Ante la ola de violencia desatada contra el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA)
Organizaciones de los derechos humanos y populares de Honduras han reportado en los últimos días una movilización sin precedentes de tropas del ejército y de la policía hacia la zona del Bajo Aguán, en el norte del Atlántico hondureño, donde organizaciones campesinas que integran el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) siguen en el proceso de recuperación de tierras, que les fueron usurpadas por terratenientes productores de Palma Africana.
Según nos reportaron, unos 4 mil efectivos entre militares y cuerpos especiales de la policía, fuertemente apertrechados con armas de grueso calibre, están rodenado a diferentes comunidades campesinas en las márgenes derecha e izquierda del Río Aguán, impidiendo la entrada y salida de personas, y preparándose para un posible desalojo violento.
Asimismo han comenzado acciones para intimidar a los habitantes de las comunidades, a las familias campesinas del MUCA y a sus dirigentes, disparando ráfagas al aire, amenazando y registrando a las personas que pasan por estas zonas.
Esa grave situación se suma a la hola de violencia que se ha desatado contra miembros activos del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y profesionales de la información.
Diferentes organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales han denunciado más de diez asesinatos después de la toma de posesión del actual presidente Porfirio Lobo por mano de cuerpos paramilitares y un sinnúmero de episodios de violación a los derechos humanos.
Ese contexto de represión que vive Honduras y que en las próximas horas podría desembocar en una masacre de familias campesinas, que luchan para que se les reconozca su derecho al acceso al la tierra, contradice el discurso del presidente Porfirio Lobo, quien está pidiendo a la comunidad internacional que reconozca a su gobierno y que reintegre a Honduras en las instancias internacionales.
Una actitud aún más deplorable tomando en cuenta que el día de mañana, 13 de abril, está prevista una nueva sesión de diálogo entre el presidente Porfirio Lobo y la comisión negociadora del MUCA, para buscar una salida negociada a ese grave conflicto.
Ante esta situación de acoso, persecución y violencia, la Rel-UITA alerta a todas sus organizaciones afiliadas y a la opinión pública internacional, a mantenerse atento a lo que pueda ocurrir en las próximas horas en al Bajo Aguán hondureño.
Rel-UITA
12 de abril de 2010
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