viernes, 31 de julio de 2009

Campaña Internacional contra el Golpe de Estado en Honduras de la Rel-UITA

¡Sí a la democracia! No a la violencia!

Ante la presión internacional y en su desesperación por mantenerse en el poder, el gobierno espurio, las Fuerzas Armadas y la Policía de Honduras arrecian la represión contra el pueblo en una escalada de violencia que va dejando un trágico saldo de muertos, heridos y detenidos.

En este marco han resultado heridos Carlos Reyes, secretario general del STIBYS, así como otros dirigentes de esta organización afiliada a la UITA, y fue detenido Juan Barahona, miembro de SITRAINA, también afiliada a la UITA, además de dirigente del Frente Nacional de Resistencia al Golpe de Estado.

Por lo anterior, solicitamos su adhesión apoyando esta Campaña Internacional por la Restitución Democrática y el Cese Inmediato de la Violencia en Honduras.

ENVIA TU MENSAJE AL Sr. Roberto Micheletti




Golpe en Honduras: El verdadero rostro de una dictadura bestial

VIDEO:
http://www.youtube.com/watch?v=Wz4w_I8jNVI

Brutal represión contra la manifestación pacífica del pueblo en resistencia

por Giorgio Trucchi - Rel-UITA

Mientras el presidente Manuel Zelaya se encontraba reunido en Managua con los embajadores estadounidenses de Nicaragua y Honduras y personeros del Departamento de Estado para buscar una salida a la crisis, en Tegucigalpa miles de ciudadanos que manifestaban pacíficamente contra el golpe de Estado eran brutalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad del gobierno de facto.

El Ejército y la Policía se ensañaron contra la población persiguiéndola por kilómetros, golpeándola y haciendo uso de gas lacrimógeno, balas de goma y de plomo, al mejor estilo de las sangrientas dictaduras de los años 70 y 80.

Se cuentan por decenas los heridos y los detenidos, mientras que un docente, Roger Vallejo Soriano, de 38 años, fue baleado en la cabeza y está entre la vida y la muerte. Muy probablemente, la bala que lo hirió fue disparada por un policía de civil, quien se dio a la fuga.

Carlos H. Reyes, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), y miembro del Comité Mundial de la UITA, fue perseguido, golpeado y pudo salvarse solamente lanzándose en un barranco junto con otros manifestantes.

Actualmente se encuentra hospitalizado, esperando ser operado por una fractura múltiple en el brazo derecho, y con diez puntos de sutura en una oreja por los golpes recibidos por los policías.

“Nos cercaron por la zona del Carrizal, salimos todos a la carrera y sólo sentí el golpe en la oreja. Miré un barranco y me tiré para salvarme de la golpiza y fue ahí que me quebré el brazo –dijo Carlos H. Reyes al salir en camilla de la sala de Emergencia del Seguro Social (IHSS)–.

Sabíamos que tarde o temprano esto iba a ocurrir, porque toda la gente que está en los cuerpos de seguridad de nuestro país son los mismos criminales de los años 80. Son unos salvajes, y no les importa la vida de nadie. Ya tenemos muertos, heridos y golpeados, no obstante la lucha tiene que seguir.

Es imprescindible –continuó el líder sindical y miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado– que el pueblo hondureño siga en resistencia, porque esta lucha es más que justa, es necesaria, y toda la comunidad internacional apoya este proceso en que estamos.

Una vez más llamamos a la comunidad internacional, a la OEA, a las Naciones Unidas, a los distintos países del mundo para que redoblen la presión contra esta gente. Necesitamos que se restituya la institucionalidad en el país, porque nos ha costado muy caro alcanzarla y no la podemos perder.

No obstante, no va a ser por una fractura en un brazo, ni por las diez puntadas que me dieron como consecuencia del garrotazo que me propinó un policía que nos vamos a detener

Si no estuviéramos convencidos de lo que estamos haciendo, tengan la seguridad de que no andaría poniendo la cara. Toda la vida he puesto la cara y la sigo poniendo cuando sé que tenemos la razón. Vamos a seguir adelante y esta batalla la tenemos que ganar”, concluyó Carlos H. Reyes mientras un enfermero lo acompañaba a la habitación donde permanecerá junto a compañeros del STIBYS que resguardan la seguridad de su secretario general.

Perros rabiosos

La violenta y rabiosa acción de los cuerpos represivos del gobierno de facto tiene raíces mucho más profundas de lo que se pueda pensar, y va en la dirección de contrarrestar cualquier intento de restitución del presidente Manuel Zelaya y pretende acabar con la resistencia interna que les está provocando muchos daños económicos a los sectores empresariales que están detrás del golpe de Estado.

“Las acciones de resistencia de estas últimas semanas le debe haber dolido mucho a la empresa privada, y ella ordenó a sus perros morder a la gente. Hoy los perros acataron la orden del amo y reprimieron al pueblo –dijo visiblemente enardecido Porfirio Ponce, dirigente sindical del STIBYS–.

“No tuvieron piedad de nadie. Hasta a los vendedores ambulantes golpearon, y esta vez atacaron también a los medios de comunicación que estaban cubriendo la represión. Los golpearon, les secuestraron y destruyeron las cámaras. No respetaron a nadie”, concluyó.

Dirigentes detenidos

En algún lugar en las afueras de la capital Tegucigalpa, el coordinador del Bloque Popular y miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, además de integrante del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario (SITRAINA), Juan Barahona, brindó declaraciones a Sirel a pocas horas de ser liberado, después de haber sido detenido junto a decenas de manifestantes.

“Hoy nos tomamos varios puntos de la carretera que va hacia el norte, en dirección de San Pedro Sula. La Policía y el Ejército comenzaron a reprimir brutalmente a los manifestantes en la zona del Durazno y en el barrio Lolo.

Nos comenzaron a perseguir por varios kilómetros, y cuando llegamos a las inmediaciones del Seguro Social, en la periférica del Boulevard del Norte, nos dimos cuenta de que nos estaban encerrando, dejándonos sin salida.

Nos cercaron, nos golpearon y nos capturaron, llevándonos a la IV Estación de Policía, en el Barrio Belén, y ha sido solamente gracias a los organismos de derechos humanos que nos soltaron después de casi cinco horas –continuó Barahona–.

También en el Departamento de Comayagua se desató la represión con muchos heridos y 70 detenciones. Sin embargo, mañana mismo hemos decidido continuar con las protestas en todo el país”, dijo el dirigente popular.

Para hoy, 31 de julio, se esperan grandes movilizaciones en respuesta a la ola de violencia brutal desatada por el Ejército y la Policía, bajo el mando del gobierno de facto y los sectores más retrógrados de la sociedad hondureña.

“El pueblo hondureño ha estado luchando pacíficamente, y ante esta represión, crece la indignación. Vamos a tener mucho más gente que se va a sumar a la lucha. De eso estamos seguros”, concluyó Barahona.


jueves, 30 de julio de 2009

ÚLTIMO MOMENTO La dictadura desata represión salvaje en Tegucigalpa

Carlos Reyes, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS) y miembro del Comité Mundial de la UITA, fue detenido y trasladado a un hospital con fuertes golpes en la cabeza y un brazo quebrado


En el mediodía hondureño, mientras las organizaciones sociales se manifestaban pacíficamente en la región norte de Tegucigalpa, las fuerzas combinadas del Ejército y la Policía desataron una represión salvaje y masiva en lo que parece un claro giro estratégico de la política del régimen de facto hacia las manifestaciones de resistencia. Se informa que la represión se ha enfocado particularmente contra los principales dirigentes de la resistencia.

Otros integrantes del STIBYS también fueron golpeados y varios permanecen detenidos.

Juan Barahona, coordinador del Bloque Popular y miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, fue golpeado está detenido en el Puesto Policial de Belén junto a otros dirigentes.

Roger Vallejo Soriano, docente, de 38 años, fue herido de bala en la cabeza y se encuentra en estado grave. Habría otros heridos de bala.

Los testimonios que recoge y difunde en directo Radio Globo reportan la existencia de una cantidad considerable de heridos y detenidos.

Rel-UITA hace un llamado a todas sus organizaciones afiliadas a que estén alertas y atentas a la inminente campaña de apoyo y solidaridad con las organizaciones afiliadas en Honduras, sus dirigentes y con el pueblo hondureño salvajemente reprimido.




Un país transformado en cárcel

El gobierno de facto sigue violando los derechos de la familia del presidente Zelaya, erigida en símbolo de la libertad del pueblo hondureño

por Giorgio Trucchi - Rel-UITA

Hay cosas que a veces no basta contarlas, hay que vivirlas para poder creerlas.
Lo que en estos últimos días de julio está ocurriendo en la pequeña ciudad de El Paraíso es algo que trasciende lo que una mente humana normalmente dotada podría imaginarse.

Porque el hecho de que una familia no pueda salir de su país sin el temor a no poder regresar nunca más simplemente por llevar un determinado apellido, es algo que en esta época debería pertenecer a la ciencia ficción y no a la trágica realidad en la que está sumergido Honduras desde el pasado 28 de junio.

No obstante, el gobierno de facto continúa asegurando que todo está bien, y que el país regresó a la normalidad.


Con la voz firme y los ojos enrojecidos por las lágrimas del estupor que experimenta al enfrentarse diariamente a la estupidez retrógrada de una manada de personas armadas, la primera dama Xiomara Castro de Zelaya sigue viviendo quizás el momento más difícil de su vida.


Después de que el 28 de junio los militares irrumpieron disparando en su casa a las dos de la mañana y se llevaron a su marido, el presidente Manuel Zelaya Rosales, la primera dama y el resto de su familia tuvieron que soportar las amenazas, el acoso y el miedo a ser arrestados.

Se escondieron, se dividieron para no ser detectados, pero nunca pensaron en irse al exilio.


Secuelas del horror


“Hace un mes que mis hijos y yo no dormimos por el temor a que vengan a arrestarnos. Nos despertamos asustados, tenemos miedo, no nos dejan vivir en paz y ahora no nos están permitiendo reencontrarnos con el padre de mis hijos e hijas”, dijo emocionadamente Xiomara Castro durante una reunión con representantes de diferentes sectores de la ciudad de El Paraíso, algunos de los cuales son afines al actual gobierno de facto.


La presencia de la familia de Manuel Zelaya en esta pequeña ciudad ha desencadenado reacciones diversas en la población. Mientras decenas de personas se mantienen resguardando la entrada del hotel que hospeda a la primera dama y su comitiva, en medio de un fuerte cerco militar, los sectores de la derecha golpista local realizaron una marcha “por la paz y la democracia”, profiriendo consignas ofensivas contra ella y pidiéndole que se fuera, “porque nada tiene que hacer acá”.

Extraña concepción de “paz y democracia” tienen estas personas.

A 31 días del golpe de Estado, la familia Zelaya sigue intentando llegar hasta la frontera con Nicaragua para reunirse, aunque sea por algunos momentos, con el Presidente de Honduras.


“A mi marido, el Presidente de la República, lo sacaron a empellones. Entraron a mi casa, rompieron puertas, le apuntaron con armas en su sien y en su pecho y lo amarraron de las manos y de los pies. Lo sacaron de Honduras y ahora queremos reunirnos con él, pero con una posición muy clara: queremos regresar al país”, explicó la primera dama.


La vergonzosa maniobra orquestada el 28 de julio por diferentes Poderes del Estado que apoyaron el golpe, preveía el retiro de todos los retenes militares en la carretera que conduce de la capital Tegucigalpa a la frontera de Las Manos, y la rápida salida del país de Xiomara Castro y algunos de sus hijos, prohibiéndoles después regresar a Honduras, donde su combativa presencia en las movilizaciones del movimiento popular le está haciendo mucho daño a la imagen que el gobierno golpista quiere dar del país.

“Hay varios departamentos que siguen viviendo en estado de sitio. Me quieren negar el derecho de amar y querer estar en mi país, mientras que a mi marido le quieren negar el derecho a encontrar a su familia.
Es un derecho –continuó Castro– que todos los hondureños tenemos. Me engañaron, me trajeron hasta acá con un habeas corpus que nunca quisieron enseñarme y que supuestamente rezaba que me iban a llevar con mi familia y con las personas que se encontraban con nosotros hasta la frontera.


Cuando llegamos a El Paraíso, el coronel de la 110 Brigada le negó el tránsito a la gente que me acompañaba porque estaba suspendido el derecho a la libre locomoción. Obviamente no acepté seguir sola, ya que no confío en este régimen dictatorial militar que secuestró a mi esposo, a la paz y la tranquilidad de mi hogar y la del pueblo hondureño.

Hoy somos nosotros, mañana puede ser cualquiera de las personas que están acá”, explicó la primera dama.


Nadie se rinde


La familia del presidente Manuel Zelaya sigue pidiendo llegar hasta la frontera con Nicaragua acompañada por las decenas de personas y miembros de las organizaciones de derechos humanos que garantizan su seguridad y el derecho a regresar al país.

“Hoy hemos visto cómo en varios departamentos del país se están viviendo cosas de los siglos pasados, cuando sitiaban las ciudades, impedían la entrada de cualquier producto para agotar a la población, violando los derechos ciudadanos lo que es típico de un régimen dictatorial.


Hoy –continuó con fuerza Xiomara Castro– estoy defendiendo mis derechos, y este esfuerzo puede ser un ejemplo para todas las personas que se sienten violentadas en sus derechos, mientras este gobierno de facto quiere acallar sus voces que denuncian los atropellos que se están cometiendo”, aseveró.


Ya terminando el día, la familia del presidente Manuel Zelaya estaba esperando todavía una respuesta del Ejército acerca de la posibilidad de trasladarse hacia la frontera con un grupo de por lo menos 60 personas.

La primera dama salió varias veces a saludar y compartir con la gente que seguía demostrando su solidaridad, en las afueras del hotel, cuyo dueño –presionado por los poderosos locales- ya informó a la comitiva tenía que deberá abandonar las habitaciones en la mañana del jueves 30.


“Vamos a seguir resistiendo, reclamando nuestros derechos porque nadie nos los puede negar. Lo que más me ha dolido en toda esta triste historia es el engaño y la traición. El engaño de un hombre que dijo ser amigo, y que el sábado previo al golpe me llamó para decirme que todo estaba bien y que el Ejército iba a apoyar al Presidente en la supervisión del proceso de la Consulta Popular.


A las pocas horas, el general Romeo Vásquez Velásquez estaba dando la orden de entrar a mi casa, disparando y secuestrando al Presidente”, concluyó Xiomara Castro respondiendo a una pregunta de Sirel.




miércoles, 29 de julio de 2009

Nuestra propuesta va más allá de la restitución del presidente Zelaya

por Giorgio Trucchi Rel-UITA

Sigue constante la llegada de hondureños a Nicaragua para respaldar al presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, depuesto por un golpe de estado cívico-militar el pasado 28 de junio.

Mientras tanto, Estados Unidos parece despertar de la apatía y cancela la visa de cuatro de los principales autores materiales del golpe. La esperada llegada de la familia del presidente Zelaya a la frontera de Las Manos se ha visto impedida por una nueva estrategia del gobierno de facto.

Xiomara Castro, esposa del presidente Zelaya, ha denunciado que el juez ejecutor de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia autorizando su salida del país con su familia, en ningún momento accedió a exhibir la resolución, despertando de esta manera toda una serie de sospechas alrededor de los verdaderos motivos de esta “concesión”.

Con ella viajaban centenares de personas que quieren juntarse a las más de mil que, desafiando al gobierno de facto y a sus cuerpos represivos, ya pudieron llegar a Nicaragua, no solamente para reunirse con el presidente Zelaya, sino para plantearle la necesidad de coordinar estrategias y darle a conocer los planteamientos del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, instancia que ha encabezado la resistencia interna.

Para conocer los verdaderos motivos de esta movilización masiva hacia la frontera entre Honduras y Nicaragua y cuáles son los planteamientos del pueblo organizado al presidente Manuel Zelaya, a pocas horas de su llegada a territorio nicaragüense Sirel dialogó con Bertha Cáceres, directiva del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y miembro de la dirección colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado.

-En estos últimos días se ha incrementado la llegada de hondureños a Nicaragua, entre ellos varios dirigentes populares. ¿Cuál es el objetivo de esta movilización masiva?
-Hay varios motivos. Para el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado es necesario reunirnos de inmediato con el presidente Zelaya para coordinar cosas que están por venir y que van a ser decisivas para beneficio del pueblo hondureño.
Es importante que sepa y entienda cuáles son nuestros planes y propuestas, y que nuestra lucha va mas allá de su restitución en el cargo de Presidente.
Otro elemento que está motivando la gente a viajar hacia Nicaragua es la represión desatada por el gobierno golpista.
El Ejército y la Policía han montado un verdadero cerco en todo el departamento de El Paraíso, reactivando la tenebrosa Defensa Civil, un grupo paramilitar tristemente famoso en los años 80.
Ha sido una acción descabellada y fascista de un Ejército que ha sacado sus garras, mandando mensajes claros a los movimientos populares a través de los asesinatos.
Un trágico ejemplo es la muerte del joven Pedro Magdiel Muñoz.
Secuestrarlo, torturarlo y después asesinarlo con más de 40 puñaladas para tirar su cadáver a la par de los manifestantes es una señal inequívoca de la estrategia de terror desatada por los cuerpos represivos.
Finalmente, es importante estar aquí para demostrar que el pueblo sigue en lucha, desafiando el sistema de terror, el estado de sitio y la persecución, y acercándonos a los movimientos sociales de Nicaragua que nos están brindando su solidaridad incondicional.

-¿Cómo ha sido el viaje para entrar a territorio nicaragüense?
-Fue muy difícil y agotador. Salimos el viernes 24 de Tegucigalpa, pero al saber que la gente se iba desplazando, el Ejército puso 18 cordones militares en la carretera hacia El Paraíso.
Logramos burlar los primeros dos, sin embargo nos detectaron y nos quitaron el bus. Comenzamos a caminar para recorrer los casi 100 kilómetros que nos separaban de la frontera y logramos llegar hasta el pueblo de Zamorano, y de ahí nos metimos a un camino de tierra que conduce a El Paraíso, pero nos topamos con un contingente de la Policía.
Nos hicieron disparos al aire y nos amenazaron diciéndonos que nos iban a escoltar, pero sabíamos que más adelante había un puesto de las tropas especiales “Cobras”, mientras que atrás de nosotros ya habían cerrado el paso con un contingente militar.
Tuvimos que meternos a la montaña y llegamos hasta San Matía, un caserío donde la gente nos ayudó mucho, aunque estaba aterrorizada por los continuos allanamientos de las casas.
Estando en la casa de una señora muy solidaria, la Policía nos cercó y e hizo muchas preguntas a la señora. Afortunadamente no nos detectaron y pudimos continuar nuestra marcha hasta Santa Rosa, donde tuvimos que cambiar nuevamente nuestro recorrido para no caer en las garras de un operativo militar en la zona.
Finalmente logramos llegar a El Paraíso a primeras horas de la mañana del lunes 27.
Ya estando en este lugar que ha resistido las embestidas de los cuerpos represivos, decidimos dividirnos en dos grupos. El primero se quedó para reforzar la resistencia, mientras que el segundo volvió a entrar a la montaña para tratar de llegar hasta Nicaragua.
Hoy, martes 28, logramos entrar a territorio nicaragüense después de más de cuatro días de marcha, agotados y con varias personas enfermas y heridas, y fuimos recibidos por la gente del Movimientos Social Nicaragüense “Otro Mundo es Posible” (MSN) y otras organizaciones que agradecemos de forma especial.

-¿Qué le van a plantear al presidente Manuel Zelaya?
-Que queremos hacer un análisis de la situación interna del país, hablar sobre la correlación de fuerzas que tenemos y sobre nuestra propuesta que va más allá de su restitución.
Es importante que tenga claro que el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado va a continuar con sus propósitos y sus planteamientos. Sabemos que nos respalda y que coincidimos en muchos puntos, pero queremos coordinar aspectos que van a ser decisivos para acabar con este gobierno golpista, y necesitamos acordar una estrategia para continuar la lucha.
Bajo este análisis vamos a tomar decisiones
-¿Qué importancia tiene el regreso del presidente Zelaya?
-Es innegable que el liderazgo del presidente Zelaya sigue siendo un elemento convocante y movilizador, y que la gente ve su llegada como un elemento que desafía la dictadura.
Uno de los grandes objetivos que tenemos es, justamente, derrotar la dictadura fascista que se ha estructurado, y eso va más allá de la restitución del Presidente.

-¿Cómo sigue la resistencia en el país?
-Hubo movilizaciones en todo el país, y hoy, 28 de julio, a 30 días del golpe de Estado, en Tegucigalpa hubo una fuerte manifestación contra los bancos que están financiando a los golpistas, como son el Banco Atlántida y el grupo financiero FICOHSA.
Al mismo tiempo, las organizaciones feministas se tomaron nuevamente el Instituto Nacional de la Mujer (INAM) y las radios clandestinas, como Radio Resistencia y Radio Insurrección Popular, siguen transmitiendo desafiando la dictadura.

-¿Cuál es el nivel de represión?
-La represión no ha bajado, aunque en estos días llegó al país una comisión de derechos humanos de la ONU y el gobierno de facto trató de dar una imagen ficticia de la realidad para limpiarse la cara ante la comunidad internacional.
Sabemos que hay planes para secuestrar a dirigentes populares, y un vocero de la Policía dijo días pasados que ya tienen pruebas para arrestarnos a todos, porque hemos estado recibiendo grandes cantidades de dinero. Siguen también las amenazas.
Compañeras del COPINH que fueron detenidas y llevadas a una posta de la Policía de Danlí, denunciaron el atropello al que fueron sometidas.
Las separaron de los hombres y cuando estuvieron solas los policías empezaron a insultarlas, a expresar su machismo y su racismo, acosándolas sexualmente.
Una de las cosas que les decían era que llevaban armas en la vulva y que por eso tenían que revisar sus genitales. Vieron también cómo golpeaban a los hombres. Fue una cosa brutal, violatoria de todos los derechos humanos de la persona, y lo peor es que todo esto va a quedar en la impunidad.
Finalmente los llevaron en unos vehículos amontonados como animales y fuertemente custodiados por cuerpos especiales, obligándolos a regresar a Tegucigalpa.
La represión sigue sin parar, porque ellos saben que no nos vamos a detener y empiezan a estar deseperados.

El pueblo rompió barreras

Con Patricia Rodas, canciller del gobierno de Zelaya

por Giorgio Trucchi - Rel-UITA

Han pasado 30 días desde el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya Rosales, y que desencadenó la resistencia popular.

Días en que los movimientos populares y las organizaciones sociales y sindicales se han reagrupado y reaccionado de manera contundente para restablecer el orden institucional.

La comunidad internacional ha condenado de manera firme el quiebre de la democracia. No obstante, en Honduras muchos se dicen insatisfechos por la falta de medidas contundentes contra el régimen de facto.

Para hacer un análisis más profundo de estos 30 días, Sirel conversó con la ministra de RREE de Honduras, Patricia Rodas.


-Se cumplen 30 días del golpe. ¿La comunidad internacional ha disminuido la presión contra el gobierno de facto?

-La presión se mantiene. Ningún país del mundo ha reconocido al régimen golpista, y es lo que se esperaba porque nadie quiere que el germen de la violencia de un golpe de Estado pase la frontera de nuestro país y contamine las demás naciones.

Lo que sí reclamamos, y lo hacemos con respeto, pero con vehemencia y firmeza al mismo tiempo, es que el pueblo estadounidense comprenda nuestras grandes necesidades y exija a su gobierno que realmente tome sanciones incuestionables contra los que han estado al frente del golpe, contra quienes lo pensaron, lo financiaron y lo ejecutaron.

Si Estados Unidos comenzara a retirarles la visa, congelar sus cuentas bancarias, si les impidiera la libre circulación por el mundo ya que a los criminales se les encierra, el golpe se revertiría en menos de 24 horas.


-¿Qué opina de las declaraciones del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y del Departamento de Estado, quienes han clasificado de “poco conveniente” el intento del presidente Zelaya de entrar al país?
-Quiero decirle a don Oscar Arias que en Costa Rica no hay recuerdos recientes de golpes de Estado. Nunca tuvo que ir con su pueblo a pedir refugio en otra nación, y tal vez no conoce qué es lo que se experimenta cuando te obligan a estar fuera de tu patria.
Nunca ha tenido que sufrir este flagelo inhumano y violatorio de los derechos humanos. Si lo hubiese vivido en carne propia, estoy segura de que no se expresaría de esta forma.
Por otro lado, los y las que creemos en la democracia sabemos que los pueblos eligen Presidentes para que gobiernen y luchen, para defender nuestros derechos.
Si el presidente Zelaya no luchara y no intentara volver al territorio patrio, estaría faltando a uno de los deberes más importantes que el pueblo le ha encomendado al elegirlo: defender los derechos del pueblo hondureño.


-¿Se siguen violentando los derechos humanos en Honduras?

-La violación es constante. Se violenta el derecho a la vida, a la libre organización y circulación, Se violenta el derecho a la propiedad privada, el derecho a expresarse libremente, a comunicar y a opinar. En Honduras el golpe de Estado se dio porque no quieren que el pueblo opine. ¿Será que quieren que volvamos a la guerra? Cuando a un pueblo se le cierran las ventanas de la paz, se abren las puertas de la guerra, y eso es algo que no queremos. Deseamos regresar al orden democrático de forma pacífica.


-¿El presidente Manuel Zelaya quiere entonces recuperar su cargo a través de una acción directa?
-El presidente Zelaya quiere recuperar este derecho, y lo va a defender en la acción, porque no puede ser que no marche hacia su tierra para defender los derechos de todos los hondureños. Y con él va todo el pueblo, procurando el menor sufrimiento posible, porque tampoco se trata de incurrir en actos irresponsables.

Vamos a seguir marchando, llegando, entrando, hasta vencer. Confiamos en el pueblo porque de él dependerá la acción de un Presidente, y el pueblo está en acción. Es por eso que esta lucha se la vamos a dedicar a la nobleza de corazón de quienes dieron su vida a lo largo de todos estos días.

Ya tenemos siete muertos, siete personas que en mi tierra perdieron su vida sin necesidad, y solamente por la perversidad de quienes quieren seguir adueñándose de nuestras vidas y esperanzas.


-Las Fuerzas Armadas son un elemento fundamental en la resolución de este conflicto. ¿Qué opina al respecto?

-Los soldados de mi patria no quieren dispararle al pueblo, porque saben que es un crimen. Tampoco quieren obedecer las órdenes de una cúpula miliar que se asoció con los grupos de poder que toda la vida han matado de hambre a mi pueblo, y ahora tiemblan porque no les tenemos miedo.


-En estos días está llegando mucha gente que pasa la frontera por puntos ciegos. ¿Cuál es el objetivo de todo esto?

-La solución al conflicto es el retorno del presidente Zelaya a Honduras para que asuma nuevamente su cargo. Sin embargo, el gobierno de facto rechaza esta posibilidad y el pueblo ya no quiere estar alejado de su Presidente. El presidente Zelaya no puede acceder al territorio hondureño, pero puede llegar a su pueblo, porque es el mismo pueblo que lo está buscando. ¿Cómo parar esta marea? ¿Cómo decirles que no tienen derecho a ver a su Presidente? Este pueblo está defendiendo sus derechos con todo lo que tiene, asumiendo el sacrificio.
Está llegando por todos los puntos posibles que nos unen a la hermana República de Nicaragua. Caminan durante horas, rompiendo barreras y fronteras.
Ante todo esto, el Presidente no tiene más que obedecer al soberano poder del pueblo que lo está esperando, que lo va a resguardar y proteger, que le da la fuerza
para seguir luchando.



lunes, 27 de julio de 2009

Los ángeles de El Paraíso

Centenares de personas en resistencia permanecen virtualmente secuestradas entre los retenes militares. Hubo un atentado contra el STIBYS

por Giorgio Trucchi - Rel-UITA

Mientras en la frontera de Las Manos sigue incesante la llegada de hondureños que arriesgan su vida para llevar el apoyo al presidente legítimamente electo, Manuel Zelaya Rosales, a 15 kilómetros de este lugar, en el desvío que conduce a la ciudad de El Paraíso, Centenares de personas resisten a la maniobra represiva del Ejército y la Policía hondureñas.

Encerrados entre dos retenes militares, reprimidos con la violencia de las armas, hostigados y boicoteados para evitar que les lleguen los víveres, y detenidos cuando tratan de desplazarse hacia sus lugares de origen, estas personas denuncian estar virtualmente encarcelados y violentados en su derecho al tránsito hacia la frontera de Las Manos.

Prefieren no dar sus nombres, pero se acercan con curiosidad y con un gran deseo de hablar, contar sus historias y denunciar los atropellos a los que han sido sometidos por las fuerzas represivas.

El toque de queda permanente los deja expuestos a cualquier tipo de atropello, y resulta difícil imaginar cómo en una zona tan espectacular, con una naturaleza exuberante como la que rodea esta zona de Honduras, pueda transformarse en teatro de una brutal represión que ha dejado un saldo de un muerto, varios heridos y decenas de detenidos que están siendo encerrados en las cárceles de la ciudad de Danlí.

Tres retenes militares obligan a cualquier persona a bajar de su vehículo y mostrar sus documentos. Frente al último despliegue militar la gente deambula por la carretera y busca reparo debajo de los árboles, aguantando el fuerte sol que golpea los cerros cubiertos de pinos.

La resistencia en El Paraíso ha llegado a su cuarto día y la gente luce cansada. Varios se han ido, atemorizados por el asesinato del joven Pedro Magdiel Muñoz, quien en los días pasados había participado en la protesta. Otros se fueron por el cansancio, la escasez de alimentos y el temor a perder el puesto de trabajo. Varios de ellos fueron detenidos por la violación al toque de queda, otra medida represiva para amedrentar a los que siguen resistiendo.

Secuestrados en una ruta

Un joven, pelo largo y una larga trenza, se acerca y está dispuesto a contar todo lo que está pasando. “El jueves pasado, 23 de julio, salí de Tegucigalpa y llegué hasta Danlí, donde un fuerte retén militar impedía el paso. Cruzando por cerros y montañas llegué hasta el desvío que conduce a El Paraíso y me junté a la lucha, y estamos dispuestos a seguir adelante hasta que se le permita al presidente Manuel Zelaya retomar su cargo.

Después de la represión y del asesinato del joven Pedro Magdiel Muñoz, varias personas se han retirado. Yo lo conocía –continúa el joven-. Salimos de Tegucigalpa por separado, pero nos juntamos camino a El Paraíso. Es una estrategia del gobierno golpista para generar terror entre la población, y lo peor es que muchas de estas personas fueron detenidas por violar el estado de sitio que rige constantemente, violando nuestros derechos”, dijo el joven quien prefirió mantener el anonimato.

Mientras la gente aguantaba la represión del Ejército y la Policía, el presidente Zelaya hacía su intento de regresar al país, lo cual fue imposible por la actitud intransigente del gobierno de facto. ¿Hasta cuándo la gente podrá aguantar esta presión?, es la pregunta que ha surgido en estos días intensos, que se están viviendo a los dos lados de la frontera entre Nicaragua y Honduras.

Según la cantidad de gente que sigue llegando a Las Manos, caminando horas y horas por las montañas, entre ellos dirigentes gremiales, diputados y líderes de las organizaciones populares, la impresión es que la lucha va a seguir por mucho tiempo. El norte de Nicaragua se está transformando en un refugio para miles de hondureños que van a comenzar una presión contra el gobierno de facto, que ahora tendrá dos frentes que cuidar.

Mientras hablaba con el joven, otras personas se acercaron con el deseo de contar su historia y los sufrimientos de estos días.

“Sabemos que todo esto no es algo que se va a resolver en dos o tres días, sino que es un proceso que va a tomar un tiempo, y son los golpistas los que tienen mucho que perder –dijo un señor que quiso dar a conocer su opinión–.

La gente sigue llegando y por la noche se va hacía la frontera arriesgando su vida -continuó-. Estamos viviendo una situación muy difícil y nos sostenemos gracias al apoyo de la gente que vive en la zona, que arriesga su seguridad para apoyarnos. Sin embargo, la Policía y algunos medios locales han amenazado a los dueños de los comercios para que no nos vendan alimentos.

Hay que dejar en claro una cosa -continuó mi nuevo interlocutor–: la gente iba hacia la frontera para encontrar a su Presidente, y han sido el Ejército y la Policía a los que nos encerraron entre dos retenes, secuestrándonos y dándonos una ruta por cárcel.

Es un abuso y una violación constante a nuestro derecho a la circulación, y esto debe de saberlo el mundo, porque usan el toque de queda para detener a la gente”, concluyó

Atacan al STIBYS

La brutal represión del gobierno de facto ha alcanzado también al combativo Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), organización afiliada a la UITA.

“Fuimos víctimas de un atentado el día de hoy, domingo 26. Alguien colocó un artefacto explosivo en el STIBYS, y es evidente que es un acto de intimidación para crear terror entre la gente, justo el día en que íbamos a participar en el entierro del joven Pedro Magdiel Muñoz, quien fue asesinado en El Paraíso –informó a Sirel el secretario general del STIBYS y miembro del Comité Mundial de la UITA, Carlos H. Reyes–.

Durante el entierro la gente detectó a dos policías infiltrados y querían lincharlos. Minutos después dieron vuelta ya uno de los carros de la Policía y la situación se puso muy tensa.

Para la próxima semana va a seguir la movilización, manteniendo como días más fuertes el jueves y el viernes”, comentó Carlos H. Reyes.

Sobre el intento fallido del presidente Zelaya de entrar al país, el secretario general del STIBYS está convencido de que pese a no haber logrado el resultado esperado, la gran movilización que se ha dado en todo el país ha permitido golpear duramente a los empresarios en términos comerciales, con el cierre total de todo el departamento.

Con respecto a la actitud de la comunidad internacional, Reyes cree que “debe dejar de dar declaraciones y pasar a hechos contundentes. En el país hay un silencio mediático impresionante y son pocos los medios que dan a conocer lo que realmente está ocurriendo.

Todo esto afecta la percepción de la realidad por parte de la comunidad internacional, lo cual es un gran problema para nosotros. Con respecto a las declaraciones del presidente de Costa Rica, Oscar Arias y la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, según los cuales no es conveniente lo que está haciendo el presidente Zelaya, creo que resulta evidente que el proceso de mediación era un intento para retardar la búsqueda de una solución.

Ahora –continuó Reyes– resulta que en lugar de atacar a la dictadura, atacan al presidente Zelaya. Es evidente el cambio de actitud. Como movimiento popular apoyamos el regreso del Presidente y seguimos denunciando la represión que hay en el país”.



Honduras: Por fuera y por dentro, los golpistas están sitiados


Miles de hondureños caminan hacia la frontera. Una nueva víctima es asesinada por los militares

de Giorgio Trucchi Rel-UITA

Después del gesto simbólico de entrar y salir del territorio hondureño, el presidente Manuel Zelaya volvió a la frontera de Las Manos para saludar a las personas que con extremo sacrificio siguen llegando hasta allí cruzando las montañas, con el único fin de apoyar su regreso al país.

Sudados, cansados y con las botas cubiertas de lodo han cruzado las montañas y han pasado la frontera por puntos ciegos, desafiando la represión militar. No se arrepienten de nada y esperan que su Presidente haga el esfuerzo anunciado en los días pasados de entrar a Honduras, dispuestos a acompañarlos, “pase lo que pase”. Y solamente son una pequeña parte de las miles de personas que se han movilizado hacia la frontera con Nicaragua, y que siguen siendo violentadas en su derecho a la libre circulación.

El presidente Zelaya acaba de movilizarse hacia la ciudad de Ocotal para participar en una reunión. En el territorio que separa las dos fronteras quedan unas 200 personas que han recorridos kilómetros a pie, subiendo y bajando valles y montañas para poder entrar a territorio nicaragüense sin ser detectados por los militares hondureños, que se han desplegado para cortar el apoyo humano al esfuerzo del Presidente de Honduras.

Pese al cansancio por la larga caminata, la moral sigue intacta, así como la convicción de haber hecho lo correcto exponiendo sus vidas para que en Honduras se restituya el orden democrático.

No todos están dispuestos a hablar, porque existe cierta desconfianza hacia las personas, periodistas o no, que no conocen. Y no es para menos. Justo en la mañana de hoy, sábado 25, las centenares de personas que resisten y luchan pacíficamente en el retén militar de El Paraíso, a sólo 12 kilómetros de Las Manos, encontraron el cuerpo sin vida de Pedro Magdiel, un muchacho de 23 años que había participado en la protesta y que, según algunos testigos, fue detenido por los militares.

Más de 40 puñaladas en la espalda, rostro y cabeza, y evidentes señas de tortura acabaron con su joven vida, sumándose a la triste y larga lista de las víctimas de la represión, que se ha desencadenado después del golpe de Estado del pasado 28 de junio.

“Salimos a las 7 de la mañana de la capital rumbo a Las Manos –comenzó a explicarme Gerson Corrales, un activista a quien conocí durante las marchas en Tegucigalpa después del golpe–.

Veníamos en carro y tuvimos que pasar siete retenes del Ejército, pero afortunadamente logramos pasar. Llegamos hasta El Paraíso y nos sumamos a la multitud que se había reconcentrado, tratando de abrirse paso para alcanzar la frontera con Nicaragua”.

Gerson fue testigo de cómo los soldados abrieron fuego sobre la gente, hiriendo a dos personas.

“Hicimos tres intentos para forzar el fuerte despliegue militar, pero fue imposible y tuvimos que aguantar la represión. Finalmente decidimos buscar otro camino y nos internamos a la montaña. Caminamos siete horas, cubriendo una distancia aproximada de 22 kilómetros, y arriesgando nuestras vidas. Con las manos y los pies trepamos la montaña y pudimos lograr nuestro objetivo, gracias también al apoyo de los pobladores de la zona que nos ayudaron con algo de comida y dándonos indicaciones”.

Para Gerson Corrales el esfuerzo valió la pena. “Vamos a quedarnos hasta que acabemos con los golpistas y el pueblo no se va a dar por vencido. Nos están reprimiendo y necesitamos que el presidente Zelaya regrese al país lo más pronto posible”, concluyó Corrales.

La juventud es la esperanza de Honduras

Mientras estoy terminando la entrevista se me acerca Evert Flores, de 20 años, estudiante de la Universidad Autónoma de Honduras. Lo recuerdo en los días más duros después del golpe de Estado, recolectando dinero entre la gente para financiar la lucha y cubrir los gastos de transporte y alimentación para las personas que venían de los departamentos para integrarse a la resistencia.

“Lo que me motiva como joven a estar aquí es que Honduras es nuestra, de los jóvenes que queremos hacer algo en la vida. Este gobierno nefasto está reprimiéndonos y ya ha quitado el bono estudiantil, creado por el presidente Zelaya para ayudar a los estudiantes de bajos recursos.

Nosotros, los jóvenes –continuó Flores–, estamos aquí también para defender los derechos de la población marginada, que es víctimas de las políticas privatizadoras de los gobiernos pasados.

Llegar aquí ha sido difícil, no obstante nunca tuvimos temor porque estamos defendiendo a la patria y estamos dispuestos a todo, hasta a dar la vida, como ocurrió con los compañeros que han caído por mano del Ejército.

Los jóvenes queremos abrirnos espacios en la sociedad, y con esta oligarquía es imposible. Queremos que este gobierno golpista se vaya y que se restituya la democracia en nuestro país”, concluyó el joven Evert Flores.

La resistencia continúa

Contrariamente a lo que se esperaba, el presidente Zelaya no volvió a intentar entrar a Honduras por otros puntos fronterizos, y se presentó nuevamente en Las Manos, esta vez “armado” con un megáfono, para saludar a las personas que habían llegado hasta allí, manteniendo alta la moral, pero sin dar a conocer ningún detalle de su estrategia futura. Anunció que se montaría un campamento en la frontera para alojar y organizar a quienes comienzan un virtual “sitio” a los golpistas.

Desde la frontera, Sirel se comunicó vía telefónica con Carlos H. Reyes, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS) y miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado.

“Tenemos dos días de estar en la zona de Danlí, a 50 kilómetros de la frontera, porque el Ejercito y la Policía no nos dejan avanzar. Mucha gente ha decidido pasar por la montaña, y ya nos han informado que han encontrado una persona muerta. Una víctima más de la represión.

En Tegucigalpa continúa la movilización del sector popular. La gente –continuó Reyes– va a resguardar la embajada de Venezuela y a solidarizarse con el personal que el gobierno quiere expulsar. Otro grupo va a hacer lo mismo con Radio Globo, porque el Ministerio Público quiere cerrarla. Siguen las tomas de las carreteras, el paro del sector público y hemos opacado la manifestación de los ‘blancos’ afines al gobierno.

Muchas personas también han decidido movilizarse para tratar de alcanzar la frontera y mañana, domingo 26, nos vamos a reunir para decidir las acciones para la próxima semana. Aquí la lucha continúa y el pueblo está en resistencia permanente”, concluyó.



domingo, 26 de julio de 2009

El presidente Zelaya pisó suelo hondureño

Miles de hondureños caminaron hacia las fronteras con Nicaragua. La represión dejó un saldo de dos heridos de bala

por Giorgio Trucchi Rel-UITA

Bajo una fuerte lluvia el presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, hizo su primer intento para entrar a territorio hondureño, mientras el gobierno de facto movilizaba tropas del Ejército y de la Policía para detener a las miles de personas que desafiando el toque de queda se movilizaron hacia las fronteras con Nicaragua.

Una jornada larga, intensa y llena de expectativas ha visto el presidente Manuel Zelaya pisar por breves momentos territorio hondureño, después de que el pasado 28 de junio un vergonzoso y al mismo tiempo preocupante golpe de estado lo desalojó del poder enviándolo al exilio.

Pese a lo que se había anunciado un día antes, el presidente Zelaya decidió adelantar su intento para ingresar a su país, probablemente motivado por las noticias que llegaban desde el interior de Honduras.

Retenes militares en todas las carreteras que conducen a las fronteras con Nicaragua, brutal represión contra los hondureños que se atrevían a ponerse en camino para recibir a su Presidente y un nuevo toque de queda a partir del mediodía en todos los puestos fronterizos, es el escenario que ha rodeado este primer intento del presidente Zelaya.

La violencia, que ha dejado un saldo de dos heridos de bala en El Paraiso, a pocos kilómetros de la frontera de Las Manos, y la abierta violación al derecho de movilización del pueblo hondureño por mano del gobierno espurio de Roberto Micheletti, no han sido suficientes para detener la marea humana que se ha movilizado a lo largo y ancho del país.

“Salimos muy temprano de Olancho y caminamos nueve horas para llegar hasta acá, donde está nuestro Presidente –contó a Sirel una joven que no quiso dar su nombre y que llegó hasta la frontera junto a otras 250 personas, desafiando las amenazas del Ejército.

Trataron de detenernos varias veces, pero no pudieron. Seguimos caminando, decididos a llegar porque en nuestro país ya no hay democracia. Se violan constantemente los derechos humanos y queremos que se restituya el orden institucional y que el presidente Zelaya retome su cargo.

De aquí –continuó la joven- no nos vamos a ir y vamos a acompañar a nuestro Presidente. Queremos que este gobierno golpista, que este señor Micheletti se vaya ya, porque no lo reconocemos y no queremos saber nada de él”.

La violación a la libre circulación afectó a miles de hondureños, incluyendo a la familia del presidente Zelaya que fue retenida en el poblado de Dualí.

El día más largo

Después de haber llegado al puesto fronterizo de Las Manos, acompañado por una larga caravana de vehículos de periodistas nacionales e internacionales, y custodiado por un fuerte contingente de la Policía nicaragüense, el presidente Zelaya se encaminó bajo una fuerte lluvia hacia la cadena que señala el límite donde termina el territorio nicaragüense y comienza el hondureño.

Asesores del presidente Zelaya comenzaron un intercambio verbal con un enviado del Ejército hondureño, el teniente coronel Luis Recarte, para ver si era posible un diálogo que permitiera el acceso del Presidente a su tierra natal. El breve encuentro se desarrolló en medio de la confusión y de la fuerte presión de los medios que querían cubrir el acto, y el cerco de seguridad organizado por decenas de hondureños que resguardaron de forma permanente a su Presidente.

El teniente coronel Recarte pidió al presidente Zelaya no avanzar más y demandó tiempo para comunicarse con el Estado Mayor. La débil esperanza se desvaneció cuando el militar se retiró y desapareció. Fue en este momento que Manuel Zelaya, en un acto claramente simbólico, levantó la cadena y pisó tierra hondureña, caminado algunos pasos, mientras se comunicaba por vía celular con diferentes personalidades de la política latinoamericana, amigos, miembros de su partido y de los movimientos populares.

En la tensa espera de una respuesta que nunca llegó y ante el fuerte contingente de militares y de fuerzas especiales de la Policía que -se supo horas más tarde- tenían el mandato de detenerlo, el presidente Zelaya retrocedió y volvió a territorio nicaragüense.

Comenzó una larga espera, caracterizada por llamadas telefónicas, escuetas declaraciones y el encuentro con decenas de hondureños y hondureñas que seguían llegando desde las montañas que rodean el puesto fronterizo.

“Mi intento de regresar hoy al país no funcionó por la intransigencia de los golpistas. No tenemos que ceder. He estado intentando establecer una comunicación con los militares y los policías, porque aquí están ellos y no los del gobierno de facto, que se quedan en sus oficinas y ponen a los militares a dar golpes de Estado”, dijo el presidente Zelaya.

También la canciller de Honduras, Patricia Rodas, señaló a los militares como uno de los elementos imprescindibles para la solución del conflicto.

“¿Por qué levantan sus fusiles contra el pueblo? ¿Por qué amenazan a los empleados del gobierno de quitarle el trabajo si no se suman a sus manifestaciones de sepulcros blanqueados? ¿Por qué no se enteran de una vez por todas de que contra la voluntad de un pueblo nadie puede? Como lo han dicho la OEA, la ONU, los líderes del mundo, están solamente alargando su agonía y profundizando el rencor de un pueblo.

El día de hoy no se trataba de hacer actos demostrativos, sino hablar con las Fuerzas Armadas y la Policía para que el presidente Zelaya pudiera regresar al país a ocupar el cargo para el cual fue elegido por el pueblo.

Ellos lo saben –continuó Rodas–. Saben que la gente no se va a olvidar y que los vamos señalando en las calles, diciéndoles que son unos golpistas criminales, recordando estos días oscuros en que el cielo se ha cubierto de militares y de fusiles contra el pueblo hondureño.

Seguiremos recordando quiénes fueron los culpables y aparecerán en todos los libros de historia, con nombres y apellidos, por la sangre de los jóvenes que mandaron a asesinar”, concluyó muy emocionada la canciller de Honduras.

Seguirá intentando

Mientras calaban las primeras sombras de la noche, decenas de hondureños que han pasado la frontera seguían coreando consignas. “Si este no es el pueblo, ¿el pueblo dónde está? El pueblo está en la calle exigiendo libertad”, gritaban levantando el puño en alto.

“Impulsé un proceso de consulta con los campesinos, los obreros, las amas de casa, los sectores populares, la población indígena y no con la cúpula de los partidos políticos. Se resintieron las cúpulas y fraguaron el golpe –seguía explicando incansablemente el presidente Zelaya–.

Lo que ocurrió en Honduras mata la fuerza de la soberanía popular, y los sectores golpistas se han convertido en traidores de la patria. Esto abre un expediente por el cual, si las armas se han vuelto un instrumento de la derecha para botar a Presidentes reformistas, entonces los pueblos tienen el derecho de volver a buscar soluciones que no deseamos.

En los próximos días –concluyó Zelaya– vamos a seguir lo que estamos haciendo, manteniéndonos firmes, como un roble que no cambia”.

Era ya de noche cuando el presidente Zelaya, junto a la comitiva que lo acompaña, puso rumbo a la ciudad de Ocotal, a 30 kilómetros del paso fronterizo Las Manos, y a 35 de El Espino, por donde se dice podría intentar ingresar nuevamente a su país

En las horas siguientes la principal preocupación de los más cercanos a Zelaya fue conseguir trasladar, alimentar y alojar a los centenares de hondureños que cruzaron clandestinamente la frontera para reunirse con su Presidente. Finalmente, cerca de la medianoche, todo quedó solucionado con la habilitación de un amplio gimnasio en Ocotal donde se improvisó un enorme campamento donde pasarían la noche los hombres, mujeres y hasta algunos niños que llegaron hasta la frontera con la esperanza en los brazos.

Para hoy, sábado 25 de julio, es probable que el Presidente hondureño haga otro intento de entrar a Honduras, esta vez por el puesto fronterizo de El Espino y con el apoyo de centenares de hondureños que han entrado a Nicaragua, y de miles de otros que se están movilizando hacia la frontera.



El presidente Zelaya rumbo a Honduras


El gobierno golpista decreta estado de sitio en las fronteras
Los movimientos populares paralizan el país

por Giorgio Trucchi - Rel-UITA

El presidente legítimo de Honduras comenzó su viaje hacia la frontera escoltado por un fuerte contingente de la Policía nicaragüense, el canciller venezolano Nicolás Maduro y decenas de medios nacionales e internacionales.

Primera etapa: la histórica ciudad de Estelí, en el norte de Nicaragua, cuna de la insurrección sandinista contra la dictadura de los Somoza. En Honduras, los movimientos populares paralizaron el país con tomas de carreteras y de edificios públicos, mientras centenares de personas se desplazaban hacia la frontera con Nicaragua.

En medio de fuertes medidas de seguridad, el presidente Manuel Zelaya Rosales decidió dejar atrás el fracaso del proceso de mediación fuertemente impulsado por Estados Unidos y burdamente boicoteado por el régimen de facto de Roberto Micheletti, y emprendió su viaje de regreso a Honduras.

Una larga caravana de vehículos se desplazó hacia el norte de Nicaragua llegando a la ciudad de Estelí cuando ya era noche.

“Ya recorrimos 150 kilómetros y faltan otros 165 que vamos a recorrer mañana, 24 de julio –dijo el presidente Zelaya en una rueda de prensa improvisada después de su llegada a Estelí–.

Estamos en contacto permanente con el secretario de la OEA, José Miguel Insulza, con Presidentes y Cancilleres de varios países de América Latina, y obviamente con los amigos de Honduras.

Los golpistas –continuó Zelaya– pensaron hacer como durante los golpes de hace 40 años, pero aquí hay un pueblo despierto que sabe pelear por su garantía, como es la garantía de la vida institucional, de la democracia. Si quieren seguir manteniendo un régimen con la bayoneta calada y con los rifles, creo que debemos hacer un llamado a las Fuerzas Armadas para que rectifiquen.

Hablo especialmente a los soldados que son del pueblo, porque los rifles sirven para defender al pueblo y no para amenazarlo. Lo que vamos a hacer mañana es defender la democracia y legitimar mi derecho a regresar a mi país”, dijo el presidente de Honduras.

El regreso de Zelaya ha despertado mucha expectativa entre la población hondureña que ha comenzado un verdadero peregrinaje hacia la frontera con Nicaragua, denunciando al mismo tiempo una fuerte movilización de contingentes de la Policía y del Ejército para impedir el ingreso de Zelaya a territorio hondureño, y un sinnúmero de retenes para impedir que la gente circule libremente.

“Salí hoy de Tegucigalpa rumbo a la frontera con Nicaragua y encontré por lo menos siete retenes de la Policía y del Ejército para impedir que la gente llegue a esperar a su Presidente –contó René Amador, miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado–.

Paraban los buses, registraban a la gente e impedían el paso a todos los que se dirigían hacia la frontera. Aquí el problema no es tanto el personal de migración, sino los propios militares que están violentando el derecho a la libre circulación. Hasta nos dijeron que la frontera va a estar cerrada hasta el sábado.

Al final –continuó Amador– logramos pasar, y entrando a Nicaragua me sentí muy libre, porque en este momento Honduras es una cárcel. La situación en la frontera es terrible, con una fuerte presencia del Ejército; sin embargo, la gente está decidida a movilizarse de cualquier forma”, concluyó mientras distribuía el periódico del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado a los diferentes medios que esperaban afuera del hotel donde estaba hospedado el presidente Manuel Zelaya.

Los movimientos sociales paralizan el país

En víspera del posible regreso del presidente Zelaya, las organizaciones sociales y sindicales emprendieron su día 26 de lucha constante, con tomas de carreteras en todo el país y el llamado a un paro nacional del sector público decretado por las tres principales centrales sindicales.

“El país entero está paralizado –contó a Sirel el coordinador del Bloque Popular y líder histórico del movimiento sindical, Juan Barahona–.

Hay un paro general en todas las instituciones del Estado y las carreteras están bloqueadas a nivel nacional. La resistencia sigue. El llamado de las tres centrales sindicales ha sido efectivo y la gente ha dado una respuesta contundente contra el golpe de Estado.

Desde el miércoles 22 de julio la gente se está movilizando hacia la frontera con Nicaragua, y esto a pesar de los retenes del Ejército y de la represión. La expectativa por la llegada del presidente Zelaya es muy fuerte”, aseveró el líder sindical.

Con respecto al fracaso del proceso de mediación, Barahona dijo que era algo que se esperaba, porque “la propuesta plasmada en el Acuerdo de San José favorecía solamente a los golpistas”.

Rumbo a Honduras

El presidente Manuel Zelaya comunicó a los periodistas que lo acompañan que posiblemente hoy, 24 de julio, se acercará aún más a la frontera, visitando las ciudades norteñas de Ocotal y Somoto. La entrada por algún lugar podría efectuarse durante la jornada del sábado 25.

“No le temo a lo que me pueda pasar –dijo Zelaya–, aunque sé que estoy en peligro. Estoy dispuesto a hacer el esfuerzo y el sacrificio, porque Honduras necesita cambios. Cuando una persona se quiere meter a la política tiene dos caminos: el primero es acomodarse con la clase gobernante, con los poderosos, con los mañosos y vive tranquilo, como un rey, pero sin corona porque el pueblo lo va a rechazar.

Si, al contrario, el político quiere hacer cambios y tiene miedo de que lo persigan, de que lo echen preso, de que lo chantajeen, entonces es mejor que no se meta a la política. La política es para procurar transformaciones. En Honduras hay crisis y yo he buscado salidas y soluciones a ella”, concluyó.



viernes, 24 de julio de 2009

COMUNICADO No. 13 del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado en Honduras



El Frente Nacional contra el Golpe de Estado en Honduras, al pueblo hondureño y a la comunidad internacional comunica lo siguiente:

  1. Que las multitudinarias marchas, mítines, eventos culturales, plantones, tomas de carreteras y otras acciones efectuadas simultáneamente a nivel nacional en estos 26 días de resistencia popular, han fortalecido el espíritu de lucha del pueblo hondureño y golpeado la estructura económica y política de la oligarquía.
  2. Que a partir de esta fecha dio inicio el paro cívico nacional de 48 horas decretado por las centrales de trabajadores y trabajadoras aglutinados en el Frente Nacional contra el Golpe de Estado como parte de las medidas progresivas que se tienen programadas hasta lograr el retorno del orden institucional y se restituya al legítimo presidente de la República Manuel Zelaya Rosales.
  3. Ratificamos nuestra posición de lucha frente propuestas presentadas en la declaración de San José Costa Rica por el presidente Oscar Arias y declaramos enfáticamente que no renunciamos a los procesos democráticos participativos e incluyentes que tienen como propósito la conformación de una asamblea Nacional constituyente.
  4. Como parte de las acciones de resistencia contra el golpe de Estado llamamos al pueblo hondureño a incorporarse a la caravana que recibirá a nuestro legítimo presidente de la República Manuel Zelaya Rosales.
  5. Denunciamos que los cuerpos represivos del Estado continuaron con la intimidación y militarización de las carreteras en otra violación de los derechos humanos.

Instamos a la población a mantenerse alerta e incorporarse a toda acción que deslegitime a la oligarquía golpista.

Tegucigalpa M.D.C. 23 de Julio de 2003



jueves, 23 de julio de 2009

Constatan violaciones sistemáticas a los derechos humanos en Honduras con ocasión del golpe de Estado

Misión internacional de observación sobre la situación de los derechos humanos en Honduras.

Kaos en la Red

El 28 de junio de 2009 efectivos de las fuerzas armadas, tras reducir violentamente a la guardia encargada de su protección, irrumpieron en la Casa Presidencial y secuestraron al Presidente.

Informe Preliminar


Introducción

Una Misión Internacional de Derechos Humanos compuesta por 15 profesionales independientes (juristas, periodistas, antropólogos, politólogos, sociólogos y expertos en derechos humanos) procedentes de Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, El Salvador, España, Nicaragua, Perú, Suecia y Uruguay se constituyó en Honduras el 17 de julio pasado para verificar las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Honduras durante y después del golpe de Estado del pasado 28 de junio, a fin de presentar observaciones y recomendaciones al respecto a la OEA, la ONU, la Unión Europea y sus Estados miembros.

Divididos en cuatro grupos de trabajo, la misión ha recibido testimonios de casos ocurridos en varias partes del territorio hondureño: Tegucigalpa, San Pedro Sula, Olancho y Colón. Ha llevado a cabo con este objeto entrevistas con diferentes organizaciones y expertos de derechos humanos, movimientos sociales, sindicatos, medios de comunicación, periodistas, diputados al Congreso Nacional, partidos políticos, el Fiscal General de la República, la Fiscal Especial de Derechos Humanos, el General Director de la Policía Nacional, agencias de cooperación internacional, representantes de Naciones Unidas, del cuerpo diplomático, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría General de la República, la Defensa Pública, la Dirección General de Migración y familiares del Presidente Manuel Zelaya.


La misión internacional está conformada por 15 personas de las siguientes organizaciones y redes de derechos humanos: Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Iniciativa de Copenhaguen para Centroamérica y México (CIFCA), FIAN Internacional, la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD), la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES-Colombia), Suedwind-Austria, Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeon Cañas (IDHUCA-El Salvador), Asociación Pro Derechos Humanos de Perú (APRODEH), el Instituto de Estudios Políticos sobre América Latina y Africa (IEPALA-España), Federación de Asociaciones de defensa y promoción de los Derechos Humanos (España), Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú, Servicio Paz y Justicia (SERPAJ-Uruguay), Solidaridad Mundial (Bélgica), IBIS (Dinamarca), Alianza Social Continental, Enlazando Alternativas, y Centro de Estudios Tricontinental.


LEER TODO:


http://www.kaosenlared.net/noticia/constatan-violaciones-sistematicas-derechos-humanos-honduras