jueves, 15 de octubre de 2015

El Salvador: Ataques contra lisiados de guerra

“Adrián todavía era un combatiente”

Laura Bernal | ContraPunto


Julio César Molina, conocido como “Adrián”, también luchó en la guerra, pero su muerte no la encontró en el campo de batalla. Este miércoles, delincuentes lo asesinaron frente a su vivienda en el municipio de Meanguera, Morazán. “Era ahora un combatiente, pero por los derechos humanos de los lisiados de guerra”, dicen sus compañeros de lucha.

De acuerdo a información preliminar, Molina habría recibido reiteradamente disparos en su rostro y tórax con fusiles de uso privativo del Ejército AK47 y M16. Las causas del crimen aún son desconocidas, y los delincuentes también.

El hecho conmocionó a muchos. “Era conocido como Adrián, un luchador por los derechos de su sector, líder de su comunidad, todo mundo lo conocía y jamás había recibido amenaza alguna”, dice la representante de la Asociación de Lisiados de Guerra de El Salvador (ALGES), Olga Serrano.

No era parte de ALGES, sin embargo desde la Asociación de Lisiados de Guerra (Asaldig), en Morazán, Molina seguía luchando por garantizar los derechos de quienes un día lucharon al frente del conflicto armado salvadoreño y se libraron de la muerte.

“Lo asesinaron de una manera cobarde y brutal”, apunta Serrano, al aclarar que aún no se conocen detalles del caso, pues familiares y amigos aún están consternados por el crimen que ya es atribuido a miembros de pandillas, según fuentes policiales.

El ataque contra el excombatiente de 55 años fue registrado a las siete de la mañana, momento en que los atacantes habrían aparecido a bordo de una camioneta en la comunidad Segundo Montes, donde residía Molina, y que es conocida como una comunidad con un alto valor histórico por la presencia de la guerrilla en el conflicto armado en El Salvador.

Serrano tiene temor y no es la única. Dice que como ALGES han tomado las medidas correspondientes para que autoridades investiguen estos hechos, especialmente el asesinato de su presidente Israel Quintanilla que fue secuestrado y posteriormente ultimado con arma de fuego, junto a su hijo.

Fue en mayo de este mismo año que Quintanilla y su hijastro, Carlos Zabala, fueron encontrados muertos en el municipio de Tecoluca, San Vicente.

Según la información extraoficial, Quintanilla recibió cuatro impactos de bala en el tórax y fue lanzado al río San Jerónimo, siempre en San Vicente; mientras que su hijo fue encontrado con dos disparos también a la altura del tórax, a unos cuantos metros de donde yacía el cuerpo de su padre.

Los responsables del asesinato de Quintanilla y Zabala habrían sido miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS13); sin embargo no se había reportado antes ninguna amenaza o extorsión, dijeron para entonces autoridades encargadas del caso.

“Es una preocupación fuerte que tenemos desde el asesinato de Israel. Repudiamos y condenamos este tipo de hechos y exigimos a las autoridades que nos brinden seguridad. Tenemos temor, estamos siendo blanco de este tipo de crímenes y uno nunca sabe las sorpresas”, dice angustiada Serrano.

El diputado por el partido oficialista FMLN Carlos Ruíz no tardó en asegurar que el ataque puede tratarse de una estrategia de desestabilización contra el gobierno y que habría iniciado con el crimen de Quintanilla, ambos vinculados al partido.

Para Ruiz está claro que el asesinato de Quintanilla y Molina es una violencia dirigida y provocadora, “la violencia en este terreno ya tiene el objeto provocador de buscar a cualquier precio la desestabilización del país y por supuesto que el ataque a excombatiente es un ataque al FMLN y así debemos verlo”, asegura.

“No puedo profundizar al respecto, pero lo que sí puedo decir es que al país no lo van a desestabilizar y esta violencia la vamos a superar, talvés bajo mucho esfuerzo y un precio mayor, pero lo lograremos y construiremos la paz que necesita el pueblo”, dijo al respecto.

Joaquín González
también acompañó a Molina en la guerra. Este miércoles el excombatiente de la exguerrilla lamentó el crimen que le arrebató a su compañero de lucha. “Es triste ver que una persona que sobrevivió a la guerra y que luchaba por la sobrevivencia digna de quienes también combatieron, tenga que morir así”, dijo.

Para González, es evidente que la violencia actual puede “cortarle la vida a cualquier persona y el llamado no sólo es para investigar, sino para ponerle un freno definitivo a todo esto”.

Mientras tanto, Serrano sostiene que lamentablemente estos crímenes se prestan a muchas interpretaciones “venimos desde el conflicto armado y continuamos luchando por derechos de quienes participaron en la guerra, aparentemente estos ataques van dirigidos a este tipo de personas”, explica.

Pero agrega: “No puedo asegurar que es un trasfondo político, pero tampoco quiero descartarlo totalmente. Lo más importante es que estos hechos no queden en la impunidad y sienten de una vez por toda un precedente”.



1 comentario:

Unknown dijo...

Dios lo tenga en su santa gloria tío querido y esas perzonas que isieron eso que paguen