La “Antorcha de la Libertad” centroamericana no pasó por las manos de las autoridades educativas del gobierno de facto
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Cada 15 de septiembre en toda Centroamérica se celebra el aniversario de la firma del Acta de Independencia de la Capitanía General de Guatemala, que en aquel tiempo –1821– estaba conformada por la Provincia de Guatemala, las Intendencias de Chiapas, San Salvador, Honduras y Nicaragua, y el Gobierno de Costa Rica. La suscripción de este documento trajo como consecuencia la independencia del gobierno español y el inicio del proceso de unidad de la región.
Para celebrar ese histórico evento, las autoridades educativas de los países centroamericanos organizan un largo recorrido a través de la región, en el cual decenas de miles de estudiantes llevan encendida la “Antorcha de la Libertad” desde Guatemala hasta Costa Rica, pasando por El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Este año, a raíz del golpe de Estado del pasado 28 de junio en Honduras, las autoridades educativas de la región acordaron no entregar la tea que simboliza la libertad de los pueblos centroamericanos a los hondureños.
Ese fuerte gesto simbólico, acordado con las organizaciones de maestros que siguen participando de forma masiva en la resistencia contra el golpe de Estado y por el gobierno legítimo de Honduras, es una clara expresión del rechazo de la región a la ruptura del orden institucional y de apoyo al firme compromiso de los educadores para impedir que conceptos como “educación” y “libertad” sean manoseados por un gobierno que asumió el poder a través de la violencia y las armas.
La Antorcha de la Libertad no pasó por Honduras
Por primera vez en la historia, la Antorcha Centroamericana de la Libertad llegó por barco al Puerto de Corinto, Nicaragua, procedente de El Salvador, rompiendo el tradicional recorrido por la Carretera Panamericana, arteria que une a los países de la región.
Un fuerte contingente del Ejército salvadoreño acompañaba al viceministro de Educación de este país, Eduardo Badía Serra, quien en un acto muy emotivo entregó la tea de la libertad al secretario de Estado en el Despacho de Educación de la República de Honduras, Marlon Brevé.
“En nombre del pueblo salvadoreño entrego hoy al Ministro de Educación de Honduras esta antorcha que representa la paz y la libertad. Esa libertad que ahora pretenden mancillar las fuerzas retrógradas que viven en un oscurantismo trasnochado y obtuso, y que todavía pretenden defender sus intereses amparados en el poder y la fuerza de las bayonetas –dijo el viceministro salvadoreño Eduardo Badía Serra–.
Ahora que nuestros hermanos hondureños viven la represión de un gobierno de facto, las gestas libertarias de nuestros próceres deben servirles para recordarles a estos usurpadores del poder que pronto tendrán que entregarlo a quienes legítimamente les corresponde, y deberán rendirle cuentas al pueblo que cobardemente han mancillado”, concluyó.
Al recibir la antorcha, el Ministro de Educación de Honduras recordó que la “educación es un pilar fundamental del desarrollo humano. Un ser humano formado sólo tiene sentido si se educa para la libertad, para vivir en ella y para luchar por ella.
Los pueblos centroamericanos –continuó Marlon Bravé– lucharon por esta libertad cuando decidimos independizarnos del reino de España. Nuestros próceres tuvieron la visión de anhelar por una sola patria Centroamérica para ser más grandes y fuertes.
Y hoy su legado nos convoca, nos llama, para defender la libertad que en Honduras está suprimida por un régimen de facto represivo. Pronto será recobrada por quienes ahora la defienden en las calles, la protegen con la pluma, la extrañan en las celdas o en el destierro, por aquellos y aquellas que han derramado su sangre de mártires, para hacerla germinar como semilla de libertad”, concluyó el Ministro de Educación hondureño.
Nicaragua anfitriona de ese evento histórico
Al recibir la Antorcha de la Libertad de mano de su homólogo hondureño, El ministro nicaragüense Miguel de Castilla recordó que después de casi 60 años es la primera vez que se cambia el recorrido que la llevará hasta Costa Rica.
“En esta fecha llena de profundo simbolismo, los gobiernos de El Salvador y Nicaragua, en solidaridad con el pueblo de Honduras en resistencia y su gobierno legítimo, dispusimos evadir el territorio hondureño donde se ha perpetrado un golpe de Estado.
Hoy Centroamérica está dolida, tiene un pedazo menos y su territorio ha sido usurpado por la bota militar. Una bota militar que es el opuesto de la libertad, de la democracia, de la educación y de los derechos humanos”, sentenció De Castilla al saludar la lucha de los maestros y estudiantes hondureños que han encabezado las interminables marchas por las calles de todo el país.
Hoy, viernes 11, la antorcha será recibida por los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, y de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, en un acto simbólico de respaldo a la lucha del pueblo hondureño, para después continuar su recorrido hacia Costa Rica.
por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
Cada 15 de septiembre en toda Centroamérica se celebra el aniversario de la firma del Acta de Independencia de la Capitanía General de Guatemala, que en aquel tiempo –1821– estaba conformada por la Provincia de Guatemala, las Intendencias de Chiapas, San Salvador, Honduras y Nicaragua, y el Gobierno de Costa Rica. La suscripción de este documento trajo como consecuencia la independencia del gobierno español y el inicio del proceso de unidad de la región.
Para celebrar ese histórico evento, las autoridades educativas de los países centroamericanos organizan un largo recorrido a través de la región, en el cual decenas de miles de estudiantes llevan encendida la “Antorcha de la Libertad” desde Guatemala hasta Costa Rica, pasando por El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Este año, a raíz del golpe de Estado del pasado 28 de junio en Honduras, las autoridades educativas de la región acordaron no entregar la tea que simboliza la libertad de los pueblos centroamericanos a los hondureños.
Ese fuerte gesto simbólico, acordado con las organizaciones de maestros que siguen participando de forma masiva en la resistencia contra el golpe de Estado y por el gobierno legítimo de Honduras, es una clara expresión del rechazo de la región a la ruptura del orden institucional y de apoyo al firme compromiso de los educadores para impedir que conceptos como “educación” y “libertad” sean manoseados por un gobierno que asumió el poder a través de la violencia y las armas.
La Antorcha de la Libertad no pasó por Honduras
Por primera vez en la historia, la Antorcha Centroamericana de la Libertad llegó por barco al Puerto de Corinto, Nicaragua, procedente de El Salvador, rompiendo el tradicional recorrido por la Carretera Panamericana, arteria que une a los países de la región.
Un fuerte contingente del Ejército salvadoreño acompañaba al viceministro de Educación de este país, Eduardo Badía Serra, quien en un acto muy emotivo entregó la tea de la libertad al secretario de Estado en el Despacho de Educación de la República de Honduras, Marlon Brevé.
“En nombre del pueblo salvadoreño entrego hoy al Ministro de Educación de Honduras esta antorcha que representa la paz y la libertad. Esa libertad que ahora pretenden mancillar las fuerzas retrógradas que viven en un oscurantismo trasnochado y obtuso, y que todavía pretenden defender sus intereses amparados en el poder y la fuerza de las bayonetas –dijo el viceministro salvadoreño Eduardo Badía Serra–.
Ahora que nuestros hermanos hondureños viven la represión de un gobierno de facto, las gestas libertarias de nuestros próceres deben servirles para recordarles a estos usurpadores del poder que pronto tendrán que entregarlo a quienes legítimamente les corresponde, y deberán rendirle cuentas al pueblo que cobardemente han mancillado”, concluyó.
Al recibir la antorcha, el Ministro de Educación de Honduras recordó que la “educación es un pilar fundamental del desarrollo humano. Un ser humano formado sólo tiene sentido si se educa para la libertad, para vivir en ella y para luchar por ella.
Los pueblos centroamericanos –continuó Marlon Bravé– lucharon por esta libertad cuando decidimos independizarnos del reino de España. Nuestros próceres tuvieron la visión de anhelar por una sola patria Centroamérica para ser más grandes y fuertes.
Y hoy su legado nos convoca, nos llama, para defender la libertad que en Honduras está suprimida por un régimen de facto represivo. Pronto será recobrada por quienes ahora la defienden en las calles, la protegen con la pluma, la extrañan en las celdas o en el destierro, por aquellos y aquellas que han derramado su sangre de mártires, para hacerla germinar como semilla de libertad”, concluyó el Ministro de Educación hondureño.
Nicaragua anfitriona de ese evento histórico
Al recibir la Antorcha de la Libertad de mano de su homólogo hondureño, El ministro nicaragüense Miguel de Castilla recordó que después de casi 60 años es la primera vez que se cambia el recorrido que la llevará hasta Costa Rica.
“En esta fecha llena de profundo simbolismo, los gobiernos de El Salvador y Nicaragua, en solidaridad con el pueblo de Honduras en resistencia y su gobierno legítimo, dispusimos evadir el territorio hondureño donde se ha perpetrado un golpe de Estado.
Hoy Centroamérica está dolida, tiene un pedazo menos y su territorio ha sido usurpado por la bota militar. Una bota militar que es el opuesto de la libertad, de la democracia, de la educación y de los derechos humanos”, sentenció De Castilla al saludar la lucha de los maestros y estudiantes hondureños que han encabezado las interminables marchas por las calles de todo el país.
Hoy, viernes 11, la antorcha será recibida por los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, y de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, en un acto simbólico de respaldo a la lucha del pueblo hondureño, para después continuar su recorrido hacia Costa Rica.
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