Los médicos autorizaron su traslado
ROGER RODRIGUEZ - La República
La Policía Federal lo detuvo en la mañana del martes y se le hizo un chequeo médico. Será trasladado por vía terrestre esta mañana y al mediodía lo entregarán a Interpol argentina que lo aguarda en la frontera con Paso de los Libres. Lo recluirían en la cárcel de Marco Paz, donde están presos sus socios argentinos de Automotores Orletti.
La Policía Federal de Brasil detuvo ayer al torturador Manuel Cordero, quien será entregado hoy en la frontera de Uruguayana-Paso de los Libres a Interpol de Argentina para juzgarlo por sus crímenes de lesa humanidad, confirmaron a LA REPUBLICA voceros del Movimiento Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Porto Alegre.
El coronel (r) Manuel Cordero fue detenido por la policía brasileña ayer de mañana en el domicilio de su cuñado en la rua Uruguai 1007 de la ciudad de Santana do Livramento, donde cumplía prisión domiciliaria y, sin dejarle hacer siquiera las valijas, fue encarcelado en una dependencia de la Policía a la espera de su traslado a Argentina.
La extradición del militar uruguayo había sido aprobada el 6 de agosto de 2009 por el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, luego de un dilatado proceso iniciado en febrero de 2007, cuando Cordero fue detenido en esa ciudad fronteriza y se lo trasladó a dependencias de la Policía Federal en Porto Alegre. Cordero había fugado de Uruguay en 2004 para eludir un juicio de desacato con ofensa que le inició el juez penal José Balcaldi, quien le instruía una causa por apología de la tortura debido a declaraciones en las que el militar defendió el uso de apremios físicos sobre los presos políticos de la dictadura militar que asoló el país entre 1973 y 1985.
CON UN MÉDICO Y POR TIERRA
La detención de Cordero cerró una serie de maniobras jurídicas y mediáticas que su abogado, Jose Favero, venía realizando en las últimas semanas para intentar posponer el envío del militar uruguayo a Argentina: interpuso distintos recursos que van desde un habeas corpus a una interpelación, pese a que el fallo del STF era inapelable.
Favero había declarado a la prensa que nadie se llevaría a Cordero en menos de seis meses, ya que el torturador debía realizarse un supuesto cateterismo en Porto Alegre debido a su seria dolencia cardíaca. Sin embargo, Cordero no había asistido a un examen forense establecido para el pasado 23 de noviembre. Esa presunta enfermedad del militar uruguayo fue lo que le permitió gozar de una prisión domiciliaria, sin custodia alguna, en la casa de su cuñado, donde fue grabado en múltiples salidas en las que aparecía bebiendo cerveza en el cercano bar La Iguana o fumando y corriendo cuando se dio cuenta de que la prensa lo filmaba.
En la jornada de ayer, Cordero fue sometido a un chequeo médico, en el que se concluyó que podía ser trasladado a Argentina por vía terrestre (se aducía que en su condición no podía subir a un avión) en compañía de un médico que velará por su integridad en el trayecto de 350 kilómetros que lo separan de Uruguayana.
UN PUENTE DE 1.419 METROS
En la ciudad de Uruguayana ya se encuentra un equipo de Interpol argentina, que será el encargado de trasladar a Cordero hasta Buenos Aires, donde le aguardan los funcionarios del Juzgado Federal de 7º Turno, actualmente a cargo del juez Norberto Oyarbide, quien instruirá en primera instancia la causa contra Cordero.
Cuando Cordero termine de recorrer los 1.419 metros del Puente Internacional Augustín P. Justo / Getulio Vargas (como se denomina la conexión fronteriza inaugurada el 12 de octubre de 1945 por los presidentes Juan Domingo Perón y Eurico Gaspar Dutra) y llegue a la ciudad de Paso de los Libres, Corrientes, comenzará otra historia judicial.
Cordero será juzgado por el secuestro de niños y la desaparición de Washington Cram, Alberto Mechoso, León Duarte, Ruben Prieto, Ary Cabrera, Adalberto Soba, Hugo Méndez, Francisco Candia, María Islas Gatti de Zaffaroni, Jorge Zaffaroni y María Claudia García de Gelman, en el centro de torturas Automotores Orletti en 1976.
El militar uruguayo probablemente será recluido en la cárcel modelo de Marco Paz, ubicada a 48 kilómetros de la capital, en la provincia de Buenos Aires, donde ya se encuentran detenidos Raúl Guglielminetti, Rubén Visuara, Honorio Martínez y Jorge "el tigre" Acosta, sus socios de la coordinación represiva conocida como Plan Cóndor.
"VICTORIA DE LOS DDHH"
Jair Krischke, el dirigente del Movimiento Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Porto Alegre, fue el sabueso que buscó, encontró, hizo detener y extraditar al coronel Manuel Cordero a partir de su fuga de Uruguay en 2004, cuando LA REPUBLICA le alertó del posible refugio del torturador uruguayo.
"Finalmente se logra la concreción de la extradición de Manuel Cordero, después de largos cinco años de marchas y contra marchas. Siempre contando con la colaboración de muchos compañeros uruguayos. Es una victoria para la causa de los derechos humanos, tanto en Uruguay, país de la mayoría de sus víctimas, como para Argentina, que tiene como víctima a María Claudia de Gelman, además de ser el territorio donde ocurrieran los hechos criminales", dijo ayer emocionado Krischke.
"Para Brasil tiene un significado muy especial, por abrir un antecedente jurídico de máxima importancia, o sea, los crímenes de secuestro con desaparición siguen teniendo vigencia en nuestro país. Tanto que el ex fiscal general de la Nación, Dr. Antonio Fernando Souza, basado en el caso Cordero, pidió una investigación criminal contra los ex comandantes del DOI CODI, los coroneles Brilhante Ustra y Audir Santos Maciel, y que puede resultar en la indagación de 26 casos de desaparición en aquel local del Ejército", explicó el activista brasileño.
ROGER RODRIGUEZ - La República
La Policía Federal lo detuvo en la mañana del martes y se le hizo un chequeo médico. Será trasladado por vía terrestre esta mañana y al mediodía lo entregarán a Interpol argentina que lo aguarda en la frontera con Paso de los Libres. Lo recluirían en la cárcel de Marco Paz, donde están presos sus socios argentinos de Automotores Orletti.
La Policía Federal de Brasil detuvo ayer al torturador Manuel Cordero, quien será entregado hoy en la frontera de Uruguayana-Paso de los Libres a Interpol de Argentina para juzgarlo por sus crímenes de lesa humanidad, confirmaron a LA REPUBLICA voceros del Movimiento Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Porto Alegre.
El coronel (r) Manuel Cordero fue detenido por la policía brasileña ayer de mañana en el domicilio de su cuñado en la rua Uruguai 1007 de la ciudad de Santana do Livramento, donde cumplía prisión domiciliaria y, sin dejarle hacer siquiera las valijas, fue encarcelado en una dependencia de la Policía a la espera de su traslado a Argentina.
La extradición del militar uruguayo había sido aprobada el 6 de agosto de 2009 por el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, luego de un dilatado proceso iniciado en febrero de 2007, cuando Cordero fue detenido en esa ciudad fronteriza y se lo trasladó a dependencias de la Policía Federal en Porto Alegre. Cordero había fugado de Uruguay en 2004 para eludir un juicio de desacato con ofensa que le inició el juez penal José Balcaldi, quien le instruía una causa por apología de la tortura debido a declaraciones en las que el militar defendió el uso de apremios físicos sobre los presos políticos de la dictadura militar que asoló el país entre 1973 y 1985.
CON UN MÉDICO Y POR TIERRA
La detención de Cordero cerró una serie de maniobras jurídicas y mediáticas que su abogado, Jose Favero, venía realizando en las últimas semanas para intentar posponer el envío del militar uruguayo a Argentina: interpuso distintos recursos que van desde un habeas corpus a una interpelación, pese a que el fallo del STF era inapelable.
Favero había declarado a la prensa que nadie se llevaría a Cordero en menos de seis meses, ya que el torturador debía realizarse un supuesto cateterismo en Porto Alegre debido a su seria dolencia cardíaca. Sin embargo, Cordero no había asistido a un examen forense establecido para el pasado 23 de noviembre. Esa presunta enfermedad del militar uruguayo fue lo que le permitió gozar de una prisión domiciliaria, sin custodia alguna, en la casa de su cuñado, donde fue grabado en múltiples salidas en las que aparecía bebiendo cerveza en el cercano bar La Iguana o fumando y corriendo cuando se dio cuenta de que la prensa lo filmaba.
En la jornada de ayer, Cordero fue sometido a un chequeo médico, en el que se concluyó que podía ser trasladado a Argentina por vía terrestre (se aducía que en su condición no podía subir a un avión) en compañía de un médico que velará por su integridad en el trayecto de 350 kilómetros que lo separan de Uruguayana.
UN PUENTE DE 1.419 METROS
En la ciudad de Uruguayana ya se encuentra un equipo de Interpol argentina, que será el encargado de trasladar a Cordero hasta Buenos Aires, donde le aguardan los funcionarios del Juzgado Federal de 7º Turno, actualmente a cargo del juez Norberto Oyarbide, quien instruirá en primera instancia la causa contra Cordero.
Cuando Cordero termine de recorrer los 1.419 metros del Puente Internacional Augustín P. Justo / Getulio Vargas (como se denomina la conexión fronteriza inaugurada el 12 de octubre de 1945 por los presidentes Juan Domingo Perón y Eurico Gaspar Dutra) y llegue a la ciudad de Paso de los Libres, Corrientes, comenzará otra historia judicial.
Cordero será juzgado por el secuestro de niños y la desaparición de Washington Cram, Alberto Mechoso, León Duarte, Ruben Prieto, Ary Cabrera, Adalberto Soba, Hugo Méndez, Francisco Candia, María Islas Gatti de Zaffaroni, Jorge Zaffaroni y María Claudia García de Gelman, en el centro de torturas Automotores Orletti en 1976.
El militar uruguayo probablemente será recluido en la cárcel modelo de Marco Paz, ubicada a 48 kilómetros de la capital, en la provincia de Buenos Aires, donde ya se encuentran detenidos Raúl Guglielminetti, Rubén Visuara, Honorio Martínez y Jorge "el tigre" Acosta, sus socios de la coordinación represiva conocida como Plan Cóndor.
"VICTORIA DE LOS DDHH"
Jair Krischke, el dirigente del Movimiento Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Porto Alegre, fue el sabueso que buscó, encontró, hizo detener y extraditar al coronel Manuel Cordero a partir de su fuga de Uruguay en 2004, cuando LA REPUBLICA le alertó del posible refugio del torturador uruguayo.
"Finalmente se logra la concreción de la extradición de Manuel Cordero, después de largos cinco años de marchas y contra marchas. Siempre contando con la colaboración de muchos compañeros uruguayos. Es una victoria para la causa de los derechos humanos, tanto en Uruguay, país de la mayoría de sus víctimas, como para Argentina, que tiene como víctima a María Claudia de Gelman, además de ser el territorio donde ocurrieran los hechos criminales", dijo ayer emocionado Krischke.
"Para Brasil tiene un significado muy especial, por abrir un antecedente jurídico de máxima importancia, o sea, los crímenes de secuestro con desaparición siguen teniendo vigencia en nuestro país. Tanto que el ex fiscal general de la Nación, Dr. Antonio Fernando Souza, basado en el caso Cordero, pidió una investigación criminal contra los ex comandantes del DOI CODI, los coroneles Brilhante Ustra y Audir Santos Maciel, y que puede resultar en la indagación de 26 casos de desaparición en aquel local del Ejército", explicó el activista brasileño.
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