jueves, 1 de octubre de 2009

Desobediencia civil ante restricción de libertades


La Resistencia desafía el Decreto dictatorial. Campesinos protestan por desalojo masivo

por Giorgio Trucchi - Rel-UITA


Pese a las restricciones a libertades civiles impuestas por el gobierno de facto a través de un tambaleante Decreto Ejecutivo, las organizaciones que conforman el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado volvieron a manifestarse por las calles del país.

Frente a las instalaciones de Radio Globo, emisora que en los días pasados ha sido víctima de la censura mediática del gobierno de facto, centenares de manifestantes pidieron el retorno a la institucionalidad, el fin de la “ley del bozal”, rechazando al mismo tiempo cualquier propuesta de solución al conflicto que no prevea el regreso del presidente Manuel Zelaya a la Presidencia de la República con plenos poderes.

Denunciaron también el desalojo de centenares de campesinos y sindicalistas del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario (SITRAINA), combativa organización afiliada a la UITA que en diferentes partes del país mantenían la toma de las diferentes instalaciones del Instituto Nacional Agrario (INA).

“Las 55 personas pertenecientes a organizaciones campesinas y al SITRAINA que fueron desalojadas en la mañana de ayer 30 de septiembre, estaban defendiendo una institución que les pertenece a ellos y a todo el pueblo hondureño –declaró a Sirel el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), Israel Salinas–.

El INA es la única ventana a través de la cual el país puede lograr un desarrollo en el sector del agro. Con este desalojo se quiere desaparecer una institución que ha beneficiado a miles de campesinos organizados a través del Decreto 18-2008, y beneficiar solamente a los terratenientes, usándola para hacer política partidaria.

Demandamos un proyecto de reforma agraria para transformar este país –continuó Salinas–, pero esto se puede lograr solamente con un gobierno del pueblo, con una Asamblea Nacional Constituyente que refunde Honduras”, concluyó.

Las 55 personas detenidas, cuatro de las cuales afiliados del SITRAINA, fueron trasladadas a la Comandancia Regional 7 (CORE-7) y en la tarde de ayer, miércoles 30 de septiembre, fueron remitidas a los juzgados donde se teme puedan ser acusadas de sedición.

Desde el pasado 28 de junio ya son 43 las personas que se enfrentan a esta acusación en el marco de una nueva estrategia para descabezar y detener al Movimiento Popular de Resistencia Contra el Golpe de Estado.

“La gente detenida está bien y tiene la esperanza de salir pronto en libertad. Sin embargo, estamos preocupados por la situación de ilegalidad que vivimos en Honduras –dijo Luis Santos Madrid, secretario general del SITRAINA al salir de la CORE 7–.

Todos los hombres están en una sola celda, así como las seis mujeres. Lo que no sabemos es qué pasó con los dos menores de edad que supuestamente fueron remitidos a la Fiscalía del Menor, y tememos que ellos también puedan ser acusados de sedición.

Ya nos estamos movilizando con los abogados y las organizaciones de derechos humanos para que se les brinde apoyo legal, al mismo tiempo que estamos preparándonos para luchar contra los despidos que seguramente las nuevas autoridades de facto querrán hacer contra nuestros afiliados”, concluyó Madrid, quien informó también que el Ejército y la Policía ya estaban sacando varias cajas con los expedientes pertenecientes a miles de campesinos.

Desobediencia civil

Desafiando la prohibición de manifestarse en las calles sin autorización, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado convocó a una movilización frente a las instalaciones de Radio Globo, en el céntrico Boulevard Morazán.

Los manifestantes se apostaron a los dos lados de la carretera distribuyendo volantes contra la violación de la libertad de expresión, recibiendo el apoyo de centenares de personas que circulaban por el lugar con sus vehículos.

Mientras tanto, trabajadores de Radio Globo intentaron acercarse a Casa Presidencial para protestar y pedir la devolución de sus aparatos y equipos, y la reactivación de la señal.

Ante a un fuerte dispositivo militar que resguardaba la zona, las y los trabajadores de esta emisora levantaron pancartas contra la censura mediática de la que fueron víctima en los días pasados.

“Para los que queremos hacer periodismo independiente, objetivo, con libertad, la situación se ha vuelto muy difícil –dijo David Romero, director de Radio Globo–.

Tenemos dos alternativas: seguir como lo hicimos hasta el momento y nos siguen clausurando o nos alineamos para tener una sola voz en función de este golpe y no estamos dispuestos a hacerlo.

Hoy –continuó Romero– estamos aquí para exigir que se nos entregue la radio, que se restituya la libertad de expresión que ha sido secuestrada y que somos parte del diálogo, porque no puede haber diálogo si cierran la voz del pueblo hondureño”, concluyó.

Atacan al pueblo

Después de algunas horas en la calle y ante la amenaza de un desalojo muy violento por parte de un impresionante despliegue militar en la zona, los manifestantes optaron por marchar hacia la embajada estadounidense.

Sin embargo, y sin motivo alguno, la columna fue perseguida y dispersada con uso de gas lacrimógeno. La Policía detuvo a un ciudadano español quien fue posteriormente liberado.

Hubo también momentos de tensión cuando los medios nacionales e internacionales que cubrían lo que estaba ocurriendo fueron atacados por la Policía en abierta violación al derecho información.





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