por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Ante la obtusa actitud del gobierno de facto de no querer restaurar la democracia y los continuos episodios de violencia y represión en contra del pueblo organizado, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado realizó su primera Asamblea de Delegados y Delegadas de los 18 departamentos del país, para analizar el contexto socio-político nacional, definir y aprobar las líneas estratégicas comunes y consensuar su estructura organizativa y funcionamiento a nivel nacional e internacional.
“Fue un debate muy interesante en el que participaron delegados de todo el país y por el cual aprobamos la propuesta de lineamientos estratégicos para la lucha contra el golpe, y para los ámbitos de organización, comunicación y finanzas –dijo a Sirel el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) y miembro de la dirección colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Israel Salinas–.
Se conformó una Coordinación Nacional provisional por un período de tres meses integrada por representantes de todas las regiones, y esperamos que, una vez restituido el orden constitucional, el movimiento de resistencia se transforme en algo permanente, asumiendo el nombre de Frente Nacional de Resistencia Popular, con el objetivo de avanzar hacia una Asamblea Constituyente democrática y popular, con la participación de los diferentes sectores sociales.
Nos dimos también un plazo de tres meses para completar el proceso de organización del Frente a nivel territorial –continuó Salinas–, con representaciones a nivel nacional, regional, departamental, municipal, de barrios y comarcas, con el objetivo de seguir fortaleciéndonos y agrupar más gente para los retos que nos esperan en el corto, mediano y largo plazo”.
En la Asamblea se abordó también el tema de las elecciones, y los delegados decidieron repudiar el proceso electoral si antes no se restaura el orden institucional con el regreso del presidente Manuel Zelaya.
“Aquí no se trata sólo de considerar las elecciones ilegales e ilegitimas, sino de desarrollar toda una estrategia para boicotearlas”, sentenció el secretario general de la CUTH.
En estos últimos días los candidatos de los dos partidos tradicionales, el Partido Liberal y el Partido Nacional, han sido objeto de fuertes críticas de parte de miembros de la Resistencia. El domingo 6 una protesta popular fue duramente reprimida por la Policía, el Ejército y simpatizantes liberales que resguardaban la actividad del candidato de este partido, Elvis Santos.
Los delegados reunidos en esta primera Asamblea acordaron también constituir una Comisión Internacional que se encargará de coordinar las acciones de apoyo que en ese ámbito surjan desde el Frente, canalizar la información de acciones de solidaridad internacional, propiciar la formación mundial de Comités de Solidaridad y la incorporación de emigrados hondureños en las acciones de resistencia.
Continúa la movilización diaria
Después de 75 días de resistencia constante y pacífica, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado decidió dar nuevo impulso a la lucha a través de jornadas de movilización a nivel nacional, concentraciones nacionales en Tegucigalpa, caravanas de vehículos en todo el territorio hondureño, y el apoyo incondicional a las organizaciones de derechos humanos, a la estoica lucha de las organizaciones campesinas y del SITRAINA, afiliado a la UITA, que desde el pasado 28 de junio mantienen tomadas las instalaciones del Instituto Nacional Agrario (INA), y a la lucha del sector magisterial.
“La gente está muy animada y se sigue sumando a la protesta, no sólo en la capital, sino en todo el país. Pedimos a todos los pueblos del mundo, a los trabajadores y trabajadoras, que se solidaricen con nuestra lucha. Estamos en la recta final y necesitamos que se incremente la presión contra este gobierno de facto”, concluyó Salinas.
Sigue la represión
En el intento de acallar las múltiples voces contra el golpe, el gobierno de facto y la alta jerarquía de la iglesia católica se han nuevamente ensañado contra el padre José Andrés Tamayo, párroco de Salamá, departamento de Olancho, y reconocido defensor de los recursos naturales del país y miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado que en el pasado fue víctima de varios atentados.
El sacerdote, de origen salvadoreño, obtuvo la nacionalidad hondureña después de haber vivido más de 25 años en el país.
“En este momento Migración ha iniciado los trámites para anular mi naturalización y expulsarme del país –explicó el padre Tamayo a Sirel–.
Se trata de una persecución política contra mi persona, y me están acusando de azuzar al pueblo contra el gobierno de facto, sólo por el hecho de estar participando activamente en las marchas”.
En este embate represivo contra el cura párroco también está participando la alta jerarquía de la iglesia católica, que parece no haber digerido las repetidas denuncias del padre Tamayo que vinculan a las autoridades de este sector religioso con el golpe de Estado.
“El obispo de la Diócesis de Olancho, Tomás Andrés Mauro Muldoon, me dio un ultimátum para que abandonara la parroquia de Salamá a más tardar el 31 de agosto. Está claro que tampoco la iglesia está aprobando mi participación en la resistencia al golpe de Estado.
Sin embargo, me mantendré firme. No puedo traicionar al pueblo porque sería como traicionar a mis propios ideales. Voy a seguir acompañándolo pase lo que pase”, concluyó el padre Tamayo.
“Fue un debate muy interesante en el que participaron delegados de todo el país y por el cual aprobamos la propuesta de lineamientos estratégicos para la lucha contra el golpe, y para los ámbitos de organización, comunicación y finanzas –dijo a Sirel el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) y miembro de la dirección colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Israel Salinas–.
Se conformó una Coordinación Nacional provisional por un período de tres meses integrada por representantes de todas las regiones, y esperamos que, una vez restituido el orden constitucional, el movimiento de resistencia se transforme en algo permanente, asumiendo el nombre de Frente Nacional de Resistencia Popular, con el objetivo de avanzar hacia una Asamblea Constituyente democrática y popular, con la participación de los diferentes sectores sociales.
Nos dimos también un plazo de tres meses para completar el proceso de organización del Frente a nivel territorial –continuó Salinas–, con representaciones a nivel nacional, regional, departamental, municipal, de barrios y comarcas, con el objetivo de seguir fortaleciéndonos y agrupar más gente para los retos que nos esperan en el corto, mediano y largo plazo”.
En la Asamblea se abordó también el tema de las elecciones, y los delegados decidieron repudiar el proceso electoral si antes no se restaura el orden institucional con el regreso del presidente Manuel Zelaya.
“Aquí no se trata sólo de considerar las elecciones ilegales e ilegitimas, sino de desarrollar toda una estrategia para boicotearlas”, sentenció el secretario general de la CUTH.
En estos últimos días los candidatos de los dos partidos tradicionales, el Partido Liberal y el Partido Nacional, han sido objeto de fuertes críticas de parte de miembros de la Resistencia. El domingo 6 una protesta popular fue duramente reprimida por la Policía, el Ejército y simpatizantes liberales que resguardaban la actividad del candidato de este partido, Elvis Santos.
Los delegados reunidos en esta primera Asamblea acordaron también constituir una Comisión Internacional que se encargará de coordinar las acciones de apoyo que en ese ámbito surjan desde el Frente, canalizar la información de acciones de solidaridad internacional, propiciar la formación mundial de Comités de Solidaridad y la incorporación de emigrados hondureños en las acciones de resistencia.
Continúa la movilización diaria
Después de 75 días de resistencia constante y pacífica, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado decidió dar nuevo impulso a la lucha a través de jornadas de movilización a nivel nacional, concentraciones nacionales en Tegucigalpa, caravanas de vehículos en todo el territorio hondureño, y el apoyo incondicional a las organizaciones de derechos humanos, a la estoica lucha de las organizaciones campesinas y del SITRAINA, afiliado a la UITA, que desde el pasado 28 de junio mantienen tomadas las instalaciones del Instituto Nacional Agrario (INA), y a la lucha del sector magisterial.
“La gente está muy animada y se sigue sumando a la protesta, no sólo en la capital, sino en todo el país. Pedimos a todos los pueblos del mundo, a los trabajadores y trabajadoras, que se solidaricen con nuestra lucha. Estamos en la recta final y necesitamos que se incremente la presión contra este gobierno de facto”, concluyó Salinas.
Sigue la represión
En el intento de acallar las múltiples voces contra el golpe, el gobierno de facto y la alta jerarquía de la iglesia católica se han nuevamente ensañado contra el padre José Andrés Tamayo, párroco de Salamá, departamento de Olancho, y reconocido defensor de los recursos naturales del país y miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado que en el pasado fue víctima de varios atentados.
El sacerdote, de origen salvadoreño, obtuvo la nacionalidad hondureña después de haber vivido más de 25 años en el país.
“En este momento Migración ha iniciado los trámites para anular mi naturalización y expulsarme del país –explicó el padre Tamayo a Sirel–.
Se trata de una persecución política contra mi persona, y me están acusando de azuzar al pueblo contra el gobierno de facto, sólo por el hecho de estar participando activamente en las marchas”.
En este embate represivo contra el cura párroco también está participando la alta jerarquía de la iglesia católica, que parece no haber digerido las repetidas denuncias del padre Tamayo que vinculan a las autoridades de este sector religioso con el golpe de Estado.
“El obispo de la Diócesis de Olancho, Tomás Andrés Mauro Muldoon, me dio un ultimátum para que abandonara la parroquia de Salamá a más tardar el 31 de agosto. Está claro que tampoco la iglesia está aprobando mi participación en la resistencia al golpe de Estado.
Sin embargo, me mantendré firme. No puedo traicionar al pueblo porque sería como traicionar a mis propios ideales. Voy a seguir acompañándolo pase lo que pase”, concluyó el padre Tamayo.
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