lunes, 11 de julio de 2011

Honduras: Ex general Romeo Vásquez Velásquez declara ante CVR

Foto aporrea.org
Para él, el Ejército fue víctima de un conflicto entre bandos políticos

Eduardo Stein:
Conversábamos con el general antes de que entraran, por si acaso, algunas apreciaciones políticas personales mías, sobre de la radicalización de algunas posiciones de América Latina que ha enredado de nuevo muchas agendas en la cuestión, pero también le comentaba como para propósitos de la agenda de la Comisión, hemos ido viendo avances importantes, nos han recibido muy bien en todas partes, salvo pues el rechazo que mantienen algunos líderes de la resistencia y de algunas organizaciones de derechos humanos; en general hemos ido viendo también como ha descendido el clima de crispaciones que existían en marzo, abril, en mayo, cuando nos juramentaron.

Yo recuerdo, general, algunas piezas de prensa que nos pintaban, para la Unión Cívica Democrática, éramos la viva cola del diablo que veníamos a reformarlo todo, agentes encubiertos de Zelaya y para el liderazgo de la resistencia éramos una extensión del golpe, o sea que existía la Comisión para lavarle la cara a lo que había pasado, yo creo que las visitas al interior sobre todo, general, han ido ayudando a cambiar esta percepción, alguna gente que estaba con muchos prejuicios, al igual que el trabajo mismo de las entrevistas acá en Tegucigalpa, que sobre todo pues, hay temas de agenda interna en Honduras tan delicados, y apremiantes que tal vez esto ha ido recediendo de los reflectores.

No sé general, si debiéramos comenzar un poco por colocar sobre la mesa el espectro general, los trabajos de la Comisión para que usted tenga un contexto amplio, lo que hemos estado haciendo, ya nos conoce, por lo menos no habrá visto alguna que otra vez por la prensa, y estuvimos en la presidencial cuando usted vino, todavía no había entregado la jefatura, yo, sí, el presidente nos presentó, tuvo la generosidad de invitarme a una reunión con comandantes de las Fuerzas Armadas, así es. El esfuerzo general en el mandato de esclarecer lo que pasó antes y después del 28 y luego aportar, como dice literalmente: “al pueblo hondureño elementos para que no se repita”, nos ha llevado a desarrollar, en primer lugar, una serie de perspectivas de concepción y de método que van bastante más allá de los días previos o posteriores a la crisis, porque muy temprano en el trabajo de la Comisión nos dimos cuenta que había dinámicas en esta sociedad y en este país que venían no solo de meses, sino años atrás y que de alguna manera condicionaban o ayudaban al esclarecimiento, a los hechos que se precipitaron al 28; segundo, porque para nosotros resultaba muy fundamental tratar de respondernos en profundidad a la pregunta, de, ¿por qué la institucionalidad política hondureña no alcanzó a darle un cauce democrático a los conflictos que se presentaron entre los poderes?

Porque fuimos viendo como gradualmente se fueron incrementando enfrentamientos entre el Ejecutivo, el Congreso, la Corte Suprema de Justicia, en algunos temas delicados, porque fuimos viendo también como ciertos temas básicos en la agenda de desarrollo se convirtieron muy rápidamente en territorios, en pelea política y económica, y por esa razón pedimos a varios especialistas el desarrollo de algunos trabajos en profundidad, para que sustenten la construcción del informe, que van por supuesto desde el análisis de la Constitución, hasta el tema más institucional del comportamiento de los partidos políticos, las iglesias, los medios de comunicación, pasando por supuesto por los Poderes del Estado y de la misma manera el tratar de recuperar con lecturas más amplias, lo que ha sido la historia contemporánea de Honduras más atrás, o digamos, más antes del mandato del presidente Zelaya; en tercer lugar, nosotros buscamos la manera de cubrir un acopio documental lo más completo y exhaustivo completo y exhaustivo posible de todas las instituciones gubernamentales y algunas instituciones no gubernamentales y nos han compartido con total generosidad sus materiales, no solamente documentos oficiales del Congreso, sino otros materiales que hemos podido recabar para que podamos, de alguna manera, en el informe final tener, no solo referencias, sino incluso en apéndices una base documental objetiva de lo que se ha estado investigando-analizando; en cuarto lugar, nos pareció indispensable salir al interior del país y cubrir con visitas directas a liderazgos locales en todos los departamentos, un abordaje a como vio la ciudadanía el surgimiento de inquietudes que llevaron a esta crisis, cómo vivió la crisis misma y sus consecuencias, y yo diría que, en general, nos encontramos con una visión, salvo quizás dos excepciones muy distintas en el interior que aquí en la capital, en Ocotepeque, por ejemplo, sí vimos la misma crispación que aquí, pero fue más bien raro en la mayoría de sitios donde hemos estado, la gente al contrario, casi diría resienten la intensidad con la que se vive la agenda, casi la intriga política capitalina que sienten que se convierte en una especie de desatención constante a las necesidades de las poblaciones en el interior, pero para nosotros era esencial esas audiencias ciudadanas en todo el país; en quinto lugar, nosotros consideramos fundamental desde el inicio incluir de manera directa el tema de derechos humanos, aunque esto se convirtió en un motivo de confusión, yo le comentaba como al crearse esta Comisión de Verdad, más allá de argumentar la ilegitimidad de la Comisión por ser ilegítimo en los argumentos de ellos, el Gobierno del presidente Lobo, también en los argumentos el que esta Comisión no tocaría el tema de derechos humanos, la verdad que desde el inicio nosotros contemplamos ese tema, pero circunscrito a aquellos procesos o situaciones directamente relacionados con la crisis políticas, y no como algunas organizaciones de derechos humanos querían irnos hasta los 80 o fines de los 70, y por último, general, también era para nosotros muy importante el colocar esto en un contexto geopolítico internacional, aunque lo que ocurrió y lo que es el objeto de nuestro mandato, tiene características muy propias de Honduras, es innegable que esto no ocurrió en una burbuja de plástico aislada de torno regional y el hecho de como Gobiernos del área, presidentes del área, de América Latina, intervienen desde antes de la crisis, por supuesto, durante y a partir de la crisis, evidencian realmente intereses de agenda que no estuvieron ausentes, sea como precipitadores, sea como parte de otras visiones geopolíticas distintas, así que la Comisión está tratando de producir un informe que sea lo más útil posible para el futuro y que el esfuerzo del esclarecimiento esté redactado en esa clave, no tanto en hurgar, como por cierto en algún momento nos comentara la primera designada y ministra de la Presidencia, que ojalá que la Comisión no vuelva a revivir la conflictividad de la que ya salimos, sino nos ayude a superarla, bueno ese es nuestro propósito, evidentemente habrán de temas que al precisar detalles cómo fue que ocurrieron o explicar la naturaleza que hemos recogido de hechos públicamente comprobables, va a ver gente disgustada, creo que de los dos lados general, porque ocurrieron muchos desaliños en una situación en la que toda la región está emparentada, es en este marco que nosotros hemos estado metodológicamente recuperando el esfuerzo testimonial, las entrevistas, el esfuerzo documental y los estudios, como en una pirámide, comenzando por personas quizás de menor nivel de autoridad, para ir gradualmente acercándonos a personas que fueron protagonistas de primer nivel, como es el caso suyo, y con esto quiero terminar, pues, dándole las gracias por la voluntad de reunirse con nosotros, por visitarnos acá a estas oficinas, que por cierto están abiertas no solo hoy, sino cuando usted quiera, gracias general por venir por acá y junto con este agradecimiento, solamente mencionar dos aspectos de procedimiento de la reunión, nosotros siempre preguntamos a las personas con quienes nos reunimos, si tienen inconveniente de que se filme y se grabe la conversación, pero advirtiendo que es para propósitos internos de la Comisión, porque es la manera más precisa de recoger lo que se quiera compartir con nosotros, sin embargo, si es que encontráramos en el intercambio algunos elementos que quisiéramos incluir en el informe, como una cita textual, se le pediría con su expreso consentimiento, o sea, nada de lo que aquí se grabe estará en el informe sin pedirle expresamente su permiso; y segundo, si hay algún tema en que en su opinión usted prefiriera que quedara en absoluta reserva, también la Comisión está preparada para ello, ya hay personas que así lo han pedido, queda registrado por reserva, por diez años, de darse a conocer, apague la cámara para podernos compartir algún tema que consideran demasiado delicado, si usted no tiene inconveniente, lo que queremos es que usted en la medida de lo posible se sienta en casa, acá y todo lo que podamos compartir, pues siempre y cuando estemos ya en la etapa final de redacción y cotejo, de pronto lo vamos a volver a molestar, quizá con alguna precisión, no sé si ustedes tuvieran algún comentario introductorio.

Romeo Vásquez:
Yo no tengo ningún problema que se me grabe y filme, doctor.

Eduardo Stein:
Por la importancia de esta conversación, sino le incomoda esperar un par de minutos, si quisiera que estuviéramos todos los comisionados. General, dentro de todo este panorama nosotros hemos ido recopilando testimonios muy concretos de todo lo que se fue viviendo, sobre todo los días previos al 28, en donde, por supuesto, hay algunos incidentes y hechos muy concretos que tienen que ver con decisiones del Poder Judicial, en donde el expresidente Zelaya en un momento determinado decide su remoción, hay un momento crítico allí, que la Corte a una decisión de la remoción, en fin, todos esos momentos inmediatamente previos, casi que cada persona nos ha compartido su experiencia y cómo lo vivió, tiene matices propios que ofrecernos, pero hay como dos líneas generales en esa dinámica, en la que todo el mundo parece coincidir, una: el presidente Zelaya fue incrementalmente distanciándose, primero y digamos luego enfrentándose con los otros Poderes del Estado, hasta llegar pues a un momento en donde prácticamente todas las instituciones democráticas habían objetado, según cada responsabilidad institucional, el deseo del expresidente de hacer una consulta nacional que se conoció con el tema de la cuarta urna, que al último minuto le cambian en nombre encuesta, y no consulta, al fin, lo que ya sabemos y que el mismo se fue como esquinando a una situación en donde al enfrentarse con todos los Poderes del Gobierno, sin embargo, no hubo forma de persuadirlo de que desistiera de esa consulta y, por supuesto, tendremos que preguntarle a él, a pesar que ha dado muchas declaraciones en la prensa internacional, sobre qué es lo que lo movía a persistir en esa consulta, pero por qué ante ese conjunto de señales sigue, sin embargo, hasta al final con esa pretensión; y la otra línea en la que todas las personas entrevistadas parecen coincidir, es de que alguna manera se había perdido ya la capacidad de mediación de todos los involucrados, personal o institucionalmente, como para encontrar una salida que no fuera algo que podría precipitar las cosas a un desastre mayor, en donde hubiera incluso hechos de sangre, todos parecen coincidir que si se hubiera llevado a cabo la consulta, quizá el desenlace habría sido ese y, por supuesto, en este camino ha habido una identificación clara de un vacío en la Constitución, porque no prevé una forma administrativa o procedimental clara, por medio de la cual, de manera precisa, se le encarga a otro Poder del Estado el juzgamiento o remoción de la más alta autoridad y, por supuesto, general, nosotros por más que le demos vuelta y por más que queramos embellecer con cualquier prólogo, la pregunta de fondo es, ¿qué mueve a las Fuerzas Armadas a la decisión que tomaron, no solamente de retirar al presidente de su cargo, sino sacarlo del país? Nosotros hemos conocido algunas declaraciones suyas previas en ese sentido y tampoco quisiéramos que toda esta conversación se centrara solamente en ese tema, no quería dejar de mencionar el contexto y la cantidad de inquietudes que se fueron nucleando alrededor de los análisis de la época y de esta decisión, pero queremos que se sienta con toda la libertad en esto, de contarnos hasta donde usted considere oportuno, lo que nos pueda contar y que nos permita formular quizás algunas otras inquietudes.

General Romeo Vásquez:
Gracias doctor, le agradezco y también a todos los miembros de la Comisión, créame que contar esta historia para mí es algo doloroso, dado que no deja de prevalecer en mi mente y en mi corazón él afecto que yo siento y he sentido por el expresidente Zelaya, el grado de amistad, la excelente relación que se logró encajar y el trato afable que tenía con nosotros, hizo que se convirtiera en poco tiempo en uno de los hombres más queridos a lo interno de las Fuerzas Armadas, por eso corríamos a cumplir todas las órdenes que nos daba, sí él quería hacer operacionesn grandes en áreas selváticas o en cualquier otra zona del territorio nacional, nosotros lo acompañábamos con toda nuestra logística, le movíamos todos sus invitados, quería andar en una aeronave militar, lo transportábamos, quería bucear, se le daba lo necesario para hacerlo, es más, aprendimos a bucear juntos. Como les repito, teníamos una excelente relación. Voy a iniciar mi relato en primera instancia, haciéndoles ver cuál es mi pensamiento. En 1979 siendo subteniente, estuve asignado a la frontera de la República de Nicaragua, donde me tocó vivir la revolución sandinista; allí en esa época conocí a muchos jóvenes guerrilleros que eran marxistas-leninistas, que estaban en el frente sandinista y que se hicieron amigos míos, muchos de ellos llegaron a ocupar grandes posiciones en Nicaragua dentro del contexto del Ejército o en posiciones políticas, con algunos de ellos todavía mantenemos excelentes relaciones; después, por esas cosas de la vida, en el año de 1987 volví a regresar a la frontera en el mismo sector, en esta ocasión conocería a muchos miembros de la contrarrevolución, eran los mismos nicaragüenses, vi muchos de ellos reír cuando tenían un triunfo y llorar cuando fracasaban cargando sus muertos y heridos, vi aquel sufrimiento que había en estos grupos en la frontera. Es cuando viendo este sufrimiento que surge en mi mente una forma diferente de pensar, congruente con el pensamiento ideológico del ser humano. Los seres humanos no sabemos por qué nos peleamos, a veces y valga la redundancia, nos peleamos por nuestra forma diferente de pensar y no logramos entendernos; yo traté de entender a unos y otros, tanto de derecha como de izquierda, y no tener un sentimiento parcializado, con ninguna de las posiciones, sino tener un pensamiento flexible. Después de eso, en el año 2000, siendo miembro del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, fui parte de una comisión que se formó para conocer los casos que habían sucedido en la década de los ochenta, era una comisión dirigida por el PNUD, allí también estuvo trabajando la doctora Castellanos y estaba dirigida por el PNUD, allí estábamos reunidos con los miembros de derechos humanos, para tratar de conocer la verdad de lo que había sucedido en este país; y es donde aprendo de ellos y los conozco, o sea, nunca he tenido un pensamiento sesgado, sino que ha sido de mucho respeto a las diferentes posiciones, ya sea de derecha o de izquierda, un pensamiento completamente flexible. Ya en el campo que nos compete, en los hechos que se dieron el año recién pasado, nosotros estábamos como institución enfrascados en una transformación total de la misma. Lo primero que como institución establecimos fue conocer los cambios que están sucediendo, tanto en el mundo, como en América Latina, dado lo anterior, es que, además de crear la Universidad de la Defensa para estudiar o entender estos fenómenos, también se trajo a personal especializado de la Universidad de El Salvador , de Argentina, para que impartieran maestrías en Defensa y Seguridad a los oficiales de alta jerarquía de las Fuerzas Armadas, a fin de que conocieran como se estaba mutando el mundo y vieran que había una transformación social…

Eduardo Stein:
¿Cuándo se crea esta universidad?

Romeo Vásquez:
Se crea en el 2005, siendo yo jefe del Estado Mayor, y como le repito, la capacitación y educación se complementa trayendo personal de la Universidad de El Salvador para impartir la maestría y que todos los oficiales de alta jerarquía empezaran a conocer la transformación del mundo, entendiendo que ya no deberíamos ver los movimientos de izquierda que se daban en los 80 como enemigos, sino verlos como movimientos políticos que buscan acceso al poder a través del voto, o sea, que el mundo está dividido en diferentes pensamientos ideológicos, sean estos socialistas, comunistas, o conservadores, etc. Todo este fenómeno lo estábamos entendiendo dentro de las Fuerzas Armadas. Basados en el Tratado Marco de Seguridad Democrática, que fue fundamentado por los presidentes de Centroamérica el 17 diciembre de 1995, empezamos con la transformación de nuestra institución, en ese sentido y basados en la subordinación de la institución a la autoridad civil, se trató de no meter en ningún momento a las Fuerzas Armadas en aspectos que tienen que ver únicamente con el ámbito político.

En 1999, existe una reforma constitucional en el país, esa reforma constitucional establece que el comandante general de las Fuerzas Armadas es el presidente de la república, quien ejerce el mando directo, no como antes, que lo ejercía a través del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Viendo la problemática que está sucediendo en América, tratamos de no meternos en ningún momento en el ambiente político de la nación, y sobre la base de que nosotros no somos un fin en sí mismo, sino que somos un medio que estamos a disposición de la autoridad civil, aguantamos durante la crisis muchas críticas, particularmente fui muy criticado por las fuerzas conservadoras del país por no tomar una posición; pero estas personas en si no entendían que la Constitución había sido reformada. En tiempos anteriores cuando sucedían problemas, las fuerzas políticas recurrían a los militares, a los cuarteles, para que resolvieran los problemas políticos, lo que pasó aquí, en las Fuerzas Armadas lo consideramos como falta de madurez política, era un tema donde no debía involucrarse en ningún momento a los militares. En el mes de abril, el 28 exactamente, y teniendo por supuesto una buena relación con el expresidente Zelaya, los miembros de la junta de comandantes conversamos con él, le comentamos como observábamos la problemática y nos prometió en ese momento, no involucrar la institución, él dijo estas palabras: yo quiero tanto a Honduras como también quiero a las Fuerzas Armadas, les he tomado mucho cariño, porque ustedes son cumplidores de órdenes y todo lo cumplen a cabalidad y bien, así es que yo no voy a involucrar a las Fuerzas Armadas en un problema político. Pero, el 29 de mayo recuerdo, que me mandó a llamar a su despacho y ya en ese momento él tenía un documento en el cual establecía que las Fuerzas Armadas se comprometían a apoyar la cuarta urna, el 29 de mayo, Julieta Castellanos, sí, 29 de mayo, estaba presente el ministro de la Defensa, el doctor Edmundo Orellana, mismo que había sido contundente con nosotros, manifestándonos que mientras existiera un juez que se opusiera a una situación de esa naturaleza, no debíamos de cumplir las órdenes, dado que eran órdenes ilegales, porque el juez en un Estado de derecho es el que manda.

Ese 29 de mayo es que el expresidente Zelaya me dice que se tenía que firmar el documento antes mencionado, el cual llevaría la firma del presidente de la república, la del ministro de Defensa y la del jefe del Estado Mayor Conjunto. En ese momento, muy preocupado, por la instrucción que se nos estaba dando, le hice la observación: señor presidente, con el respeto que usted se merece, en el mes de abril usted dijo que no iba a involucrar a las Fuerzas Armadas y además esto es muy delicado, porque la Constitución de la república, dice en su artículo 72 que las Fuerzas Armadas son una institución apolítica y al ser una institución apolítica no puede participar en proyectos políticos. Le sigo manifestando: lo único que hace las Fuerzas Armadas en el marco de la ley y al ser una institución jerarquizada es recibir y cumplir órdenes. Entonces él dice: ah bueno, entonces cambien el documento y redáctenlo como una orden, y puso a redactar un documento donde se establecía mediante decreto lo siguiente: las Fuerzas Armadas apoyarán al Instituto Nacional de Estadísticas, INE, con su recurso logístico.

Ya daba una orden basado en un sinnúmero de artículos de la Constitución de la república. Ese mismo día el expresidente Zelaya hizo una conferencia de prensa, dando un comunicado, donde decía que ordenaba a las Fuerzas Armadas apoyar al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para llevar a cabo una encuesta de opinión popular, era una orden bastante compleja, difícil, recuerdo que cuando los periodistas me preguntaban si las Fuerzas Armadas se comprometían a apoyar la cuarta urna, les conteste: bueno, ya escucharon el decreto, allí dice que está fundamentado en la Constitución de la república y sí está fundamentado en la Constitución de la república, nosotros vamos a cumplir la orden. Es lo que decíamos. Pero debíamos analizar bien la orden, porque habían abogados opinando que la orden de apoyo a la cuarta urna era ilegal, valga la redundancia, el tema de la cuarta urna venía debatiéndose desde el mes de abril, había una confrontación de diferentes sectores en contra del expresidente por la consulta que quería hacer. Ante esta situación, las Fuerzas Armadas, para no meterse en el ámbito político, trató de mantenerse al margen en todo momento.

El 03 de junio recibí un comunicado de parte del Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo, donde se ordenaba al jefe de Estado Mayor Conjunto no involucrarse en las actividades que estaba llevando a cabo el señor expresidente, porque eran ilegales y que me hacían responsable legalmente por la participación de las Fuerzas Armadas en la comisión de un delito.

Eduardo Stein:
Pero, ¿de quién fue eso?

Romeo Vásquez:
Del Juzgado Primero de lo Contencioso Administrativo, donde ordenaban que no podíamos participar en esa misión. Entonces, le informé al ministro de la Defensa, Edmundo Orellana, y al viceministro, ingeniero Lionel Sevilla, les sugerí que visitáramos al señor expresidente para manifestarle la problemática que estábamos teniendo como institución, dada la orden que se había dado y que todos los abogados militares consultados consideraban que era una orden ilegal y, al mismo tiempo, todas las personas que consultamos en el ámbito del conocimiento del derecho coincidían en que era ilegal, entonces le dijimos al presidente lo que estaba pasando, fue cuando el expresidente dijo: bueno, yo voy a ver como resuelvo esta situación. Pero a todo esto, por nuestro lado, seguimos buscándole solución a la problemática, porque no podíamos decirle que no al presidente sin antes agotar todo el proceso de toma de decisiones militares, donde se buscan todas las soluciones posibles al problema. Considerando que en un ambiente militar es muy delicado, dada la jerarquía y la disciplina decir que no a un superior sin haberse agotado los recursos en la búsqueda de soluciones, así lo manda la doctrina militar; y la orden que di como jefe del Estado Mayor fue que se prepararan para cumplir la misión, el 25 de junio teníamos que salir con el primer material y distribuirlo a nivel nacional, porque la consulta se llevaría a cabo el día 28, de ese mes.

Les dije textualmente: prepárense para cumplir la misión, dado que los políticos siempre se ponen de acuerdo, ya anteriormente habíamos pasado una experiencia con la elección de los magistrados de la Corte Suprema, una hora antes de que cesara el tiempo para el nombramiento se pusieron de acuerdo y también hubo mucha controversia, nada más que esta vez fue al revés, decían que el expresidente iba a dar golpe de Estado ese día, sino se ponían de acuerdo para nombrar los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, pero la verdad no era cierto, sino que eran simplemente amenazas con palabras de algunos funcionarios, tratando de infundir temor, decían que utilizarían a las Fuerzas Armadas, nosotros estábamos en actividades normales, el expresidente nunca nos llamó, fueron solo rumores, por lo tanto, ya teníamos esa experiencia y creímos que en esta ocasión los políticos también se podían poner de acuerdo en el último momento y encontrar una solución; nosotros dividimos el tiempo disponible hasta el 24 de junio que era la fecha máxima para tratar de buscar las soluciones posibles y no involucrar a las Fuerzas Armadas, en una actividad que, según todos los abogados consultados, decían que era ilegal.

Julieta Castellanos:
Para saber la cronología, disculpe general, el 01 de junio, un juez les dice que no pueden…

Romeo Vásquez:
El 03 de junio.

Julieta Castellanos:
El 3 de junio, juez establece que no se involucren, ¿y usted da la instrucción que sigan con el operativo?

Romeo Vásquez:
El presidente y sus abogados manifestaban que la orden era legal, un juez decía que era ilegal; yo consideré que esto necesitaba más análisis, porque existen otras instancias, por lo que continuamos planificando para estar listos y cumplir la misión si encontrábamos una solución posible, ya sea en el marco de la ley o que los políticos se pusieran de acuerdo, dentro de la planificación establecimos tratar de buscarle solución a la problemática, porque como le dijera anteriormente, no podíamos decirle que no al presidente sin antes analizar todas las alternativas de solución posibles y es así que empezamos a hacer otras consultas, nos reunimos con el Colegio de Abogados de Honduras, con la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía, el Tribunal Supremo Electoral, líderes del Partido Nacional y Liberal, para hacer las consultas correspondientes, incluso llegamos a estar molestos en el ámbito militar, porque en nuestros análisis ya visualizábamos el conflicto, le decíamos a los políticos que mirábamos que todas las instituciones del país, le cerraban las puertas al presidente, les decíamos: miren en la estrategia militar, nosotros hasta al peor guerrillero le dejamos una puerta de salida, les decíamos, tienen que buscar una salida, una solución a esto, porque es una situación política, difícil…

Eduardo Stein:
Digamos, ¿ustedes se transaron una ruta de consultas para buscar soluciones hasta el día 24?

Romeo Vásquez:
Sí, hasta el 24, todos los días estuvimos buscándolas. En Tegucigalpa nos reunimos con todas las personas que creímos era necesario hacerlo, logramos que los políticos se reunieran muchas veces, incluso el expresidente Zelaya se reunió con el expresidente Roberto Micheletti, en la hacienda de Lionel Sevilla, en El Paraíso, se reunió también con Elvin Santos, líder del Partido Liberal, logramos que se sentaran a platicar para que buscaran soluciones, creíamos que debía haber una solución política antes de llegar a una crisis, porque los militares lo que menos queríamos, era eso, dado que sabemos que después de los insultos que se hacían venía la confrontación y eso era muy peligroso, porque a Honduras estaba viniendo mucha gente extranjera; ecuatoriana, venezolana, cubana, de El Salvador, del Farabundo Martí, nicaragüenses, colombianos y europeos. Demasiada gente extranjera en el país para apoyar el proceso de la cuarta urna.

Julieta Castellanos:
¿Están los grupos migratorios, general?

Romeo Vásquez:
Entraban por diferentes puntos, en ese momento con las fronteras abiertas no se podía tener un flujo migratorio cabal, después, cuando empezamos a buscar la solución a la crisis, a los salvadoreños les prestamos la base aérea aquí de Tegucigalpa, para que vinieran a traera su gente. Fueron ellos los que nos ayudaron a bajar la tensión después del 28. Contestando a la pregunta a que se refieren, del por qué participan las Fuerzas Armadas, las Fuerzas Armadas buscó por todos los medios posibles encontrar una solución a la crisis, nos interesaba, porque habíamos logrado cambiar el pensamiento militar; a los subalternos les decía: nosotros no debemos involucrarnos en un aspecto político, ideológico, es problema de ellos con el pueblo en el ámbito de la democracia, porque esos que vienen del sur, no es con armas que vienen, es diferente a la década de los 80; recuerden que nosotros ya tuvimos una experiencia de esa década, por lo tanto no volveremos a vivir esas situaciones, dadas las lecciones que ya tuvimos, en esta ocasión tenemos que ser muy prudentes.

Esas eran las instrucciones que tenían todos los oficiales, personalmente hablaba con ellos, pero a nivel de los comandantes había una preocupación grande, me decían: mire mi general, nosotros lo acompañamos, donde usted quiera que vaya, pero preferiblemente no nos meta en situaciones ilegales. Eso me decían los oficiales, en ese sentido había un consenso; dentro de ese mismo contexto teníamos la norma de siempre hablar a solas con el presidente, de amigo a amigo, para comentarle las dificultades que teníamos. Recuerdo en una ocasión, y por casualidad, que estuvimos reunidos el expresidente Zelaya, el presidente Lobo y mi persona, siendo los dos del mismo departamento Olancho, se conocen; sentados los tres, me dirigí al expresidente Zelaya y con la confianza que tenía con los dos, le dije: mire presidente, mientras exista un juez que esté diciendo que nosotros no podemos apoyar la consulta popular, va a ser difícil que lo hagamos, porque recuerde, le digo, que la institución militar es una institución de ley y orden, y en la Constitución, en el artículo 172 se establece que las Fuerzas Armadas, además de la defensa de la soberanía e integridad territorial, tienen las misiones de velar por el imperio de la ley y la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la república.

Reformaron la ley subordinando adecuadamente a las Fuerzas Armadas a la autoridad civil, pero siempre dejaron plasmadas esas dos misiones de índole político. El presidente Lobo, no creía lo que yo le estaba diciendo al expresidente Zelaya, todo en el ámbito de la amistad, sentados allí, le puse en la mesa un ejemplo, es como los equipos de fútbol que juegan en un campo y ponen un árbitro y ese árbitro dice que determinada falta es penal y aunque no sea penal, es ley y sigue siendo penal, y en un Estado de derecho cuando un juez dice que es ilegal para nosotros, entonces lo es, por lo que participar en el proceso de la cuarta urna bajo esas condiciones sería una ilegalidad.

El ministro de Defensa, que era Edmundo Orellana, doctor en leyes, nos decía lo mismo, mientras exista un juez que dice que es ilegal no podemos cumplir la misión. Es allí donde el expresidente hace la promesa de buscar soluciones, reuniéndose con la Embajada Americana, invitando a los líderes políticos del Partido Liberal, ayudando en la búsqueda de solución a la problemática el propio embajador Hugo Llorens; en un momento determinado concluyeron de que iban a cambiar la forma de la pregunta para que de esta manera no fuera ilegal, pero siguieron con la misma tónica y total que una semana antes del 24, buscamos nuevamente reunirnos con el presidente, ahora la junta de comandantes en pleno, acompañados por el viceministro de Defensa, es así que él venía de una misión del interior país y lo esperamos en la base aérea, el ministro no nos acompañó por estar en otra actividad, reunidos en la sala de comandantes de la Fuerza Aérea le dijimos: presidente, estamos emproblemados (sic), todavía no hemos encontrado una solución para poder apoyar la orden que usted nos ha dado, queremos presidente…

Eduardo Stein:
¿Se recuerda cuando fue la fecha de esta reunión?

Romeo Vásquez:
Sí, fue como una semana antes, no recuerdo exactamente qué fecha fue, pero en esa junta él dijo: yo voy a seguir buscando soluciones y ayúdenme ustedes a buscar soluciones también. Estábamos con el viceministro, Lionel Sevilla, y yo creo que sería bueno que ustedes lo entrevistaran a él también, porque ese día estuvo en la Fuerza Aérea acompañándonos; luego, pasaron los días y uy preocupados, me acuerdo, que nos reunimos nuevamente con la junta de comandantes para ver cómo hacíamos, ya que el tiempo se estaba agotando y no encontrábamos la salida legal de cómo hacer para cumplir la misión, es así que el 24 de julio, reunidos con la junta de comandantes, decidimos ir a informar al expresidente cómo estaba la situación, le puse un mensajito a su teléfono: presidente, estamos emproblemados y queremos hablar con usted. El contestó: véngase para la presidencial en este momento. Pero yo no sé, alguien lo tenía predispuesto, él creyó que en vez de ayudarle lo que andábamos haciendo era conspirando contra él y más bien andábamos buscando soluciones, para que él saliera bien de la crisis…

Eduardo Stein:
O sea, ¿esa interpretación le dieron a todos los esfuerzos de consulta que ustedes…?

Romeo Vásquez:
Sí, me imagino por su actitud que pensó que andábamos conspirando, cuando más bien andábamos buscando soluciones porque no queríamos involucrar a las Fuerzas Armadas en el ámbito político, sufrimos mucho cuando las Fuerzas Armadas estuvo metida en el Gobierno, los que estábamos jovencitos en ese momento, fuimos los que más sufrimos, ¿por qué? Porque el desprestigio que tuvo la institución fue tan grande que hasta nuestros hijos les daba pena decir que eran hijos de un militar, entonces cuando llegamos a otras posiciones, buscamos no pasar lo que ya sufrimos siendo jóvenes, no queríamos involucrarnos en ningún aspecto político, todo tenía que ser manejado por los políticos. Concluyendo, cuando él dijo que llegáramos a presidencial, ya nos habíamos reunido con diferentes medios de comunicación social del país, pidiéndoles que por favor bajaran la tensión, porque ellos se encargaban de subir los ánimos, hablaban todos los días en contra del expresidente, les dijimos: miren, esto va a terminar en una confrontación. Igualmente, nos reunimos con el dueño de Audio Video, con don Rafael Ferrari, con los que estaban en las radios, me reuní con Radio América, con todas las emisoras de acá, me reuní con los dueños de los periódicos, para bajar la tensión, inclusive, con Carlos Flores y con todos ellos el tema siempre fue bajar la tensión, sabíamos que siendo nosotros un medio que está a disposición de la autoridad civil, nos iban a utilizar, siempre lo decíamos: que la guerra es la continuación de la política por otros medios.

Sabiendo el riesgo en que estábamos, queríamos evitar a toda costa de que llegara a un momento de no entendimiento de los políticos. Es así que el 24 de junio llegamos a la casa presidencial con la junta de comandantes y ya esperándolo en un salón del segundo piso, él por su parte reunido en conferencia de prensa, creo que algunos periodistas, lo tenían enojado, al parecer habían hecho muchos compromisos adelantados y lo predispusieron contra nosotros, la inteligencia nuestra nos decía todo lo que iba a suceder, tenían un centro de cómputo bastante grande, lo tenían instalado en las bodegas del IHMA y era el centro de operaciones donde está el mercado agrícola, habían unas 80 computadoras en el IHMA y era dirigido por un militar retirado, se nos informa que ya habían venido 250 periodistas del ala de izquierda, que estaban aquí en Tegucigalpa para cubrir el evento del día domingo…

Eduardo Stein:
¿Este centro de cómputo era para la consulta?

Romeo Vásquez:
Para la consulta sí, como le repito, en el centro de cómputo habían unas 80 computadoras, mismas que fueron requeridas o incautadas después por la fiscalía. Ya para el 24 que decidimos informarle al presidente, teníamos todos los análisis correspondientes, pensábamos, bueno, todavía tenemos la opción de ver cómo nos salimos de esta misión y sería haciendo uso de la promesa que al principio él nos hiciera, la de no involucrar a las Fuerzas Armadas, puesto que era una misión delicada, dado lo que establecía la Constitución de la república. Tal como lo dijera después de los análisis correspondientes, le teníamos tres alternativas al expresidente, pero ya estaba muy enojado y no quiso escucharnos, recuerdo que desde que llegué me dijo: le voy a relevar del mando. Pero, presidente, le dije, ya no me mire como jefe del Estado Mayor entonces, pero déjeme hablar, estamos listos para cumplir la misión, pero todavía no hemos encontrado soluciones para el problema legal, sin embargo, le traemos tres recomendaciones; primera recomendación: cámbienos la misión, si usted nos cambia la misión y nos da una misión legal, nosotros no tenemos problemas en cumplirla; y segunda, presidente, denos más tiempo para seguir buscando soluciones legales; y tercera, presidente, ¿porque no se va directamente al 29 de noviembre, día de las elecciones generales, y allí hace la consulta poniendo una cuarta urna?

En la primera recomendación que le hiciéramos: cámbienos la misión, él pensó un poco, pero después llamó a alguien y me dijo: no. Me llamó aparte y me dijo en un cuarto aparte: general, yo soy amigo suyo, pero lo tengo que relevar. Presidente, yo no tengo inconveniente en que me releve. Entonces él se quedó redactando el documento, luego de eso llamó al ministro de Defensa, entró a una habitación cercana a la misma presidencial, en un comedorcito pequeño que había, luego entró también uno de sus asesores, Enrique Flores Lanza, a redactar el documento; en ese momento yo comentaba a los otros miembros de la junta de comandantes, lo que había sucedido, les informaba que estaba relevado del mando, lo anterior, lo habíamos considerado en nuestra planificación, o sea que no era ningún inconveniente que me relevaran, prácticamente considerábamos que estábamos ayudando al expresidente a que no cometiera una ilegalidad, porque sin el apoyo de las Fuerzas Armadas, creíamos que no llevaría a cabo la consulta, no importaba el sacrificio, porque la carrera nuestra la fundamentamos en tres principios filosóficos que son: honor, lealtad, y sacrificio; por honor no podíamos cumplir la orden, que nos deshonrara porque los jueces en varias instancias decían que era ilegal, pero, por otro lado, teníamos la obligación de ayudar al expresidente a sacarlo de esta crisis. El salió a hablar con nosotros y leyó el documento en el que mencionaba que el ministro de Defensa renunciaba a su cargo y que a mí me relevaba del mando, y que ya no iba hacer la consulta. Entonces pensé: no importa que me releve.

Los tres comandantes: el del Ejército, el de la Área y la Naval, se pararon y le dijeron: presidente nosotros renunciamos, los tres a la vez, porque consideraron que él estaba cometiendo una injusticia. Yo, muy apesarado, en realidad no me esperaba eso de los tres comandantes, algo muy doloroso en realidad, cuando vamos de regreso para el cuartel a informar a la gente lo que había sucedido. Escuchamos al expresidente, en cadena nacional, anunciando la renuncia del ministro y el despido mío, y algo que ofendió bastante el honor de los militares fue el hecho que la gente que estaba con él aplaudía la decisión que había tomado.

Cuando llego al cuartel, reúno a todos los comandantes y les cuento lo sucedido: bueno, yo estaba despidiéndome para irme a mi casa, pero cuando estamos buscando a la persona que podría quedarse, al mando en ese momento, era muy difícil la sucesión, porque los comandantes que seguían en antigüedad habían renunciado y tenían que irse para su casa. Se pone de pie uno de los coroneles en representación de todos los comandantes, pidió la palabra y dice: mi general aquí nosotros no tenemos cabeza, estamos solos, no tenemos líderes y consideramos que no debe irse en este momento, sino hasta que nombren su relevo y el de los demás comandantes, tal como lo manda la ley militar de retirarse del puesto hasta ser relevado en debida forma, ya hemos hablado con los comandantes a nivel nacional y ninguno va a recibir órdenes de nadie hasta que no se restablezca nuevamente la cadena de mando de las Fuerzas Armadas, lo hemos hablado, usted nos ha dicho que en tiempo de crisis había que estar juntos, así que no puede irse mi general. Como él tenía razón de acuerdo a nuestra ley y doctrina militar, entonces les dije: bueno, vamos a ver mañana qué sucede. Para ese entonces, la gente estaba muy molesta con el expresidente, después de ser el hombre más querido dentro de las Fuerzas Armadas, ahora había mucho resentimiento con él, ya que había humillado públicamente a la institución, recuerden que al humillarnos a nosotros, que andábamos en su representación, sentían que era a la institución a la que humillaban; no obstante, yo quería comprender la situación por el compromiso de amistad con el presidente y les dije: vamos a descansar a nuestras casas, hablamos mañana y vemos qué hacer, veremos qué sucede de aquí a mañana. Pero resulta que ninguno de los comandantes se quiso ir, se quedaron allí, durmiendo en los pasillos del cuartel. Yo los despaché para su casa, pero le repito, ninguno se fue.

Al día siguiente en la madrugada llegó un emisario del expresidente, era el licenciado Raúl Valladares, muy cercano colaborador del presidente, para que hablara conmigo y pidiera disculpas por lo que había sucedido, que entendiera el nerviosismo que tenía, había mucha presión de América del Sur. Sí, yo lo entiendo, es una situación bastante compleja para mí, pero en este momento no soy el jefe de Estado Mayor Conjunto. Me dice: sí, pero no lo ha relevado, no le ha dado ninguna nota donde lo relevan. Le contesto: sí, pero ya me relevó públicamente y le digo, ahora ya no tengo el mando de jefe para poder controlar las Fuerzas Armadas, ahora debo consultara todos los subalternos y ver lo que ellos quieren.

El día siguiente, tratando de influir en los comandantes, trataba de ver cómo le ayudábamos al expresidente a salir de esta crisis, pero para nuestra sorpresa, él salió con Chávez en la televisora, insultando a las Fuerzas Armadas, Telesur, la gente de las Fuerzas Armadas, se reciente aún más. Por mi parte, les insistía: entiéndanlo, él se comprometió mucho con Chávez, es muy difícil tener que retroceder a un compromiso que ha hecho con Chávez. Él, al principio me decía: mire, Chávez no pide nada, lo que está es queriéndonos ayudar. Siempre me lo comentó. Yo continuaba pensando que podía haber una salida política a la crisis. Ese mismo día me llamó por teléfono para decirme que iba para la Fuerza Aérea a traer el material de consulta, mismo que lo había incautado la fiscalía.

Eduardo Stein:
¿Esto fue el viernes?

Romeo Vásquez:
No, el jueves…

Eduardo Stein:
¿El 25 él se va a meter a la Fuerza Aérea?

Romeo Vásquez:
El día jueves 25, por la tarde, él va y saca todo el material, llegó acompañado de muchos de sus seguidores, dimos la orden que lo dejaran entrar para evitar que hubiese un enfrentamiento que causara muertos. En las Fuerzas Armadas, lo primero que se les da a los soldados es una cartilla de bolsillo, donde específica sobre la protección de los derechos humanos. Esta es una materia incluida en los pensum académicos en todas las escuelas y en la instrucción del soldado, a fin de que estén claros sobre los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, para que cuando haya una crisis o se presenta un conflicto, sean muy cuidadosos en el trato con la gente.
Aprendimos de la década de los ochentas, por lo tanto les dijimos: es mejor dejarlos entrar, para evitar cualquier problema. Ese mismo día nos llaman del Congreso de la república y nos piden que apoyemos las acciones que iban a tomar para inhabilitar al expresidente Zelaya, porque estaba en completa violación de la ley…

Julieta Castellanos:
¿Ese mismo jueves?

Romeo Vásquez:
Sí, el mismo jueves, porque al entrar e infringir una orden de la fiscalía, él, según ellos, ya estaba infraganti en la comisión de un delito y que prácticamente la misma Constitución lo relevaba del puesto como presidente de la república, pero por experiencia, considerábamos que todavía había tiempo para que se pusieran de acuerdo, faltaba viernes y sábado, todavía albergábamos la esperanza de que en un momento determinado lograran llegar a un acuerdo político, además no teníamos asidero legal para participar en una acción de esa naturaleza. No quisimos participar, fue algo fuerte para ellos, ya que querían obligar a las Fuerzas Armadas para que participara, porque iban a tomar las acciones correspondientes, nosotros les dijimos que no y además de eso la apreciación que hacíamos era que si el Congreso inhabilitaba al presidente de la república, podía haber problemas, porque todos sus partidarios estaban alrededor de la presidencial, muchos de ellos habían estado ingiriendo bebidas alcohólicas durante esa noche, si lo inhabilitan podían incendiar el Congreso Nacional y seguro que habrían muertos, hacíamos todo lo posible para evitarlos, al final, no lo inhabilitaron, pasó el viernes con el mismo nivel de confrontación entre los diferentes sectores.

Julieta Castellanos:
Pero, ¿a usted lo restituyen el viernes?

Romeo Vásquez:
El mismo jueves, no se había nombrado mi relevo, la Corte Suprema de Justicia determinó que lo que había hecho el expresidente era ilegal porque hay dos causales de despido del jefe de Estado Mayor Conjunto; una de ellas por muerte y la otra por renuncia, resulta que no se cumplían las causales que se establecían en la ley y por lo tanto, ellos decían que no podía relevarme por no cumplir una orden ilegal. El día viernes continuaron las acciones, muchas manifestaciones de la gente en apoyo a la acción y en contra del expresidente, surge la organización UCD, la Unión Democrática, organizada para defender la Constitución decían ellos.

El día sábado todavía albergábamos la posibilidad de que se hiciera algún cambio, algunas modificaciones del expresidente Zelaya, luego salió un comunicado de última hora el día viernes en el cual ya no solo hablaba de una consulta popular, sino que también hablaba de una asamblea nacional constituyente, por todos lados se movían abogados, había movimiento de todas las fuerzas que estaban en oposición de la consulta popular, así que a las 3:00 de la tarde todavía llamé a un amigo del expresidente Zelaya para decirle que le dijera, que por favor buscara alternativas legales o de concertación, porque podía tener problemas a futuro, que nosotros estábamos preocupados y no hallábamos qué hacer o qué posición tomar, porque no podíamos participar en apoyo a esa consulta, recordándole nuevamente que la Constitución prohibía que los militares se metieran en aspectos políticos.

El día sábado, me conducía con ruta a Olancho, pero me regresé, ya que muchas personas me estaban hablando; todos comentaban que la situación estaba muy compleja aquí en el país, en mi casa recibí muchas visitas, estaba inclusive la esposa del que era vicepresidente, el abogado Arístides Mejía, todos obviamente muy preocupados, exactamente faltando quince minutos para las diez de la noche, 9:45 p.m., recibí una llamada del presidente de la Corte Suprema de Justicia, en donde me decía que quería llegar a mi casa, le pregunté dónde estaban y contestó: estamos en la Corte Suprema de Justicia, entonces le dije mejor voy a llegar a la Corte; una vez que se fueron las visitas, tanto nacionales como extranjeras, salí para la CSJ, cuando llego ya me tenían las órdenes, y como repito, las órdenes que me daban era una para suspender la consulta popular y la otra una orden de captura contra el expresidente, porque decían que ya no era presidente, entonces la primera pregunta que les hice fue: ¿por qué no le daban la orden a la Policía?

Julieta Castellanos:
¿Qué día fue eso?

Romeo Vásquez:
El sábado a las diez de la noche, que por qué no le daban esa orden a la Policía, entonces la contestación fue muy lógica y me dicen a mí, mire: quienes cuidan al presidente Zelaya son soldados de las Fuerzas Armadas, si mandamos la Policía va a haber un enfrentamiento entre soldados y policías, y ¿usted quiere que hayan muertos entre policías y soldados?; dos: la Constitución de la república manda que quienes defienden el imperio de la ley son las Fuerzas Armadas, aquí está el artículo 272 de la Constitución de la república; y tres: el Código Procesal Penal manda que el juzgado competente puede ordenar a la institución de seguridad que él considere la más apropiada en su momento y de acuerdo a la situación.

Esa fue la orden y los razonamientos que hicieron; entonces, llamé a los abogados de las Fuerzas Armadas para que analizaran la situación y qué sucedería si nosotros nos negáramos a cumplir la orden, también llamé a la junta de comandantes para que nos reuniéramos y analizáramos la orden, si la cumplíamos o no la cumplíamos, me leyeron los artículos de la Constitución, decían así el 278 que las órdenes que imparte el presidente de la república se deben acatar en apego a la Constitución y a las demás leyes militares y que no podíamos nosotros cumplir órdenes que estaban fuera de ley; y la otra que también establecía que los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables por sus conductas oficiales ysujetos a la ley y jamás superiores a ella, también nos hacían ver que era una orden legal basada en la Constitución de la república y que si nosotros no cumplíamos esa orden, prácticamente éramos cómplices de la comisión de un delito que iba en contra de la seguridad nacional, que era traición a la patria y recuerden que para un soldado que le mencionen un contexto de traición a la patria, es algo muy duro, porque la cultura militar se fundamenta alrededor de las misiones constitucionales y es muy difícil para uno, de acuerdo a esa cultura militar, basada en principios y en una doctrina que enlaza las tradiciones del pasado, el presente y el futuro, que lo hagan ver como traidor a su patria.

Entonces los abogados militares establecieron que eran órdenes legales y que estábamos en la obligación de cumplirlas; con mucho pesar y tristeza por los sentimientos de amistad con el expresidente Zelaya, al día siguiente se cumplieron las órdenes, una madrugada difícil, ya que había tanta gente extranjera en el país, gente que había estado entrenando para movilizaciones de masas, tanto a extranjeros como a hondureños, había un ambiente de euforia, andaban algunos ingiriendo bebidas alcohólicas, armas por todos lados, movimientos de narcotraficantes, había información de inteligencia que podían hasta asesinar al expresidente, había mucha crispación en ese momento, tanto de un lado como del otro lado, había un peligro inminente que nos hacía suponer de acuerdo al análisis de inteligencia que iban a haber muertos en forma inevitable, pero la misión nuestra era evitarlos a toda costa, había otro elemento importante que, yo sé que la abogada Castellanos lo sabe muy bien, el expresidente Zelaya es un hombre muy valiente y temerario y siendo un hombre con esas características, una vez que le pasara el susto de lo que le había sucedido, no lo iba a detener nadie y para detenerlo, había que ponerle esposas (chachas) o ponerle cadenas, porque no hay una cárcel para él, aquí en Honduras no había un lugar donde meterlo ni nada por el estilo, entonces eso también daba lugar a que nosotros pensáramos que a un amigo no se le podía ver con unas esposas puestas, que lo humillaran, no era factible humillarlo. Por otro lado, también prevalecía la decisión de proteger la vida del expresidente, inclusive había mucha gente que se había mencionado, decían que andaban grupos de paramilitares extranjeros, aquí en la zona, estábamos dándole seguimiento a esas informaciones, pero era difícil, había tanta gente extranjera y con la apertura de las fronteras a nivel centroamericano era difícil controlar el ingreso de estas personas, eso fue la situación que prevaleció para ese día y del por qué nosotros actuamos como militares una orden del Poder Judicial.

María Zavala:
¿Cuál era la orden, general?

Romeo Vásquez:
La orden, como repito, era de que suspendiéramos la consulta popular y que se arrestara al expresidente…

María Zavala:
Se arrestara al presidente, pero que no se le ordenara un internamiento penal.

Romeo Vásquez:
:No.

María Zavala:
La orden era, la orden era conforme se lee, emitida por la autoridad judicial, era capturarlo y llevarlo al juez…

Romeo Vásquez:
Era capturarlo…

María Zavala:
Sí, y ¿de dónde sacó usted que al hombre lo iban a mandar a una cárcel?

Romeo Vásquez:
¿Y dónde lo podían meter y dónde estaba el juez? No lo encontraban, no había lugar donde meterlo, pues…

María Zavala:
Pero era llevarlo al juez y si el juez era, le tomaba las generales de ley y le daba comparecencia…

Romeo Vásquez:
Sí, es una situación bastante compleja, en ese momento recuerde que había bastante nerviosismo, era una situación en la cual no se podía razonar adecuadamente, el juez no estaba por ningún lado…

María Zavala:
La obligación de ustedes era, estaban cumpliendo con la ley, pero llegó un momento que la quebraron…

Romeo Vásquez:
Sí, por eso nosotros nos sometimos a la justicia, todavía estamos siendo juzgados en la Corte Suprema, porque nos sometimos a la ley y porque vimos que había un estado de necesidad grande…

María Zavala:
El estado de necesidad es una terminología que se usa en el fuero penal, está su vida y la mía en ese momento inminente, no voy a discutir eso, sino, ¿de quién fue la idea, no? Usted dice nosotros, ya, pero, ¿de quién fue la idea, me puede individualizar, de quien fue la idea de utilizar el estado de necesidad?

Romeo Vásquez:
Bueno, nosotros asumimos la responsabilidad con los abogados militares por eso, les repito, nos sometimos a la ley…

María Zavala:
Sí, pero perfecto, no, pero, usted, pero tiene que haber una persona que vendió la idea o que dijo, mira acá para y de repente, o sea, ¡no de mala fe!

Romeo Vásquez:
Sí, con los abogados militares, recuerde que los abogados militares analizan todo ese concepto a nivel de otros abogados asesores y con ellos todo fue en consenso por razones de seguridad nacional y personal del expresidente…

María Zavala:
Pero el tema está en que no había una orden de internamiento penal, no había una orden de captúrenlo y llévenlo a la cárcel, como para decir, bueno, y dónde, en qué cárcel lo vamos a poner…

Romeo Vásquez:
Mire, qué quiere que le diga, nosotros no hallábamos a quien reportarle a las seis y media de la mañana. Todos, después de que dieron la orden tenían apagados los teléfonos, son fracciones de segundos para la toma de decisiones y tal como le explicara antes, tenían apagados sus teléfonos, consideramos lamentable que estas personas no estuvieran atentos a la situación que estaba pasando. Se descuidaron.

María Zavala:
Pero, general, la orden era capturarlo, ¿pero no decía a qué hora? Ustedes lo capturaran a esa hora.

Romeo Vásquez:
Decía a las seis de la mañana.

María Zavala:
Decía que lo capturaran, ¿la orden de los jueces decía a esa hora?

Romeo Vásquez:

Es que el Código hondureño establece de que todas las acciones se deben hacer en horas luz, de las seis a las dieciocho horas.
María Zavala:
Exacto, ustedes podían capturarle entre las seis de la mañana y el término, ¿cuál era?, las seis de la tarde…

Romeo Vásquez:
Es que la orden era suspender también la consulta que comenzaba a las seis de la mañana, empezaba a la misma hora, o sea que a la misma hora empezaba todo…

María Zavala:
La orden del juez era esa, capturar y suspender…

Romeo Vásquez:
Capturar y suspender la consulta popular, eran dos órdenes diferentes, creo que las Fuerzas Armadas le presentaron los documentos correspondientes de lo anterior.

Michael Kergin:
¿Quién fue el juez que dio la orden?

Romeo Vásquez:
A nosotros quien nos dio la orden fue el presidente de la Corte, pero había unos jueces ejecutores…

María Zavala:
¿Fue el juez designado?

Michael Kergin:
Fue de la Corte Suprema.

Romeo Vásquez:
Sí, pero había un juez…

Julieta Castellanos:
¿Con quién se reúnen el sábado en la noche? ¿Con la Corte?

Romeo Vásquez:
Sí, con la Corte.

Julieta Castellanos:
¿Con el pleno?

Romeo Vásquez:
No, estaba el presidente de la Corte, el fiscal, habían otros abogados, no me acuerdo…

Julieta Castellanos:
¿Con el fiscal general?

Romeo Vásquez:
Sí.

María Zavala:
¿El presidente de la Corte tiene acá autoridad jurisdiccional?

Romeo Vásquez:
No, pero es que le dio órdenes a los jueces, habían jueces ejecutores, uno era Arita Valle y el otro no me acuerdo el nombre.

María Zavala:
En lo jurisdiccional no se mete la autoridad administrativa de un Poder del Estado, por eso la independencia…

Romeo Vásquez:
Bueno, eso ya hágales la pregunta a ellos…

María Zavala:
Sí, sí, no, pero es importante lo que usted dice para luego retomar no con usted sino…

Romeo Vásquez:
Mire, es que son momentos complejos, difíciles, y uno quisiera en ese momento actuar de la forma más nítida posible, pero es una situación de toma de decisiones difíciles, solo estando en los zapatos de esa persona en ese momento es que podemos entender, después que pasa todo es fácil especular qué hacer…

Julieta Castellanos:
Hay varios episodios, en este trayecto que usted nos ha narrado y que recoge momentos culminantes, ¿habían tenido ustedes antes del Gobierno de Zelaya un acercamiento con el Poder Ejecutivo, cómo se da Zelaya, o sea, presidente Maduro había estado antes?

Romeo Vásquez:
Sí, con el presidente Maduro se tuvo buena relación…

María Zavala:
Pero institucional me refiero, no el ámbito personal, sino que hubo, digamos, ese vínculo donde el presidente involucra a las Fuerzas Armadas en algunos temas de orden político, le hago la pregunta porque nosotros vimos, si vemos el tema de Fuerzas Armadas, yo coincido en una apreciación que usted ha hecho sobre el tema de que ustedes se fueron alejando de la política; con el presidente Maduro involucra a Fuerzas Armadas al tema de seguridad, es el primer presidente que llama a los patrullajes conjuntos y las Fuerzas Armadas vuelve a entrar, pero con el presidente Zelaya, eh, puede decirse que las Fuerzas Armadas participan en tareas que ya no estaban participando, verdad, cuando ustedes vienen a la empresa eléctrica a administrarla, a administrarla, ¿cómo viven las Fuerzas Armadas ese proceso de volver a la vida de lo público, de lo público estatal?

Romeo Vásquez:
Sí, en ese momento, cuando el expresidente involucraba en muchas misiones a las Fuerzas Armadas, pero más que todo en aspectos de asesoría, por ejemplo en la ENEE, se mandó un grupo de profesionales académicos a ayudar en la búsqueda de soluciones, sobre todo en la operación tijera de corte a morosos, pero no involucrarse en el ámbito directivo, no tomaban ninguna decisión, ni nada por el estilo, sino que era más que todo de asesoría y de planificación…

Julieta Castellanos:
Ustedes sentían que debían cumplir las órdenes del presidente, él quería bucear, ustedes buceaban, él quería subirse a un avión, se subía avión, cuando él se subió al F5, ¿a ese se subió?

Romeo Vásquez:
Sí.

Julieta Castellanos:
Ya se generaba preocupación porque, vaya, cómo se llega a esa relación o sea, de que el presidente tiene esos gustos muy especiales y las Fuerzas Armadas no había reglamentos que cumplir, inclusive dio la impresión que se exponía su vida el presidente, sino que también los bienes del Estado, porque volaba, no era para eso los aviones, verdad, pero, como esa, ¿hubo alguna situación de fragilidad institucional, allí de no poder decirle al presidente, mire, esto no se puede hacer?

Romeo Vásquez:
No, porque no era una orden ilegal, era el comandante general quien las daba, entonces ningún juez la consideraba ilegal, porque el problema nuestro son los jueces, que cuando ellos dicen que una orden es ilegal no la podemos cumplir, pero hay órdenes que son legales, por ejemplo, él daba órdenes de ir a patrullar, de ir a la biosfera del Río Plátano, combatir los incendios forestales, inclusive en el traslado del aeropuerto a Palmerola, eran órdenes completamente que estaban dentro del ámbito de lo legal, no había ningún problema con eso.

María Zavala:
La obediencia debida.

Romeo Vásquez:
La obediencia debida, sí, entonces nosotros corríamos a cumplirla, porque no había ningún aspecto ilegal de un juez que nos dijera que no la pudiéramos cumplir…

María Zavala:
¿Y si por ejemplo le dan la orden de llevar una tonelada de droga?

Romeo Vásquez:
Ah no, eso es una orden ilegal…

María Zavala:
Ah, ah, por eso, pues, no, allí tenían una orden del juez…

Romeo Vásquez:
¿Cuál?

María Zavala:
Obviamente la obediencia debida es para cosas legales, no para cosas ilegales, allí no había una orden de un juez, era el sentido común, como si usted es el presidente, hay una obediencia debida, pero no para esto; igual para este caso, están las dos órdenes de la Corte Suprema y dice: presidente Zelaya, ubicado en la colonia Tres Caminos, a la izquierda, entre las seis de la mañana y seis de la tarde, y ponerlo a la orden de la autoridad correspondiente por suponerlo responsable de la comisión delictivo ta, ta, ta, ta ...

Romeo Vásquez:
Aquí está otra orden…

María Zavala:
Yo me refiero a la captura, al mandato de captura, acá dice el mandato de captura, pero acá no dice que en esa misma resolución digan que suspendan…

Romeo Vásquez:
Es que son dos órdenes, allí está la otra orden también que es del Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo…

María Zavala:
Pero, ¿esa de qué fecha es?

Romeo Vásquez:
Del 27, también en la noche…

Sergio Membreño:
Se cotejó toda la información y hubo una nota nueva al ministro de Defensa solicitando lo que faltaba.

María Zavala:
Porque las dos órdenes acá es que se capture al presidente… entre tanto, entre nondice a las seis, sino entre las seis de la mañana y las seis de la tarde y ponerlo a la orden de la autoridad correspondiente…

Eduardo Stein:
General, usted mencionó hace unos minutos información de inteligencia que tenían en medio de toda esta agitación, ¿de que el narcotráfico podría atentar contra el presidente?

Romeo Vásquez:
Sí, había información de grupos relacionados con gente del narcotráfico y que tenían que ver con grupos paramilitares, información muy peligrosa.

Julieta Castellanos:
Una relación general en este proceso, en esta construcción de relaciones entre el Ejecutivo y Fuerzas Armadas, ¿cuál era el vínculo del Ejecutivo y el jefe de Estado Mayor Conjunto o siempre pasaba por el ministro de Defensa esa relación?

Romeo Vásquez:
Sí, casi siempre pasaba por el ministro de Defensa, como la Constitución de la república manda que él ejerce el mando directo, el ministro era el intermediario, pero igual, cuando él quería hacerlo en forma directa, lo hacía directo a la jefatura.

Julieta Castellanos:
Casi siempre pasaba…

Romeo Vásquez:
Por el Ministerio…

Julieta Castellanos:
¿Y hubo alguna diferencia cuando fue ministro Arístides Mejía, a cuando fue don Edmundo Orellana? ¿O fue igual la relación?

Romeo Vásquez:
Igual la relación. Él establecía la misma relación, por ejemplo, cuando me mandó a llamar el día 29, ya adelante estaba el ministro de Defensa en la presidencial, o sea, que siempre era primero el ministro de Defensa, luego el jefe del Estado Mayor, a veces él decía: general, acompáñeme vamos a tal lado, en forma directa, porque así lo manda la Constitución.

Julieta Castellanos:
Eh, una consulta más, en algún momento se dijo que el presidente había entregado a las Fuerzas Armadas cien millones de lempiras para construir el aeropuerto de Palmerola, verdad, eso, ¿eso sucedió?

Romeo Vásquez:
No, a nosotros nos dio la misión de coordinar todas las actividades de trasladar el aeropuerto a Palmerola, pero no la responsabilidad administrativa de fondos, lo que hacíamos era coordinar las diferentes instituciones, tanto el SANAA, como la ENEE, todo lo que tenía que ver con la aeronáutica civil…

Julieta Castellanos:
¿Pero nunca les pasó fondos?

Romeo Vásquez:
Nunca pasó fondos. Solo la función de coordinación…

Eduardo Stein:
General, ¿usted nos permitiría hacer una fotocopia?

Romeo Vásquez:
Sí.

Michael Kergin:
Tal vez con mi mal español, dijo que el presidente Zelaya lo destituye de sus funciones, ¿y eso fue el 26?

Romeo Vásquez:
24.

Michael Kergin:
El 24 y si usted ya está destituido de sus funciones, ¿cómo es posible continuar a jugar un papel?

Romeo Vásquez:
Porque la Corte Suprema de Justicia y la fiscalía interponen un recurso en el cual me vuelven a restituir en el puesto, dado que la causal por la que me habían destituido era también ilegal…

Michael Kergin:
Eso es constitucionalmente correcto en el sentido de que…

María Zavala:
Sí, una medida cautelar.

Julieta Castellanos:
La noche del 25 la versión, la versión es que usted y el ministro están convenciendo al presidente que no se podía hacer la consulta y él aparentemente asume que es así, o sea, él está, es partidario de que hay que pararla…

Romeo Vásquez:
El 24.

Julieta Castellanos:
Él va, inclusive su destitución no se ha planteado, él baja al salón Morazán en casa presidencial y hay público y él cambia allí la versión y anuncia su destitución públicamente, ¿esa versión es correcta?

Romeo Vásquez:
Sí, ya lo de la destitución me lo había dicho, pero la nota que leyó era que suspendía la consulta y que la iba a llevar a cabo después, pero cuando leyó la resolución en cadena nacional, ya había cambiado el texto, él dijo: vamos a hacer la consulta, pero eso fue que los activistas lo convencieron. Creo yo.

Julieta Castellanos:
Otra consulta, Palmerola, el presidente Zelaya sale de la base aérea y va a Palmerola, ¿estaba enterada la comandancia de la base, la Embajada de Estados Unidos?

Romeo Vásquez:
No, esa base es hondureña.

Julieta Castellanos:
Es hondureña, ¿pero la presencia allí de los norteamericanos y ver un avión?

Romeo Vásquez:
Sí, es que, como el avión West Wind puede aterrizar sin previa autorización de los norteamericanos y además de eso el avión no hallaba qué hacer, estaba en órbita y tenía que reabastecerse de combustible.

Julieta Castellanos:
¿Es una decisión de última hora también?

Romeo Vásquez:
Sí.

Julieta Castellanos:
¿Y la decisión de llevarlo a Costa Rica?

Romeo Vásquez:
La decisión de llevarlo a Costa Rica, la verdad que no sé exactamente. Alguien del ambiente civil coordinó, porque nosotros no tenemos contacto con ellos por no tener Ejército, pero sí hubo una disposición civil, alguien llamó a la Fuerza Aérea: llévenlo a Costa Rica.

María Zavala:
¿De quién fue la decisión?

Romeo Vásquez:
Yo no me di cuenta en ese momento; por eso asumimos la responsabilidad, porque no se quién fue el que tomó la decisión en ese momento. Por eso lo asumimos…

Julieta Castellanos:
Pero, ¿el piloto sí era de ustedes, el piloto era de la Fuerza Aérea hondureña?

Romeo Vásquez:
Sí.

María Zavala:
Es fácil salir de acá, irse a otro país extranjero y llegar sin coordinaciones…

Romeo Vásquez:
No, eso lo autorizaron ellos, lo autorizaron en Costa Rica, pero como yo no me di cuenta quién consiguió el contacto en Costa Rica, entonces por eso nosotros aceptamos la responsabilidad y es por eso que nos sometimos a la ley, porque hubo alguien que coordinó en Costa Rica y no supimos quién. Asumimos la responsabilidad…

Julieta Castellanos:
¿Y a qué hora llegó él a Costa Rica?

Romeo Vásquez:
Llegó como las ocho de la mañana.

Julieta Castellanos:
¿Y llegó en pijama?

Romeo Vásquez:
No, según los reportes que tengo de la gente que fue allá, él estaba en la sala, él no estaba acostado.

María Zavala:
¿No filmaron eso?

Julieta Castellanos:
¿Él estaba en la sala de la casa?

Romeo Vásquez:
Es que mire, una orden que se dio tan a la carrera, era algo complejo, difícil para nosotros. No había tiempo…

María Zavala:
Una orden que se dio, pero, ¿usted fue el que dio la orden?

Romeo Vásquez:
No, la orden de la Corte Suprema…

María Zavala:
Es cierto, la Corte Suprema ordenó que lo sacaran…

Romeo Vásquez:
No, la orden que nos dieron de irlo a capturar…

María Zavala:
Ustedes cumplieron la orden de la Suprema, lo capturaron, parcialmente, porque la captura de acuerdo a lo que yo leo, esto es otra cosa, esto es para el decomiso de las…

Romeo Vásquez:
Por eso le digo a usted que nosotros estamos procesados, inclusive, la junta de comandantes aceptó la responsabilidad, nos procesaron por esa acción…

María Zavala:
General, pero nosotros tampoco, nosotros no vamos a procesarlo, no somos la santa inquisición, lo que nosotros queremos es aclarar las cosas, es objetivamente saber qué pasó en su momento, el único que nos puede decir es usted, no podemos nosotros llevarnos ni por chismes de aquí ni acá, ni especulaciones mías, por eso le pregunto a usted, aquí la orden, le digo porque hemos tenido la diligencia todos de leer toda la documentación, por eso es que se postergaron las entrevistas para preguntarles a ustedes de manera con propiedad, aquí en esta que yo leo la primera, dice textualmente: José Manuel Zelaya es ubicado en tal sitio, entre tal hora, y dice, dice, mire: y ponerlo a la orden de la autoridad competente, por suponerlo responsable de la comisión ta, ta ta…

Romeo Vásquez:
Imagínese la autoridad competente allí, verdad…

María Zavala:
Claro, la autoridad competente es el juez que ordenaba…

Romeo Vásquez:
Imagínese nosotros a esa hora, después que se dio la orden, nadie nos contestaba los teléfonos…

María Zavala:
Perdón, acá hay otra orden donde también se dice de la captura, es más, hay un informe del juez en donde dice que llegaron y dice de inmediato, someterlo y desarmados, para evitar mayor oposición, procediendo luego a introducirse a la vivienda, y después dice: quienes lograron capturar al señor Zelaya. Perfecto, lo capturaron, quienes lo introdujeron en un vehículo llevándoselo del lugar, el pobre juez que lo capturó y después alguien se lo quitó y se lo llevó.

Romeo Vásquez:
No, es que el que nombró un juez ejecutor es un militar…

María Zavala:
Pero claro, este es el informe que da un juez…

Romeo Vásquez:
Sí, el juez ejecutor nombran a un militar…

María Zavala:
El juez ejecutor es el que tiene que cumplir, ¿qué se llama ejecutor? Ejecutar el mandato de la autoridad, yo le ordeno que me lo capture y me lo traiga; ella va y lo captura y me lo tiene que traer, pero resulta que fue, lo capturó y de repente alguien se lo quitó y se lo llevaron, ya, ese alguien que se lo llevó, ese ahora yo quiero saber, pues, la decisión. Usted dice que la tomó el comando de sacarlo, por cuestión de, como usted le dice, estado de necesidad, pero allí ya no me dan más, más información, que se ha visto el tema de necesidad, elaborando esa hipótesis de que ustedes tenían el temor de que ustedes manifiestan acá la vida de él, la vida de otras personas, extranjeros paramilitares, no, la operación de sacar a un presidente de la república no podía hacer una operación muy liviana, muy light, indudablemente que tenía que hacer una operación para resguardar la vida de ese señor, ¿qué hubiera pasado si hubiera muerto ese señor?

Romeo Vásquez:
Por eso le digo, era la pregunta…

María Zavala:
No, pero esto era un operativo de sacarlo, no puede ser un operativo tan improvisado, es por eso es que quiero la colaboración, yo pienso que lo mínimo es filmar todo como sale para garantía de la gente que lo está llevando a otro país…

Romeo Vásquez:
Es que mire, decirlo así como lo dice usted es bien fácil, el problema en ese momento es estar en los zapatos de los que tienen que tomar las decisiones. Decirlo aquí es sumamente sencillo y fácil, pero en ese momento uno no está ni pensando lógicamente, porque es una situación como usted lo dice muy difícil y compleja, las decisiones que se toman son decisiones en la marcha, decisiones que tiene que ver con el deseo de hacer prevalecer la vida del ser humano, en primera instancia, porque nosotros no podemos arriesgar a ninguna persona, ya habíamos analizado que no se podía disparar contra nuestros propios soldados, ni contra ningún compatriota, mucho menos contra el expresidente…

María Zavala:
No exageraron ustedes la nota, porque si lo llevaban al juez y le tomaba su declaración y ya salía y seguía siendo presidente.

Julieta Castellanos:
Una pregunta. Yo he estado en un curso de defensa y de planificación estratégica y se usa mucho el escenario de la simulación, sin lugar a dudas una situación de esas era un escenario complejo, complejo, y usted, y hubo tiempo porque es que las últimas semanas fueron muy intensas, ustedes no tuvieron ejercicios, ustedes no tenían inteligencia nos ha dicho, verdad, movimiento de gente extranjera, narcotráfico, ¿ustedes hicieron algunos ejercicios, escenarios posibles, en este conflicto?

Romeo Vásquez:
Fíjese que no. Confiábamos que iba a solucionarse políticamente…

Julieta Castellanos:
¿Hasta qué día ustedes tenían esa confianza?

Romeo Vásquez:
Hasta el día sábado, después nosotros pensamos, bueno, si va a suceder que suceda, confiábamos en que alguna solución política podría haber aun después de la consulta, nosotros no hicimos ningún escenario, ¿por qué?, porque en primera instancia a las Fuerzas Armadas yo no la quería involucrar en problemas políticos, por eso no había ningún escenario, ejemplo de nuestro pensamiento de no involucramiento, si yo hubiera apoyado al expresidente Zelaya, de repente en este momento sería yo el segundo hombre más fuerte de Honduras, una. Dos, si nosotros hubiésemos querido involucrarnos en política, el día domingo a las seis treinta de la mañana nos hubiéramos quedado en el poder, pero las Fuerzas Armadas no estaba para meterse en política, era nuestro pensamiento. ¡No meternos en política!

Julieta Castellanos:
Otra pregunta. Digamos que se fueron sumando, se fueron sumando sectores, con opinión y con peso, que pudieron llamarse grupos de presión, grupos de poder, fue un proceso ascendente este, los evangélicos por un lado, la UCD, la iglesia, lo que el presidente, el expresidente llamaba los poderes fácticos…

Romeo Vásquez:
Sí.

María Zavala:
¿Ustedes sintieron esa presión de los poderes, usted recibía visitas, llamadas, llamándolo a cumplir su papel de defender la patria?, ¿de quiénes?

Romeo Vásquez:
No, los insultos que recibía por los medios de comunicación y de todos los sectores, porque no nos pronunciamos ni a favor ni en contra, sino simplemente nos llamamos al silencio o simplemente a decir que éramos respetuosos de la ley, eso era estrategia militar en ese contexto, es decir, nosotros para qué nos vamos a meter. Mi instrucción era, no nos metamos en un problema que es netamente político.

Julieta Castellanos:
Pero hay un momento que entran los oficiales en retiro, los oficiales en retiro estaban en el olvido, prácticamente porque no tenían… tal vez se miraban para el club, más el club social, pero no tenían visibilidad y empiezan a ir a programas de televisión y a tener opinión en contra de la consulta y en contra del papel de las Fuerzas Armadas, ¿ustedes sintieron presiones de la iglesia, de la Iglesia Católica?

Romeo Vásquez:
No, nosotros lo que sabíamos era que casi todos los sectores estaban en contra de lo que él estaba haciendo. Lo sabíamos, mirábamos y escuchábamos por los medios de comunicación las opiniones de cada quien, que casi todos estaban en contra, más bien nosotros, lo que buscamos era que le dieran al expresidente una salida, en vez de estar en contra, como yo lo dije en un principio, hasta al peor guerrillero nosotros en la estrategia militar le buscamos una salida y mirábamos que había un encerramiento completo de la mayor parte de los sectores de la sociedad, entonces eso nos ponía entre la espada y la pared, al no encontrar la manera de que le dieran una salida a él. La misión nuestra no era quitar al presidente, sino que era hacer que llegara al 27 de enero, esa era la misión nuestra como institución, permitir la alternabilidad…

Julieta Castellanos:
¿Qué rango tenía el oficial que ejecuta la captura?

Romeo Vásquez:
Teniente coronel, habían supervisores arriba de este grado, pero es un teniente coronel quien ejecuta la captura, el que hace el informe allí. Esto es sumamente doloroso, no es fácil para mí estar contando esta historia, algo sumamente duro que se relaciona con aspectos de la orden del juez que teníamos que cumplir, pero también tenía que ver con aspectos afectivos de amistad, esto no es fácil. Nada fácil.

Julieta Castellanos:
Y los momentos, bueno, ya el presidente se fue, volvió a entrar, ¿saben ustedes por dónde entró el presidente?

Romeo Vásquez:
No sabemos por donde entró, hay varias hipótesis, pero no sabemos exactamente…

Julieta Castellanos:
Y los momentos de negociación en Costa Rica, ¿ustedes sintieron que deberían ser parte de la negociación?

Romeo Vásquez:
No, porque nosotros inmediatamente nos replegamos, porque fue una orden que dieron los mismos civiles y traspasamos la responsabilidad a quienes nos habían dado la orden, por eso fue que no salimos a dar ninguna declaración el día domingo, sino que, como le dijera antes, le regresamos la responsabilidad a quienes nos habían mandado, que fue a la Corte Suprema de Justicia, a ellos les regresamos la responsabilidad, después fueron los dos Poderes del Estado los que asumieron la responsabilidad del control y manejo político del país, incluso manejo nuestro, porque nos ordenaron pasar en apoyo a la Policía Nacional.

Eduardo Stein:
General, hay tres temas que muy probablemente, como le dije al principio de la conversación, cuando tengamos todo esto reconstruido en detalle, de repente vamos a tener que volver a molestarlo, uno: la orden de detención del presidente, es dada la noche del 27, en cambio la orden de decomisar todo el material de la consulta, según en vi en la nota, es del día 26…

Romeo Vásquez:
Pero la recibimos el 27, también en la noche.

Eduardo Stein:
O sea, como fuerza de seguridad ejecutora de las instrucciones de los juzgados, usted recibe las dos órdenes…

Romeo Vásquez:
En el mismo momento…

Eduardo Stein:
Esto es para nosotros muy importante, porque quiere decir que ya por su parte la Corte Suprema de Justicia estaba tomando acciones para impedir a como diera lugar la consulta, que el presidente quería llevar a cabo a como diera lugar; por su parte también el Congreso, por lo que hemos conocido, aunque conoce de manera oficial, un informe que pidiera el 25, hasta la sesión del día 28 de hecho, de hecho, pues ya habían discutido decisiones digamos muy rotundas sobre lo que había sobre venir, prácticamente el día 28, nada más que formalizan algo que ya las fuerzas políticas venían discutiendo esos días antes y le hago estos comentarios porque en algún momento, el presidente Arias tiene que haber aceptado recibir el vuelo, porque él dijo públicamente, que él se enteró ya cuando estaba el avión aterrizando en el aeropuerto…

Romeo Vásquez:
Alguien llamó, algunos dicen que fue el abogado Ortez Colindres, otros dicen que no, no estoy seguro.

Stein:
Yo le digo lo que ha sido mi experiencia de la región y también experiencia de Gobierno, estos temas no se deciden sin la autoridad presidencial, o sea que el presidente costarricense tiene que haber sido enterado de la situación y tiene que haber dicho bueno, está bien, que baje, aunque no públicamente, él dijo que fue el viceministro de Seguridad…

Julieta Castellanos:
¿Quién lo habrá llamado al presidente Arias?

Eduardo Stein:
Eso se debe habar negociado telefónicamente en horas de la mañana. Y media vez hecho así, ¿quién estaba como autoridad civil a cargo de la situación en el Congreso?

Romeo Vásquez: ¿
Quién estaba a cargo? La orden de quien la recibimos es del presidente de la Corte, pero creemos que ellos estaban en comunicación…

Eduardo Stein:
¿El presidente de la Corte y el presidente del Congreso?

Julieta Castellanos:
Y el fiscal.

Eduardo Stein:
El fiscal Rubí.

Julieta Castellanos:
Sí.

Eduardo Stein:
Realmente el vacío de poder que se da es unas horas, hasta que la sesión de la tarde de ese mismo domingo el Congreso nombra al señor Micheletti.

Romeo Vásquez:
Bueno, nosotros reportamos lo más rápido que pudimos que cumplimos la misión, nos salimos y nos replegamos, por eso le repito, no dimos ninguna declaración, nos reportamos con quien nos había mandado a cumplir la orden.

Eduardo Stein: ¿
Y en qué momento ustedes asumen una responsabilidad colectiva como comandantes para ser sometidos a alguna indagatoria o...?

Romeo Vásquez:
Cuando nos acusa la fiscalía.

Eduardo Stein:
O sea, el propio Ministerio Público formaliza…

Romeo Vásquez:
Nos acusa la fiscalía, entonces nosotros dijimos, ni modo, presentémonos a los juzgados…

Julieta Castellanos:
¿La Fiscalía de lo Constitucional?

Romeo Vásquez:
Sí, ellos nos acusaron, nosotros asumimos la responsabilidad por la sacada del expresidente Zelaya…

Eduardo Stein:
¿Es una fiscalía del Ministerio Público?

Julieta Castellanos:
Sí, claro.

María Zavala:
Pero allí había habido abuso de autoridad e incumplimiento de orden también…

Romeo Vásquez:
Sí, porque todavía estábamos procesados…

Eduardo Stein: ¿
Y el proceso sigue, no ha terminado todavía?

Romeo Vásquez:
No, no ha terminado todavía.

María Zavala:
¿Allí no les ha sobreseído a ustedes?

Romeo Vásquez:
No, estamos en apelación.

María Zavala:
Todavía no resuelven esa… porque había dicho de que sí, que validan el estado de necesidad que ustedes aducen…

Romeo Vásquez:
Pero todavía estamos en apelación.

María Zavala:
En apelación.

Romeo Vásquez:
No, si nosotros todavía estamos procesados, hay mucha preocupación de parte nuestra por eso.

Eduardo Stein:
Un tema todavía más, si se quiere jabonoso, resbaloso, pero, como el presidente Zelaya va a dar a Costa Rica y en los días subsiguientes había reunión de presidentes en Nicaragua, se convierte inmediatamente en un escenario político regional, en donde, bueno, las decisiones sucesivas de aislamiento de condena del régimen interino del presidente Micheletti, son casi inmediatas, en el caso de la OEA, en el caso del SICA, que lleva al cierre de fronteras, tengo entendido que Nicaragua y Guatemala, así como El Salvador cerraron las fronteras y que después, ante los costos enormes al comercio, reabrieron unos días más tarde, pero, ¿hubo alguna situación de tipo militar o de seguridad de los otros países que los afectara a ustedes como Fuerzas Armadas hondureñas?

Romeo Vásquez:
No, ninguno, todos ellos fueron muy prudentes y no hubo ninguna mala relación, siempre hubo comunicación con los países vecinos, en el ámbito militar la comunicación se mantuvo siempre, inclusive tuvimos reuniones con gente de ellos para buscar bajar la tensión, lo que buscábamos a toda costa era evitar muertos, bajábamos la tensión con ellos, hubo mucha gente de El Salvador que andaban botando las torres eléctricas aquí, entonces les pedíamos el apoyo para bajar las tensiones.

Julieta Castellanos:
Una pregunta. Las negociaciones en Costa Rica comienzan y comienza el grupo Zelaya y el grupo Micheletti, los dos equipos, para nada asomaban los militares, pese que habían sido actores visibles del día 28, ¿tuvieron ustedes alguna preocupación que los políticos se arreglaran y ustedes quedaran al margen de eso arreglos, y por algunas instancia ustedes hicieronsentir sus demandas con esos arreglos?

Romeo Vásquez:
No, fíjese que… nosotros siempre hemos estado claros en esto, que al final de las crisis normalmente siempre sacrifican a los militares, ellos nos utilizan y después nos sacrifican, eso es lo que sucedió en la década de los 80, igual; por eso teníamos el cuidado de que cada soldado anduviera su cartilla de derechos humanos en su bolsa, porque de hecho al final, la crisis aunque no fuera militar, sino política, nos terminarían culpando, por eso es que trasladamos de inmediato la responsabilidad a ellos y que todas las decisiones las tomaran en consejo de ministros, porque le repito, fue una situación política, no militar; si nosotros nos hubiéramos quedado solos resolviendo el problema, aun con las lecciones aprendidas en la década de los ochenta, considerábamos que nos hubiera pasado lo mismo que le pasó al general Álvarez Martínez, quien se quedó con la responsabilidad de querer resolver los problemas del país, existiendo muchos problemas para la institución y muchos militares terminaron presos o prófugos, entonces nosotros teníamos que tener mucho cuidado en ese aspecto.

Julieta Castellanos:
Hay un episodio del 25 de enero, cuando se elegía los magistrados de la Corte Suprema, hemos recibido testimonio que el presidente Zelaya quería un cargo de un puesto de la presidencia, de alguien que no iba en la lista de las nominaciones y que allí el Congreso rodeado, inclusive, por efectivos de las Fuerzas Armadas.

Romeo Vásquez:
No, eso no es cierto.

Julieta Castellanos:
¿Ustedes participaban esa noche?

Romeo Vásquez:
No, eso no es cierto, mire, allí sí podíamos nosotros decir que no, porque el expresidente Zelaya ni tan siquiera nos llamó ese día, no tuvimos comunicación con él porque la situación era política y él la estaba manejando políticamente, más bien lo que hice fue reunir a la junta de comandantes para que no recibieran información y que no los estuvieran poniendo nerviosos, recibiendo llamadas de unos y otros relacionados con el ambiente político.

Julieta Castellanos:
El presidente del Congreso, no, el Congreso Nacional nos remitió toda esa información y una ONG nos remitió los videos de esa noche, no los hemos visto, pero en el informe que nos dan dice que sí estaba rodeado el Congreso.

Romeo Vásquez:
Sí, pero fue a pedido del Congreso. Constitucionalmente se establece que las Fuerzas Armadas deben darle seguridad a los Poderes del Estado en su instalación. Pero era una fuerza mínima.

Julieta Castellanos:
O sea que, ¿se los pidió el Congreso entonces que los protegieran?

Romeo Vásquez:
Sí, sí.

Julieta Castellanos:
¿No fue Zelaya?

Romeo Vásquez:
No, de ninguna manera, en eso yo sería injusto en decir eso, no recibí ninguna llamada de él.

Julieta Castellanos:
¿La petición vendría entonces de Micheletti?

Romeo Vásquez:
Sí.

Julieta Castellanos:
Porque lo vamos a ver el lunes.

Romeo Vásquez:
Yo creo que sí.

Julieta Castellanos:
Porque le vamos a preguntar.

Romeo Vásquez:
Porque era una obligación, siempre que había un riesgo en el Congreso, pero no hubo ninguno.

Julieta Castellanos:
¿En qué otro momento les pidió Micheletti que hubiera presencia?

Romeo Vásquez:
Cuando un grupo de manifestantes los encerraron, creo que eran maestros, los que encerraron al Congreso, varias veces nos mandó por escrito la solicitud…

Julieta Castellanos:
¿De Hondutel? ¿El sindicato de Hondutel?

Romeo Vásquez:
No sé quien, no me acuerdo, una noche los encerraron, estaban muy molestos, no los dejaban salir, entonces pidió resguardo permanente a las Fuerzas Armadas…

Eduardo Stein:
¿La huelga de fiscales?

Romeo Vásquez:
cuando habían manifestaciones, él pedía por escrito que las Fuerzas Armadas resguardaran las instalaciones del Congreso, normalmente se enviaban unos 20 soldados en apoyo a la Policía; la noche del 25 de enero, ellos en el Congreso tenían la elección de los magistrados, los soldados en su mayoría andaban francos. Total de que no había ninguna acción de tipo militar, ni nada parecido.

Michael Kergin:
Los veces fue diferencia entre el 25 de enero, si entiendo bien sigue y para el 25 de enero un acto, un evento militar, no es cierto, que habían militares que estaban…

Romeo Vásquez:
Fíjese que no me acuerdo sí habían militares o no, pero la verdad es que no me acuerdo si habían.

Julieta Castellanos:
A nosotros hay…

Eduardo Stein:
El Congreso dice que en la noche…

Romeo Vásquez:
Sí, pero no me acuerdo…

Eduardo Stein:
Además de las policías que habían llegado en la tarde…

Romeo Vásquez:
Pero, como aquí estamos hablando con la verdad, no hubo ninguna disposición del Gobierno de que nosotros fuéramos hacer nada en contra del Congreso Nacional, eso sí. Yo lo aseguro, estamos hablando de la verdad.

Julieta Castellanos:
Porque lo que se nos han dicho, de otros testimonios, es que hubo amenazas de disolución y estaban abajo policías y militares y hay videos que registran esa presencia.

Romeo Vásquez:
Sí, pero si habían no sería con el propósito de disolución del Congreso, sobre todo utilizándonos a nosotros, a mí me llamaron muchos políticos. Yo les dije: eso es un problema político, resuélvanlo ustedes, no nos metan a nosotros; y así fue entonces ellos se pusieron de acuerdo, pero no había ninguna acción de fuerza, lo que pasó, según tengo entendido, hubo varios de los ministros del expresidente Zelaya que fueron a decirles: bueno, si no se resuelven vamos a darles golpe de Estado, pero fue amenazas habladas…

Julieta Castellanos:
Y entre ustedes del Estado Mayor, ¿cómo miraban la relación del presidente Zelaya con Hugo Chávez, Correa, Morales?

Romeo Vásquez:
Pues, fíjese que como yo le dije a ustedes, nosotros empezamos a estudiar el fenómeno que se estaba dando en América Latina, lo mirábamos como una relación normal, dado que en varios países de América y en los países vecinos, los Gobiernos que habían llegado, eran Gobiernos de izquierda, allí está: Nicaragua, El Salvador y en Guatemala, a través de un movimiento de tinte socialista, lo mirábamos como un fenómeno natural, veíamos como los ejércitos sobreviven a cualquier sistema que hubiera, ya sea de derecha o de izquierda, en los países de América del Sur o como sucede en El Salvador y Nicaragua, no lo mirábamos como un riesgo militar, sino que lo mirábamos como una situación normal. El fenómeno que está sucediendo en América Latina, donde los pueblos buscan soluciones en diferentes grupos políticos, lo mirábamos normal…

Julieta Castellanos:
Y las Fuerzas Armadas acompañaban a la Policía en las marchas, en la resistencia, o sea, participaban activamente en la represión, ¿las Fuerzas Armadas estuvieron?

Romeo Vásquez:
Bueno, mire, en las Fuerzas Armadas la orden que teníamos del presidente Micheletti era estar en apoyo a la Policía, ya el mando no era nuestro, sino que en apoyo al centro de operaciones de la Policía, ellos dirigían las operaciones, la nuestra era una misión netamente de apoyo.

Julieta Castellanos:
¿El CORE?

Romeo Vásquez:
Sí, era una misión netamente de apoyo, ya nosotros pasábamos a un segundo plano.

Julieta Castellanos:
¿Ellos llevaban la dirección del control social y las Fuerzas Armadas entraban?

Romeo Vásquez:
En apoyo a ellos.

Eduardo Stein:
Yo quisiera volver a un aspecto que usted mencionó de la presencia de salvadoreños, cubanos, venezolanos, nicaragüenses, ecuatorianos, eso sí me llamó la atención, que había gente de Ecuador.

Romeo Vásquez:
De todo había aquí.

Eduardo Stein:
¿Brinda facilidades la Fuerza Aérea para que usen las bases para sacar de aquí en una los salvadoreños no?

Romeo Vásquez:
En una reunión, que tal vez quisiera que no se mencionara, cuando nosotros tuvimos la información de inteligencia que había gente de El Salvador que estaba aquí causando algunos problemas, entonces, tuvimos una reunión en el ámbito de lo privado con el ministro de Defensa de El Salvador y los jefes militares, y nos reunimos para pedirles a ellos la colaboración de que nos ayudaran a tratar de bajar la tensión aquí, porque nosotros mirábamos que había una situación que afectaba la seguridad nacional y queríamos evitar los muertos a toda costa, entonces ellos fueron muy buenos en ese aspecto y dijeron los vamos a ayudar. Inclusive mucha gente que estaba aquí los mandaron a traer en un avión militar de ellos.

Eduardo Stein:
Pero, ¿esto fue después que Zelaya?

Romeo Vásquez:
Sí, después del 28.

Eduardo Stein:
En ese mismo camino de temas, hay un momento en donde el expresidente Zelaya parecía más mediáticamente que real, hace un amago de cruzarse la frontera de territorio nicaragüense a territorio hondureño, y se estimaba que iba a ver una concentración de simpatizantes de muchos miles de personas, que al final por lo que hemos visto, no fue tan masiva como se habría anticipado, pero allí también había gente en el territorio hondureño que habían venido de otros países a ayudar en la organización de…

Romeo Vásquez:
Sí, ellos organizaban las marchas. Imagínese la estrategia que usaban, era sumamente peligrosa, utilizaban petardos para asustar a los policías y a los soldados, si usted ve los videos que saca Canal 36, verá el montón de humo que sale, las balas no producen humo, este lo producían los cohetes que usaban para tratar de asustar, eso era bastante peligroso, considerábamos que andaban buscando mártires.

Eduardo Stein:
O sea que las fuerzas de seguridad reaccionaran contestando…

Romeo Vásquez:
Por eso había que tener un control y una disciplina fuerte, todos los días para evitar eso, porque las bombas de pólvora y petardos que lanzaban eran fuertes y utilizaban bombas molotov preparadas con gasolina, mucha de la gente andaba también armada en esas manifestaciones con pistolas, más que todo la gente que venía de Olancho, venían con armas, pistolas, fusiles y con subametralladoras, uzis…

Julieta Castellanos:
¿Qué tanta gente de Olancho está involucrada?

Romeo Vásquez:
Según información de inteligencia, bastantes, sobre todo los de seguridad y los que del sindicato de la ENA. Los que incendiaron Popeye y al bus eran supuestamente de esa institución.

Julieta Castellanos:
¿Los de la ENA?

Romeo Vásquez:
Esos que andaban allí fueron supuestamente los que lo incendiaron y ese día supuestamente los manifestantes iban incendiar al Mall Las Cascadas y por una acción policial les quitaron los Molotov que llevaban, porque sino lo iban a incendiar.

Eduardo Stein:
Posteriormente cuando el expresidente se mete a la Embajada de Brasil, hay digamos, como una tarima, con luces y parlantes que se monta en la calle, yo pude visitar la Embajada como parte de una misión del Centro Carter que nos pidió venir a establecer una evaluación in situ, eh, ¿ese tipo digamos de decisión quién la tomaba?

Romeo Vásquez:
No eran decisiones nuestras, porque nosotros estábamos en apoyo a la Policía Nacional, me imagino que era para mantener alumbrado el sector, pero ya no era decisión militar, sino policial.

Eduardo Stein:
O sea, ¿que esa habría sido una decisión, en todo caso, ejecutada por la Policía?

Romeo Vásquez:
Sí, para mantener, me imagino, la observación, la vigilancia, son acciones netamente policiales.

Eduardo Stein:
Se lo comento, general, porque es casi idéntico a lo que le hicieron al general Noriega cuando se metió a la Nunciatura de Panamá, los norteamericanos pusieron unas enormes bocinas y ponían música de rock 24 horas, porque sabían que a Noriega no le gustaba esa música, el rock, curiosamente; pero hay en todo esto una, un trabajo de comunicación internacional, extraordinariamente eficaz y disciplinado de parte de Telesur, Unasur, que a nosotros nos sorprendió porque era un tema multinacional, incluso, logrando conexiones en vuelo a los aviones que intentaron aterrizar aquí, transmitiendo en vivo, todo este tipo de que fue en el fondo también parte de todo el aislamiento que Honduras sufrió como consecuencia de la crisis del 28. En este sentido, tal vez lo que le voy a preguntar no tenga una respuesta fácil, pero se especuló mucho que desde Nicaragua, en particular, estaban apoyando todo este esfuerzo interno en Honduras de soporte a Zelaya y a su retorno, pero nosotros nunca pudimos realmente encontrar ninguna evidencia concreta de que eso estuviera siendo así, más bien pareciera como que el Gobierno de Nicaragua o no sé si el Ejército nicaragüense, asumió una cautela muy especial de que se no se vieran involucrados y los militares nicaragüenses o fuerzas de seguridad nicaragüense, ¿nada de eso?

Romeo Vásquez:
Bueno, quien planificaba todo en Nicaragua era el agregado militar de Venezuela en Nicaragua, era un general que estaba allí, un contraalmirante, y la planificación inclusive para el ingreso del expresidente Zelaya aquí en Honduras, la hizo él, según los sistemas de inteligencia…

Julieta Castellanos:
¿Y por dónde entró?

Romeo Vásquez:
Mire, lo último que sé, a mí me mandaron el plan a mi oficina, decían que él iba a entrar el día del cumpleaños. Entonces yo creía que el expresidente no iba a venir, me reportan que el día sábado estaba en El Salvador, en Comalapa, allí le perdimos la pista, supuestamente en avión iba para Guatemala y se vino por tierra. Supuestamente entró por tierra y con el vehículo de una de las diputadas del PARLACEN, pero no estábamos seguros de eso.

Julieta Castellanos:
Nosotros tenemos información de por donde entró, solo queremos confirmar.

Romeo Vásquez:
No, pero no sé exactamente por donde entró, según una de las fuentes había entrado por Pasamonos y otros decían que por Agua Caliente, Guatemala.

Julieta Castellanos:
¿Pasamonos, en Guatemala?

Romeo Vásquez:
No allí en El Salvador, puede ser; la otra hipótesis es que él entró por Guatemala, pero a eso nosotros no le dimos seguimiento, porque no había necesidad de investigar. ¿Para qué?, ya estaba adentro.

Eduardo Stein:
No sé si hubiera alguna otra…

Michael Kergin:
Solamente una. Durante la crisis del 28, y tal vez después, había mucha comunicación entre las Fuerzas Armadas hondureñas y los militares norteamericanos, porque sé que había entrenamiento antes y buenas relaciones entre los dos Fuerzas Armadas, con muy buena razón, pero, ¿había comunicación o había influencia norteamericana en todo eso?

Romeo Vásquez:
No, ellos suspendieron la comunicación con nosotros, recibieron instrucciones de Estados Unidos de suspender la comunicación. No tuvimos ninguna.

Michael Kergin:
¿Durante el 28?

Romeo Vásquez:
Durante el 28 no, antes del 28 sí, ellos estuvieron tratando de ayudar a resolver la crisis, a que no se llegara a ella, inclusive el día jueves que nosotros buscamos que no inhabilitaran al expresidente en el Congreso Nacional, hablé con el embajador de Estados Unidos para que nos ayudara en ese contexto.

Julieta Castellanos:
General, una consulta...

Romeo Vásquez:
Y nos ayudó.

Julieta Castellanos:
¿Doña Xiomara estaba en Catacamas?

Romeo Vásquez:
Sí, creo que estaba en Catacamas.

Julieta Castellanos:
¿Quién la trae a ella?

Romeo Vásquez:
Creo que alguien de la Embajada Americana.

Michael Kergin:
¿Y después del 28 usted dice que suspendió comunicación con…?

Romeo Vásquez:
Sí, ellos no se comunicaban con nosotros, tenían órdenes de no comunicarse con nosotros.

Michael Kergin:
¿Y eso duró, durante todo…?

Romeo Vásquez:
Sí, casi todo… hasta después de las elecciones. Pero el trabajo que hizo el embajador para buscarle solución a la crisis fue muy bueno, él buscaba por todos lados ayudar y fue difícil, así como fue difícil para nosotros también resolver esa crisis, él no era entendido por algunos sectores de la sociedad, pero trabajó fuertemente en ayudar a resolver la situación, estaba igual de preocupado, como nosotros, porque cada día que avanzaba la crisis había la probabilidad de que hubiesen muertos, eso era una preocupación constante…

Julieta Castellanos:
En su apreciación de este proceso, además de los medios de comunicación que se miraban que contribuían a la crispación, ¿qué otros sectores identificaban ustedes que contribuían a la crispación…?

Romeo Vásquez:
Pues, mire, aquí había de todo, estaban los partidos políticos, las organizaciones, se puede decir religiosas, el Congreso Nacional, la fiscalía, los mismos líderes del Partido Liberal, todos estaban en contra de eso, también los generadores de opinión, la gente que participó en la formulación de la Constitución en 1982, los exconstituyentes, había bastante presión, la UCD, que se organizó aglutinando a grandes sectores de la clase media baja, la clase media media, la clase media alta y muchas organizaciones campesinas, y organizaciones gremiales, o sea que era demasiada gente en contra, nosotros los contabilizábamos y yo se lo decía al expresidente en las oportunidades que hable con él, que era muy poca gente que lo estaba apoyando.

Julieta Castellanos:
¿Ustedes hicieron un mapa de poder, porque ese un escenario que estaba?

Romeo Vásquez:
Sí, lo hicimos y le dijimos al expresidente, mire presidente, es muy poca la gente que lo está apoyando en esto. Nosotros contabilizamos en el momento más crítico, los ministros anduvieron recogiendo firmas, unas 37 mil personas a nivel nacional.

Julieta Castellanos:
¿Las firmas que contabilizaron? Yo, una pregunta que se me estaba quedando, se dijo que las urnas tenían papeletas ya, las que estaban en la Fuerza Aérea y que ustedes las vaciaron para que los fiscales cuándo fueran a la acción del decomiso no las encontraran.

Romeo Vásquez:
No fue así, las papeletas estaban aparte y las cajas aparte, la misión que ellos tenían, según los sistemas de inteligencia, es que en el momento que las iban a llenar de papeletas era el día domingo en la madrugada, en los hoteles, las iban a marcar y después iban a tomar fotografías de algunos sectores donde existieran filas de gente, como usted lo dijo, la gente de inteligencia de ellos, hacía escenas, por ejemplo, Telesur hacía escenas y las editaba como películas, yo me acuerdo, disculpándome, porque me causó mucho dolor, que no quiero ni recordarlo, cuando a usted la golpearon en la universidad, treinta segundos después estaba apareciendo en todo el mundo, ¿se acuerda cuando llegaron a la universidad…?

Julieta Castellanos:
Sí.

Romeo Vásquez:
Sí, entonces, de todo eso formaban escenas y esas escenas las pasaban a todo el mundo…

María Zavala:
Editaban.

Romeo Vásquez:
Editaban una escena aquí, una escena allá, eso lo sabíamos nosotros, pero como no teníamos problemas de índole ideológico, nos reuníamos con muchos líderes de ellos, un poco a escondidas para bajar la tensión a la crisis; entre ellos, con los que tenían mayor poder de convocatoria, como el señor Alegría, les decíamos: miren, esto no es un problema de índole ideológico, es un problema de índole legal que se dio y tenemos que bajar el conflicto, porque en lo que va a terminar es enfrentando a los hondureños y va a haber muertos. Siempre estuvimos tratando de bajar la intensidad del conflicto.

Eduardo Stein:
Un elemento de detalle, general, al mundo político y más conservador del país y en general la clase media y a los sectores más adinerados del país, les causó mucho temor el conjunto de símbolos públicos, de escenas, comunicados durante la visita del presidente Chávez a Honduras, lo hemos recogido de diferentes orígenes, pero una situación como esa, digamos son los cuerpos de seguridad locales los que le dan seguridad a un jefe de Estado que viene de visita, aunque lo que yo vi en Bolivia, es que el propio presidente Chávez llevaba una gran cantidad de seguridad venezolana propia, ¿en ese sentido las Fuerzas Armadas de Honduras fueron requeridas a brindarle seguridad?
General Romeo Vásquez:

Sí, recuerde, tal y como les dije antes, la relación que existió con el expresidente Zelaya era muy buena, él confiaba misiones muy delicadas a las Fuerzas Armadas; en este caso, cuando el presidente Chávez vino, él ordenó de que nosotros le diéramos una excelente seguridad, vinieron unos pocos de ellos también y le dimos seguridad, en la ruta hasta la presidencial y luego hasta que se fue, así que las Fuerzas Armadas estuvo involucrada en la seguridad.

Eduardo Stein:
En un acto de masas como el que se tuvo, en donde estuvieron en público, ¿cómo se organiza una cosa así, ustedes tuvieron entonces que asegurar perímetros?

Romeo Vásquez:
Sí, la reunión fue aquí en la Plaza de la Democracia que está enfrente de la casa presidencial, la gente que estaba allí eran simpatizantes del expresidente Zelaya, muchos vinieron del interior del país, habiendo mucha seguridad, por lo que no hubo ningún peligro para el presidente.

Eduardo Stein:
¿Pero tuvieron que usar arcos detectores de metales para que la gente se metiera o no?

Romeo Vásquez:
No, registro normal, no había ningún indicio de peligro, cuando los indicios de inteligencias eran fuertes y nos decían que podrían haber muchos muertos, sí, pero en este caso no había ninguno, por la tanto son menos las medidas que se toman.

Eduardo Stein:
Pues, yo no sé si hubiera alguna otra pregunta, si...

María Zavala:
No, yo no soy mala.

Romeo Vásquez:
No estoy viéndola así…

María Zavala:
No yo no tengo preguntas, yo sé que no me va a decir la verdad.

Romeo Vásquez:
Sí, le he dicho la verdad, es que no sabemos a ciencia cierta quién llamó a Costa Rica, fue un momento de mucha confusión…

María Zavala:
¡Un general!

Romeo Vásquez:
Sabe quién le puede decir realmente quien llamó a Costa Rica, el mismo canciller de Costa Rica, él les puede decir.

Eduardo Stein:
Stagno.

Romeo Vásquez:
Él les puede decir, es que yo no quisiera decir algo, que yo no puedo asegurar, lo que le puedo asegurar es lo que yo sé.

María Zavala:
Entonces, ¿falló la inteligencia de Honduras?

Romeo Vásquez:
Es que en ese momento era mucha tensión, mire, yo andaba también nervioso. Uno es militar, pero también ser humano…

María Zavala:
Fíjese general, usted en realidad… a uno, como se dice en mi patria, así como nunca, cumplidor de la Constitución, cumplidor de la resolución judicial, pero a medias, una falla, una falla que ha ocasionado muertes…

Romeo Vásquez:
¿Cuál?

María Zavala:
¡Muertes!

Romeo Vásquez:
No, más bien fue al revés…

María Zavala:
Una falla que ha ocasionado más pobreza, una falla que ha ocasionado todo un problema externo, allí, ya no…

Eduardo Stein:
Yo allí no estoy de acuerdo contigo María, pero lo vamos a conversar.

Jorge Omar Casco:
Dos preguntas, disculpen un compromiso previo que tenía antes de uno de estos conflictos que realmente dan, no pude estar para la hora señalada, si es posible que algunas de las cuestiones que voy a preguntar ya han sido contestadas. Leyendo el acta del juez ejecutor, el que se encargó de la práctica del de la captura, que establece que hay un punto, no identifica una de las actividades que normalmente se revisan por parte de la Policía, de la fiscalía en este caso, pues es el juez ejecutor nombrado por la Corte Suprema de Justicia y es mi pregunta, ¿si hubo algún video del momento en que fue capturado el expresidente Zelaya? Luego, segundo, si no lo hubo, ¿cómo fue la situación, se resistió el expresidente, prestó su cooperación, como iba vestido?, ¿fue golpeado?
Y tercero, me pregunto que en los análisis que naturalmente ha de tener la institución armada que puede colegir usted, respecto de la situación geopolítica de Honduras, qué intereses concurren e la región, ya sea para influir en el proceso de la sociedad hondureña de alguna manera, grupos o países o alianzas que, que vengan a fortalecer el sistema democrático no, eso una visión, sabiendo pues que las Fuerzas Armadas, naturalmente, tienen grupos de pensadores y analistas que ven esta situación geopolítica, esas son mis tres primeras preguntas.

Romeo Vásquez:
¡Bueno! En la primera, el presidente no puso ninguna resistencia, él estaba en la sala, haciendo una llamada telefónica, no estaba en pijama, estaba con ropa normal casual, según el informe que me pasan a mí la gente que llegó allí.

Jorge Omar Casco:
¿Estaba vestido?

Romeo Vásquez:
Estaba vestido.

Michael Kergin:
¿No estaba en pijama?

Romeo Vásquez:
No estaba en pijama, estaba en la sala, solo pidió que le autorizaran a recoger el maletín de mano, llevó su maletín de mano…

Jorge Omar Casco:
¿Llevó su maletín de mano?

Romeo Vásquez:
Sí, entonces él pidió eso nada más, pero no hubo ninguna resistencia.

Jorge Omar Casco:
¿Ni fue golpeado?

Romeo Vásquez:
Nada de eso, no había ninguna orden en ese sentido.

Jorge Omar Casco:
Sino que acompañó voluntariamente.

Romeo Vásquez:
Sí, voluntariamente, no hubo nada de fuerza, porque la orden era casualmente esa, que él no debía sufrir ninguna acción de violencia, porque, recuerde que había un afecto de por medio para él. Dos, en lo que refiere al ámbito geopolítico, sí habían muchas apreciaciones que se venían dando y yo les comente a ellos antes que usted viniera, que nosotros mandamos a nuestros oficiales a prepararse en la Universidad de la Defensa de Honduras y con la Universidad de El Salvador, de Argentina, para que sacaran una maestría y que entendieran el fenómeno que estaba sucediendo en América Latina; entonces en un principio con el expresidente nosotros lo comentábamos, porque viajábamos mucho en avión y en helicóptero, conversábamos de que el país no tenía dinero y necesitaba el apoyo, y que no importaba de donde viniera, en ese momento ese apoyo lo estaba ofreciendo América del Sur, primero con PETROCARIBE y después, directamente el Gobierno de Venezuela, él decía: Chávez no nos está pidiendo nada, pero en el análisis que hacíamos nosotros era que Chávez probablemente lo miraba como una oportunidad para influenciar con su idea geopolítica estratégica, dada la ubicación geográfica del país, inclusive el control de la base militar de Palmerola, también la considerábamos dentro de esas posibilidades, influenciando para el retiro de los militares norteamericanos que permanecen en ella.

Jorge Omar Casco:
Tuvo que influir, por ejemplo, el presidente de Nicaragua, porque recuerdo en las informaciones de prensa, porque hubo una visita del presidente después del problema del avión de Taca que se estrelló, y al día siguiente de esto, parece ser que comenzó una propuesta del presidente Zelaya, en este punto de Palmerola, ¿habría algún interés, alguna posición del presidente de…?

Romeo Vásquez:
Según el análisis que hacíamos en ese momento, el expresidente Zelaya sí estaba interesado en crear una terminal aérea en Palmerola, él me ordenó que lo apoyara en el traslado del aeropuerto para allá, lo difícil es que la orden era que construyéramos la terminal en el lado este de la pista, precisamente en áreas donde están instalados los servicios de radar de los militares norteamericanos. Yo le decía al expresidente que nos autorizara cruzar la pista y que él tendría en seis meses una terminal, o sea en el lado oeste de la pista, allí no existía ningún obstáculo, nosotros podíamos construir una terminal, pero él estaba empecinado que fuera en el lado donde estaban los americanos, entonces la idea nuestra era que si nos autorizaba construir en ese lado, los mismos norteamericanos nos ayudarían, porque ellos tienen mucha inversión y me decían que para quitar y trasladar los radares necesitaban por lo menos unos 30 millones de dólares y el año fiscal de ellos estaba finalizando y necesitaban presupuestarlo en el siguiente año fiscal.

Jorge Omar Casco:
¿Hay dos pistas pavimentadas o hay una sola allí, general?

Romeo Vásquez:
Una sola.

Jorge Omar Casco:
Una sola.

Romeo Vásquez:
En Toncontín, usted puede observar que la base militar está a un lado y el aeropuerto está al otro lado, de igual forma en Palmerola le podíamos coordinar que le construyeran una terminal rápidamente, incluso había apoyo de todas las instituciones de Gobierno involucradas, en ese entonces había mucha presión de diferentes sectores de la sociedad capitalina para que abriera el Aeropuerto de Toncontín , y siendo yo conocedor de las dificultades que habían para construir la terminal en Palmerola, le dije al expresidente lo siguiente: presidente, mire, yo creo que el líder inteligente adapta sus planes a las circunstancias y nunca trata de crear circunstancias para favorecer sus planes, si usted sabe que rápidamente no va poder construir las facilidades en Palmerola, dígale a la gente que va a abrir Toncontín y que después, cuando termine Palmerola, los va a trasladar para allá.

Él estaba muy molesto y me respondió: lo que pasa que nunca nos vamos a ir para allá; pero al final, creo que reconsidero y anunció públicamente la apertura del Aeropuerto Internacional de Toncontín y que trasladaría las facilidades del aeropuerto a Palmerola una vez terminara la terminal, había mucha oposición, incluso la misma concesionaria no le dejaba hacer nada a él; todas esas cosas fueron parte de las acciones que se llevaban a cabo en ese momento. Hubo otro problema, yo lo ayudé en parte a resolver esa otra situación, relacionada con las elecciones internas, una noche el expresidente Zelaya, haciéndose acompañar del señor Roberto Micheletti, del comisionado del Comité de Contingencias (COPECO) y yo como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y basado en que estábamos en una emergencia nacional por algunas inundaciones que habían en el país ocasionadas por las constantes lluvias, visita al embajador de Estados Unidos y le dice, textualmente: embajador no vengo a pedirle permiso, solo vengo a solicitarle apoyo porque voy suspender las elecciones internas tres meses. Al notar que el embajador empezaba a preocuparse por tal decisión, entonces al estar muy cerca del expresidente le recomendé silenciosa y respetuosamente que discutiéramos esa situación primero entre nosotros y

él aceptó, el embajador nos prestó una oficina, yo le expresé lo siguiente: señor presidente, si usted se va con una sola alternativa, puede ser que tengamos un problema serio, porque va a haber fuerte oposición, porque según tengo conocimiento los partidos políticos han hecho mucho gasto y no van a querer ceder aun con la emergencia nacional.
Entonces él le pidió al señor Micheletti que también lo apoyara, yo por mi lado, le continúe manifestando: presidente, nosotros los militares siempre acostumbramos a establecer por lo menos dos o tres cursos de acción, busque otro curso de acción, presidente, le digo que no sean tres meses, sino que sea un mes, y en lo otro, puede ser que sean diez días, los diez días si los puede justificar presidente, porque son los que necesitan las Fuerzas Armadas para cambiar de una misión a otra, ya que las Fuerzas Armadas está empeñada acompañando a COPECO con los desastres naturales, entonces en diez días nosotros le damos un poco de descanso a nuestros soldados, le damos mantenimiento a nuestros camiones, aviones y helicópteros. Entonces él se levanta y va a donde el embajador, le dice: embajador, apóyenos diez días. De regreso a casa presidencial elabora un comunicado de prensa donde anuncia el traslado de las elecciones internas del 16 de noviembre del año 2008, a los primeros días del mes de diciembre ¿ del mismo año, los sectores políticos no analizaron lo de la emergencia, entrando en la duda de que el presidente no quería que se realizaran por sus ideas continuistas, el escarnio público no se hizo esperar y sobre mí cayó toda la responsabilidad, fui seriamente criticado; haciendo mofa de quecómo era posible que las tropas estuvieran cansadas, ellos los políticos solo miraban sus intereses, no el problema de las inundaciones.

Eduardo Stein:
Ah, es que él salió declarando eso.

Romeo Vásquez:
Sí.

Eduardo Stein:
Zelaya salió...

Romeo Vásquez:
Entonces con lo de las tropas ya cansadas, a mí me cae toda la responsabilidad, pero le ayudamos al presidente. Cuando se realizaron las elecciones internas, mismas que fueron custodiadas y apoyadas con toda la logística de las Fuerzas Armadas, todo se calmó, o sea que le ayudábamos a deshacer los líos, sacrificándonos y en esta última misión de la cuarta urna, yéndole a decir al expresidente que no era que no queríamos apoyarlo, sino que no podíamos por los asuntos legales antes descritos, pensábamos que el expresidente, por toda la afinidad que había, iba entender y probablemente tomaría otra decisión y así lo volvíamos ayudar, sacándolo de este nuevo problema.

Julieta Castellanos:
¿Usted ha hablado con él, después de que salió para Dominicana o habló mientras estaba en la Embajada?

Romeo Vásquez:
Sí, cuando estaba en la Embajada hablé con él, buscando cómo ayudarle para que lo sacaran de allí, porque me daba pesar que estuviera encerrado en la Embajada. En ese entonces él me llamó un par de ocasiones y también para que le dejara entrar a la esposa y alguna gente que él quería que entrara. Yo hablaba con el Gobierno, solicitando que le ayudaran, después de eso fui al aeropuerto a despedirlos, ya cuando él se iba, porque creo que él, igual que yo, entendíamos que no había una intención de tipo personal, sino que algo en lo que no podíamos hacer nada nosotros, después de eso, la última fue para el cumpleaños que lo mandé a felicitar.

María Zavala:
General, y el presidente cuando le notificaron el mandato con la orden de captura, normalmente a un ciudadano común y corriente cuando lo van a detener se le detiene por mandato del juez y se le notifica la orden de captura y lo vamos a llevar, en el caso de él, le notificaron y le dijeron, pero no lo vamos a llevar la juez, sino lo vamos a llevar a República Dominicana, ¿él sabía que se iba a República Dominicana?, ¿le dijeron?

Eduardo Stein:
A Costa Rica.

María Zavala:
Perdón, a Costa Rica, ¿le dijeron?

Romeo Vásquez:
No, ni yo sabía para dónde iba.

María Zavala:
No, pero, el informe que le dan los militares que estuvieron en ese acto, porque usted dice que recogió, cuando le preguntó el doctor si estaba con la vestimenta…

Romeo Vásquez:
Es que hubo una confusión, porque mire, para empezar, no sabíamos a donde lo íbamos a llevar en ese momento, los jueces no contestaban los teléfonos a esa hora (seis y media de la mañana), nos contestaron el teléfono como a las ocho de la mañana, además de eso, el expresidente ya estaba en la base, estaba dentro del avión y no hallábamos para dónde llevarlo, pues, si lo dejábamos aquí, al levantarse y enterarse, esa gente haría un relajo en la Fuerza Aérea, así como se habían ido a meter un día anterior a la Fuerza Aérea. Ya había un gran temor por las acciones que esa gente (activistas) toman.

María Zavala:
Le hago la pregunta, porque conociendo lo que se dice del presidente Zelaya, que haya aceptado con mucha sumisión, no opuso resistencia, ni haya dicho por qué se lo iban a llevar, él estaba haciendo una llamada, aparentemente usted no estuvo allí verdad, él estaba haciendo una llamada, él estaba cambiado, estaba en su sala, estaba haciendo una llamada y en esas circunstancias entran los militares y le dicen, no sé… ¿le han informado a usted cómo fue?

Romeo Vásquez:
Sí, allí está el informe escrito, lo que…

María Zavala:
No, ese informe es muy escueto, lo que dice que lo capturaron y luego se lo llevaron, el juez que hace el informe solamente dice que encontró militares cercando la casa, que obviamente eran los militares que custodiaban al presidente, es normal, y entonces entró, lo capturaron o ¿no? Y luego se lo llevaron desconociendo donde se lo han llevado, eso es lo que dice, por eso es que allí no hay, no es que dice lo encontramos en la sala, hablando por teléfono que estaba, hubiera sido muy rico que hubieran escrito las circunstancias para evitar las especulaciones que salieron, que lo encontraron en pijama…

Romeo Vásquez:
No, él estaba en la sala, no sé, si se había acostado, pero al momento él estaba en la sala, recuerden que él estuvo hasta media noche en la presidencial, hasta la madrugada.

Eduardo Stein:
¿Jorge?

Jorge Omar Casco:
No hay duda que usted llevaba una relación muy cercana de amistad y lo sigue siendo del expresidente Zelaya, basado en eso y en su experiencia en el trabajo en durante estos años, qué cree usted que pasó para que el expresidente Zelaya persistiera en su proyecto de la cuarta urna, cuando miraba que institucionalmente la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República, sus mismos abogados le decían que ese no era el camino correcto, para tomar ese tipo de decisiones que él estaba impulsando, tuvo usted alguna conversación privada, íntima, de amigo y su percepción personal, que me parece que es bien importante para entender por qué él continuó persistiendo, que llegó el momento hasta de destituirlo a usted y de aceptarle la renuncia del ministro y de continuar. Nosotros los que estuvimos viendo desde afuera y miramos, por ejemplo, ese momento en que anuncia la destitución suya, estaba en un grupo como de poder ciudadano, algo así, con varios funcionarios, le mirábamos expresión también de tristeza, no era una expresión normal en él, común en él, sino que se miraba sumamente preocupado, con una presión realmente muy distinta a la que normalmente él estaba, nos acostumbraba, pues, al pueblo a verlo.

Romeo Vásquez:
Pues yo no sé lo que estaba sucediendo con él, lo que yo puedo decir, y puede ser una especulación, porque la verdad, muchas veces hablaba con él y él hablaba que lo que quería era mejorar la situación del país, pero las apreciaciones que se hacían en el ámbito de los analistas de inteligencia era que había mucho compromiso con Chávez.

Jorge Omar Casco:
¿Y qué, eso de alguna manera lo indujo a continuar persistiendo?

Romeo Vásquez:
Por eso le digo, lo que estoy diciendo es algo subjetivo.

Jorge Omar Casco:
Correcto.

Romeo Vásquez:
Realmente solo él sabrá las causas reales, para eso solo él la sabe, pero lo que los analistas decían era que había mucho compromiso con los países del ALBA. Un compromiso bastante fuerte.

Jorge Omar Casco:
Usted tuvo un desempeño histórico y que son elementos que quedan en la historia y hoy como ciudadano, y su estudio, dentro de su formación, dentro de la institución armada, naturalmente le ha dado una percepción, visión, que muy pocos hondureños tenemos, como la institucionalidad en general, y las características de unas Fuerzas Armadas que hemos observado que en los últimos años tuvieron un comportamiento diferente de hace varios años atrás, qué tres elementos pensaría deber

Omar Casco:
No hay duda que usted llevaba una relación muy cercana de amistad y lo sigue siendo del expresidente Zelaya, basado en eso y en su experiencia en el trabajo en durante estos años, qué cree usted que pasó para que el expresidente Zelaya persistiera en su proyecto de la cuarta urna, cuando miraba que institucionalmente la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República, sus mismos abogados le decían que ese no era el camino correcto, para tomar ese tipo de decisiones que él estaba impulsando, tuvo usted alguna conversación privada, íntima, de amigo y su percepción personal, que me parece que es bien importante para entender por qué él continuó persistiendo, que llegó el momento hasta de destituirlo a usted y deaceptarle la renuncia del ministro y de continuar. Nosotros los que estuvimos viendo desde afuera y miramos, por ejemplo, ese momento en que anuncia la destitución suya, estaba en un grupo como de poder ciudadano, algo así, con varios funcionarios, le mirábamos expresión también de tristeza, no era una expresión normal en él, común en él, sino que se miraba sumamente preocupado, con una presión realmente muy distinta a la que normalmente él estaba, nos acostumbraba, pues, al pueblo a verlo.

Romeo Vásquez:
Pues yo no sé lo que estaba sucediendo con él, lo que yo puedo decir, y puede ser una especulación, porque la verdad, muchas veces hablaba con él y él hablaba que lo que quería era mejorar la situación del país, pero las apreciaciones que se hacían en el ámbito de los analistas de inteligencia era que había mucho compromiso con Chávez.

Jorge Omar Casco:
¿Y qué, eso de alguna manera lo indujo a continuar persistiendo?

Romeo Vásquez:
Por eso le digo, lo que estoy diciendo es algo subjetivo.

Jorge Omar Casco:
Correcto.

Romeo Vásquez:
Realmente solo él sabrá las causas reales, para eso solo él la sabe, pero lo que los analistas decían era que había mucho compromiso con los países del ALBA. Un compromiso bastante fuerte.

Jorge Omar Casco:
Usted tuvo un desempeño histórico y que son elementos que quedan en la historia y hoy como ciudadano, y su estudio, dentro de su formación, dentro de la institución armada, naturalmente le ha dado una percepción, visión, que muy pocos hondureños tenemos, como la institucionalidad en general, y las características de unas Fuerzas Armadas que hemos observado que en los últimos años tuvieron un comportamiento diferente de hace varios años atrás, qué tres elementos pensaría deberían de existir en un proceso de reconciliación de la sociedad hondureña, de los distintos grupos que forman algunos liderazgos que tienen influencia con distintos porcentajes en las poblaciones, pero que en general, se miran como un conflicto que todavía persiste, ¿qué elementos propondría usted en un proceso de reconciliación que debería de tener la sociedad hondureña?

Eduardo Stein:
Tal vez, como esta es una pregunta muy profunda, yo tengo un dato de detalles, si es que tuviera usted la información, ¿de dónde vinieron los papeles, las urnas, papeletas para la cuarta urna, se sabe dónde fueron hechas?

Romeo Vásquez:
El avión que vino entró de El Salvador, supuestamente venían de Venezuela, pero el avión entró vía El Salvador, perdón, perdón, Jorge, sí, sí. Probablemente de Venezuela, pero el avión entró por El Salvador. Pues mire, lo que usted preguntaba es una pregunta bien amplia y yo creo que a veces las contestaciones tienen que ver en el ámbito de una apreciación personal. Los grandes problemas que se han presentado aquí en esta región, creo que son por las asimetrías en primera instancia, las económicas, ejemplo, una pobreza insuperada que hay aquí en el país, todos aquellos aspectos de inseguridad y narcotráfico que influyen en esta región, entonces me parece a mí que uno de los puntos importantes para buscar la conciliación es casualmente eso, buscar establecer los equilibrios, porque cuando se rompen los equilibrios sociales, es cuando vienen los desastres, es como el desequilibrio ecológico, cuando vemos algunas personas muy favorecidas y otras personas muy pobres.

En Honduras, durante 30 años se ha recibido dinero supuestamente para la reducción de la pobreza, y tenemos un montón de pobres, entonces, creo que debemos mejorar esto, buscando un cambio de actitud en las personas que tienen la habilidad de generar riqueza, para generar empleo y luego tratar de mejorar la actitud en el contexto de la educación, porque creo que los que nos hacemos daño, somos los mismos que venimos del pueblo, pueblo, por ejemplo, cuando damos una mala educación, estamos sacrificando a nuestros niños, que no tengan progreso, creando el mismo desequilibrio, esa asimetría, lo importante es lo que está haciendo el presidente y es fundamental llamar a todos los sectores a un gran diálogo nacional, para buscar esos equilibrios y crearle la confianza necesaria a esos que tienen la habilidad de generar riqueza (los empresarios), de que tengan esa confianza de invertir el dinero que tienen, las utilidades que obtienen volverlas a invertir, para generar más empleo, porque creo que uno de los mayores problema que tiene Honduras es la falta de oportunidades de trabajo, y esto contribuye grandemente a aumentar los problemas de inseguridad y otros de los aspectos es recomendar que se mejore la seguridad jurídica, que se combatan los altos niveles de corrupción a través de una buena fiscalización, no olvidando también la importancia de la seguridad de la educación, convencer a los empresarios para que inviertan, darles las garantías necesarias para que puedan invertir en la construcción de vivienda, para poder ayudarle a la gente que no tiene, eso generará un movimiento económico, creo que llamando a una conciliación, para tratar de cambiar la actitud en todos, una plática o un conversatorio franco y sincero, aún con la gente que tiene posiciones radicales, tratar de irlos convenciendo poco a poco, que cambien su forma de pensar, yo creo que ustedes han cumplido un papel fundamental en ese aspecto, y seguir recomendando eso, buscar la unión de la gente, seguir platicando, pero al mismo tiempo ir buscando reducir el desequilibrio, porque lo que se ha roto aquí en Honduras es el equilibrio, allí es donde ella tiene la razón, cuando la doctora Zavala habla de la pobreza. Doctora, usted tiene toda la razón en ese aspecto que hay un desequilibrio y eso puede traer en el futuro cercano más conflictos todavía. Estoy consciente de eso.

María Zavala:
Sí, sí, yo lo felicito general, porque muchas personas, a veces la soberbia, hace que no reconocen los errores que habían cometido y el tema ahora en realidad, en la riqueza del trabajo de la Comisión, creo que va a hacer, es la recomendaciones para la reconciliación, por eso es muy importante que usted que conoce como ha sido antes, como es ahora, como nos proyectamos hacia el futuro…

Romeo Vásquez:
No crea, a mí me duele mucho lo que ha sucedido, me duele en lo más profundo de mi corazón, como el soldado que era, porque uno, no toma posición. Ninguna posición, ya les comentaba al principio que mi pensamiento es no tomar posición ni a la derecha ni a la izquierda, sino simplemente un soldado cumpliendo la responsabilidad que le manda la Constitución; desgraciadamente, en estos casos hay que considerar lo que es la toma de decisiones, recuerde que si un general toma una decisión y causa muchos muertos, así es como lo va a recordar la historia, y si evita una gran cantidad de muertos, es así como lo va a recordar también la historia. Nosotros hacemos énfasis en esto, que si un soldado se mete o se metiera on alguien o en contra de una persona, tiene que ser a título personal, no a título institucional, porque los derechos humanos son undamentales; particularmente para mí y eso es en lo que hemos luchado nosotros en la institución militar, para que cada soldado, valga la redundancia, sepa de que aquella persona es un ser humano, es más, yo quiero comentarle algo, un comentario adicional, que el 98% de los soldados son campesinos, entonces, esos campesinos para nosotros son como nuestros hijos que tenemos que cuidarlos, y al estar en la calle, frente a otro campesino, o frente a otro obrero, no es una cosa que le gusta a un militar, porque sabemos que son nuestros propios hermanos que están allí, desgraciadamente no somos nosotros los que nos metemos a esos líos, sino que son otros factores. En este caso directamente el factor político es el que está fallando en el país, creo que una recomendación que debemos hacer es la reingeniería en la estructura políticas del país, porque están ya bastante deterioradas y si seguimos así, seguro en el futuro cercano podemos llegar a una guerra civil. Yo lo he visualizado así, hay que cambiar, porque si no hay cambio de actitud y queremos mantener los mismos privilegios, esquemas y las mismas estructuras, eso puede suceder y eso sería muy doloroso, yo no vengo de una clase rica, vengo del pueblo, pueblo, donde también supe lo que era el sufrimiento, por eso les cuento eso, soy sensible ante lo que ustedes dicen. Muy sensible.

Eduardo Stein:
Y encima de todo, se fue a casar con una olanchana.

Romeo Vásquez:
También soy trabajador del campo, soy campesino, soy agricultor.

Jorge Omar Casco:
¿Y usted, de dónde es general?

Romeo Vásquez:
De Siguatepeque.

Jorge Omar Casco:
Nació en Siguatepeque.

Romeo Vásquez:
Sí, nosotros somos muy sensibles.

Eduardo Stein:
La primera visita que hizo el presidente Arzú a El Salvador le dice al presidente salvadoreño que tenemos mucho en común, un gran padecimiento, que están casados con salvadoreñas… Y Michael tiene una esposa de El Salvador también.

Romeo Vásquez:
Sabe que le pediría yo, como hondureño, con sentimiento, que le recomendara a los maestros que no sacrifiquen a sus propios hermanos, le voy a poner un ejemplo. Yo hablo de lasimetría, aquí están los ricos, aquí están los pobres, pero quiénes están haciendo más pobres a los pobres, ellos mismos. Los maestros que no quieren dar clase, cómo vamos a descubrir el talento de un niño, si no le damos educación, yo siempre comparo que el pensamiento de nosotros, es como un enigma, un pensador ponía un ejemplo que en la segunda guerra mundial utilizaban ese concepto, la operación enigma para descodificar las comunicaciones alemanas, y para que no hundieran los barcos, ese enigma lo hicieron personas, que así es el cerebro de nosotros un enigma, quién es el que nos ayuda a descubrir el talento que tenemos nosotros, la educación, pero la educación que estamos dando a nuestros niños pobres es algo, pero terrible, estamos destruyendo el futuro de estos niños; mire, yo la admiro a ella, la doctora Castellanos, como ha puesto esa universidad en orden, así tiene que ser, porque usted está dando un futuro bueno a esos jóvenes… Pero para eso tenemos que cambiar la actitud de la gente.

Eduardo Stein:
Muchas gracias de nuevo, muy reconocido por su visita, por su franqueza y le reitero la apertura de parte nuestra, si alguna otra cosa que de pronto usted quisiera contribuir, de igual manera en enero, febrero, que estemos ya en el cotejo final, en el ensamblaje de todos los datos, de pronto lo vamos a volver a molestar, muchas gracias.

Romeo Vásquez:
Un placer.

Finalizando el testimonio en el mismo lugar y fecha. 

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