viernes, 6 de agosto de 2010

Reportaje especial - República Dominicana: un desarrollo turístico a la medida del capital transnacional




















Las contradicciones de un modelo que concentra riqueza y redistribuye pobreza


Por Giorgio Trucchi – ALBA SUD/Rel-UITA

El segundo Seminario sobre “Turismo y desarrollo en Centroamérica, México y El Caribe”, organizado por ALBA SUD, el Grupo de Investigación en Sostenibilidad y Territorio de la Universidad de las Islas Baleares (GIST) y Fundación PRISMA el pasado mes de julio 2010 en República Dominicana, volvió a evidenciar la aparente paradoja de un modelo turístico de enclave que, en lugar de producir desarrollo humano y beneficios para las poblaciones, acentúa los índices de pobreza y concentra la riqueza en pocas manos. República Dominicana, uno de los más importantes destinos turísticos a nivel mundial, es el espejo que refleja esta contradicción.

El turismo constituye la mayor industria del mundo. Si incluimos las actividades auxiliares, genera el 11 por ciento del Producto Mundial Bruto y de las exportaciones. Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en medio siglo ese sector aumentó en 28 veces sus números, pasando de 25 millones de turistas en 1950 a casi 800 millones en 2004. Las previsiones para 2010 son abrumadoras. Con un aumento del 4.1 por ciento, los turistas en el mundo llegarían a 1,018 millones.

En América Latina y El Caribe se concentra aproximadamente el 9 por ciento del turismo mundial y buena parte de este fenómeno es de origen transnacional, sobre todo español y en su mayoría balear. Empresas como Sol Meliá (la primera cadena hotelera en el continente), Barceló, RIU, Iberostar, NH, entre otras, han impulsado sus modelos “sol y playa” y “todo incluido”, extendiendo el número de habitaciones y de establecimientos, y multiplicando sus ganancias (en 2008, estas cinco cadenas hoteleras facturaron casi 5,800 millones de euros a nivel mundial, según datos recogidos por Hosteltur).

El caso de República Dominicana

La República Dominicana es un claro ejemplo de país en vías de desarrollo que ha experimentado un extraordinario crecimiento turístico. Con un incremento anual promedio del 9 por ciento en visitantes extranjeros y una expansión agresiva de la capacidad hotelera (casi 65 mil habitaciones en 2008), este país caribeño se ha transformado en las últimas décadas en uno de los principales destinos turísticos de la región.

Las inversiones en el sector turístico superaron los 11 mil millones de dólares en 2009 y ese mismo año se duplicó el presupuesto nacional destinado a la promoción exterior de República Dominicana como destino turístico (de 22 a 44 millones de dólares).
4.3 millones fueron los visitantes en 2008 (el 34 por ciento proveniente de Estados Unidos), de los cuales medio millón de personas llegaron en cruceros.
Asimismo, la Tesorería Nacional de la República Dominicana anunció que en 2007 los ingresos fiscales provenientes de la actividad turística en el país alcanzaron los 170 millones de dólares.

Según el ministro de Turismo de ese país, Francisco Javier García, la República Dominicana se ha convertido en una especie de imán. “El turismo es el sector más pujante y decisivo de la economía dominicana, y se consolida como la 'locomotora' del desarrollo económico del país caribeño”.

Sin embargo, para muchos dominicanos y dominicanas esta ‘locomotora’ transitó muy lejos de su casa, y se perdió en el horizonte sin dejar rastro alguno.

LEER TODO EL REPORTAJE:

http://www.albasud.org/noticia/116/republica-dominicana-un-desarrollo-turistico-a-la-medida-del-capital-transnacional



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