo los avisos de desalojo y represión, los trabajadores del campo se agolparon frente a las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia y en los bajos del Congreso Nacional, donde se observó un gran despliegue de efectivos militares.
Los manifestantes dejaron oír su voz en sendos discursos, para que se derogue además, la Ley Antiterrorista, reclamo que hicieron de manera enfática, por considerar que vulnera flagrantemente los legítimos derechos y conquistas del campesinado.
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