En la ONU se exige la inmediata restitución de Zelaya
por Giorgio Trucchi Rel-UITA
Una vez más el pueblo hondureño respondió con fuerza a la violencia a la que fue sometido a lo largo de 88 días. Miles de personas volvieron a manifestarse en las calles de la capital, mientras en el resto del país se multiplicaban las acciones de resistencia contra el gobierno de facto.
En la ONU, los países latinoamericanos y europeos pidieron la inmediata restitución del presidente Manuel Zelaya y ordenaron a sus embajadores regresar a Honduras para agilizar el proceso de diálogo.
Los 88 días de resistencia y lucha contra el golpe de Estado del pasado 28 de junio fueron celebrados con una desbordante marcha por las vías de la capital Tegucigalpa, después de la brutal represión de la cual fue víctima el pueblo hondureño que estaba celebrando el regreso del presidente legítimo Manuel Zelaya Rosales.
Aprovechando la suspensión temporal del toque de queda, la marcha se dirigió hacia las instalaciones de Naciones Unidas, a pocas cuadras de la embajada de Brasil, donde todavía está refugiado el presidente Zelaya.
Un nutrido dispositivo militar, cuyos efectivos estaban fuertemente armados y preparados con máscaras antigás, impidió el paso a los manifestantes y se vivieron momentos de tensión y de abierta provocación de parte de la Policía y el Ejército para justificar una nueva represión.
“Ayer en la embajada de Brasil este gobierno demostró nuevamente su faceta claramente fascista y dictatorial al reprimir al pueblo –declaró a Sirel el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) y miembro de la conducción colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Israel Salinas–.
El día de hoy este pueblo está demostrando estar en condiciones de librar esta lucha para una Honduras distinta. La entrada al país del presidente Manuel Zelaya es un primer paso que demuestra que el proceso que estamos desarrollando está dando resultados.
Ahora –continuó Salinas– vamos por su restitución, y ante la posición muy dura del gobierno de facto no dudamos que la profundización de la resistencia y la presión internacional, que cada día se hace más intensa, van a acabar con los golpistas.
Nosotros seguimos con nuestros planteamientos y pedimos la restauración de la institucionalidad a través de la restitución del presidente Zelaya, y el inicio de un proceso que nos conduzca a una Asamblea Constituyente”, concluyó el líder sindical.
Después de una larga negociación entre la dirigencia del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado y el mando policial, los manifestantes llegaron a pocos centenares de metros de su objetivo, coreando consignas e increpando a los militares, lo cual fue clasificado como un éxito.
Finalizada la marcha, la gente regresó a sus barrios y aldeas para continuar con la resistencia activa y durante toda la tarde hubo nuevos enfrentamientos con el Ejército y la Policía que dejó un saldo de varios heridos y detenidos.
El gobierno de facto acorralado
Mientras en toda Honduras sigue la resistencia y la presencia del presidente Manuel Zelaya se vuelve un motivo más para echar a andar lo que la gente considera el último esfuerzo para restaurar la democracia en el país, la Asamblea General de la ONU volvió a exigir al gobierno de facto la inmediata restitución del presidente hondureño.
“Es imprescindible que tomemos conciencia de que si no construimos y diseñamos una estrategia multilateral fuerte y precisa que haga retornar la democracia en Honduras, con un ejercicio preciso de respeto a los derechos humanos que asegure que haya elecciones libres y democráticas en el marco del respeto a la Constitución, estaremos sentando un severo precedente en una región que durante décadas y durante la doctrina de la seguridad nacional sufrió interrupciones democráticas, que segaron la vida de miles de latinoamericanos, provocaron el exilio de otros tantos y una grave tragedia social y económica –advirtió la presidenta de Argentina, Cristina Fernández–.
Multilateralismo significa también que debemos fijar reglas y acciones concretas en este mundo global que deberán ser aceptadas por todos los países, porque en el caso de Honduras estamos ante un golpe cívico y mediático que ha sido cuidadosamente disimulado o minimizado”, concluyó Fernández.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió que Manuel Zelaya regrese de inmediato a la presidencia de su país y que la comunidad internacional esté alerta “para asegurar la inviolabilidad de la misión diplomática de Brasil en la capital de Honduras”, mientras que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, instó al gobierno de facto aceptar el Acuerdo de San José.
También el secretario general de la OEA, José Manuel Insulza, tuvo palabras muy duras contra el régimen de facto. “Cuanto más pasa el tiempo es cada vez más grave. En este momento, en Nueva York están todos los países del mundo representados y hay uno que no es reconocido, lo cual es triste y bien complicado a la hora de pedir un crédito", dijo Insulza.
Una primera medida fue anunciada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al suspender la asistencia técnica actualmente brindada por esta organización al Tribunal Supremo Electoral de Honduras, por considerar que “en este momento no existen las condiciones para organizar elecciones creíbles que impulsen la paz y la estabilidad”.
Unión Europea y OEA impulsan el diálogo
Apoyando la propuesta de diálogo presentada en los días pasados por el presidente Zelaya, la OEA y la UE acordaron hoy que sus embajadores en Honduras vuelvan a Tegucigalpa, y enviar lo antes posible una misión diplomática compuesta por cancilleres americanos, con el objetivo de poner en marcha una mesa de negociación.
El canciller español Miguel Ángel Moratinos aclaró que tanto la OEA como la UE mantienen su condena al golpe de Estado y reclaman la restitución del presidente Zelaya y el restablecimiento del orden constitucional, desechando de esta manera la absurda propuesta presentada recientemente por el gobierno de facto.
Mientras tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió con urgencia al Congreso de Honduras poder regresar al país, para constatar el estado de los derechos humanos a la luz de lo ocurrido en los días pasados, cuando el Ejército y la Policía reprimieron brutalmente la manifestación pacífica de miles de hondureños.
En la ONU, los países latinoamericanos y europeos pidieron la inmediata restitución del presidente Manuel Zelaya y ordenaron a sus embajadores regresar a Honduras para agilizar el proceso de diálogo.
Los 88 días de resistencia y lucha contra el golpe de Estado del pasado 28 de junio fueron celebrados con una desbordante marcha por las vías de la capital Tegucigalpa, después de la brutal represión de la cual fue víctima el pueblo hondureño que estaba celebrando el regreso del presidente legítimo Manuel Zelaya Rosales.
Aprovechando la suspensión temporal del toque de queda, la marcha se dirigió hacia las instalaciones de Naciones Unidas, a pocas cuadras de la embajada de Brasil, donde todavía está refugiado el presidente Zelaya.
Un nutrido dispositivo militar, cuyos efectivos estaban fuertemente armados y preparados con máscaras antigás, impidió el paso a los manifestantes y se vivieron momentos de tensión y de abierta provocación de parte de la Policía y el Ejército para justificar una nueva represión.
“Ayer en la embajada de Brasil este gobierno demostró nuevamente su faceta claramente fascista y dictatorial al reprimir al pueblo –declaró a Sirel el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) y miembro de la conducción colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Israel Salinas–.
El día de hoy este pueblo está demostrando estar en condiciones de librar esta lucha para una Honduras distinta. La entrada al país del presidente Manuel Zelaya es un primer paso que demuestra que el proceso que estamos desarrollando está dando resultados.
Ahora –continuó Salinas– vamos por su restitución, y ante la posición muy dura del gobierno de facto no dudamos que la profundización de la resistencia y la presión internacional, que cada día se hace más intensa, van a acabar con los golpistas.
Nosotros seguimos con nuestros planteamientos y pedimos la restauración de la institucionalidad a través de la restitución del presidente Zelaya, y el inicio de un proceso que nos conduzca a una Asamblea Constituyente”, concluyó el líder sindical.
Después de una larga negociación entre la dirigencia del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado y el mando policial, los manifestantes llegaron a pocos centenares de metros de su objetivo, coreando consignas e increpando a los militares, lo cual fue clasificado como un éxito.
Finalizada la marcha, la gente regresó a sus barrios y aldeas para continuar con la resistencia activa y durante toda la tarde hubo nuevos enfrentamientos con el Ejército y la Policía que dejó un saldo de varios heridos y detenidos.
El gobierno de facto acorralado
Mientras en toda Honduras sigue la resistencia y la presencia del presidente Manuel Zelaya se vuelve un motivo más para echar a andar lo que la gente considera el último esfuerzo para restaurar la democracia en el país, la Asamblea General de la ONU volvió a exigir al gobierno de facto la inmediata restitución del presidente hondureño.
“Es imprescindible que tomemos conciencia de que si no construimos y diseñamos una estrategia multilateral fuerte y precisa que haga retornar la democracia en Honduras, con un ejercicio preciso de respeto a los derechos humanos que asegure que haya elecciones libres y democráticas en el marco del respeto a la Constitución, estaremos sentando un severo precedente en una región que durante décadas y durante la doctrina de la seguridad nacional sufrió interrupciones democráticas, que segaron la vida de miles de latinoamericanos, provocaron el exilio de otros tantos y una grave tragedia social y económica –advirtió la presidenta de Argentina, Cristina Fernández–.
Multilateralismo significa también que debemos fijar reglas y acciones concretas en este mundo global que deberán ser aceptadas por todos los países, porque en el caso de Honduras estamos ante un golpe cívico y mediático que ha sido cuidadosamente disimulado o minimizado”, concluyó Fernández.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió que Manuel Zelaya regrese de inmediato a la presidencia de su país y que la comunidad internacional esté alerta “para asegurar la inviolabilidad de la misión diplomática de Brasil en la capital de Honduras”, mientras que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, instó al gobierno de facto aceptar el Acuerdo de San José.
También el secretario general de la OEA, José Manuel Insulza, tuvo palabras muy duras contra el régimen de facto. “Cuanto más pasa el tiempo es cada vez más grave. En este momento, en Nueva York están todos los países del mundo representados y hay uno que no es reconocido, lo cual es triste y bien complicado a la hora de pedir un crédito", dijo Insulza.
Una primera medida fue anunciada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al suspender la asistencia técnica actualmente brindada por esta organización al Tribunal Supremo Electoral de Honduras, por considerar que “en este momento no existen las condiciones para organizar elecciones creíbles que impulsen la paz y la estabilidad”.
Unión Europea y OEA impulsan el diálogo
Apoyando la propuesta de diálogo presentada en los días pasados por el presidente Zelaya, la OEA y la UE acordaron hoy que sus embajadores en Honduras vuelvan a Tegucigalpa, y enviar lo antes posible una misión diplomática compuesta por cancilleres americanos, con el objetivo de poner en marcha una mesa de negociación.
El canciller español Miguel Ángel Moratinos aclaró que tanto la OEA como la UE mantienen su condena al golpe de Estado y reclaman la restitución del presidente Zelaya y el restablecimiento del orden constitucional, desechando de esta manera la absurda propuesta presentada recientemente por el gobierno de facto.
Mientras tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió con urgencia al Congreso de Honduras poder regresar al país, para constatar el estado de los derechos humanos a la luz de lo ocurrido en los días pasados, cuando el Ejército y la Policía reprimieron brutalmente la manifestación pacífica de miles de hondureños.
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