Decenas de organizaciones marcharon por tercera vez en San Pedro Sula para reclamar a la empresa privada el respeto al decreto presidencial que elevó el salario mínimo de un 60 por ciento y para llevar su apoyo incondicional a la lucha de los trabajadores del STIBYS. El día siguiente se reunieron en la capital Tegucigalpa para analizar el contexto actual y buscar una plataforma común frente a los comicios del próximo mes de noviembre.
Frente a la ofensiva del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) que sigue impulsando una política de rechazo al aumento dictado por el presidente Manuel Zelaya, el Bloque Popular (BP), la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), las principales centrales sindicales del país y otras decenas de organizaciones sociales han decidido seguir con sus movilizaciones, hasta lograr el cumplimiento del decreto y el rechazo por parte de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de los más de 200 recursos de amparo presentados por los empresarios.
Frente a una impresionante afluencia de gente que rebasó la capacidad de los locales del edificio del STIBYS en la capital hondureña, Carlos Amaya, representante de la CNRP, analizó el contexto político y económico que vive el país.
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