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El analista político Aldo Díaz Lacayo señaló que la presión popular contra las acciones desestabilizadoras de los diputados “filibusteros” de la derecha nicaragüense es un recurso válido, legítimo y moral para enfrentar las intenciones de deslegitimar al gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega y colocar al país al borde del caos.
“En todos los países cuando se da el filibusterismo legislativo, la respuesta inmediata es la presión popular, bien organizada, bien dirigida, con un propósito determinado de frustrar a los diputados filibusteros”, dijo el escritor nicaragüense al portal oficial El 19 Digital.
“Eso es lo que han hecho todos los países y eso es lo que hemos hecho nosotros. En el caso de Nicaragua no solamente es válido, legítimo, aparte digamos de moral, es un recurso que se corresponde con la tradición de lucha de la Revolución Popular Sandinistas, porque finalmente la tradición de la Revolución es buscar un Estado de Derecho”, subrayó.
El analista señaló que la derecha internacional a través de sus satélites locales y en particular sus diputados “filibusteros” atacan al gobierno sandinista por formar parte del Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), agrupación de países que calificó como el “núcleo de la Revolución de América Latina y el Caribe”.
Díaz Lacayo afirmó que la derecha internacional y fundamentalmente Washington, percibe a Nicaragua como el eslabón más vulnerable de los miembros del ALBA, una vez que lograron separar a Honduras, tras el sangriento golpe de Estado militar, que expulsó al presidente constitucional Manuel Zelaya, la cual, señala es una visión errada de la realidad nacional.
“Todo lo que están haciendo es buscando la deslegitimidad del gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra, provocar tal cantidad de disturbios a través de los diputados filibusteros, para proyectar mediáticamente al gobierno del Frente Sandinista como que no controla la estabilidad política del país, como un gobierno que pone en riesgo a la inversión privada, como un gobierno que se está abriendo a actitudes y a políticas contrarias a las (organizaciones) convencionales de la región, para decir fundamentalmente la Organización de Estados Americanos (0EA)”, sentenció.
“En el caso concreto de la Nicaragua actual los diputados filibusteros obedecen una orientación concreta de Washington de hacer aparecer al gobierno del FSLN como que no controla la estabilidad política del país”, dijo Díaz Lacayo, señalando que esa visión mediática que tratan de proyectar es contraria a la realidad que vive el país, con un gobierno que impulsa programas de gran impacto social.
Recalcó que desde el exterior con sus recursos mediáticos y desde el interior “con sus diputados filibusteros, van ampliando el círculo para volver a poner en Nicaragua otra vez una contra todos, o mejor dicho, todos contra uno en Centroamérica, contra Nicaragua y volver otra vez a la década de los ochenta y promover otra vez un movimiento de «pacificación» (entre comillas)”, dijo.
“Esto es terrible, terrible, pero bueno no van a lograr nada, por muchas razones, la primera es por el grado de conciencia que tiene el pueblo de Nicaragua, que tiene a flor de piel la percepción de todos estos fenómenos externos en contra del gobierno del país; la segunda, es la experiencia acumulada y la tercera es la capacidad del propio presidente Daniel Ortega en manejar la coyuntura”, resaltó.
“Hemos sido claros: cada vez que tenemos crisis, somos nosotros los que manejamos la coyuntura, somos nosotros los que marcamos la pauta, de manera que hay que ir enfrentando la agresión norteamericana a través de los diputados filibusteros, tal como lo estamos haciendo, porque finalmente vamos a salir adelante”, expresó el analista.
Pueblo sigue movilizado
El secretario general de la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (ANDEN), profesor José Antonio Zepeda afirmó que el pueblo nicaragüense continuará en alerta para que los diputados derechistas cumplan con su deber, y por el cual se les paga, de legislar a favor del pueblo.
“Somos tolerantes, podemos tener paciencia pero cuando ya se quiere manosear la dignidad del pueblo nosotros, le decimos a estos señores de la derecha que no se engañen o asuman la responsabilidad por la cual fueron electos que es legislar para la población y resolver los problemas económicos para superar la pobreza”, dijo Zepeda.
Agregó que con la movilización popular el pueblo nicaragüense logró que estos diputados derechistas se pongan a trabajar para aprobar un sinnúmero de leyes sociales que beneficiarán principalmente a los más pobres.
“Nosotros estamos en alerta permanente porque no vamos a permitir que la Asamblea Nacional se paralice nuevamente aunque creo que la derecha ya entendió el mensaje que con el pueblo no se juega”, manifestó.
El secretario general de ANDEN indicó que el boicot a las leyes sociales que impulsa el Gobierno Sandinista, como parte de su proyecto cristiano, socialista y solidario, no es más que un acto de egoísmo y desesperación de la derecha.
“Los diputados de la derecha saben que están perdiendo credibilidad y apoyo de la población porque el pueblo está consciente de que el principal impulsor de las leyes sociales es el gobierno sandinista”, consideró.
Zepeda agregó que gracias a la presión del pueblo, al liderazgo del Frente Sandinista y la disposición de los diputados sandinistas de legislar a favor de las mayorías se lograron aprobar dos créditos y un financiamiento para diferentes obras sociales.
“Aquí no hay otra salida de que estos diputados se sienten a trabajar por eso no vamos a bajar la guardia y seguiremos demandando la aprobación de las leyes que requiere Nicaragua para salir de la pobreza que es la prioridad del gobierno”, finalizó.
El analista político Aldo Díaz Lacayo señaló que la presión popular contra las acciones desestabilizadoras de los diputados “filibusteros” de la derecha nicaragüense es un recurso válido, legítimo y moral para enfrentar las intenciones de deslegitimar al gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega y colocar al país al borde del caos.
“En todos los países cuando se da el filibusterismo legislativo, la respuesta inmediata es la presión popular, bien organizada, bien dirigida, con un propósito determinado de frustrar a los diputados filibusteros”, dijo el escritor nicaragüense al portal oficial El 19 Digital.
“Eso es lo que han hecho todos los países y eso es lo que hemos hecho nosotros. En el caso de Nicaragua no solamente es válido, legítimo, aparte digamos de moral, es un recurso que se corresponde con la tradición de lucha de la Revolución Popular Sandinistas, porque finalmente la tradición de la Revolución es buscar un Estado de Derecho”, subrayó.
El analista señaló que la derecha internacional a través de sus satélites locales y en particular sus diputados “filibusteros” atacan al gobierno sandinista por formar parte del Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), agrupación de países que calificó como el “núcleo de la Revolución de América Latina y el Caribe”.
Díaz Lacayo afirmó que la derecha internacional y fundamentalmente Washington, percibe a Nicaragua como el eslabón más vulnerable de los miembros del ALBA, una vez que lograron separar a Honduras, tras el sangriento golpe de Estado militar, que expulsó al presidente constitucional Manuel Zelaya, la cual, señala es una visión errada de la realidad nacional.
“Todo lo que están haciendo es buscando la deslegitimidad del gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra, provocar tal cantidad de disturbios a través de los diputados filibusteros, para proyectar mediáticamente al gobierno del Frente Sandinista como que no controla la estabilidad política del país, como un gobierno que pone en riesgo a la inversión privada, como un gobierno que se está abriendo a actitudes y a políticas contrarias a las (organizaciones) convencionales de la región, para decir fundamentalmente la Organización de Estados Americanos (0EA)”, sentenció.
“En el caso concreto de la Nicaragua actual los diputados filibusteros obedecen una orientación concreta de Washington de hacer aparecer al gobierno del FSLN como que no controla la estabilidad política del país”, dijo Díaz Lacayo, señalando que esa visión mediática que tratan de proyectar es contraria a la realidad que vive el país, con un gobierno que impulsa programas de gran impacto social.
Recalcó que desde el exterior con sus recursos mediáticos y desde el interior “con sus diputados filibusteros, van ampliando el círculo para volver a poner en Nicaragua otra vez una contra todos, o mejor dicho, todos contra uno en Centroamérica, contra Nicaragua y volver otra vez a la década de los ochenta y promover otra vez un movimiento de «pacificación» (entre comillas)”, dijo.
“Esto es terrible, terrible, pero bueno no van a lograr nada, por muchas razones, la primera es por el grado de conciencia que tiene el pueblo de Nicaragua, que tiene a flor de piel la percepción de todos estos fenómenos externos en contra del gobierno del país; la segunda, es la experiencia acumulada y la tercera es la capacidad del propio presidente Daniel Ortega en manejar la coyuntura”, resaltó.
“Hemos sido claros: cada vez que tenemos crisis, somos nosotros los que manejamos la coyuntura, somos nosotros los que marcamos la pauta, de manera que hay que ir enfrentando la agresión norteamericana a través de los diputados filibusteros, tal como lo estamos haciendo, porque finalmente vamos a salir adelante”, expresó el analista.
Pueblo sigue movilizado
El secretario general de la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (ANDEN), profesor José Antonio Zepeda afirmó que el pueblo nicaragüense continuará en alerta para que los diputados derechistas cumplan con su deber, y por el cual se les paga, de legislar a favor del pueblo.
“Somos tolerantes, podemos tener paciencia pero cuando ya se quiere manosear la dignidad del pueblo nosotros, le decimos a estos señores de la derecha que no se engañen o asuman la responsabilidad por la cual fueron electos que es legislar para la población y resolver los problemas económicos para superar la pobreza”, dijo Zepeda.
Agregó que con la movilización popular el pueblo nicaragüense logró que estos diputados derechistas se pongan a trabajar para aprobar un sinnúmero de leyes sociales que beneficiarán principalmente a los más pobres.
“Nosotros estamos en alerta permanente porque no vamos a permitir que la Asamblea Nacional se paralice nuevamente aunque creo que la derecha ya entendió el mensaje que con el pueblo no se juega”, manifestó.
El secretario general de ANDEN indicó que el boicot a las leyes sociales que impulsa el Gobierno Sandinista, como parte de su proyecto cristiano, socialista y solidario, no es más que un acto de egoísmo y desesperación de la derecha.
“Los diputados de la derecha saben que están perdiendo credibilidad y apoyo de la población porque el pueblo está consciente de que el principal impulsor de las leyes sociales es el gobierno sandinista”, consideró.
Zepeda agregó que gracias a la presión del pueblo, al liderazgo del Frente Sandinista y la disposición de los diputados sandinistas de legislar a favor de las mayorías se lograron aprobar dos créditos y un financiamiento para diferentes obras sociales.
“Aquí no hay otra salida de que estos diputados se sienten a trabajar por eso no vamos a bajar la guardia y seguiremos demandando la aprobación de las leyes que requiere Nicaragua para salir de la pobreza que es la prioridad del gobierno”, finalizó.
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