sábado, 21 de febrero de 2015

Industria salvadoreña y globalización neoliberal

voces.org.sv
Por Roberto Pineda

En nuestros sueños de adolescentes urbanos de izquierda, de principios de la ya lejana década del setenta del siglo pasado, la revolución que estábamos preparando iniciaba seguramente con una huelga general del proletariado industrial en el Bulevar del Ejército, ya que Soyapango era el indiscutible corazón de nuestra insurrección.

Al final, las olas caprichosas de la historia nos empujaron hacia las montañas de Guazapa, Chalatenango y Morazán y a que el ejército popular fuera constituido en su inmensa mayoría por jóvenes campesinos, dirigidos por una pequeña burguesía radicalizada, en una larga guerra rural a lo Mao, de diez años, que desembocó en unos inesperados acuerdos de paz, supuestamente sin vencedores ni vencidos. 
 
El proletariado industrial de esa época heroica y sus organizaciones sindicales, fueron rabiosamente perseguidos y sus locales dinamitados, sus dirigentes se fueron al exilio a México o Suecia y unos pocos a la montaña. Y al concluir el conflicto en 1992 la agricultura y la industria estaban debilitadas. Y el proletariado y sus organizaciones se habían también atomizado y disminuido.

Incluso la izquierda salvadoreña abandonó su referencia de clase y se identifico más como sujeto popular. Han pasado 23 años desde entonces pero la situación persiste. Y resulta interesante y además muy útil para la construcción de una estrategia de poder popular, conocer que ha pasado con nuestra industria y por consiguiente, dónde camina nuestro actual proletariado industrial.

En ese espíritu de búsqueda, a continuación exploramos el estado actual de la industria salvadoreña, sus niveles de desarrollo y en un próximo estudio abordaremos como estas dinámicas impactan en la conformación orgánica del proletariado, su organización y sus luchas.

Antecedentes históricos
La industria salvadoreña ha sufrido considerables cambios en las últimas décadas, distinguiéndose varias etapas durante su evolución y desarrollo tecnológico. El desarrollo de la industria se basa inicialmente en la producción y exportación de bienes agrícolas, cacao, bálsamo y añil en primera instancia, y después café, algodón y azúcar. Es en los obrajes, beneficios e ingenios que se va gestando un sector diferenciado del trabajador agrícola, así como del artesano urbano. El proletariado agrícola salvadoreño. Pero luego ya en el siglo XX surge la industria en las ciudades.

En 1906 en Santa Ana el guatemalteco Rafael Meza Ayau creó la primera fábrica de cerveza, La Constancia.  En 1912 Fernando Sagrera padre creo la primera fábrica textil, dedicada a la producción de casimires, penetrando incluso el mercado hondureño.  En 1942 cambió su nombre por Hilandería Salvadoreña, HILASAL y en las últimas décadas se dedica la producción de coloridas toallas.

La primera guerra mundial (1914-1918) provocó la instalación de grandes talleres artesanales que se vieron fortalecidos por la paralización de las importaciones de mercancías industriales. En 1927 Juana Mathies crea la primera fábrica de ladrillos de cemento. En 1922 se crea la primera fábrica de hilaturas de algodón, llamada “Minerva” propiedad del catalán Andres Molins.

En 1923 surge la fábrica textil “La Estrella” de Víctor y Teodulo Safie, en 1932 se crea la fábrica “El León” del palestino Arturo Gadala María. Y también participan en este auge textil inicial las familias Saca, Martínez Saprissa, etc. En 1944 los principales grupos industriales-comerciales están encabezados por las familias Meza Ayau, De Sola y Daglio.

En 1948 el gobierno de Oscar Osorio marca un viraje en el rumbo económico del país y entre sus primeras medidas pro industrialización, paga favores y nombra a Víctor de Sola presidente de CEL, puesto que mantuvo hasta 1978. Esto le permitió a este clan familiar de origen judío, convertirse en “la cabeza de una fracción poderosa y relativamente nueva de la gran burguesía nacional” (Castellanos 2002) y además por su presencia en la Compañía Salvadoreña del Café pudieron aprovechar las oportunidades abiertas por el mercado internacional, para obtener fabulosas ganancias.

De Sola era el mayor beneficiador y comercializador del café, fabricante de aceites y jabones, y lotificador de terrenos urbanos. El siguiente año, en 1949, se crea la empresa Cementos de El Salvador, CESSA, (hoy propiedad del gigante suizo-francés Holcim-Lafarge) que era propiedad de la familia Belismelis, dueños de la caleras de Metapan. Y en alianza con la familia Regalado.

El gobierno de Osorio marcó la entrada a una etapa basada en el modelo de sustitución de importaciones, y entre los años 1945 a 1952 el sector industrial experimenta un notable crecimiento e incluye la producción fabril de bebidas, alimentos, tabaco, textiles y calzado que pasan de ser pequeños talleres artesanales con tecnología rudimentaria a sistemas mecanizados.

En 1950 la irrupción de estos sectores industriales modernizantes permite la ruptura del férreo control que los grupos agro exportadores de café, Quiñonez y Guirola, mantenían sobre el Banco Salvadoreño, el que desde 1885 representaba los intereses de los cafetaleros de la zona central (Familias Trigueros, Duke, Guirola). Y es así que en ese año un extenso grupo de cafetaleros de las tres zonas del país (Dueñas, Regalado, Hill, García Prieto) junto con el mayor industrial de la época, Rafael Meza Ayau hijo, fundan el Banco de Comercio (hoy Scotiabank).

Meza Ayau representaba un emergente sector comercial-industrial de la gran burguesía, que había monopolizado durante cuarenta años la producción de cerveza. Y de esta manera rompen con el monopolio ejercido por el Banco Salvadoreño desde 1935, avalado por el General Martínez. Y cinco años más tarde, otro fuerte grupo de agricultores, ganaderos y comerciantes, se separa del Banco Salvadoreño, esta vez dirigido por los grupos empresariales Sol-Millet y Escalante Arce para dar origen al banco Agrícola Comercial, hoy propiedad de Bancolombia.

En 1953 se crea la primera fábrica de café soluble, Productos de Café S.A., con un capital social de 3.5 millones de dólares, divididos entre la estadounidense Ibec Food Inc. (empresa del Grupo Rockefeller) y los grupos empresariales salvadoreños De Sola, Dueñas, Hill, Palomo y Álvarez). En este contexto, el capital japonés crea en 1955 la fábrica Industrias Unidas (IUSA) y en 1966 la fábrica Industrias Sintéticas de Centro América (INSINCA). Por esos años aparecen en el mercado los famosos peines plásticos, que eran producidos por la empresa Amapola, propiedad de Jacin Hasbun, pionero de la industria plástica en El Salvador.

Para la década comprendida entre los años de 1960 a 1970, la industrialización en El Salvador crece aún más fundamentalmente por la creación del Mercado Común Centroamericano. Y los productos salvadoreños invaden Honduras y Nicaragua. Durante este período surgen importantes ramas industriales como petróleo, maquinaria eléctrica y no eléctrica, plástico y minerales no metálicos. Es en este periodo que surge por vez primera un proletariado industrial. Pero en julio de 1969 el conflicto con Honduras viene a quebrar este proceso y a abrirle paso a una prolongada crisis estructural.

En los años setenta la industria manufacturera entra en crisis como resultado de la ruptura del Mercado Común Centroamericano, aunque logra desarrollarse la producción de bienes intermedios tales como textiles, productos químicos, papel, cartón y derivados del petróleo. En los años ochenta la Guerra Popular Revolucionaria ocasiona la virtual paralización del desarrollo industrial, el cual recupera su vitalidad luego de los Acuerdos de Paz de 1992 y se ha venido desarrollando con sus altibajos hasta la actualidad, enfrentando nuevas situaciones.

Entre estas, los procesos de privatización de los años noventa del siglo pasado ( energía, telecomunicaciones, AFP), los cuales  junto con los procesos de globalización neoliberal de este siglo ( venta de bancos, cemento, línea aérea, cerveza)  han provocado el surgimiento de una nueva clase dominante, de una nueva burguesía, integrada por representantes de filiales de corporaciones transnacionales; la antigua oligarquía financiera ( siete grupos empresariales alrededor de cinco bancos) hoy dedicada al mundo del comercio y los servicios; nuevos sectores burgueses no oligárquicos ( de la construcción, seguridad privada, medios de comunicación, exportación de café, entre otros) y una empresa municipal de capital salvadoreño-venezolano, del Grupo Alba, que participa en combustibles, alimentos y servicios financieros (Pineda 2013)

A continuación describimos la situación de las principales ramas de los sectores industriales.

Situación actual de los principales grupos industriales: pugnas y alianzas

Gráfico 1. Primeros lugares del Ranking industrial 2011-2012-2013


Rama industrial
2011
2012
2013
1. Textiles y Conf.
Fruit of the Loom
Fruit of the Loom
Hanesbrands
2. Bebidas
Livsmart Americas
Livsmart Americas
Livsmart Americas
3. Alimentos
Productos DIANA
Productos DIANA
Grupo Calvo
4. Plásticos
Plastigras
Plastigras
Plastigras
5. Papel, Cartón y A.G.
Kimberly Clark
Kimberly Clark
Kimberly Clark
 6. Farmaceútica
Unilever
Lab. Vijosa
Lab. Vijosa
7. Metalmecánica
Galvanisa
CORINCA
CORINCA
8. Muebles
Ind. CAPRI
Ind. CAPRI
Indufoam
9. Calzado
Duramas (ADOC)
Emp. ADOC
Duramas (ADOC)
10. Banco (que más créditos otorga)
B. Agrícola
B. Agrícola
B. Agrícola

(Fuente: elaboración propia con datos de Revista Industria de ASI)

Tomando como base los ranking de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) a continuación describimos a las principales empresas que integran el mundo de la industria salvadoreña, a partir de sus nueve ramas principales: confección, alimentos, bebidas, plásticos, papel, muebles, metales, calzado y farmacéuticos.

Por otra parte, de acuerdo al Banco Central de Reserva, en septiembre de 2011 el crecimiento del Índice de Volumen de la Producción Industrial (IVOPI) , que refleja los niveles de dinamismo de este sector, fue del 2.4%, en diciembre de 2013 fue de O.4% y en diciembre de 2014 fue del 0.8%. A su vez, las ventas al exterior (exportaciones) bajaron un 4%, lo que equivale a una disminución de $218.4 millones de dólares. Al mismo tiempo, el Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) fue de 0.3%, con los sectores de construcción y comercio a la baja.

Asimismo, las exportaciones industriales representaron el 92 % de las exportaciones totales del país, y crecieron 1.7 % el año pasado. El Salvador exportó el año pasado $5,339 millones con un crecimiento del 1.7 % en comparación con 2011. De este total, $4,871 millones fueron producidos por la industria con un crecimiento del 1.5 %. A la vez este sector representa el 21% del PIB, “contribuye” con el 40% del empleo formal, y “aporta” el 25% de los ingresos tributarios.  

Gráfico 2. Exportaciones en 2013/2014 de las principales ramas industriales en millones de dólares

Rublo
2013
2014
1. Textiles y confección
$2,394
2. Alimentos
   $626
3. Plástico
$343
4. Papel, Cartón y Artes Gráficas
$300
5. Industria Metalmecánica
$262
6. Bebidas
$177
$150 (-$27)
7. Industria Farmacéutica
$114
8. Industrial del Calzado
$43
9. Industria del Mueble
$29

Fuente: elaboración propia con datos de informes de Asociación Salvadoreña de Industriales, ASI. No contamos con los datos para el año pasado de las principales ramas industriales, a excepción de rubro bebidas el cual disminuyó en el orden de los $27 millones.

1. El Lempa y el Jiboa enfrentados en la industria textil y de confección

Los nombres de dos grandes ríos salvadoreños, el Lempa y el Jiboa, simbolizan el enfrentamiento cotidiano entre dos grandes multinacionales estadounidense de la industria textil y de la confección. Lempa representa a Fruit of the Loom y Jiboa a Sara Lee Corporation y su rama de ropa interior Hanes Brand. Ambas exportan fundamentalmente hacia su propio mercado, el norteamericano.

Estas dos empresas son las principales empleadoras del país por lo que en sus plantas se concentran el núcleo principal del proletariado industrial salvadoreño, integrado en su mayoría por mujeres jóvenes. Confecciones Lempa emplea alrededor de 13,000 trabajadoras mientras que Jiboa a 10,000. En cuanto a las exportaciones, de $136 millones que se exportaban en 1991 se pasó a $1,928 millones en 2008. En contraste, las importaciones eran de $110.3 millones en 1991 y de $ 1,281 millones en 2008. Para la industria “nacional”, el sector textil y confección es uno de los pocos que mantiene una balanza comercial persistentemente positiva.

La mayor exportación y valor agregado ha sido realizado por empresas estadounidenses, las cuales encuentran en El Salvador un fabuloso nicho de mano de obra barata a la que explotan, y aun así, para aumentar ganancias, hacen uso intensivo del trabajo por cuenta propia, por lo que ahorran energía, la cual es consumida en los hogares de las mujeres subcontratadas, por lo general mujeres de la tercera edad. Las tres principales empresas producen el 60 % de las exportaciones del sector; Lempa abarca el 37 %, Hanes tiene el 29 % y la tercera, Intratex el 11 %.

Se calcula alrededor de 81.000 personas laborando dentro de maquilas; en 17 zonas francas ubicadas en seis de los 14 departamentos del país. El 70 por ciento de empresas que operan en Zonas Francas de Exportación son maquilas textiles. FUSADES asegura que las maquilas producen cerca de 74.000 empleos directos y más de 140.000 indirectos. Estas zonas francas reúnen a más de 200 empresas dedicadas a diferentes rubros, entre ellos el textil, la confección, electrónica, etc.

La primera zona franca industrial fue creada en 1974, en San Bartolo, Ilopango, la cual entró en funciones en 1976 con el establecimiento de dos empresas exportadoras, posteriormente en 1979 ya albergaba 14 empresas. Según el Banco Central de Reserva, con datos del año 2010, se estima que el 83,96 por ciento de las personas que laboran en este sector son mujeres; el 80,69% obreras, el 0,54 % técnicas de planta, el 1,31% personal de oficina, el 1,30 % supervisoras y el 0,11% gerentes. Al mes de junio de 2003, había 247 empresas maquiladoras, que generaban 53,117 empleos directos, de las cuales 89 empresas se encuentran operando dentro de las 17 zonas francas existentes.

El auge este sector desde los años noventa del siglo pasado, obedece a la necesidad de productores estadounidenses de enfrentar la ofensiva de industriales asiáticos y sus altos niveles de competitividad, mediante la transferencia de procesos productivos intensivos en manos de obra hacia países como El Salvador, con abundante fuerza laboral y bajos salarios.

Fruit of the Loom (Lempa Services Lim.), instalada en 1994, posee siete plantas, la última abierta en enero de 2008. Es el mayor empleador del sector privado y a la vez una de las principales compañías exportadoras. Su territorio está ubicado entre Lourdes y Ciudad Arce. En el 2013 ocupo el segundo lugar del ranking de los diez mayores exportadores industriales, únicamente superada por su némesis, Hanes Brand. En el tercer y cuarto puesto quedaron las empresas Intratext y AVX, de acuerdo a la ASI. Y en la rama textil y confección, se repiten los tres primeros lugares anteriores, y en el cuarto la empresa F&D.

Fruit of the Loom cerró su planta en Campbellsville, Kentucky en junio de 1998 en un afán de reducir costos y aumentar ganancias por medio de la mano de obra barata salvadoreña. 3,200 trabajadores estadounidenses perdieron sus empleos, de entre 10 y 12 dólares por hora, para aprovecharse de los bajos salarios de la maquila salvadoreña. La empresa forma parte de la compañía Berkshire Hathaway, con sede en Omaha, del inversionista multibillonario Warren Buffet.  Esta compañía textil, es además un conglomerado financiero cuya capitalización bursátil, o sea acciones en Wall Street, rondan los $370,000 millones.

Hanes Brand, instalada en 1994, posee seis plantas. HanesBrands es la empresa industrial que más exporta en el país, con $569 millones en 2013. Sus principales productos son calcetines, camisetas y ropa interior femenina. HanesBrands encabezó el año pasado las exportaciones de la industria y a su vez del sector textil y confección. En el 2013, alcanzó una producción de más de 44 millones de docenas de prendas anuales y alega que ha invertido en los últimos 21 años más de 200 millones de dólares en El Salvador.  Pertenece a la multinacional Sara Lee Corporation. La ropa interior de Hanes ocupa el primer lugar en la ropa de marca en el mercado estadounidense.

Las salvadoreñas Manufacturas del Río (Grupo Q) Hilasal (Sagrera), Industrias Unidas S.A., Martínez y Saprissa, Textufil (Bahaia), Industrias St. Jack (Siman) compiten con las estadounidenses Fruit of the Loom y Hanes y con la brasileña Pettenati.

2. La industria del plástico: el predominio de la panameña Plastigras

La empresa panameña Plastigras (PG) ocupa el primer lugar en esta industria en los últimos tres años, de acuerdo con la ASI. Plastigras fue creada en 1976 por el empresario alemán Bern Otto Schreiber en la ciudad de Panamá. Es una empresa líder en la fabricación de envases PET y Preformas, envases plásticos para alimentos y aceites de motor. Compite con las salvadoreñas Celpac, Ecoplast, Indusola, Industrias Facela, Plásticos Salvadoreños, Tacoplast, y Salvaplastic Internacional (Cristiani).

3. Muebles: el predominio de la salvadoreña Capri (Zablah)
                                                                                                                          
El primer lugar en el sector corresponde a Industrias Capri, fundada en 1953 por Arturo Zablah (padre) y Doña Ivonne Kuri de Zablah, en San Salvador. En esa época, los costos de las camas eran excesivamente altos y la mayor parte de estas eran importadas. Esta situación fue aprovechada por este grupo empresarial árabe para insertarse y puede decirse, crear este mercado. En la actualidad la salvadoreña Capri (Zablah) compite con la guatemalteca Camas Olimpia, así como con Indufoam, Mobilia, Moblex, y Flores Lazo, entre otras empresas.

4.Alimentos. La disputa entre la salvadoreña Diana y la española Calvo

En el rubro de alimentos, Productos Alimenticios Diana lideró el top de las empresas más exportadoras del 2013. Exportan a todo el istmo y Estados Unidos y están entrando al mercado dominicano. Productos Alimenticios DIANA, fundada en junio de 1951, es una empresa salvadoreña que se dedica a la producción y distribución de boquitas (snacks o botanas), dulces, conos para helados y galletas.

Fue fundada por Max Olano y Pablo Tesak, y su primer local fue en la colonia Mugdan, en San Salvador. Luego se mudó a una pequeña bodega en el barrio San Esteban, luego Barrio La Vega, hasta llegar a su actual ubicación, desde 1970 en Soyapango.  En 1990 se traslado a Sopyapango y es propiedad del conocido dirigente de ARENA, Hugo Barrera.

Diana compite con la española Calvo en relación al primer lugar en el sector alimentos. En el 2013 le correspondió a la atunera española Calvo, con sede en Cutuco, La Unión, desde el 2003. Calvo abrió con 300 trabajadores y en 2012 contaba con 1,700. En su primera década de operaciones obtuvo en concepto de exportaciones alrededor de $700 millones. Esta empresa creada en 1940, por Luis Calvo Sanz, es una de las principales impulsoras en el país del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, y produce una diversidad de productos relacionados con el atún. En este sector de alimentos compiten también otras empresas tales como la harinera Harisa, Bocadelli, Molinos de El Salvador (Salume)  Lácteos El Corral, Exportadora Río Grande, Industria de Maíz, la estadounidense McCormick y la mexicana Bimbo.

5. Bebidas: el predominio de la guatemalteca Cabcorp (Livsmart Americas)

En la rama de bebidas fue Livsmart de Centroamérica la número uno, pertenece a la empresa Cabcorp, la cual fue en 1998 nombrada Embotellador ancla de Pepsi Co para Centro América. En el año 2000 inicia una joint venture con AMBEV para introducir la marca de Cerveza Brahva en la región. A su vez AMBEV se unió a InBev Interbrew, pasando a ser la primera compañía cervecera a nivel mundial. Cabcorp llega a El Salvador en 2001 y en el 2002 adquiere el 50% de Bon Appetit, empresa de alimentos propiedad de la familia Zablah, que brindaba servicio de Co packing a Quaker para su producto Gatorade. Ya en 2006 Cabcorp asume el control de Bon Appetit y cambia su razón social a Livsmart Americas. Otras empresas que compiten en este sector son las siguientes: la mexicana Jumex (con planta ubicada en Quezaltepeque) la sudafricana Industrias La Constancia (Coca Cola y Pilsener con planta en Nejapa) y la todavía salvadoreña, nacida en santa Ana en 1947, Embotelladora La Cascada (Salva Cola y Kolashampan).

6. Papel y cartón: predominio de la estadounidense Kimberly-Clark

Kimberly-Clark de Centroamérica cuenta con una de las plantas más grandes de la región en El Salvador, por lo que se agenció el primer puesto en la industria del papel y cartón. La estadounidense Kimberly-Clark (Scott/Huggies/Kotex) compite con la estadounidense Procter & Gamble (Pamper, Carmín) la sueca SCA (Saba, Nevax) y la salvadoreña Alas Doradas (Encanto), así como con Sigma Q, Cajas y Bolsas, Evergreen Packaging, Impresora La Unión, y otras empresas del este sector.

7. Farmacéutica y medicinas: predominio de la salvadoreña Vijosa

Laboratorios Vijosa, creado por Víctor Jorge Saca, en 1971, se mantiene por segundo año consecutivo como la firma farmacéutica que más exporta desde El Salvador. Produce Virogrip, Ultradoceplex, Campolon Energy, etc. Otras empresas que compiten en este sector son las siguientes: Laboratorios Ancalmo, Promedici, Santa Lucía (Cristiani) Vijosa, Gamma, López Davidson, Suizos Bonima, Biogalenic, Lab. Arsal, Lab López, est. Ancalmo, Lab. Teramed, Lab. Gamma.

8. Calzado: predominio de la salvadoreña ADOC

La industria del calzado también fue reconocida en el ranking 2013, y la empresa ADOC, productora y comercializadora del Grupo Palomo, basada en Soyapango y con la marca Duramas, fue la ganadora del segmento. Otras empresas que compiten en este sector son las siguientes: Hush Puppies, MD, Lee Shoes y esta además la salvadoreña Calzado GW (calzado deportivo).GARBAL, Ricerfelli, Industrias Americanas y otras empresas.

9. Metalmecánica: predominio de la salvadoreña CORINCA

En el sector metalmecánica, la Corporación Industrial Centroamericana S. A. de C. V. (CORINCA) se posicionó en el número 1. “Siempre hemos tenido como posición estratégica competir en otros mercados, somos el único fabricante de acero centroamericano que exporta a los cinco mercados del istmo”, dijo Sergio Catani Papini, presidente de Corinca. Otras empresas que compiten en este sector y dominan el mercado son las siguientes: Las salvadoreñas Aceros de Centroamérica, Alumicentro, Galvanissa, Construmarket (Siman) Imacasa (Belismelis) Protecno (Belismelis) Industrias Básicas de Hierro y Acero, Resortes y Alambres, Solaire (Poma), Zartex, YKK, INCO (Freund) dominan mercado.

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