miércoles, 8 de julio de 2015

Panamá: “La huelga viene y nadie la detiene”

Foto G. Trucchi | Rel-UITA
Sindicatos de Cervecería Nacional (SABMiller) lamentan actitud despótica de la patronal

Por Giorgio Trucchi | Rel-UITA

A las 6 de la mañana del próximo viernes 10, Panamá despertará en medio de un conflicto laboral que los trabajadores de Cervecería Nacional S.A., propiedad de la transnacional británico-sudafricana SABMiller, aseguran ha sido ocasionado por la propia intransigencia y la prepotencia del coloso cervecero.


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Durante una participada conferencia de prensa, directivos del Sindicato Industrial de Trabajadores de la Fabricación y comercialización Refrescos, Bebidas, Gaseosas, Cervezas, Licores y Similares (Sitrafcorebgascelis) y del Sindicato de la Industria Cervecera de Panamá (STICP), anunciaron que el tiempo para encontrar una salida a la crisis se está agotando.

“La empresa mantiene una posición totalmente cerrada y no quiere suscribir el nuevo Convenio Colectivo con ambos sindicatos. Sólo con el mayoritario”, dijo Jaime Acevedo, directivo del STICP.

De esta manera, SABMiller “no sólo está violentando de forma descarada el artículo 398 de lra legislación laboral -que permite que varios sindicatos puedan suscribir un solo Convenio con la empresa-, sino también los Convenios 87 y 98 de la OIT sobre libertad sindical y derecho a la negociación colectiva”.

El derecho a negociar
Algo que SABMiller no quiere entender


El pasado 1 de junio se instaló en el Ministerio del Trabajo de Panamá la mesa para iniciar las negociaciones de un nuevo Convenio Colectivo entre Cervecería Nacional S.A. (SABMiller), el Sitrafcorebgascelis y el STICP.

Demostrando una gran madurez, los dos sindicatos, que juntos organizan a más del 80 por ciento de los trabajadores de Cervecería Nacional, decidieron estrechar una alianza estratégica para negociar y suscribir juntos el nuevo Convenio.

Esta decisión fue tajantemente rechazada por la empresa.

Tras varias reuniones fallidas, durante las cuales no se pudo avanzar ni firmar ninguna cláusula, los sindicatos dieron por concluido el proceso de conciliación y procedieron con la declaración de huelga.

“Negarse a aceptar la soberana voluntad de los sindicatos de negociar y suscribir juntos la convención colectiva significa entrometerse en una decisión que no le compete a la empresa. Esta actitud intransigente obedece a la no aceptación de mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores”, advirtió Acevedo.

De acuerdo con los dos sindicatos, durante los últimos años Cervecería Nacional, que controla del 65 por ciento del mercado cervecero panameño, ha registrado amplios y crecientes márgenes de ganancia.

“No es posible que sigan pagando salarios que están por debajo del mínimo establecido y que no son acordes con la realidad económica de la empresa. Nuestra propuesta es que SABMiller respete la libertad y la autonomía sindical, y que acceda a negociar mejores condiciones laborales y sindicales”, aseveró Jonathan Vélez, directivo del Sitrafcorebgascelis.

“Nosotros no queremos llegar a estos extremos y seguimos dispuestos a buscar una salida a esta crisis, pero la intransigencia patronal nos empuja a la huelga”, agregó.

Una vieja maña
Violentando derechos


Y eso no es todo. Durante la conferencia de prensa, los directivos de ambos sindicatos denunciaron que Cervecería Nacional estaría impidiéndoles reunirse con sus afiliados en los  centros de trabajo que hay en el país.

Además, alertaron sobre amenazas a los trabajadores para que no se involucren, ni apoyen la huelga.

Las agresiones a los trabajadores no es nada nuevo en Cervecería Nacional. En mayo de 2012, el Sitrafcorebgascelis denunció presiones de la transnacional británico-sudafricana para que decenas de sus afiliados firmaran un despido encubierto mediante una “renuncia por mutuo acuerdo”.

Ante la negativa de los trabajadores a renunciar al trabajo, la empresa desencadenó la represión. Ordenó a los guardias de seguridad que no los dejaran salir de la planta, lo cual constituye una abierta e intolerable violación a sus derechos humanos.

“Ya iniciamos piquetes frente a la planta principal de Cervecería Nacional y el jueves nos movilizaremos masivamente por las calles de la capital. Si la empresa no recapacita y continúa con su prepotencia, no nos quedará otra opción que paralizar la producción y distribución de los productos de Cervecería Nacional a partir de las 6 de la mañana del 10 de julio ”, aseguró Vélez.

Los sindicatos de Cervecería Nacional hicieron un llamado de alerta a las organizaciones sindicales hermanas, tanto nacionales como internacionales, así como a los medios de comunicación comprometidos con la verdad y la libertad de expresión, y a las autoridades nacionales.


“Somos respetuosos de la libre administración a que tiene derecho la empresa sobre sus bienes y de la subordinación jurídica a la cual debemos someternos los trabajadores.

También estamos de acuerdo con la debida seguridad jurídica para los inversionistas, pero no podemos aceptar que nuestros gobernantes permitan que las empresas, de capital nacional o internacional, violenten nuestra Constitución y nuestro Código del Trabajo”, dijo Acevedo.

El dirigente sindical concluyó exigiendo respeto a la libertad sindical.


Fuente: Rel-UITA

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