de Giorgio Trucchi - Rel-UITA
La lucha en Managua de los ex trabajadores azucareros y viudas de la ANAIRC en búsqueda de una negociación con la Nicaragua Sugar Estates Ltd (NSEL), propietaria del Ingenio San Antonio e integrante del Grupo Pellas, para que se les indemnice por los daños ocasionados a su salud, parece estar molestando a personas que de forma anónima han desatado una campaña de insultos y amenazas en contra de los principales líderes de esta organización, que está afiliada a la UITA.
En la madrugada del pasado 9 de abril, desconocidos introdujeron una volante en la casa de la presidenta de la ANAIRC, Carmen Ríos, cuyo contenido es una serie de insultos, acusaciones, vulgaridades, amenazas e intentos burdos para tratar de politizar una lucha social y desprestigiar no solamente a la presidenta de la ANAIRC, sino también a algunas de las organizaciones que se han solidarizado con los afectados por la insuficiencia renal crónica (IRC), como la Asociación Italia-Nicaragua.
“Muerte a la tal Carmen Ríos”, son las palabras con las que termina el documento que también fue distribuido en el Barrio La Candelaria de Chichigalpa, donde se concentran y a diario mueren los ex trabajadores del Ingenio San Antonio afectados por la IRC.
“Me llamaron mis hijos muy angustiados diciéndome que habían encontrado una papeleta con amenazas de muerte contra mi persona”, contó a Sirel la presidenta de la ANAIRC.
“Fui a Chichigalpa para ver de qué se trataba y encontré ese documento en el que con lenguaje soez se me acusa de un sinnúmero de falsedades y hasta se me amenaza de muerte. Esta situación –continuó Ríos– asustó a mi familia, pero no a mí. No tengo temor porque sé que estamos haciendo lo correcto, que estamos luchando por algo que nos pertenece y que, gracias también al apoyo de las organizaciones que nos están respaldando, vamos a lograr”.
Sin embargo esa no fue la única amenaza en contra de Ríos.
“En la noche del lunes 13 de abril recibí una primera llamada a mi celular desde un número desconocido. La voz me dijo: ‘¿Ya sabes que andamos detrás de vos para matarte?’. Yo me hice la disimulada diciendo que se habían equivocado de número y colgué.
Al rato volvió a llamar –continuó la presidenta de la ANAIRC– y quiso amenazarme nuevamente, pero le dije que ese celular lo acababa de comprar y no volvió a molestarme”.
¿Quiénes están detrás?
Estas amenazas cobardes no sorprenden a los miembros de la ANAIRC, porque saben que la lucha que han emprendido desde hace cinco semanas toca los intereses de personas muy poderosas. Es por eso que en el campamento ya se han adoptado las medidas necesarias para proteger la vida de sus directivos.
“Estamos llevando adelante un trabajo limpio, tenaz, con un objetivo bien claro que es la indemnización para nuestros asociados y viudas que fueron víctimas de esta tragedia. Hemos logrado más de 5 mil pensiones para los afectados, independientemente de que fueran parte o no de nuestra Asociación. Es evidente –manifestó Carmen Ríos– que todo esto le está molestando a alguien que piensa que esta lucha está perjudicando a la empresa, lo cual es absurdo. Somos nosotros los perjudicados y pedimos respuestas concretas.
Esta gente cree que se le debe un favor a la empresa solamente porque le regaló algo por la escuela de sus hijos o por algún medicamento. ¿No se dan cuenta de que esta empresa ya los explotó lo suficiente? No hay ninguna duda de que la empresa de alguna manera está metiendo sus manos en esto.
Están tratando de contrarrestar la información que circula a nivel mundial sobre nuestra lucha, pero no lo van a poder hacer. Antes bien, estos intentos y amenazas demuestran la gran preocupación que tienen. Están mostrando sus debilidades, porque el temor que nos tienen es una clara forma de debilidad.
No les tengo miedo –advirtió Ríos-. Desde que inicié esta lucha sabía con quién me estaba metiendo y el peligro que podía correr, pero esto no nos va a detener y en las próximas horas voy a presentar denuncia formal ante la Policía Nacional por amenazas de muerte”, concluyó Ríos.
La presidenta de la ANAIRC recibió la solidaridad y el apoyo de las personas afiliadas a esta organización y las organizaciones que a nivel nacional e internacional están respaldando la lucha de los ex trabajadores azucareros.
En la madrugada del pasado 9 de abril, desconocidos introdujeron una volante en la casa de la presidenta de la ANAIRC, Carmen Ríos, cuyo contenido es una serie de insultos, acusaciones, vulgaridades, amenazas e intentos burdos para tratar de politizar una lucha social y desprestigiar no solamente a la presidenta de la ANAIRC, sino también a algunas de las organizaciones que se han solidarizado con los afectados por la insuficiencia renal crónica (IRC), como la Asociación Italia-Nicaragua.
“Muerte a la tal Carmen Ríos”, son las palabras con las que termina el documento que también fue distribuido en el Barrio La Candelaria de Chichigalpa, donde se concentran y a diario mueren los ex trabajadores del Ingenio San Antonio afectados por la IRC.
“Me llamaron mis hijos muy angustiados diciéndome que habían encontrado una papeleta con amenazas de muerte contra mi persona”, contó a Sirel la presidenta de la ANAIRC.
“Fui a Chichigalpa para ver de qué se trataba y encontré ese documento en el que con lenguaje soez se me acusa de un sinnúmero de falsedades y hasta se me amenaza de muerte. Esta situación –continuó Ríos– asustó a mi familia, pero no a mí. No tengo temor porque sé que estamos haciendo lo correcto, que estamos luchando por algo que nos pertenece y que, gracias también al apoyo de las organizaciones que nos están respaldando, vamos a lograr”.
Sin embargo esa no fue la única amenaza en contra de Ríos.
“En la noche del lunes 13 de abril recibí una primera llamada a mi celular desde un número desconocido. La voz me dijo: ‘¿Ya sabes que andamos detrás de vos para matarte?’. Yo me hice la disimulada diciendo que se habían equivocado de número y colgué.
Al rato volvió a llamar –continuó la presidenta de la ANAIRC– y quiso amenazarme nuevamente, pero le dije que ese celular lo acababa de comprar y no volvió a molestarme”.
¿Quiénes están detrás?
Estas amenazas cobardes no sorprenden a los miembros de la ANAIRC, porque saben que la lucha que han emprendido desde hace cinco semanas toca los intereses de personas muy poderosas. Es por eso que en el campamento ya se han adoptado las medidas necesarias para proteger la vida de sus directivos.
“Estamos llevando adelante un trabajo limpio, tenaz, con un objetivo bien claro que es la indemnización para nuestros asociados y viudas que fueron víctimas de esta tragedia. Hemos logrado más de 5 mil pensiones para los afectados, independientemente de que fueran parte o no de nuestra Asociación. Es evidente –manifestó Carmen Ríos– que todo esto le está molestando a alguien que piensa que esta lucha está perjudicando a la empresa, lo cual es absurdo. Somos nosotros los perjudicados y pedimos respuestas concretas.
Esta gente cree que se le debe un favor a la empresa solamente porque le regaló algo por la escuela de sus hijos o por algún medicamento. ¿No se dan cuenta de que esta empresa ya los explotó lo suficiente? No hay ninguna duda de que la empresa de alguna manera está metiendo sus manos en esto.
Están tratando de contrarrestar la información que circula a nivel mundial sobre nuestra lucha, pero no lo van a poder hacer. Antes bien, estos intentos y amenazas demuestran la gran preocupación que tienen. Están mostrando sus debilidades, porque el temor que nos tienen es una clara forma de debilidad.
No les tengo miedo –advirtió Ríos-. Desde que inicié esta lucha sabía con quién me estaba metiendo y el peligro que podía correr, pero esto no nos va a detener y en las próximas horas voy a presentar denuncia formal ante la Policía Nacional por amenazas de muerte”, concluyó Ríos.
La presidenta de la ANAIRC recibió la solidaridad y el apoyo de las personas afiliadas a esta organización y las organizaciones que a nivel nacional e internacional están respaldando la lucha de los ex trabajadores azucareros.
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