por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
En el marco de la Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas 4”, que se desarrollará del 14 al 18 de mayo en Madrid, España, se llevará a cabo una sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), en la que se presentarán acusaciones contra 40 empresas transnacionales con base en la Unión Europea, por violaciones a los derechos humanos, laborales y ambientales en América Latina. Grupo Pescanova es una de ellas.
Entre 2004 y 2007, el Grupo Pescanova adquirió en Nicaragua las empresas Servicios y Contrataciones SA (SERVICONSA) y Camarones de Nicaragua SA (CAMANICA), y en 2008 inauguró, en el departamento occidental de Chinandega, la planta de procesado y congelación de langostino más grande de América Latina.
Con una superficie global de 20 mil metros cuadrados y una inversión de 60 millones de dólares, la nueva planta empleará a 2 mil trabajadores permanentes y podrá sacar al mercado 30 mil toneladas de producto anuales, con un facturado por encima de los 100 millones de dólares.
Además, el Grupo Pescanova cuenta con un laboratorio de larvas capaz de producir 500 millones de unidades, y una concesión de 5 mil hectáreas marinas dedicadas específicamente al cultivo del camarón en el Golfo de Fonseca.
Han pasado menos de dos años y ahora el Grupo Pescanova estará sentado en el banquillo de los acusados del TPP.
Sirel conversó con Martha Flores, miembro del Movimiento Social Nicaragüense “Otro Mundo es Posible”, quien presentará el caso del Grupo Pescanova en la sesión de Madrid.
-¿Cuáles son las acusaciones contra el Grupo Pescanova?
-La demanda contra esta transnacional española tiene que ver con tres tipos de violaciones que está cometiendo en Nicaragua: la violación a los derechos laborales y sindicales de sus trabajadores y trabajadoras, la contaminación junto a la destrucción ambiental, y el desplazamiento forzoso de cooperativas y comunidades locales.
-¿Cómo son las condiciones de trabajo en la planta de Chinandega en Nicaragua?
-Ya tenemos algunos años de estar investigando al Grupo Pescanova y hemos recogido diferentes testimonios de trabajadores y ex trabajadores.
Hay una permanente violación a sus derechos laborales y sindicales. Al mismo tiempo buena parte del personal es contratado y recontratado temporalmente, y así con este sistema pasa años sin poder gozar de las prestaciones laborales.
No existe libertad de organización sindical y los que intentaron conformar un sindicato fueron despedidos antes de iniciar los trámites en el Ministerio del Trabajo.
Al mismo tiempo, hay fuertes denuncias por el maltrato que se les da a los trabajadores y por la amenazas de despido.
Las jornadas laborales son por turnos de 12 horas, sin embargo en temporada alta las metas que pone la empresa son inalcanzables y los trabajadores tienen que prolongar su permanencia en la empresa para poder ganar un poco más.
También hay serios problemas con las condiciones de seguridad e higiene ocupacional.
-¿De qué manera se afecta la salud y la seguridad de los trabajadores?
-El equipamiento de protección es inadecuado, sobre todo para los trabajadores que usan un químico, el metabisulfito, para limpiar el camarón.
Aparte, los trabajadores que entran a las 6 de la mañana no tienen tiempo de desayunar en sus casas y recientemente la empresa suspendió la pausa para la merienda. De esa manera hay muchos trabajadores que pasan casi todo el día sin comer y esto está generando muchos casos de gastritis y ulcera.
Otras denuncias tienen que ver las restricciones para ir al baño, la mala calidad de la comida preparada por la empresa, la fuerte iluminación artificial y la falta de ventilación. Estas condiciones están generando disturbios estomacales, migraña y vértigos en los trabajadores.
También hay muchos casos de problemas de circulación, varices y dolores de espalda por las extenuantes jornadas laborales siempre de pie y de lesiones por esfuerzos repetitivos (LER).
-¿De qué manera la planta del Grupo Pescanova está afectando a las poblaciones locales?
-Hubo un fenómeno de desplazamiento de las cooperativas camaroneras en la región occidental de Nicaragua. Muchas de ellas están desapareciendo por falta de recursos y crédito y las pocas que quedan están casi obligadas a vender toda su producción a esta transnacional.
En toda esta situación hay una corresponsabilidad de los diferentes gobiernos que se ha sucedido en el país. Las cooperativas endeudadas tienen que ceder sus concesiones del espacio marítimo y el Estado se las otorga a las transnacionales o a empresarios nacionales, que después hacen negocios con estas empresas.
En este momento el Grupo Pescanova tiene una concesión de 5 mil hectáreas marinas para poner sus granjas de producción y goza del régimen fiscal de Zona Franca
-¿Qué delitos ambientales han podido detectar en las actividades del Grupo Pescanova?
-El problema más grave es la destrucción de los manglares para la construcción de granjas camaroneras.
Además de ser grandes receptores de CO2, convirtiéndolos en un elemento importante de mitigación del cambio climático, los manglares albergan muchas especies que son el alimento natural para diferentes tipos de peces. Su destrucción está provocando la extinción de varias especies que son fuente de alimentación y entradas económicas para las poblaciones locales.
-¿Qué es lo que esperan del TPP?
-Vamos a presentar la denuncia y esperamos que haya una condena para el Grupo Pescanova y para los gobiernos de Nicaragua, que están obligados a velar por el bienestar de la población.
También, vamos a ponernos en contacto con la organización de Chile que acusó al Grupo Pescanova en una pasada sesión del TPP, para intercambiar informaciones y estudiar acciones conjuntas.
Entre 2004 y 2007, el Grupo Pescanova adquirió en Nicaragua las empresas Servicios y Contrataciones SA (SERVICONSA) y Camarones de Nicaragua SA (CAMANICA), y en 2008 inauguró, en el departamento occidental de Chinandega, la planta de procesado y congelación de langostino más grande de América Latina.
Con una superficie global de 20 mil metros cuadrados y una inversión de 60 millones de dólares, la nueva planta empleará a 2 mil trabajadores permanentes y podrá sacar al mercado 30 mil toneladas de producto anuales, con un facturado por encima de los 100 millones de dólares.
Además, el Grupo Pescanova cuenta con un laboratorio de larvas capaz de producir 500 millones de unidades, y una concesión de 5 mil hectáreas marinas dedicadas específicamente al cultivo del camarón en el Golfo de Fonseca.
Han pasado menos de dos años y ahora el Grupo Pescanova estará sentado en el banquillo de los acusados del TPP.
Sirel conversó con Martha Flores, miembro del Movimiento Social Nicaragüense “Otro Mundo es Posible”, quien presentará el caso del Grupo Pescanova en la sesión de Madrid.
-¿Cuáles son las acusaciones contra el Grupo Pescanova?
-La demanda contra esta transnacional española tiene que ver con tres tipos de violaciones que está cometiendo en Nicaragua: la violación a los derechos laborales y sindicales de sus trabajadores y trabajadoras, la contaminación junto a la destrucción ambiental, y el desplazamiento forzoso de cooperativas y comunidades locales.
-¿Cómo son las condiciones de trabajo en la planta de Chinandega en Nicaragua?
-Ya tenemos algunos años de estar investigando al Grupo Pescanova y hemos recogido diferentes testimonios de trabajadores y ex trabajadores.
Hay una permanente violación a sus derechos laborales y sindicales. Al mismo tiempo buena parte del personal es contratado y recontratado temporalmente, y así con este sistema pasa años sin poder gozar de las prestaciones laborales.
No existe libertad de organización sindical y los que intentaron conformar un sindicato fueron despedidos antes de iniciar los trámites en el Ministerio del Trabajo.
Al mismo tiempo, hay fuertes denuncias por el maltrato que se les da a los trabajadores y por la amenazas de despido.
Las jornadas laborales son por turnos de 12 horas, sin embargo en temporada alta las metas que pone la empresa son inalcanzables y los trabajadores tienen que prolongar su permanencia en la empresa para poder ganar un poco más.
También hay serios problemas con las condiciones de seguridad e higiene ocupacional.
-¿De qué manera se afecta la salud y la seguridad de los trabajadores?
-El equipamiento de protección es inadecuado, sobre todo para los trabajadores que usan un químico, el metabisulfito, para limpiar el camarón.
Aparte, los trabajadores que entran a las 6 de la mañana no tienen tiempo de desayunar en sus casas y recientemente la empresa suspendió la pausa para la merienda. De esa manera hay muchos trabajadores que pasan casi todo el día sin comer y esto está generando muchos casos de gastritis y ulcera.
Otras denuncias tienen que ver las restricciones para ir al baño, la mala calidad de la comida preparada por la empresa, la fuerte iluminación artificial y la falta de ventilación. Estas condiciones están generando disturbios estomacales, migraña y vértigos en los trabajadores.
También hay muchos casos de problemas de circulación, varices y dolores de espalda por las extenuantes jornadas laborales siempre de pie y de lesiones por esfuerzos repetitivos (LER).
-¿De qué manera la planta del Grupo Pescanova está afectando a las poblaciones locales?
-Hubo un fenómeno de desplazamiento de las cooperativas camaroneras en la región occidental de Nicaragua. Muchas de ellas están desapareciendo por falta de recursos y crédito y las pocas que quedan están casi obligadas a vender toda su producción a esta transnacional.
En toda esta situación hay una corresponsabilidad de los diferentes gobiernos que se ha sucedido en el país. Las cooperativas endeudadas tienen que ceder sus concesiones del espacio marítimo y el Estado se las otorga a las transnacionales o a empresarios nacionales, que después hacen negocios con estas empresas.
En este momento el Grupo Pescanova tiene una concesión de 5 mil hectáreas marinas para poner sus granjas de producción y goza del régimen fiscal de Zona Franca
-¿Qué delitos ambientales han podido detectar en las actividades del Grupo Pescanova?
-El problema más grave es la destrucción de los manglares para la construcción de granjas camaroneras.
Además de ser grandes receptores de CO2, convirtiéndolos en un elemento importante de mitigación del cambio climático, los manglares albergan muchas especies que son el alimento natural para diferentes tipos de peces. Su destrucción está provocando la extinción de varias especies que son fuente de alimentación y entradas económicas para las poblaciones locales.
-¿Qué es lo que esperan del TPP?
-Vamos a presentar la denuncia y esperamos que haya una condena para el Grupo Pescanova y para los gobiernos de Nicaragua, que están obligados a velar por el bienestar de la población.
También, vamos a ponernos en contacto con la organización de Chile que acusó al Grupo Pescanova en una pasada sesión del TPP, para intercambiar informaciones y estudiar acciones conjuntas.
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