Atentado en plena calle deja un saldo de un muerto y dos heridos
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
El cuñado del vicepresidente del STIBYS, Porfirio Ponce, fue asesinado bajo una lluvia de balas. Su padre y su hermana fueron heridos pero se encuentran fuera de peligro. Crece la escalada de violencia contra el pueblo hondureño.
Visiblemente conmocionado por lo ocurrido, el vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), Porfirio Ponce, relató a Sirel que en la tarde de ayer, 10 de junio, dos hombres se bajaron de un vehículo y atacaron a balazos el carro en el que se transportaban su cuñado, Oscar Molina, su hermana Griselda Ponce y su papá Porfirio Ponce. “Fue un ataque salvaje. Mientras se habían detenido en un semáforo, dos hombres se bajaron de un carro y comenzaron a disparar. Recibieron 42 disparos y mi cuñado murió”.
“Afortunadamente, mi papá y mi hermana no fueron heridos de gravedad y se están recuperando. Parece bastante obvio el porqué de este ataque. Honduras está sumergida en una espiral de violencia muy preocupante”, dijo Ponce.
Después del golpe de Estado, el STIBYS ha sido objeto de una constante campaña represiva. Su sede central en Tegucigalpa fue violentada por militares y objeto de disparos, ráfagas y atentados con bombas artesanales.
Su presidente y miembro de la coordinación nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), Carlos H. Reyes, denunció haber recibido amenazas de muerte. Asimismo, la sede sindical de San Pedro Sula fue atacada por hombres armados, que hirieron de gravedad al tesorero de esa Seccional, Douglas Gómez.
En febrero pasado, la residencia de Porfirio Ponce fue atacada por hombres encapuchados, quienes se llevaron su computadora y dejaron su cama llena de sangre.
Otro ataque
Poco antes de que se consumara el ataque asesino contra los familiares del vicepresidente del STIBYS, en la zona central del país, la secretaria de Finanzas del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), profesora Carolina Pineda, sufría un atentado por parte de hombres encapuchados que interceptaron el vehículo que conducía y le dispararon con armas de grueso calibre. Pineda logró escapar de sus atacantes refugiándose en una casa particular en la que le brindaron protección.
La profesora Pineda es directiva de una de las organizaciones magisteriales más comprometidas con la lucha contra el golpe, y había denunciado constantes amenazas recibidas a través de llamadas telefónicas y mensajes por celular.
Mientras buena parte de la comunidad internacional sigue prestando oídos sordos al clamor que se levanta de las entrañas de Honduras, la estrategia represiva no se detiene.
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
El cuñado del vicepresidente del STIBYS, Porfirio Ponce, fue asesinado bajo una lluvia de balas. Su padre y su hermana fueron heridos pero se encuentran fuera de peligro. Crece la escalada de violencia contra el pueblo hondureño.
Visiblemente conmocionado por lo ocurrido, el vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), Porfirio Ponce, relató a Sirel que en la tarde de ayer, 10 de junio, dos hombres se bajaron de un vehículo y atacaron a balazos el carro en el que se transportaban su cuñado, Oscar Molina, su hermana Griselda Ponce y su papá Porfirio Ponce. “Fue un ataque salvaje. Mientras se habían detenido en un semáforo, dos hombres se bajaron de un carro y comenzaron a disparar. Recibieron 42 disparos y mi cuñado murió”.
“Afortunadamente, mi papá y mi hermana no fueron heridos de gravedad y se están recuperando. Parece bastante obvio el porqué de este ataque. Honduras está sumergida en una espiral de violencia muy preocupante”, dijo Ponce.
Después del golpe de Estado, el STIBYS ha sido objeto de una constante campaña represiva. Su sede central en Tegucigalpa fue violentada por militares y objeto de disparos, ráfagas y atentados con bombas artesanales.
Su presidente y miembro de la coordinación nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), Carlos H. Reyes, denunció haber recibido amenazas de muerte. Asimismo, la sede sindical de San Pedro Sula fue atacada por hombres armados, que hirieron de gravedad al tesorero de esa Seccional, Douglas Gómez.
En febrero pasado, la residencia de Porfirio Ponce fue atacada por hombres encapuchados, quienes se llevaron su computadora y dejaron su cama llena de sangre.
Otro ataque
Poco antes de que se consumara el ataque asesino contra los familiares del vicepresidente del STIBYS, en la zona central del país, la secretaria de Finanzas del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), profesora Carolina Pineda, sufría un atentado por parte de hombres encapuchados que interceptaron el vehículo que conducía y le dispararon con armas de grueso calibre. Pineda logró escapar de sus atacantes refugiándose en una casa particular en la que le brindaron protección.
La profesora Pineda es directiva de una de las organizaciones magisteriales más comprometidas con la lucha contra el golpe, y había denunciado constantes amenazas recibidas a través de llamadas telefónicas y mensajes por celular.
Mientras buena parte de la comunidad internacional sigue prestando oídos sordos al clamor que se levanta de las entrañas de Honduras, la estrategia represiva no se detiene.
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