El Centro Nicaraguense de Derechos Humanos, ha dado seguimiento a las protestas pacificas que han mantenido durante mucho tiempo las personas conocidas por el caso de IRC (insuficiencia renal crónica), quienes en los últimos meses han permanecido frente a
La mañana de este viernes 31 de julio, el CENIDH fue informado de la detención de los principales dirigentes que encabezan esta protesta, los que denunciaron que efectivos de
Carmen Ríos Urbina, Presidenta de esta asociación de afectados y afectadas por insuficiencia renal crónica, denunció su detención y la de sus acompañantes Gustavo Martínez, Bayardo Federico Gutiérrez y Eduardo Antonio Jirón, destacando que un oficial de nombre Pedro Flores, una oficial de chip número 8168 y otros a los que no pudo identificar, la agredieron con golpes y puntapiés al momento de trasladarla al distrito y una vez ahí, la oficial mujer procedió a desnudarla hasta dejarla en blumer.
“Me pedía que me quitara el blumer, mientras se carcajeaba, me decía ballena y muchas obscenidades y que no podía decirle cuáles eran mis derechos, que mejor me callara y como yo seguí hablando me dio una palmada en la cara, yo denuncio ante el CENIDH, porque lo que han hecho con nosotros es una barbarie”, manifestó la señora Ríos Urbina.
Luego de esperar por más de dos horas, gestionando por diversas formas la libración de los detenidos el equipo del CENIDH fue atendido por el Comisionado Noel Cruz segundo jefe policial de Distrito V, quien dijo que no hablaría sobre el fondo del asunto, que tan solo se limitaría a abordar la actuación policial, la que ya había puesto en conocimiento del Sub Comisionado Arias de asuntos internos, posteriormente notificó la liberación de los dirigentes a los que no se les abrió ningún tipo de proceso.
A pesar de la detención y los tratos inhumanos a la señora Ríos el Comisionado Cruz dijo que en ningún momento fueron detenidos porque no llegaron a ingresar a ninguna celda, lo que preocupa al CENIDH ya que con estos hechos se demuestra un aumento en la agresividad policial cuando se trata de reprimir a personas enfermas y someterlas bajo una simple figura de retención.
El CENIDH llama a la reflexión a las autoridades policiales ya que en situaciones graves como las acaecidas en Ocotal, donde se usa morteros y se cometen actos delictivos por nicaragüenses agrupados en los CPC y ciudadanos allegados al partido de gobierno, se limitan a ser espectadores, mientras en protestas justas, donde hay personas gravemente enfermas y que en ningún momento están al margen de la ley los someten con actos como los arriba descritos.
CENIDH
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